sábado, 31 de diciembre de 2016

Otro año que se va...

Días que lloré, momentos que disfruté y momentos que me defraudaron. 
Gente que se convirtió en todo y gente que se convirtió en nada.
Personas que fueron y vinieron, personas que se fueron y personas que permanecieron. 
Momentos sin hacer nada y momentos haciéndolo todo.
Sensaciones de adrenalina, sensaciones mágicas, sensaciones dolorosas. 
Sueños que empezaron a cumplirse y sueños pendientes que guardo para el año que viene. 
Días que pasaban muy lento, y sin embargo el año pasó en instantes. Instantes que guardo en un rincón de mi corazón.
Desaproveché oportunidades y otras no las dejé pasar. 
Buenas acciones que satisficieron mi alma. 
Besos que morí por dar, besos que me hicieron sentir en el cielo.
Lloré con quien no debía. 
Reí con falsas amistades, también con verdaderas. Reí sola, sin motivos. 
Canté en la ducha hasta que me doliera la garganta. 
Fallé y me fallaron. 
Me arrepentí de mucho. 
Me acosté con mi perro y me llené la ropa de pelos. 
Vacié treinta termos de mate charlando con amigos. 
Acompañé a alguien en el mejor momento de su vida. 
Volví a ciertas personas, pero me fui...
Este año está terminando, lo único que cambiará es la última cifra del número 2016, pero es una buena excusa para mirar atrás de forma constructiva para hacer un equilibrio entre lo que nos pasa y lo que se viene. Aprovechá este "nuevo comienzo" porque el año vuela, pero podemos enseñarle a caminar
El 31 de diciembre de 2017 no vamos a sentir que el año pasó volando si mantenemos nuestra cabeza ocupada en cumplir nuestros sueños, si hacemos que cada día sea único y valga la pena.
Ahora cerrá los ojos. Hacé memoria de todos los momentos que no te querés olvidar y vivilos de nuevo, recordá esas sensaciones...¿Con cuál te quedas? Y esta noche recordá: la vida nos pone obstáculos, pero VOS ponés los límites. Te invito a que cada noche antes de ir a dormir, abras tu celular o un papel y lapicera y escribas diez cosas por las cuales te sentiste agradecido. Es una buena forma de valorar tu vida y convivir en paz con los demás. 
¡Feliz 2017!

miércoles, 28 de diciembre de 2016

La inocencia

La inocencia es dormirte en el sillón de casa y despertarte en la cama mágicamente.
La inocencia es creer que para tener un hijo papá le puso una semillita a mamá en el ombligo.
La inocencia es no ver a muchos compañeritos del cole durante las vacaciones, pero reencontrarse y que sigan siendo amigos como siempre.
La inocencia es no darte cuenta que la mesa familiar cada vez se achica más.
La inocencia es creer que el abuelo se fue al cielo por un tiempo y que capaz va a volver.
La inocencia es agarrar de la mano a tu mamá y creer que así tenés la total seguridad del mundo.
La inocencia es pensar que el Cuco te va a asustar.
La inocencia es elegir los zapatos y el pastito para que vengan los Reyes Magos con sus camellos.
La inocencia es guardar el diente para ponerlo a la noche abajo de la almohada.
La inocencia es creer que los malos son pocos y que el resto de la gente es muy buena.
La inocencia es no saber diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal.
La inocencia es desear ser grande porque pensás que está buenísimo.
La inocencia llega un momento que todos la perdemos. No sabemos qué día, ni cómo ni de qué manera. Pero un día dejaste de ser inocente para pasar a ser consciente de todo como vos querías, y ahora no hacés más que desear volver el tiempo atrás.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Navidad otra vez

Desde la mañana con los preparativos. Quién hace las ensaladas, quién se encarga del asado, y por supuesto no puede faltar el vitél toné. 
A las ocho de la noche ya están llegando los invitados. La abuela siempre está primero porque quiere ser parte hasta en el último detalle. Mamá anda a las corridas porque no quiere dejar nada sin hacer. Papá está tranquilo, como siempre, hacer el asado es lo suyo y lo disfruta mucho.
Llegan los tíos, el más jodón ya está preguntando dónde se sale después, y la mujer lo mira fulminándolo. Todos los nenes corriendo y jugando alrededor de la mesa, esperando ansiosos las doce para que llegue Papá Noel. 
Pasan las horas, cenamos, nos reímos y llega el momento. Fuegos artificiales en el cielo y la copa bien arriba. Todos gritamos: "¡Feliz Navidad!" y sonreímos. 
Más allá de la verdadera razón por la que se festeja Navidad, creo que esta noche tiene algo mágico y diferente. Los regalos, los más chicos disfrutando, todos juntos sonriendo...Es imposible no sentirse feliz con eso.
Ahora somos grandes y ya no le damos tanta bola a esta noche, pero es lo peor que podemos hacer. Por más que haya gente que empieza a faltar o cosas que ya no son como antes, el momento en familia no te lo roba nadie. Estamos viviendo algo mágico y que nos puede hacer muy feliz, de verdad. Y no lo vemos. ¿Por qué no lo vemos? ¿Por qué no nos ponemos tan felices como antes?
Sé que no es fácil todo esto, muchas veces nos cuesta demostrar lo que sentimos frente a la familia, pero no perdamos la oportunidad de hacerlo. Obvio que está re bueno salir con nuestras amigas después de las doce, pero detengámonos un minuto en ver lo lindo que nos rodea. Bien o mal, estamos todos juntos. 
Hacer que la Navidad siga teniendo la magia de siempre depende de nosotros...¡No la perdamos! Porque si lo hacemos, probablemente vayamos a extrañar cuando no estemos todos juntos y no podamos brindar al cielo.
Nosotras tres le queremos desear una muy feliz Navidad. Brindamos por ustedes también, porque son parte nuestra. Les deseamos lo mejor y que sean felices toda la vida. ¡Feliz Navidad a todos! Y muy buena vida...

jueves, 22 de diciembre de 2016

La culpa fue mía

Me resulta tan difícil no pensarte, no extrañarte, no añorarte, no necesitarte, no buscarte...
La realidad es que fuiste un buen amor, nos costó ser felices y al final nos cansamos, pero fue inevitable no acostumbrarme a vos, a tu compañía, a no volver sola a casa, a los mensajes a la madrugada, a que estuvieras conmigo y me hicieras reír.
¿Sabías que no sé si todavía te amo? Pero me duele que no estés acá, me angustia el hecho de enfrentarme al mundo sola, sin tus cuidados, sin tus celos, sin tus abrazos.
Me gustaba recostar mi cabeza en tu hombro, olvidarme del mundo, de mis problemas, de mis dudas pasajeras...
Me encantaba mirar tus ojos dulces, recorrer con mi dedo el contorno de tus labios, tocarlos, morderlos y besarlos.
Sé que fui yo la que dijo adiós, que fui egoísta, que pensé sólo en mí, pero el tiempo y la vida me enseñaron que es necesario valorar a las personas cuando las tenés y no cuando ya las perdiste. Fui tonta y te perdí, te dejé ir. Creí que necesitaba un tiempo para salir y vivir.
Hoy sé que la vida no es eso, no es sólo reír y divertirse, también es trabajo y esfuerzo, conservar buenas personas y atesorar momentos que no se van a volver a repetir.
Después de perderte entendí que el verdadero amor se construye en las pequeñas cosas.
Sé que es tarde, que ya decidiste, que seguiste tu vida sin mí, y yo tengo la culpa porque te fallé. No valoré tus abrazos, tu sonrisa sincera ni tus consejos cotidianos.
Es tarde, lo sé, no me atrevo a pedirte volver, no me queda más que asumir la culpa y sentir melancolía al recordarte.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Mis decisiones de hoy

Hoy decido empezar de nuevo, ser una mujer nueva, olvidarme de mis dolores y penas.
Hoy decido no preocuparme más por el qué dirán, luchar por mis sueños, esforzarme mucho más por mi felicidad.
Hoy decido dejar de poner mi estabilidad en manos de terceros, ser solamente yo quien decida el camino que quiero recorrer, mis metas, mis planes y deseos.
Sé que antes me negué la oportunidad de ser feliz, que me aferré a amores fingidos, a sonrisas falsas, incluso a mí misma me mentí, cuando por quedar bien o cubrir las apariencias, me negué a discutir, a hablar de mis ideas, a dar mi punto de vista, a ser yo, sin miedo ni caretas.
Hoy me renuevo, me descubro, me atrevo a ser realmente yo sin miedos ni complejos.
Me di el tiempo necesario para perdonar y perdonarme, para empezar de nuevo sin rencores, ni odios ni malos recuerdos.
Hoy quiero ser esa mujer que se enfrenta a la vida con coraje, dando lo mejor de mí, tratando de hacer el bien sin importar a quién, buscar motivos que me inviten a sentir la adrenalina de la vida, cultivar mi mente y mi alma para vivir en armonía.
Me di cuenta que es sumamente desgastante tratar de complacer deseos ajenos, que a veces por comodidad o confort nos estancamos en lo preestablecido, en lo que no requiere esfuerzo, en trabajar por los sueños de otros.
Hoy quiero ser yo quien emprenda, quien construya nuevos y mejores momentos, atesorar recuerdos que en un futuro me llenarán de risas, de alegrías.
Hoy decido eliminar de mi vida todo aquello que me daña, personas tóxicas, costumbres destructivas.
Hoy me levanté de la cama con ganas de ser feliz, de ser una mujer distinta, y es que hoy me miré al espejo y me encantó mi sonrisa.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Enseñanzas de Oscar Wilde

