lunes, 4 de febrero de 2013

Más derechos que la Constitución

Tardes y tardes juntos. Noches enteras hablando de la vida. Confesiones y secretos que nunca salieron a la luz. Confianza plena. Un hermano. Horas hablando por teléfono. Contarse cada cosa que hacen.
Todo estas cualidades tiene una relación con un mejor amigo. Pero, ¿qué pasa cuando alguno de los dos se confunde? ¿Qué pasa cuando la amistad queda de lado y pasa a haber otro tipo de química entre los dos? ¿Qué pasa cuando te estás enganchando con tu amigo? ¿Qué pasa cuando tu mejor amigo pasa a ser tu amigo con derechos? ¿Es algo bueno? ¿Es algo malo? Lo importante es que sea algo. 
Lo primordial es no perder la confianza ni la necesidad de contarle todo, esa sensación de "me pasó esto y te lo quería contar" como hacen siempre. No hay que confundir las cosas: amor y amistad no van de la mano y muchas veces pueden generar malos entendidos que estamos seguras que ninguna de ustedes quiere atravesar.
Un amigo con derecho es mucho más que eso, es un amor reprimido porque ninguno de los dos se anima (o no quiere) dar el primer paso, porque así hay menos escenas de celos, porque así no tienen obligación de darse explicaciones, porque así cada uno hace la suya y cuando pueden la hacen, pero juntos. Un amigo con derecho te da lo que querés y te pide lo que necesita. Un amigo con derecho es el que, si ve que te estás enganchando con otro, te deja hacerlo libremente y no te ata a él porque todavía se acuerda de que son amigos y que no la pueden cagar. Un amigo con derecho es aquel con el que tus viejos creen que estás saliendo. 
Nunca lo van a entender. 
Nunca van a saber de verdad lo que es un amigo con derecho hasta que lo tenés. "¿Y cómo hacés para bancarte que se coma a otras adelante tuyo?", "¿No te jode que te hable de otras pibas?", preguntas comunes que la gente suele hacer. No, no me jode. Esa gente no entiende que la amistad no se pierde. Que un beso o un polvo no arruina lo que tienen. Que la pasan bien juntos y también disfrutan por separado. Que sigue siendo tu hermano no reconocido para vos y que la pasás con él mejor que con ninguno, pero sólo es eso: un amigo. 
Hay que saber decir "basta" cuando notás que te estás enganchando, porque ahí la amistad está quedando de lado y esas son las cosas que pueden cagar una relación.
Nunca tengas miedo de decirle lo que te pasa. Si es buen amigo y te quiere de verdad, no va a dejar que una confusión en tu interior o cosas que le digan los demás interfiera en ustedes.
Si tenés un amigo con derecho, aprovechalo, disfrutalo, tener uno es una de las cosas más divertidas que tiene la adolescencia.
Si no tenés un amigo con derecho, no sabés lo lindo que es, no sabés de la diversión que te perdés, no sabés lo rara y a la vez pura que es esa relación.
Y si alguna vez te confundiste y te salieron mal las cosas, no te niegues a que puedan pasarte cosas nuevas, porque si un amigo se alejó por haberte declarado, es porque verdaderamente no lo era y él no sabe lo que se pierde.

2 comentarios:

  1. Es tal cual, a veces los dos se confunden y siempre está el miedo de perder todo y que la relación cambie (a mi me pasó) pero no hay nada mejor que un amigo con derechos!

    ResponderEliminar
  2. Me encanto chicas,es lo que me pasa.Besos

    ResponderEliminar