viernes, 20 de abril de 2018

Vos y yo... distintos

Somos tan distintos vos y yo. 
A mí me gusta que charlemos en la vereda, que flasheemos hijos, perros, gatos, un viaje por el mundo. Vos preferís ver con tus amigos lucesitas de colores.
Yo en las noches de verano quiero salir a caminar, recorrer... y por las noches de invierno mirar pelis de terror abrazados, comiendo pochoclos. Vos preferís hacer el amor y dormirte encima mío. No importa si es verano, invierno, otoño o primavera. 
Yo a la tarde quiero hacer planes nuevos. No me importa si hacen treinta grados de calor, elijo acompañarte a donde tengas que ir, ayudarte. Vos siempre querés hacer las cosas rápido: me llevás, me traés y listo. 
Yo a veces sólo quiero caminar por cualquier lado mientras charlamos y nos reímos de anécdotas viejas. Vos siempre querés terminar en tu casa y no te gusta contar tus cosas. 
Yo tan abierta al mundo y vos tan cerrado. 
Yo tan yo y vos tan vos. 
Me duele amarte, pero te amo. Te amo como nunca a nadie y estoy loca por vos. Pero me duele leer tus mensajes de "estoy aburrido" en vez de "¿estás ocupada?". 
Somos tan distintos. Dicen que los opuestos se atraen pero, ¿hasta cuando tengo que esperar que hagas lo que me gustaría?

lunes, 9 de abril de 2018

Recordar su voz

Hoy, otro día más en el cual lo extraño. ¿Será la lluvia? No sé por qué será que se me vienen mil recuerdos a la mente, de los viernes a la noche en los cuales dormir con él era mí único plan porque me hacía olvidar de la semana de mierda que había tenido, de hacer el amor una y otra vez, de apoyar mi cabeza en su pecho y dormirme sin pensar si el mundo se acababa, de sentirme completa, de sentir que alguien me aceptaba tal cual soy. 
Esta semana lo soñé y lo pensé mil veces en el día, y me acordé de que no recuerdo cómo es su voz... Son como recuerdos pero en mudo. Tal vez el hecho de darme cuenta de que me olvidé de parte de él me obligó inconscientemente a intentar acordarme de su voz.
Su recuerdo está a flor de piel más que nunca, y capaz que sea porque hoy me siento rota, vacía y quiero contarle cómo estoy y no está ahí.
Lo veo tan enamorado, veo que hace las mismas cosas que hacía conmigo, que yo era esa persona en la que él confiaba, la que por más que se mande mil mocos él sabía que hablarme bastaba para que esté incondicionalmente. Duele saber que no soy esa, esa que lo escucha, que lo ve dormir, esa que se siente completa con sus abrazos. Duele todo, todo duele. Y lloro... y esto no se me pasa.
Quiero hablarle pero mi orgullo no me lo permite. Lo extraño aunque no quiera admitirlo. Tengo mil motivos para seguir sin él, pero no sé si realmente quiero borrarlo de mí vida.
Quisiera verlo sonreír una vez más, que me haga reír una vez más, tirarnos en la cama a jugar como siempre, saber que él me ama a su manera . Sólo una persona que amó y de verdad sabe lo que se siente extrañar a alguien y que esa persona ya no te extrañe. Tal vez sea eso, lo extraño sin recordar su voz...