"El único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo lo perdona, que nunca nos defrauda y nos acompaña hasta la muerte, es el amor propio" - Oscar Wilde.
Quise iniciar esta reflexión con una genial frase porque considero que tiene razón, porque una de las cosas más importantes que le hace falta a la gente para ser feliz es amarse a sí mismas.
Tengo algunas amigas que están viviendo relaciones bastante tormentosas: sus parejas las maltratan, las humillan, no las valoran y las denigran siempre que tienen la oportunidad. Y yo me pregunto: ¿por qué se dejan? ¿Por qué permiten que las traten así? La respuesta es tan triste como sencilla: porque ellas creen que se lo merecen, porque no tienen amor propio.
Y casos como los de mis amigas abundan. ¿Por qué será que gente buena se enamora de gente mala? Porque esa gente, aunque es buena, tiene un defecto enorme: le falta amor propio. Sólo así se explica que haya corazones nobles atrapados en relaciones desastrosas. Uno tiene lo que cree merecer, y por más bueno que seas, si no te amás a vos mismo, no vas a obtener cosas buenas en la vida.
Tenemos que aprender a querernos como se debe. Cito de nuevo a Oscar Wilde, quien dijo: "amarse a uno mismo es el inicio de un romance que dura toda la vida". Si no empezás a amarte, nadie te amará como lo merecés. Si no empezás a respetarte, la gente te va a pisotear y van a pasar por encima de vos. Si no empezás a valorarte, todos te van a tratar como un objeto al que pueden manipular a su antojo. Si no empezás a ser feliz por tu cuenta, nadie va a venir a regalarte la felicidad que buscás.
Por más defectos que tengamos, por más errores que cometamos, por más caminos equivocados por los que andemos, todos merecemos tener una persona que nos ame profundamente. Pero si no empezamos por amarnos a nosotros mismos, nunca la vamos a encontrar. Sólo cuando entendemos que el amor propio es lo más importante, sólo entonces tendremos la capacidad de amar y ser amados.

lunes, 12 de diciembre de 2016

El día que vuelvas

Te amé como te amé y lo sabés, pero no vas a tener este beneficio de por vida, porque cuando un amor no se cuida, se acaba. El amor se debe estar regenerando constantemente o las cosas pueden no funcionar. Qué curioso que, al final de todo, eso fue lo que nos pasó.
Nos quisimos demasiado y ese sentimiento nos hizo creernos inmunes a cualquier decepción. Pero cada vez que te ibas pidiéndome un tiempo, para mí era un espacio que se creaba entre nosotros, uno que no se rellenaba con tu regreso.
Cada vez que decidías volver, volvías muy cambiado, decías sentirte mejor y más listo para seguir estando conmigo, pero hoy me doy el lujo de la duda, porque en realidad nunca supe a dónde vas ni lo que hacés cuando no estás y esa incertidumbre me pesa, esa la razón de estas palabras.
El día que vuelvas, pensalo bien porque existe un límite en mi paciencia y estás por encontrarlo. Nuestra relación no es un juego para que puedas poner una pausa cada que te de ganas.
El día que vuelvas, que no te sorprenda mi frialdad porque no puedo amar intensamente a quien no está. A mí no me parece que te vayas y te des esos tiempos, porque tampoco tengo la certeza de que te vas como un soltero a hacer la tuya, regalándole tus encantos a otra chica.
El día que vuelvas, la verdad que yo ya no estaré. Ya me cansé, siempre te estuve diciendo las cosas y nunca te importó. Cuando en verdad se ama, no hace falta el distanciamiento, yo no soy de las que creen que la separación refuerza una relación.
Cuando se sabe respetar acuerdos y estar en comunicación, no es necesario irse y valorar lo que se pierde por un momento. Amame acá y ahora, sin necesidad de pretextos. Y si no lo hacés, sencillamente es porque no podés o no querés. 
No nos hagamos perder el tiempo...para el día que decidas regresar, yo ya no voy a estar.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Y acá estamos otra vez

Y acá estamos otra vez...pero aunque me quiera convencer que es igual a las anteriores veces, en el fondo sé que no es así. No sé a qué va a llevar todo esto, pero no es como siempre.
Y acá estamos otra vez, después de casi un año de haber cortado todo tipo de relación. Volvemos a buscarnos, volvemos a reírnos juntos y volvimos a este círculo vicioso. Sinceramente no sé si está bien, si en algún momento me va a hacer mal (aunque en el fondo sé que tarde o temprano me terminás lastimando). Cada vez que me encuentro sonrriéndole al celular, no quiero pensar si ésta situación en algún futuro cercano o lejano me va a hacer mal. Hoy sólo te quiero disfrutar, te quiero reír y no llorar, porque de eso se trata.
Y aunque admito que lo nuestro no fue la gran cosa, por alguna razón (que todavía no se cuál) volvemos a buscarnos una y otra vez. Y creo que si hacemos eso, por algo será. 
Y acá estamos otra vez... Nunca dejé de pensar en vos. Y aunque traté de olvidarte, siempre volvías a mí. En muchas oportunidades traté de convencerme que ya no te pensaba, que ya no estabas ni en mi mente ni en mi corazón, bien en el fondo sabía que no era verdad y siempre volvías.
Pero cuando en serio dejé de llorarte, cuando ya no me encontraba pensándote, apareciste, pero de una manera diferente a todas las otras. 
Hoy sólo pienso que es diferente, pero claro, un poco desconfiada estoy. Me repito todo el tiempo que esto puede acabar en cualquier momento y que lo disfrute. No quiero que me vuelvas a lastimar, pero, ¿cómo impedirlo si cada vez que aparecés te abro la puerta? 
Hacés que ya no sepa qué pensar, si esto está bien o mal, si tengo que pensar en las consecuencias o sólo disfrutarlo, si este es uno de tus juegos o te querés poner las pilas de verdad. Ya no sé.
De algo estoy segura: me encanta verme sonriendo por algo que dijiste, me encanta que me distraigas de todos los quilombos que tengo alrededor, pero sobre todo, me encanta la persona que soy cuando te tengo cerca, y eso es lo que hoy celebro por más que esté mal.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Instrucciones para la soledad

¿Qué hacer cuando la soledad penetra tanto en tu alma que es como un órgano propio? ¿Qué hacer cuando el amor nunca tocó tu puerta? ¿Qué hacer cuando el tiempo te presiona cada vez más y la soledad sigue doliendo?
Sé que la soledad no solo se refiere a un amor de pareja sino también a la familia, amigos y todo lo que nos rodea, pero, ¿qué hacer cuando frente a tantas personas te sentís sola igual? ¿Será que todos necesitamos un amor? No lo sé.
A mi edad nunca tuve un amor que me "llene el alma" como quien dice estar enamorado. Cada vez que una persona venía hacia mí yo lo rechazaba sin pensarlo un mínimo segundo...Todo me parecía turbio: o no me gustaba físicamente, o me parecía mujeriego, o era mala persona, entre tantas otras cosas...
Y ahora que la soledad se encarna en mí y cada vez duele más, no sé qué más hacer.
Tristeza.
Desolación.
Angustia.
Sentimientos repentinos que nunca se llenan.
Puedo reírme todo el día y ser feliz por un momento, pero cuando la soledad se apodera en la noche no hay nada que me sane.
Esta es la síntesis de una soledad que penetra tanto mi ser que oscurece mi alma.

martes, 29 de noviembre de 2016

Te quiero conmigo

Te veo en las noches, buscás mi cuerpo que se arquea apenas rozás tus dedos sobre él. Todavía estoy ebria. Me abrazás con tu fuerza y vuelvo a la realidad
Tus besos, mis jadeos y una felicidad inmensa.
Me desvestís lentamente mientras te miro asombrada, no hablamos, sabés que tus caricias me llevan a otro mundo.
Me besás y seguís acariciando mi cuerpo, aquel que yo odio y vos tanto amás. 
Tenés ese extraño y maldito poder de hacerme sentir en el cielo o en el infierno más absoluto, en el placer culminante o en un total vacío de sentimientos; es que me generás tantas cosas que no diferencio tu amor de mi locura.
Tus "te amo" sorpresivos me sacuden el alma de manera descomunal. Y en medio de todo eso, te amo hasta el cansancio.
Quiero verte día a día, besar tus labios y acomodarte el cuello de la camisa que llevás esa mañana a trabajar. Quisiera recibir cada día al hombre deshecho que vuelve del laburo fatigado, y verlo renacer en otro hombre al besarme. 
Somos dos seres tan diferentes que encajamos. Somos la claridad y las tinieblas. La armonía y la discordia. Y aun así, te quiero conmigo.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Pensando en vos, siempre

Ayer estuve pensando que después de tanto tiempo, sigo encontrando su rostro en cada lugar. Sé también que ambos hemos encontrados amores distintos, y que tal vez tengo un amor perfecto, pero extraño tanto sus errores, su sonrisa capaz de armar todos mis pedazos en sólo un segundo. Soy consciente que si algún día, en cualquier momentos de nuestras vidas, nos volvemos a cruzar, dejaría todo por volver a estar con él...Porque tal vez nuestro amor sí fue perfecto pero no supimos verlo. Y por eso no hay día en el que no piense en él, en cómo estará, si me extrañará la mitad de lo que yo lo extraño al menos, si me recuerda en aquellas canciones de rock que escuchábamos esas madrugadas de charlas, y que hoy es mi banda preferida, porque ahí te encuentro en cada estrofa. Me pregunto también si es feliz realmente con su pareja o sólo está con ella para rellenar ese vacío que le dejé, porque si hay algo de lo que me arrepiento es de no haber ido corriendo aquel último día en que me llamó, porque de haberlo hecho hoy estaríamos felices, porque "donde hubo fuegos cenizas quedan" y entre nosotros hay una montaña de cenizas que ni con el viento más fuerte pondrán volarse.
Y acá estoy, pensando que vas a regresar, que no importa si pasan meses o años, yo siempre voy a estar esperándote. Porque ese amor que me diste un día aún no he logrado borrarlo de mi corazón.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Carta de una casi suicida

Las voces no paran. No dejo de pensar que estoy muy sola. No sé si confiar en mis amigas o en mi familia, ellos realmente no me entenderían. En realidad, nadie en este mundo me entendería.
Trato de escribir las últimas ganas de vivir que me quedan...
No quiero morir pero tampoco seguir viviendo así. No voy a cometer los errores que hacen todas de dejar de comer o auto dañarse. Creo que con lo que me pasa es suficiente dolor...¿Y qué me pasa?
No soy doctora ni psiquiatra para saber qué me está pasando pero parece algo grave. Vamos a llamarlo "pensar". No paro y no puedo dejar de pensar y me destruye.
Me auto destruyo sin querer hacerlo. Me boicoteo a mí misma. Miles de cosas invaden mi mente. Parece que exagero pero de verdad me está pasando. 
Necesito ayuda, esa es la mejor solución. 
Voy a recurrir a la única persona con la tengo confianza y volcar todas mis esperanzas en que ella me va a poder ayudar. Voy a tratar de nunca bajar los brazos. Lo peor que puedo hacer en este momento es abandonarme
Sé que voy a poder salir adelante, ya no puedo seguir viviendo así de deprimida con tan corta edad y tanto por vivir. Yo soy la dueña de mi vida, y por eso elijo no quitármela, sino solucionar los problemas que me tienen mal. Voy por eso. Lucho por eso. Sé que lo voy a lograr.

sábado, 19 de noviembre de 2016

No preguntes por mí

Estamos lejos. Te dio miedo enfrentar el avance de nuestro amor y lo que te estaba pasando. Fuiste cagón, muy cagón...Y ahora ya no quiero que vuelvas.
Te fuiste y casi logro entenderlo. A veces intento justificar tu miedo, pero aún así tené en claro que si te vas, no vas a volver cuando se te ocurra. No te doy ese beneficio, y de hecho en mi vida nadie lo tiene. Quien se va, se vuelve un recuerdo, no una opción.
Fue difícil soportar el dolor de que te hayas ido de un día para el otro, me costó trabajo superar las noches que pasábamos, las risas que nos dedicábamos y demás.
Ahora me entero que querés saber de mí, que andás preguntando por ahí si ya estoy con otra persona y que si todavía pregunto por vos.
No preguntes por mí, aceptá que me dejaste y parte del dolor de separarse es nunca volver a saber de esa persona de la cual te alejaste
Me duele todavía, pero mi vida no se detiene ahí. Me preparé para no quedarme esperando que alguien más sepa cómo hacerme feliz, sino que sola a lo largo del tiempo me tuve que ir enseñando poco a poco.
Lo único que me pregunto es hoy es cuándo voy a volver a ser feliz sin necesidad de otra persona...

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Una herida profunda

Durante mucho tiempo estuvimos unidos por un dolor y un sentimiento. El sentimiento se puso viejo y dejó de ser lo que era. Ese sentimiento se hacía llamar "amor" y ese dolor se hacía llamar "necesidad". 
Teníamos un amor que todo el tiempo decías que lo sentías en cada parte de tu ser, un amor que no cualquiera encontraría como lo hiciste vos, un amor que según vos por mucho tiempo no habías sentido antes de conocerme. Pero de a poco fuiste creando dolor dentro de mí, un dolor que hasta el momento sigue torturando mi alma por las noches y sigue recordando todo el daño que dejaste por acá, tan adentro mío.
Intenté olvidar cada momento en el que tu boca dijo un "te amo", cada momento en el que tus brazos rodearon mi cintura diciéndome cuánto me habían extrañado. No pude todavía borrar de mi piel cada una de tus caricias ni cada beso que tocaba mi boca de esa manera tan tierna. Quise olvidar cada uno de mis pensamientos que me llevan a vos, que me hacen extrañarte sabiendo todo el daño que dejaste. No quiero recordar todas esas veces que con una mirada podías hechizarme y derretir mi corazón de una manera que jamás nadie pudo lograr.
Nunca dudé de tus palabras, no dudé jamás de tu amor porque valoré cada palabra que fue dicha por los labios que amé desde la primera vez que toqué...Pero no fue todo esto suficiente porque pude darme cuanta de las heridas que fueron hechas por esos mismos labios, esas heridas que con cautela y cuidado fueron perfectamente hechas. Heridas fueron todas esas veces que tus manos me rechazaron todo ese amor que en un principio tal vez fue, pero que al final sólo se congeló dentro de ese corazón frío que llevabas adentro y jamás quisiste recuperar. 
Mi tortura fueron esos días de olvido, esos días de pretextos para ya no verme ni estar cerca de mí y esos días en los que me preguntaba: "si tanto me ama, ¿por qué me hace tanto daño?".
Los daños y el dolor fueron a causa de todos esos momentos en los que te necesité y jamás estuviste allí, todas esas noches sin dormir intentando entender por qué me estabas dejando, intentando entender qué era lo que yo había hecho para merecer tanto mal trato, tanta ofensa que no pensé que algún día vendría de vos.
Me costó entender que una persona que ama no lastima y si lastima hace lo posible por recuperar lo perdido, por sanar las heridas y volver de nuevo al camino tratando de no herir de nuevo. Me rompió el corazón darme cuenta que eso jamás pasó entre nosotros y que vos nunca luchaste por no lastimar a la persona que decías tanto amar.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Entrelazados 3ºT - Capítulo 6

- ¡No lo puedo creer!
- Pará, amor, pará...Escuchame un segundo.
Santino insistía una y otra vez para que Rocío se quede quieta y deje de dar vueltas por el yate. En un momento, la rubia se sentó en el asiento y se agarró el pelo desesperadamente con sus dedos, tironeando.
- Te vas a lastimar, gorda, pará...
- ¡No me digas ni mi amor, ni gorda ni nada! ¡Salí!- Rocío corrió bruscamente el brazo de Santino que quería ayudarla.- No puedo creer que me hayas cagado, boludo. Honestamente no lo puedo creer. Pensé que eras diferente.
- No te cagué, Rocío. Estoy intentando explicarte hace dos horas.
- ¿Qué intentás explicarme? Ya está, ya lo dijiste.
Para su sorpresa, Rocío se sentía mal en serio. Hacía mucho tiempo que no tenía un dolor fuerte en el pecho, y Santino se lo hizo lograr. ¿Qué significaba eso? ¿Realmente le dolía que la haya engañado? Al parecer sí.
- Te voy a explicar y quiero que me creas y me mires a los ojos para que te des cuenta que nunca te mentiría.
Rocío, un poco más relajada, optó por escuchar la versión de Santino y ver qué es lo que tenía para decir al respecto después de una situación tan tensa.
- Te lo dije para que te calmes y dejes de pegarme.- explicó Santino. Luego de decir esto, se quedó callado mirando a Rocío, esperando una respuesta de parte de ella.
- ¿Entonces?
Silencio.
- ¿Eso sólo me vas a decir?- preguntó la joven mientras su novio asentía. Al instante, Rocío se puso de pie de manera frenética.- ¡Qué excusa tan chota, Santino! ¡Por lo menos gastate en pensar algo mejor! Eso no te lo cree ni tu vieja.
- Es verdad lo que te digo. Además nunca estuve solo con Lara sin vos...Y además no me gusta...Y además la trajimos para Lautaro...Y además...
- ¿Posta es mentira?- preguntó Rocío interrumpiéndolo. Por un lado, ella quería que sea verdad para tener la excusa perfecta para dejarlo, pero por otro lado sintió satisfacción por no haber sido engañada.
- Sí, amor. Es mentira.
"La puta madre que lo parió", pensó ella mientras se acercaba a su novio y le daba un falso beso pero que, a la vez, la relajaba mucho más que no le haya metido los cuernos...No porque lo ame, sino porque su orgullo no podía permitir que una mujer le gane a su hombre.

El gordo Ale era muy bueno dando consejos y escuchando a sus amigos, pero esta vez no sabía qué decir. Lautaro, por su parte, estaba super interesado en la historia y quería saber más detalles.
Nicolás descargó todo lo que pudo, y lo que le dijeron sus amigos fue que le cuente la verdad a Vera. Él sabía que ella merecía saber todo lo que pasó, pero no quería lastimarla ni perderla. Era consciente de que tendría que haber pensado las cosas antes, pero lo que sentía por Rocío seguía latente por más que él lo quiera negar o hacer que no está ahí, firme, en su corazón, como la primera vez que la vio.
Mientras manejaba, Nicolás se puso a escuchar Seru Girán para bajar un poco la guardia, relajarse un poco y pensar qué iba a hacer cuando llegue a su casa. Pensaba que se iba a encontrar con su ropa tirada en la calle, con la pelota pinchada y con todas sus cosas siendo usadas por cirujas de la calle. Para su sorpresa, apenas entró al departamento, la vio a Vera sentada tomando un té.
Nico entró sigiloso y la miró, y ella ni siquiera atinó a levantarse e insultarlo. Todo lo contrario, lo saludó normalmente.
- ¿Cómo la pasaste?
- Bien...- dijo Nicolás, aún dudoso por la reacción de su novia.
- Qué bueno.
Vera se puso de pie y fue a agarrar sus cigarrillos para encender uno.
- ¿Querés hablar?- preguntó el muchacho.
La joven lo miró, sonrió de costado irónicamente y miró por la ventana. Parecía que iba a ser un día hermoso.
- Me encantaría hablar, pero ahora en un rato me voy a hacer unas cosas con Macarena.- mencionó Vera mientras caminaba hacia la habitación con el cigarrillo en la boca.
- ¿A hacer qué? ¿Se puede saber?
En cuanto Nicolás hizo esta pregunta, su novia se dio media vuelta y lo miró fulminante.
- Creo que no tengo que darte explicaciones.
- Está bien.- dijo él agachando la cabeza.- Yo creo que sí tengo que dártelas.
Vera levantó la mano, señalándole a Nicolás que no siga hablando.
- Es mejor que te calles. Prefiero hacer de cuenta como que la noche de ayer no pasó. Elijo confiar en vos.
Estas palabras le cayeron a Nico como un balde de agua fría. Esta reacción de Vera era mucho peor que cualquier otra, y le hacían doler el doble.

Macarena y Pache continuaron toda la semana peleados. Ella le hablaba poco y nada, diciéndole "Mariano" como cuando está enojada, y él insistía para amigarse o arreglar las cosas, pero la morocha no quería saber nada al respecto.
El martes, Pache le había mandado flores al trabajo de Macarena y ella ni siquiera las puso en agua, dejó que se marchiten arriba del escritorio. El miércoles, la esperó con la cena preferida de ella, pero Maca le dijo que estaba mal del estómago y que esa noche no iba a comer. El viernes por la tarde pasó a buscarla por el trabajo con el auto y la llevó al teatro, pero en medio de la función Macarena le dijo que Celeste la necesitaba para cuidar a Thiago, así que se levantó y se fue, dejándolo a Pache solo.
Haber remado toda la semana la situación y no haber visto ni un poco de interés del otro lado, generó que Pache comience a fastidiarse. Decidió dejar fluir la situación y no forzar más a que se amiguen porque evidentemente Macarena no tenía ni la más mínima intención de que eso pase.
Ya se acercaba el fin de semana, y tanto Macarena como Pache tenían planes con su grupo de amigos, así que iba a pasar otro día más sin que hablen o sin que se solucione la cuestión.
Pache sabía que nunca tendría que haber ocultado que su primera vez fue con Malena, sobre todo cuando se puso en algo serio con Macarena, y más aún cuando su mejor amigo, el gordo Ale, se enamoró perdidamente de esa loca...Pero ya era tarde para Pache admitir la verdad, y prefirió guardar el secreto.
El jueves por la nochecita, el joven se juntó con los chicos para jugar un partido de fútbol que tenían pendiente hace unas semanas. Después, el viernes, irían a tomar algo. Era un viernes exclusivamente destinado a los pibes.

Oficialmente, Rocío y Santino decidieron separarse. Sin parar de llamarla un segundo, él le insistía en que lo de Lara era mentira, pero Rocío se aferraba a eso para no sentir culpa por lo de Nicolás y tener una excusa válida para dejarlo a Santino sin que piense que ella era la mala de la película, aunque en el fondo, Rocío sabía que lo era.
Después de varias llamadas sin respuesta, Santino decidió no insistir más, y creyó que tampoco valía tanto la pena. Él, como siempre lo fue, era muy simple y relajado, no forzaba las cosas y donde no era feliz, prefería irse. Si bien su separación fue un balde de agua fría, quizá era lo necesario para darse cuenta que Rocío hace rato no lo hacía feliz, y que tenían una relación bastante superficial. De hecho, en los últimos meses, ni el sexo funcionaba, pero se divertían viajando y demás. No había más amor, y eso se notaba, pero a él le costaba admitir. Lo que sí aceptaba Santino era que había sido tremendamente estúpido al usar la estrategia de Lara para callar a Rocío, y ahora se arrepentía, pero prefirió no darle más vueltas al asunto y relajar la situación en una tarde con los pibes y, si se daba, a la noche emborracharse como nunca.

Celeste pasaba sus días completamente agotada. Entre el trabajo, criar a su hijo y hacer los quehaceres del hogar, no tenía tiempo para ella misma. La semana siguiente al cumpleaños de Rocío había sido sumamente atareada para Celeste, entre el acto del jardín de Thiago, el cumpleaños de su mamá y algunas obligaciones del laburo, la morocha nunca podía relajarse del todo. Esa noche, sabía que Bautista iba a salir con los pibes, y claro, otra vez, ella era la que debía quedarse con amigas en la casa porque Thiago no podía salir a otro lado.
Bauti percibía esta situación e intentaba ayudar a Celeste como podía, pero no tenía el mismo instinto maternal que ella y a veces no resignaba cosas para cuidar a Thiago, total su novia siempre estaba ahí para hacerlo. Esa noche que Bauti iba a salir con los pibes, le propuso a Celeste dejar a Thiago con sus abuelos, y que cada uno tenga una salida aparte, para relajar.
- Dale, gorda, vas a ver que va a estar buenísimo. Una noche como cuando éramos más pendejos, que no teníamos obligaciones ni nada... De paso te despejás un poco y ves a las chicas, y yo me junto con los pibes.
A Celeste la idea de dejar a Thiago mucho no la convencía, pero Bautista tenía razón, merecía tiempo para sí misma y pasarla bien, tenía veintitrés años recién, y muchas veces hacía una vida de mujer más grande. No debía perder su juventud, así que en el grupo de WhatsApp planeó una juntada con Vera y Macarena. Dudó de invitar a Rocío o no, hasta que, después de la autorización de Vera, le dijo que sí.

Si bien ya había pasado una semana de su separación, Rocío aún no le hablaba a Nicolás porque estaba esperando que sea él quien lo haga. Recordaba, sí, que él no tenía celular porque se le había caído al río, pero si quería comunicarse con ella, sabía dónde vivía al menos. La peor parte era que ella no podía contar nada de lo que había pasado con Nicolás ya que sus mejores amigas también eran las de Vera, y eso les traería un problema a todos, así que solamente debía callarse y aguantársela.
Ese viernes por la tarde, Rocío estuvo todo el día buscando qué ponerse esa noche. El plan con las chicas era hacer previa en lo de Macarena, y de ahí ir a algún bar o boliche. 
Era la primer noche de Rocío soltera después de muchos años, así que se propuso romperla toda e ir más potra que nunca. Como finalmente con Lara la italiana estaba todo bien porque al final no había hecho nada, la invitó a la salida también.

Tanto el gordo Ale como Lautaro no tenían sexo hacía un montón de tiempo, al punto que el cuerpo ya empezaba a necesitarlo y solicitarlo. Como esa noche iban a salir con los pibes, ambos hicieron una apuesta: el primero que tenía sexo, le pagaba quinientos pesos al otro... Y ninguno de los dos estaba dispuesto a perder.

A las once de la noche, Vera estacionó el auto en la puerta de lo de Macarena. Sacó su celular de la cartera, lo miró y vio que tenía un mensaje de Nico, desde el celular de Pache, que decía: "Pasala lindo hoy, Verola. Espero que podamos recomponer todo. No me gusta estar así. Sabés que te amo". A Vera se le estrujó el corazón y tenía muchísimas ganas de responderle, de llamarlo por teléfono e ir corriendo donde él estaba, saltando a sus brazos y diciéndole que quería estar con él para siempre...pero no. No podía hacerlo por más poder de persuasión que tuviera Nico sobre ella. Estaba realmente enojada y dolida, y sigue sin querer saber si habrá pasado algo en el yate o no. Sin responderle, Vera apagó el celular y lo dejó en la guantera del auto. Esa noche se iba a dedicar únicamente a sus amigas, aunque tuviera que ver a Rocío, pero no quería demostrar importancia o que era lo suficientemente capaz de arruinar su relación, así que por eso cedió a invitarla.

A Thiago lo llevaron a lo de sus abuelos a las ocho de la noche, así que Bauti y Celeste tenían tres horas para arreglarse y tener un ratito para ellos solos. 
Cuando llegaron de nuevo a la casa, sin decirse ni una palabra, los dos comenzaron a besarse apasionadamente. Hicieron el amor y luego se bañaron juntos, entre caricias y muchos besos.
Se acostaron en la cama, envueltos en toallas, riéndose y haciéndose caricias, con muy pocas ganas cada uno de salir esa noche.
- ¿Y si inventamos una excusa y nos quedamos?- preguntó Celeste.
Bautista no podía evitar ser gentil y buena persona, así que le respondió:
- No, gorda. Me encantaría, pero ya quedamos con los demás. Volvamos temprano, ¿dale?
Celeste hizo puchero.
- Está bien.
Bauti se mordió el labio, derretido de amor, y la agarró de la cara a Celeste, apretándole los cachetes y dándole un beso. Acto seguido, el joven se puso de pie mientras se ponía la ropa.
- Bueno, entonces te lleva Rocío...Vos llamame cuando te quieras volver y te paso a buscar.

La rubia estaba indignadísima. No había recibido en toda la semana ni un mensaje de Nicolás ni uno de Santino. No entendía por qué ninguno de los dos le rogaba o le hablaba, si estaban muertos por ella...pero como su orgullo era mucho mayor, continuaría haciéndose la linda e histeriqueando para que caigan los dos ante ella, sobre todo Nico.
Pasó a buscar con su auto a Lara, que le preguntaba constantemente cómo estaba Lautaro, qué pensaba de ella y demás, y después fueron a buscar a Celeste.

- No, acá no vas a hacer la previa.
- Pero, amor, ya le dije a los pibes que era acá. Hace cuatro días que lo tenemos organizado, vos recién anoche hablaste con las chicas.
- La previa la hacemos acá y punto.
- El departamento es mío también, y tengo derecho a hacer la previa acá si quiero.
- Pero no la vas a hacer acá. Y además no quiero verlo a Nicolás después de lo que le hizo a la pobre Vera.
Las discusiones entre Maca y Pache ya eran una rutina, y siempre era él quien terminaba cediendo a los caprichos de su novia. "Estoy harto de esto", pensaba él, pero prefería guardarse ciertos comentarios para no empeorar la discusión. Terminó dándole la razón otra vez, y arregló con los pibes para hacer la previa en la puerta del club, como cuando eran más chicos. Todos accedieron, así que no se hizo mayor problema.
- ¿Y a dónde van a ir después?- preguntó Macarena.
- Capaz nos quedamos ahí, o vamos a algún bar tranqui.
Pache agarró su campera, le dio un beso en la boca a su novia, que fue bastante frío y distante, y se fue caminando hasta el club.

La previa en lo de Macarena fue sumamente divertida. Tomaron, chusmearon, se sacaron fotos, jugaron juegos con las cartas y no pararon de reírse ni un minuto. Todas y cada una de las chicas disfrutaron mucho de ese encuentro, y ya estaban todas lo suficientemente embriagadas como para ir a otro lado más.
Rocío se acercó a Vera y se sacaron una foto juntas, abrazadas como si fueran mejores amigas, y Rocío subió la foto a Instagram.

Pache, sentado en la vereda del club con el celu, vio la foto que subió Rocío y no lo podía creer. Le mostró a todos los pibes, indignado totalmente y sin entender ni un poco. Imagínense la cara de Nico.
- Se hacen las amigas ahora, ¿quién las entiende?- dice Ale.
- Vos en vez de preocuparte por eso fijate en ganar la apuesta.- desafió Lautaro entre risas mientras todos gritaban.
Santino se encontraba en un costado fumando un cigarrillo de marihuana. Le convidó al resto pero ninguno quiso. Le dio una pitada larga, y se sentó al lado de Nico.
- Pensar que por esto.- dijo señalando el cigarrillo.- Llegué a estar en cana y ahí te conocí.
Nico sonrió de costado.
- A mí me había metido ahí la ex de Ale...¿Qué será de la vida de esa loca?- dijo Nicolás haciendo referencia a Malena.
- Che, era re buena onda después.- al gordo Ale no le gustaba que hablen mal de su ex, era buena piba al fin y al cabo.- Tuvo deslices por ser inmadura, nada más.
Bauti se apresuró a cambiar de tema porque sabía que todo el asunto de Malena podría ocasionar discusiones.
- ¿A dónde vamos a ir ahora? ¿Quieren ir a un boliche o a un bar?
Entre todos los pibes se miraron cómplices y dijeron al unísono, todos a la vez:
- ¡Al Álamo!

- Bueno, ¿cómo nos repartimos con los autos?- preguntó Maca.- Tenemos el de Rochi y el de Vera.
- Yo me parece que me voy para casa, chicas, estoy re en pedo.- dijo Vera matándose de risa.
Todas estaban lo suficientemente borrachas como para decirle a Vera que no debía conducir en ese estado, así que ninguna hizo comentario al respecto, lo único que hicieron fue insistirle para que salga, pero Vera no quería y prefería irse a su casa.
Cuando todas bajaron en el ascensor, se sacaron una foto grupal frente al espejo, cantaban canciones de Iglesia a modo de cancha y se reían cada vez más. Vera saludó a todas una por una y se subió a su auto.
Cuando se subió, sacó el celular de la guantera y lo prendió. Ya había dejado de disimular borrachera, lo había hecho a propósito para que no la joroben ni le insistan con salir. En cambio, con la excusa de sentirse mal por estar así, la dejarían ir más tranquila.
Apenas se prendió el celular, le llegaron bombardeos de mensajes del gordo Ale, escritos por Nico, cada vez peor. "Sos el amor de mi vida", "Verola, te amo!", "Espero q me perdnnez", "Verolaaaaaaaa" y "Vrola sd tdo para mih no quiero quee ai le devlugo el celular al gordddoo team oooo". Vera no pudo evitar empezar a reír mientras un par de lágrimas caían por su mejilla. Sin dudarlo un minuto más, respondió: "Te amo, mi amor", y se quedó pensando en todo.

Las chicas llegaron al bar, al que no iban hace tanto tiempo. En el auto, por suerte Rocío había manejado con precaución, pero apenas estacionó continuó tomando. Esa noche iba a volver a ser como las de antes. La estaban pasando todas estupendamente bien, y decidieron ir a la planta alta, que es al aire libre, para bailar, seguir tomando y demás. Allí se sentaron en una mesa y votaron para que Rocío fuera a la barra a comprar la jarra de Fernet. Sin dudarlo, la rubia fue. Un par de muchachos la frenaron en el camino, le decían cosas o se la querían levantar, y Rocío aprovechaba para histeriquear y hacerse la linda a pleno. En un momento, un chico la agarraba muy fuerte del brazo para embocarle un beso, así que cuando se pudo soltar bruscamente, chocó con un muchacho que venía detrás, quien tenía un champagne en jarra y se lo tiró encima a Rocío. Ella quedó anonadada, y no podía creer que la hayan ensuciado toda, estaba avergonzada, pero mucho más fuerte fue su temor cuando levantó la vista y vio que el chico con el que había chocado era Nicolás, exactamente en el mismo lugar, a la misma hora y de la misma manera que había sucedido tantos años atrás, cuando las cosas empezaron a cambiar.


Continuará...

sábado, 12 de noviembre de 2016

Amar a la antigua

En estos días se escucha mucho eso de estar buscando un amor de los que duran toda la vida. Sin embargo, empezamos una relación sin darnos el tiempo de haber soltado primero la anterior, empezamos a amar sin saber lo que conlleva, seguimos escarbando el pasado, vivimos ese amor como si fuera igual al otro, con miedo nos entregamos pero con inseguridades...Es así como, casi sin danos cuenta, nuestra nueva aventura se comienza a desgastar.
Los comportamientos de las personas cambian, creo que es por eso que las relaciones ya no duran. Igualmente, pongo de ejemplo a mis abuelos: ellos llevan más de cincuenta años juntos y yo me pregunto muchas veces cómo lo lograron, pero me bastó con ver ciertos comportamientos de mi abuela para darme cuenta de cómo es que funciona.
En una ocasión, mientras mi abuela preparaba café, de sus manos ya temblorosas cayó la tapa de la azucarera. Ella con sus dolores y sus años, se agachó y recogió cada uno de los pedazos de la pieza de porcelana, los dejó en la mesa y con pegamento y mucho cuidado comenzó a unir los pedazos de esa vieja pieza. Le dije a mi abuela que no tenía que hacerlo, que podía comprarle otra. Ella se dio vuelta y me dijo: "por eso los jóvenes no saben retener nada lindo y que sea duradero en sus vidas".
Me contó que esa azucarera se la habían dado cuando recién empezó a vivir con mi abuelo. Me dijo que eran tiempos difíciles, que no tenían mucho como para poder derrochar, que si ella pegaba esa tapa vieja, sentía que le daba una caricia a su relación con mi abuelo, que ellos descubrieron el valor de las cosas estando hombro con hombro haciéndole frente a la vida. Me dijo que si las relaciones de antes duraban era por el empeño que se le ponía a arreglar las pequeñas rupturas que pudieran presentarse en la relación, a diferencia de ahora, que si algo se rompe un poquito lo tiran a la basura, lloran tres días y salen a buscar otra aventura.
El noviazgo de mis abuelos apenas duró unos meses hasta casarse, pero la manera de ver la vida juntos es lo que les dio la fortaleza y las ganas de durar casi seis décadas de la mano, y contando. Son de esas relaciones que no las rompe el tiempo.
Yo quiero un amor así, uno a la antigua, que me abrace por la espalda aunque tenga las manos ocupadas, un amor que no me crea perfecta pero sí constante. Quiero a alguien para ser y para estar, que no se rompa con un leve viento, sino que sean las tormentas lo que fortalezca lo nuestro.
Quiero amar a la antigua, quiero verme reflejada en su mirada enamorada todos los días de la semana, quiero que sepa que no soy perfecta y que tengo mal humor, pero que voy a amarlo siempre.
Dicen que sólo se ama de verdad una vez en la vida, pero yo quiero amar mil veces, de mil formas diferentes a la misma persona que tenga a mi lado. Deseo tener un amor a la antigua para que me extrañe cada que sale de casa y cuente las horas para besarme y acurrucarse en mi cama.
No sólo se trata de pedir sino que también quiero amar a la antigua para aprender a pegar la azucarera rota, quiero aprender a amar de esa forma en la que se rompe todo menos el alma...

viernes, 4 de noviembre de 2016

Lo mucho que valés

¿Te preguntaste alguna vez si realmente te querés a vos misma? Si nunca te lo preguntaste, este es el momento perfecto para que lo hagas. Preguntate si te amás, si te valorás, si te querés...
¿Son más las virtudes que defectos lo que ves en vos? ¿Sabés lo mucho que valés y que no cualquiera te merece? Estas dos preguntas son clave para empezar a pensar si de verdad te valorás no sólo como mujer, sino también como persona.
- Si tus respuestas anteriores fueron que sí, quiero felicitarte.
- Si alguna o ambas respuestas anteriores fueron que no, entonces te invito a que sigas leyendo.
No existe la persona perfecta. Todos tenemos algo que no nos gusta de nosotros mismos, pero eso no quiere decir que es motivo para disminuir el valor que tengamos de nosotros, al contrario, debemos valorarnos más, debemos querernos mucho y a nuestros defectos también porque si nosotros no sabemos valorar nuestros propios defectos, ¿cómo pretendés que alguien más lo haga? No busques a alguien que sepa quererte, primero empezá por quererte a vos misma. Valorá cada parte de tu ser, enamorate y entendete con vos para poder después esperar de esa persona lo mismo
Tenemos que estar consientes del valor que tenemos. Date cuenta que nadie tiene derecho a lastimarte, manejarte ni pisotearte. Nadie puede decirte quién sos ni cómo sos.
Y ojo, no es bueno sobrevalorarte tampoco. Está bueno ser realista con tus defectos e intentar mejorarlos. Nadie tiene el derecho de humillar a nadie...Todo es cuestión de encontrar un equilibro.
No dejes que nadie juegue con tus sentimientos. Demostrá que nadie tiene el derecho de adueñarse de vos ni de lo que sentís.
Suena egoísta, pero recordá que siempre estás vos primero y valorá lo que te pasa. No le entregues tus sentimientos y secretos a cualquiera.
Si sabés valorarte a vos misma y alguien te lastima de todas formas, seguramente entiendas que esa persona fue quien no supo reconocer tus virtudes. En ese caso, es mejor estar lejos de ese tipo de personas que sólo te van a traer uno y otro problema.
Amate a vos misma y todos los días demostrate que estás ahí, primero para vos, y después para el mundo. Comenzá tu día mirándote al espejo diciéndote lo hermosa que sos. Recordá constantemente todas las habilidades y talentos que te acompañan, pero sobre todo prestá atención a los defectos que aún siguen ahí, y caminá hacia adelante tratando de mejorarlos y cambiarlos de una vez...Y si vez que no es posible, entonces aprendé a convivir con ellos y a amarlos igual que tus virtudes.

jueves, 27 de octubre de 2016

Te invito

Te invito de manera sincera a ser el dueño de mis días, de mis tardes, de mis noches.
Te invito a poseer mi alma con la misma intensidad que mi cuerpo.
Te invito a acariciar mi corazón y abrazar fuertemente mi espíritu para que nunca pase frío ni se sienta desprotegido por la madrugada, cuando la oscuridad asalta.
Te invito a besarme.
Te invito a ser el hombre de mi vida.
Te invito a amarme y respetarme por siempre, sólo si vos querés, porque por eso es una invitación, apelando a tu voluntad. No es tu obligación, y así me gusta, que nazca de vos ser mío, solamente mío.
Te invito a contemplar el fondo de mi alma y a verte reflejado en ella. ¿Qué ves? Puedo asegurarte que vas a ver puro amor, porque eso es lo que existe dentro de mí, y te lo quiero dar a vos, solamente a vos, porque lo merecés por ser el hombre de mis sueños, con el que siempre quiero estar.
Te invito a sonreír junto a mí, a reírnos de la vida, a tomarnos la existencia con humor, que a final de cuentas todo esto no es más que una broma, pero una broma de buen gusto.
Te invito a tomar muchas fotos de momentos hermosos de nuestra vida juntos. 
Te invito a viajar, a conocer este globo llamado planeta Tierra, que la vida es una y hay tanto espacio por conocer...y yo lo quiero conocer a tu lado.
Te invito a conocer a papá, a mamá y a mis hermanos. Sé que los vas a adorar y que ellos te van a recibir como parte de la familia. 
Te invito a que escribamos una historia juntos con nuestra vida en pareja. 
Te invito a que construyamos una relación hermosa, única, sólida, estable, que sea modelo y hasta envidia para los demás.
Te invito, en fin, a amarme.
¿Querés?

lunes, 24 de octubre de 2016

Mujeres fuertes

Vivimos en una época en donde la mujeres dejaron de ser sumisas y resignadas. Ya no son el sexo débil, sino todo lo contrario, son aguerridas, valientes y fuertes. Ahora son mujeres que ya no quieren ni están dispuestas a permitir abusos, maltratos y faltas de respeto. Ahora son mujeres intensas que representan un verdadero reto para los hombres, porque anteponen ciertos aspectos de su vida como prioridad.
Sí, se necesita mucho valor, perseverancia y cariño para amar a una mujer fuerte y con carácter, y no es que lleven a cuesta un escudo o espadas para defenderse, porque no son mujeres rencorosas y vengativas que vienen luchando, desquitándose y haciendo daño a quien se pone de frente. Hablo de otro tipo de fortaleza que viene de un estado más profundo de madurez: la de haber sufrido grandes caídas y grandes desengaños. Para levantarse, curar las heridas, continuar y no volver a caer en el mismo error, se necesita inteligencia y mucho amor propio.
Ahora son mujeres con historia, difíciles de comprender, porque son esas historias las que las hicieron fuertes y con carácter, porque es a base de golpes que aprendieron a amarse y valorarse, a defender sus valores y principios y, sobre todo, aprendieron a no basar nuestra confianza y autoestima en la aprobación de los demás, porque saben que la vida la crean ellas mismas con elecciones, correctas o no. Pero eso sí, siempre dispuestas a aceptar nuestros errores y redimirlos, a crecer y evolucionar.
Es cierto que muchas veces parecen mujeres frías, que no muestran fragilidad, a las que es difícil sorprender, pero en realidad, son muy frágiles, es sólo que saben controlar esas emociones, las conocen a la perfección y las identifican de manera muy inteligente, pero las reservan para ellas mismas. Saben hacer introspección y detectar el mensaje de esas emociones, pero también saben mantener la cabeza fría cuando es necesario.
Para amar a una mujer fuerte y de carácter, se necesita mucho valor porque es una mujer que quizá tampoco sabe lo que quiere, pero al menos sabe lo que no quiere en su vida. Es segura de sí misma y siempre se da su lugar, porque para ella su vida y sus intereses son prioridad. Y no, no confundas, no es egoísmo ni soberbia, es sólo que está tan orgullosa de lo que es y tan satisfecha con su vida, que no se permite ponerse en manos de otras personas.
Se necesita mucho valor para amar a una mujer fuerte y de carácter porque son luchadoras, competidoras y conquistadoras, y comprenden perfectamente los riesgos de la vida, saben que ser feliz es atravesar límites, abrir la mente a lo diferente, romper prejuicios y creencias a las que la han atado la sociedad. Saben que la vida es una gran aventura y, como tal, merece ser vivida con intensidad.
Si querés amar a una mujer fuerte y con carácter, tenés que tener mucho valor, porque con ellas es diferente, con ellas se crece, se combate, ya que nunca se rinden, ya sea que pierdan o que ganen. Para ellas no hay nada más emocionante que desbordar tus límites y provocar constantemente tu fuerza.
Para amar a una mujer así, necesitás ser valiente, porque regularmente vienen cargadas de pasado, con el corazón un poco rasguñado, algunos fantasmas silenciosos y cicatrices que son su principal testimonio de vida, y tendrías que aceptar, no temer, reprochar ni dudar de su pasado.
No es fácil amar a una mujer fuerte, porque ellas ya no se conforman con relaciones pasajeras. Esperan compromiso y honestidad porque están más que dispuestas a devolverlo con la misma pasión que aplican a cualquier otro aspecto de su vida. Y son tan leales que no habrá nadie más digno de tu confianza que una mujer así. Si ella decide que te quiere en su vida, te lo da todo, hasta su alma.
Amar a una mujer fuerte y de carácter es todo una aventura, pero si no tenés el valor, no la retes, no la provoques, porque al final sólo te quedará el arrepentimiento de no haber sabido estar a su altura.

viernes, 21 de octubre de 2016

El proceso de desilusión

De nuevo, otra vez caí como una idiota. Estoy todo el tiempo buscando amor donde claramente no hay un nada más que falsas ilusiones. Es horrible animarse sabiendo que eso te va a hacer mierda, pero igual animarte. ¿De que sirve jugársela por lo que uno quiere si vas a terminar lastimado? A mí eso me duele, pero yo ya sabía las consecuencias y me arriesgo igual...¿Para qué? Si ya sé la respuesta...y sé que a muchas chicas les pasa lo mismo.
Esperás, insistís, te ilusionás, querés más de la cuenta, seguís insistiendo con disimulo y, cuando te das cuenta que el mundo entero que te pintó, es un puro "bla bla" y ahí llega la peor parte. Sufrís, llorás, pataleás, maquineás...Pero nada puede sacarte esa tristeza y ese malestar por haber sido rechazada otra vez.
Sentirse boludeada por la persona que más querés es una de las peores sensaciones del mundo, y en segundo puesto está sentirse vacío por entregar y no recibir lo que esperabas sino todo lo contrario.
Tal vez debas ser vos misma quien ponga fin a eso, quien se vuelva un poco más fría y corte con tanta dulzura. Tal vez llegó el momento de tomarse las cosas de manera más relajada y no esperar más de la cuenta de quien no te va a dar nada. Tal vez, sólo tal vez, es momento de abrir los ojos.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Todos somos culpables

La amiga que sueña con un marido que la mantenga mientras ella no trabaja ni hace nada.
El pibe que escribe letras de música donde se camuflan violaciones o ataques sexuales.
La madre que educa machitos y princesas.
El compañero que te dice: "¿qué te pasa? ¿te vino?".
La tía que te dice que siendo así no vas a conseguir novio.
El papá que compra muñecas, cocinitas y lavarropas para la nena, y aviones, autos y juegos de química al varón.
El novio que te revisa todas las redes sociales porque no confía en vos.
La compañera que te dice que otra parece una puta por cómo está vestida.
La mamá que te reta si querés jugar al fútbol, porque eso no va, no es femenino.
La policía que, cuando denunciás agresión, te preguntan qué habrás hecho para que él te pegue.
El papá que paga por sexo con chicas de la edad de su hija.
Los compañeros de trabajo que en vez de escucharte lo que tenés para decir, te piden que les sirvas un café o hagas el mate.
La marca de detergente que en la publicidad solamente te habla a vos, mujer.
La enfermera que te grita: "bancatela, mami, dale...¡bien que te gustó hacerlo!" cuando estás por parir.
La vecina que, cuando se entera que una conocida fue golpeada, dice: "¡qué pelotuda! ¿por qué no se fue cuando le dio el primer golpe?"
Los concursos de belleza en la televisión.
El chico con el que estás saliendo que te obliga a hacer algo en la cama que no querés y se fija sólo en su placer.
El pibe que en el boliche te dice: "ahora no me podés dejar así..."
El compañero que te humilla, que te adjetiva, que te menosprecia.
La mamá que te obliga a levantar los platos sucios de la mesa mientras tu viejo y tus hermanos varones se quedan tirados en el sillón mirando tele.
El obrero de la esquina de tu casa que te grita groserías cada vez que pasás.
El chico que pega panfletos de otras chicas que venden su cuerpo.
La amiga que me boludea porque me compro libros en vez de carteras.
El pelotudo que pregunta: "¿y por qué no existe el día del varón, eh?"
La abuela que te dice que uses tacos, porque no da estar siempre en zapatillas y hay que ser un poco más femenina.
El compañero de facultad que me mira las tetas todo el tiempo.
El chabón al que rechazás en el boliche y acto seguido te empieza a insultar o tratar de zorra.
Todos ellos están reunidos hoy frente al televisor preguntándose cómo puede ser que hayan asesinado a otra mina.

Ni una menos

Evelyn. 8 años. Fue secuestrada por un vecino mientras iba al almacén del barrio. Luego de un ataque sexual frustrado, él la torturó y la enterró aún viva.
Nair. 9 años. La violaron y la asesinaron en 1989. El caso quedó impune por falta de pruebas. 
Candela Rodríguez. 11 años. La secuestraron, la violaron y nueve días después apareció su cuerpo sin vida dentro de una bolsa.
Micaela Galle. 11 años. Asesinada por el marido de la madre.
Yanela Medina. 11 años. Fue secuestrada, violada y asesinada por empalamiento.
Micaela Ortega. 12 años. Desapareció en Bahía Blanca y apareció un mes después, víctima del grooming.
Chiara Páez. 14 años. Quedó embarazada, y su novio de ese momento no quería ese bebé, por lo tanto la mató y enterró el cuerpo en su casa bajo la complicidad de su familia.
Lola Chomnalez. 15 años. Fue asesinada hace dos años y no hay ningún detenido por el crimen.
Natalia Melmann. 15 años. Golpeada, torturada, violada y estrangulada con sus cordones en Miramar por policías de la bonaerense. 
Serena Rodríguez. 15 años. Fue apuñalada 49 veces y la degollaron. La navaja tenía ADN de su ex novio.
Ángeles Rawson. 16 años. Fue violada y asesinada por el portero de su edificio, Mangeri. Un día después, su cuerpo fue encontrado tirado en el CEAMSE.
Lucía Pérez. 16 años. Fue drogada, violada por tres hombres y murió por empalamiento. Quisieron hacerla pasar por muerte de sobredosis.
Lucila Yaconis. 16 años. Fue asfixiada por resistirse a una violación. Fue en Núñez, en las vías, a una cuadra de su casa.
Lilia Alejandra García Andrade. 17 años. Fue hallada después de una semana en la que fue secuestrada, torturada y asesinada.
Yesica Muñoz. 16 años. Fue arrastrada hasta un descampado, violada y estrangulada por cuatro varones, uno de ellos menor de edad. Siguen libres.
Ángela Lerena. 17 años. Su novio la mató de 113 puñaladas. Él fue condenado, preso y luego lo liberaron. Al tiempo, volvió a ingresar por denuncias de su nueva mujer.
María Soledad. 17 años. La violaron, le quebraron la mandíbula, le cortaron el cuero cabelludo y las orejas. Hoy su asesino está libre.
Melina Romero. 17 años. El día de festejo por su cumple, desapareció en San Martín. La hallaron muerta un mes más tarde junto a un arroyo.
Araceli Ramos. 19 años. Fue asesinada por un hombre que la citó a una entrevista laboral falsa.
Daiana García. 19 años. Fue a buscar trabajo y apareció en una bolsa al costado de la ruta. Se la cuestionó por haber ido en short a la entrevista laboral.
Bárbara Tiscornia. 21 años. Su novio la intentó matar de un tiro en la cara. Él fue ayudado por su padre, médico, a deshacerse del cuerpo, y ella aún estaba con vida.
Marina Menegazzo. 21 años. Recibió seis puñaladas en el cuello, una le rompió la médula. Tenía signos de haber sido abusada sexualmente.
Marlen del Rosario Franco. 21 años. La raptaron a la salida de un boliche en Santa Fe. Fue violada y estrangulada.
Yamila Garay. 21 años. Desapareció de su casa en Huerta Grande, Córdoba, y apareció muerta en una cantera tres días después.
Beatriz Valencia Parra. 22 años. Encontraron su cuerpo adentro de una caja de cartón en La Matanza. Está detenido su marido.
Camila Carletti. 22 años. Estuvo diez días desaparecida, hasta que fue encontrada atada de pies y manos y con el cuello cortado en el arroyo Santa Catalina.
María José Coni. 22 años. Fue secuestrada, violada y asesinada junto con su amiga Marina durante unas vacaciones.
Samantha Yoerg. 22 años. Encontraron su cuerpo en un cañaveral en General Cabrera, Córdoba. Su marido se declaró culpable.
Julieta Mena. 23 años. Fue asesinada a golpes. El principal y único sospechoso se encuentra todavía detenido: su pareja.
Fátima Catán. 24 años. Estaba embarazada, y falleció a causa de las quemaduras que le generó su pareja.
Cintia Verónica Laudonio. 25 años. Denunció a su ex pareja tres veces por violencia de género, nunca nadie hizo nada. Él la terminó matando a puñaladas frente a sus hijos de diez, ocho y cinco años.
Nilda Mabel Núñez. 25 años. La mató su ex marido en Tolhuin, Tierra del Fuego. La descuartizó, la metió en una valija y así la enterró. Un año antes, ella lo había denunciado por violencia de género.
Bárbara Santos. 29 años. Fue asesinada por su cuñado, quien fue en la búsqueda de su hermana y terminó matando a toda la familia.
Vanesa Franco. 32 años. Asesinada de un balazo, masacrada e incinerada. Los detenidos son su amiga y el novio.
Alicia Muñiz. 33 años. Su pareja, el boxeador Carlos Monzón, la golpeó y estranguló. Luego, la tiró por un balcón. Él dijo que se había caído.
Mariela Leites Da Silva. 34 años. Veinte días después de casarse, su marido la ahorcó hasta desvanecerla y la arrojó desde un cuarto piso.
Marisol Pereyra. 35 años. Fue asesinada junto a su madre, hermana e hija por su ex marido.
Paola Acosta. 36 años. Fue asesinada por el padre de su hija. La tiró en una alcantarilla junto a la bebé de un año, quien sobrevivió, y el llanto fue escuchado por un vecino.
Cecilia Giubileo. 39 años. Médica. Desaparecida. No se sabe nada de ella hace más de treinta años.
Mariela Bortot. 41 años. Hace tres años que la están buscando. No se sabe nada de ella.
Natalia Padilla. 42 años. Fue encontrada asesinada en su auto con una puñalada en el pecho. El principal sospechoso es el marido.
Claudia Schaefer. 44 años. Fue degollada por su ex marido frente a sus abogados y su ex suegra.
Gabriela Parra. 49 años. Fue asesinada a cuchillazos en una confitería de Caballito por su ex pareja, quien no soportó el hecho de que ella lo haya dejado.
Marina Beatriz Canuman. 51 años. Fue asesinada de trece puñaladas en su casa por su marido, quien sigue prófugo.
Susana de Barttole. 63 años. La asesinó su ex yerno tras una pelea con su hija.
No es una cuestión de edad. No es una cuestión de clase social. Sí es una cuestión de género. 
Vivas nos queremos. Vivas nos necesitamos. Vivas merecemos estar.
Hoy a las 17 horas, marchamos desde Congreso para pedir más seguridad por nosotras y justicia. Aunque no van a estar ellas...pero se lo merecen en su memoria.
Hoy volvemos a gritar...¡Ni una menos!

lunes, 17 de octubre de 2016

Hoy te lloré

Hoy te lloré. Te lloré un océano entero. Te lloré después de tanto, como si hubiese sido ayer que todo se derrumbó...Pero me di cuenta, después de tanto, que nada se cayó de un día para el otro entre nosotros, sino que se venía arruinando poco a poco. 
Yo era la ciega, la que no podía ver la realidad, la que creía que ibas a volver a ser el príncipe que me enamoró.
Hoy te lloré. Te lloré recordando lo que éramos, pensando por qué no funcionó, qué fue lo que falló, si a mí todavía me quedaba tanto amor para darte...Y a pesar de todo, yo seguía apostando a vos y a nuestro amor, que en su momento fue perfecto.
Las mentiras, traiciones, desilusiones y noches enteras llorando sola, sin tu apoyo, sin tu contención...Todo me fue apagando.
Hoy te lloré. Te lloré y me di cuenta que te sigo amando como el primer día. Te lloré y no logré olvidarte un carajo.
Me hice adicta a vos. Me hiciste creer que todo podía mejorar, pero te rendiste en el primer intento. Me hiciste creer que los príncipes azules sí existen, aún con defectos, enamorándome de ellos...Pero me dejaste caer. No valoraste el amor que tenía para vos, y aún así te sigo amando.
¿Nos volveremos a encontrar alguna vez? ¿Será que realmente terminó todo esto? Una parte de mí quiere decir que sí, que terminó, pero otra me pide a gritos que vaya corriendo a tus brazos y te pida volver a intentar, pero si vos no tenés interés y fuiste quien me dejó caer, ¿qué va a ser de nosotros? 
Hoy te lloré. Te lloré como nunca, pero una parte de mí me dice que es la ultima vez
Después de meses pensando que te superé, hoy te volví a llorar.

domingo, 16 de octubre de 2016

Carta a mi vieja

Ella no es mi mamá. Hace mucho que superó esa palabra. No creo que exista una definición concreta y precisa de lo que es ella para mí. es la creadora de mis días. si soy lo que soy es por su causa. Ella, con su fortaleza de seguir día a día, me dio la seguridad que me caracteriza. Ella es la que dando la cara y el alma me sacó adelante y jamás dijo "estoy cansada de esto" o "ya no puedo más". Ella es lo primero que conocí como "amor".
Desde el primer día que la vi, reflejé en ella mi completa admiración. No recuerdo ese momento, pero cada vez que veo su cara, con cansancio por su esfuerzo diario, no creo que haya sido diferente a la vez que me dio a luz. Con ella a mi lado es como me mantengo en pie y esperando de frente lo que venga. Sólo Dios sabe qué sería de mí sin su presencia.
Dedicó su vida a guiar la mía y lo hizo bien. Llena de orgullo me veo en el espejo y su reflejo me respalda, genéticamente no seremos idénticas, pero mi carácter y mi esencia son idénticos a los de ella, y me encanta.
Cuando mi día es pésimo, sólo ella es la que me reconforta con una sonrisa y me promete que todo va a estar bien. No sé que magia tenga de su lado pero nunca miente, tarde o temprano, el sol vuelve a salir en mi tempestad, y tal como lo dijo, "todo va a estar bien".
A veces por cosas del destino y jugadas de la vida estuvimos lejos, y eso me hizo valorar aún más su presencia, porque tiene el poder de hacer de cualquier problema, por más grande que sea, en algo insignificante.
Ya no soy una nena, pero me encantaría ser la bebé que ella jura que siempre seré. El tiempo no se detiene, aunque juegue todas mis cartas para poder dejarte al lado mío para siempre, eso no sucederá, y sé que mi vida se detendrá cuando la tuya decida no seguir a mi lado y cruzar el plano hacia la paz.
La veo cansada, ya agotada de tantos años de hacer todo por mí y yo tengo miedo, porque ella es la belleza de mi mundo, un mundo que jamás se vuelve a repetir.
No me queda más que disfrutar el acá y el ahora, la tengo a mi lado...y ahora quiero ser yo su fortaleza, quiero demostrarle que hizo bien su trabajo de enseñarme lo bueno y lo malo de la vida, y darme las armas para alejarme de lo que lastima y luchar siempre por lo que quiero y lo que merezco. Puso en mis manos las armas para comerme el mundo. Sin ella no hubiera llegado a ningún lado.
En esta carta trato de expresar lo que es mi mamá para mí. Es extraordinariamente única. Me enseñó el valor de la amistad, porque hasta el día de hoy es y siempre será mi mejor amiga, mi confidente, mi consejera, mi todo. No puedo ni se cómo agradecer a la vida por ponerla como mi mamá.
No existe palabra justa para agradecerle, sin embargo en esta carta, con el corazón en la mano, le digo que voy a dar mi vida si es preciso para poder pagar un poco de lo que ella dio por mí.
Esto es para ella, en su día y todos los días, aunque no sé cómo llamarla. Ella no es mi mamá, porque hace mucho que superó esa palabra.
Feliz día, vieja. Siempre te voy a amar.

viernes, 14 de octubre de 2016

Este es mi renacer

Ya pasó un tiempo desde que decidí abrir los ojos y cerrar la puerta (y no hay día que no te extrañe). 
A veces me gustaría encontrar un lugar en mi mente donde puedas quedarte, pero creo que hay cosas que es mejor arrancarlas de raíz, aunque a veces queden secuelas. Y aunque no lo quise así, seguí callándome cosas que me hubiera gustado que sepas, no por orgullo, porque siendo así, siempre lo dejé un poco de lado por vos. Tampoco fue por vergüenza...No te confundas, mi amor. Siempre fui de frente en la vida, con los sentimientos y con lo que soy. Y vos ya lo sabías de sobra...No fue nada de eso, la verdadera razón fue para protegerme esta vez. 
Si hay algo que me enseñaste fue a no confiar en todo el mundo, que muchos se esconden atrás de una careta y ponen una diferente para cada persona. ¿Lo irónico? Vos eras una de ellas.
Me rompí la cabeza tratando de arreglar la tuya, quería que seas feliz, que salgas de todo lo que te hacía mal. Y supongo que eso es el amor, aunque lo que nadie me explicó es que a veces sentís tanto amor por alguien que empezás a darle hasta tu amor propio. Y ese fue el problema: te quise más que a mí.
Quiero explicarte también que haberte dejado una parte de mí no significa que me arrepienta de haber dejado de ser quien era. Y quiero agradecértelo.
Hoy no soy la misma que ayer, y con muchas cicatrices puedo afirmar que las caídas te hacen más sabio, y levantarte de ellas te hace más fuerte
Encontré una parte de mí que pensé que no existía. Creí que no podía vivir sin vos y la realidad fue que no sólo comprobé que eso no es verdad, sino que irme fue la mejor decisión que pude tomar.
Te agradezco los buenos momentos en los que me hiciste feliz, y los malos, porque entendí cómo salir de ellos, y darme cuenta que la felicidad a veces no depende de la persona que tengas al lado sino de las ganas que tengas de ser feliz.

jueves, 13 de octubre de 2016

Destruída

La verdad ya no puedo seguir guardándome esto...Es obvio que ya lo debés saber, pero si no, estoy acá para volverlo a decir.
No te puedo explicar con palabras lo que siento por vos, y sí, ya sé, es raro porque casi ni te conozco pero yo siento que sí. Por ahí con sólo mirarte me hacés feliz, me hace bien verte y hablarte, casi no tenemos relación y si no fuese por ciertas personas yo no te estaría escribiendo esto.
No sé bien qué es pero tenés algo, y eso me llamó la atención, me hizo fijarme en vos e hizo que me enamorara plenamente. Llegué hasta cierto punto donde mi corazón va a estallar.
Odio no poder hablarte por miedo o por vergüenza, pero por otro lado no puedo seguir guardándome todo esto que siento.
Cada vez que te veo me dan ganas de correr y abrazarte como nunca nadie en la vida te va a abrazar.
Por más que vos no sientas lo mismo que yo, lo mío no va a cambiar en absolutamente nada. Vos sos la causa de mi felicidad, de mis tristezas, de todo mi ser. 
Esto es algo que hablo con muchas personas que sé que me pueden ayudar y me dicen que no me enganché, pero la verdad es que estoy hasta las manos. No puedo soltarte, no puedo sacarte de mi cabeza porque, por más que lo intente, siempre estás ahí dándome vueltas en la cabeza, y te puedo jurar que intento e intento pero no te vas.
Me estoy arriesgando una banda diciéndote todo esto, pero tampoco te voy a obligar a sentir algo que por ahí nunca vayas a sentir por mí.
Lo único que quería hacer era poder decirte todo lo que significás, lo importante que sos en mi vida y lo feliz que me haces. Más que una confesión, me estoy despidiendo de todo esto que siento, porque me hace muy mal y realmente quiero superarte aunque me cueste y no me esfuerce demasiado. Es mejor que en algún momento aprenda a soltarte y dejar ir todo esto que me hace la persona más feliz del mundo y a la vez me destruye.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Cuenta la leyenda...

Cuenta la leyenda que nuestro amor era fuerte como una roca
Nuestro amor fue diferente a cualquiera que hubiera escuchado antes. Nosotros éramos genuinos y no nos dejábamos guiar por lo que dijeran los demás. Eramos buenos amándonos, sabíamos que nos teníamos el uno al otro y que nadie iba a poder terminar lo que habíamos creado los dos. Sabíamos que nadie iba a derrumbar ese mundo que habíamos construido porque era sólo nuestro, sólo nosotros teníamos la llave y sólo nosotros podíamos entrar.
Los demás sabían que este amor de cuento permanecería y que jamás iba a terminar. Todos podían ver cómo nuestras miradas decían todo, cómo nuestras manos se entrelazaban con tanta fuerza que parecían ser una sola. Vos llenabas mis días y no era cansador estar juntos desde el amanecer hasta el atardecer porque disfrutaba el tiempo juntos, disfrutaba cada momento deseando que pudiéramos detener el tiempo y poder amarnos por siempre.
Nuestro cuento era contado una y otra vez, era ejemplo de que dos personas pueden llegar a amarse con sus virtudes y con sus defectos, era ejemplo de que el amor existe y que sólo es cuestión de trabajar en él. Ellos podían ver nuestra felicidad, podían ver cómo cada día que pasábamos juntos era un día que se escribía en el libro de nuestras vidas. Como todo libro, sólo nosotros entendíamos partes de nuestra vida que nadie jamás entendería, nadie lo haría porque nosotros éramos los autores del mejor libro de amor dónde yo era la princesa y vos eras el príncipe que me rescataba y me llevaba a mundos desconocidos dónde sólo nosotros existíamos. Nos perdimos tantas veces dentro de nuestras fantasías y promesas que no podíamos diferenciar cuál era la realidad.
No pensé jamás el encontrar a una persona que fuera mi otra mitad, que pudiera complementarme a la perfección. Sabía que habíamos sido creados para estar juntos, para complementarnos y hacernos uno.
Todo fue cambiando, cada día el amor se perdía y pudimos darnos cuenta cuando ya era demasiado tarde. Los de nuestro alrededor podían darse cuenta porque ya no me abrazabas de la misma manera y porque el brillo de nuestros ojos ya no era el mismo. Era divertido compartir mi vida con vos y ahora es raro no tenerte cerca, es raro no poder tocarte, no poder besarte, ni siquiera poder hablar. Sos y siempre vas a ser el amor de mi vida y la persona que dejó huellas dentro de mí y que siempre va a estar presente en mis recuerdos.
Lamentablemente en todo cuento existe un final y nuestro final llegó. Las personas cambian, las personas se transforman de la nada y a veces esa transformación llega sin previo aviso. Al final nuestro amor se convirtió en leyenda porque aún es una historia que se puede contar porque existió, pero ahora no son más que recuerdos, ahora no somos más que imágenes en las mentes que llegaron a vernos y ser partícipes de esta fantasía, de este amor que parecía que no terminaría.
Cuenta la leyenda que alguna vez fuimos felices juntos y, como toda leyenda, llegó a su fin.

lunes, 10 de octubre de 2016

Cómo deberías sentirte

Soy hermosa.
Soy linda.
Soy bella. 
Soy una mujer plena.
Soy inteligente.
Soy energía. 
Soy una reina en mi casa, en la calle y en todas partes.
No hay nada en el mundo que se me compare. Me di cuenta últimamente cómo la gente me mira cuando salgo, cómo los hombres me piropean y hasta se les tuerce la mirada por apreciar mi figura.
Soy mujer, soy perfecta aún reconociendo mis defectos, y estas palabras van dedicadas a mí, a mí que tanto las necesito, a mí que por tanto tiempo me dediqué a rebajarme, a lesionar mi autoestima con palabras hirientes, a mí que nunca me creí una persona digna de ser amada, ni de ser admirada ni de ser apreciada por sus seres queridos. Pasé mucho tiempo desperdiciado diciéndome que no valía nada y esos eran tiempos difíciles en los que las decepciones se acumulaban en mi historia y todas ellas me hicieron creer que yo era un cero a la izquierda. 
Lo peor que puede hacer una mujer deprimida es creer que para salir del hoyo en el que se encuentra necesita de un hombre, un héroe que la rescate, un Superman que llegue y la lleve a volar muy alto para olvidar sus penas, sus decepciones y sus equivocaciones. Y en ese error yo caí. Por mucho tiempo dependí de un hombre y mi autoestima dependía de que él me dijera que yo era el amor de su vida, de que me reafirmara mi autoconfianza diciéndome que yo era linda, que era inteligente, que valía la pena como mujer...Hasta que él me abandonó, y entonces se imaginarán el dolor y la decepción tan grande que me llevé. Mi amor propio se fue por los suelos y mi sufrimiento parecía no tener fin.
Pero un buen día recapacité y me dije: ¡Basta! ¡Basta de ser una muñeca de trapo con la que los sentimientos juegan como quieren! ¡Es hora de superarme a mí misma! ¡Tengo que vencer mis miedos y recuperar el control! Y así lo hice. Poco a poco fui trabajando en mi autoestima, yo sola, simplemente dándome cuenta lo valiosa que soy y el montón de cosas buenas que tengo. Nadie puede decirme quién soy.
Y ahora acá estoy, con este mágico resplandor que me ilumina a donde quiera que voy. Me siento creadora, creadora de amor y de belleza. Armoniosa me siento de los pies a la cabeza, y no, no es arrogancia, es simplemente amor propio, y todas las mujeres deberíamos sentirnos hermosas, así como yo me siento.
Te invito, mujer, a amarte a vos misma, a sentirte bella, preciosa, inteligente y única...como realmente sos.

jueves, 6 de octubre de 2016

Si te ama, te lo demuestra

Después de experimentar en carne propia algunas desilusiones amorosas, varias batallas mal libradas e incontables raspones en el corazón, me di cuenta que cada uno es responsable de marcar la pauta para recibir el amor que merecemos.
Es justamente la falta de experiencia la que te hace conformarte con esos amores que quieren a medias, esos amores que hoy están y mañana no, esos amores inseguros, esos que no quieren sanamente, esos amores en los que sólo uno entrega el corazón.
Tan cierto es ese dicho de la abuela "nadie experimenta en cabeza ajena"...Muchas veces, aunque estamos casi seguros que esa relación nos va a estampar de frente con el muro de asfalto del dolor, no nos conformamos con el "casi" y tenemos que comprobar por cuenta propia el doloroso final que ya conocíamos. Pero sólo es así cuando nos damos cuenta de lo que somos capaces de dar, es con base en esas dolorosas experiencias donde nos damos cuenta de las batallas que vale la pena luchar. Sin espina no hay rosa. a veces son necesarias unas cuantas lágrimas amargas para darnos cuenta de las migas que estamos recibiendo, para darnos cuenta que eso que creíamos eterno, ese amor para toda la vida que habíamos encontrado, simplemente no es lo que nos merecemos. Es así cuando dejamos de conformarnos y empezamos a armar nuestros lineamientos para amar y que nos amen.
Así es como aprendemos todos ¿no? O al menos así aprendí yo, con golpes y desilusiones, con risas pero muchos sinsabores.
Fue así como entendí que si alguien quiere estar en tu vida, no hay excusas que se lo impidan, que no hay pretexto lo suficientemente fuerte para evitar una llamada, un mensaje, un detalle.
Fue así como me di cuenta que el amor se da sin condiciones y sin tiempos. comprendí que si bien se respeta el espacio el uno del otro, cuando se ama no es como llevar una agenda, simplemente se está o no. No hay más.
Por fin entendí que si alguien te quiere te lo demuestra, que nunca sobra un beso, una caricia, que si quiere estar ahí sobrarán los hechos que te haga comprender que no están perdiendo el tiempo, que en realidad es momento de disfrutar por ser, por estar.
Es de esta misma forma como te das cuenta cuando sÓlo están de paso en tu vida, cuando por más que vos ames, ese otro corazón no se va a quedar porque para tener una relación hacen falta dos, y son esas despedidas las que te rasgan poco a poquito el alma. Aunque la herida es vulnerable, una vez cicatrizada se vuelve más fuerte, más sabia...Son esas dolorosas experiencias las que te hacen poner en una balanza lo que das, lo que recibís y lo que merecés.
Por mi parte, yo ya a prendí a no conformarme con migajas, ya no me quedo con ese alguien que no se arriesga como yo, ya no estoy con ese alguien que dice quererme pero no lo demuestra.
Ya aprendí a valorarme y respetarme, por eso ya no estoy con alguien que no lo hace, ya no estoy con alguien que juega a quererme.
La cosa es fácil, o amás o no. No podés querer poquito y mañana dejar de hacerlo pero pasado regresan las ganas de quererme con más fuerza que la primera vez. El amor no es un juego de azar. Es fácil: quien te quiere te lo demuestra y ya.