miércoles, 26 de febrero de 2014

Frente en alto

Muchas veces las personas que más amamos son las que más nos hieren y somos incapaces de abandonar el dolor para facilitar nuestras vidas.
Creemos que las personas más buenas y nobles son las que merecen todo el amor, pero muchas veces las personas más odiosas y rencorosas son las que más necesitan un abrazo que les afloje los corazoncitos y les haga temblar el alma.
Podemos llegar a creer que venimos al mundo con un propósito pero en realidad vinimos al mundo a aprender y a crecer como personas.
En muchas ocasiones, las personas que menos tienen son las que más dan: amor, valor para salir adelante, y aquellos que quizás (no todos) sean más adinerados pueden llegar a llevarse la vida por delante y la viven sin dejar alguna huella.
Nos dejamos llevar y creemos en los comentarios hirientes que hace la gente sobre nuestro cuerpo, nuestra manera de vestirnos, de ser y de pensar. La gente lo hace por "diversión" y muchas veces esos comentarios provocan cambios irreversibles en nuestras vidas como enfermedades, desde psicológicas a físicas.
La vida es dar sin esperar nada a cambio, dar porque es lindo compartir... Es escuchar, es comprender al que más lo necesita, es abrazar sin miedo a no ser abrazados, es besar sin miedo a no ser besados, es amar, es arriesgarse a nuevos proyectos que quizá no salgan bien pero valieron la pena, es llorar y secar nuestras lágrimas, es crecer en todos los sentidos, es abandonar los miedos, es animarse cada día a más, es caer, lastimarse y aprender a levantarse, rodearnos de amor, de besos, de caricias que nos llenan el alma, es abrazar a quienes más queremos y decirles todo lo que sentimos porque quizá algún día ya no estén con nosotros, es ser confiables, saber guardar un secreto, es aprender que todas las personas pueden equivocarse y saber darles una nueva oportunidad porque todos somos humanos y todos podemos errar, es salir a volar para conocer la amistad, el amor y la hermosa libertad que nos da la vida de tener cada día una nueva oportunidad de volver a empezar...

domingo, 23 de febrero de 2014

Entrelazados - Capítulo 8

"¿Y ahora qué carajo hago?". Rocío daba vueltas por su habitación pensando sin parar una y otra vez con lo que había pasado anoche. Su papá le había permitido dejarle el celular de una vez por todas, pero igual no sabía qué hacer con él. ¿Debía mandarle un mensaje a Nico contándole lo que pasó después de que entró a su casa? ¿Tenía que llamar a Lautaro y pedirle perdón? ¿Y si la empezaba a putear? No tenía ganas en absoluto de pelear, solamente quería amigarse. No tenía bien en claro si con esas pocas palabras Lautaro la había dejado o estaba todo más o menos como para arreglarse. Optó por marcar el número de Lautaro. Tras varios tonos, decidió cortar. Nada. Lo volvió a intentar aproximadamente cinco o seis veces más pero Lautaro nunca respondió. 
Rocío se tiró en la cama a pensar, quería parar de maquinear un poco pero su cabeza no paraba de dar vueltas un segundo. De golpe, su celular suena y era un inbox en facebook de Nicolás que decía: "¿Estás bien?". La rubia sonrió al leer esto, significaba que Nico estaba lo más bien con ella y no se había ofendido por no haber podido salir. Rocío le contestó amablemente y en un momento Nico se puso un poco más cortado. Ella le preguntó si le sucedía algo y él contestó que no, pero que recordó una escena de la noche anterior que no le había gustado en lo absoluto. Comenzó a relatarle la riña con Lautaro, de cómo éste se le tiró encima y se agarraron a trompadas. Nicolás terminó con sangre en la nariz y una cortadura en la boca y Lautaro nada más tenía el ojo negro. Se separaron porque Nicolás empezó a gritar que pare, que él no tenía nada que ver y que seguir pegándose no solucionaría absolutamente nada. Enseguida tomó su bicicleta y se fue del lugar, dejando a Lautaro sentado en el piso sin poder levantarse.
- No sé qué decirte, Nico, me quiero matar. Perdoname.
- Ya fue, ya pasó. El tema es ahora en el equipo. A mí no me quiere escuchar, tratá de encararlo vos.
Rocío suspiró, pensando que ya lo había intentado pero no había caso. Decidió clavarle vistó allí a Nicolás y bajó a su cocina a comer algo, aún pensativa.

Lautaro duchándose, maquineaba una y otra vez con lo sucedido aquella noche. Su novia, la que el creía el amor de su vida, la que más feliz lo hizo durante más de un año, la que también consideraba su mejor amiga y compañera fiel en todo, ella lo estaba engañando. Y empeoraba aún sabiendo que lo hacía con un compañero de equipo de fútbol de él. ¿Y si se conocía de antes y él no sabía, entonces esto viene hace rato? ¿Por eso Rocío había ido al Álamo sabiendo que estaba Nicolás? Manga de hijos de puta. Todavía no podía creer lo que le habían hecho...

Celeste se dirigió a la esquina del parque donde había pactado encontrarse con Bauti, y mientras caminaba, con cada paso sus nervios aumentaban más y más. No estaba muy segura de lo que estaba haciendo, sabía que era sólo una salida tranquila, pero ella nunca organizaba nada sin antes contárselo a sus amigas. No es que pensara que era algo malo, sólo que no sabía si Rocío y, sobre todo Macarena, iban a tomarlo tan a la ligera. Sabía que Rocío estaba tapada de quilombos y que seguramente este no sea el momento más indicado para hablarle de sus confusos sentimientos; y Maca, bueno...no era una opción. 
Y así, sin ninguna opinión ajena a la propia, la valiente doncella se encaminaba al palacio (léase: parque) donde su soñado príncipe la esperaba. Paren, paren, paren. ¿Príncipe? Pero si sólo era Bautista, el chico copado con el que, desde aquella noche en el Álamo, no dejaba de hablar. Su cerebro estaba tan confundido como su corazón, y lo que 'quería' y lo que 'debía' hacer peleaban fuertemente en una batalla en la que sólo uno saldría victorioso. 
Como si todo esto fuera poco, ni siquiera sabía si estaba correctamente vestida. ¿Cómo se supone que una chica va a afrontar un acontecimiento tan importante, como una salida al parque, si no está segura de lo que tiene puesto? Imposible. Además, todas sabemos que no hay look más difícil de conseguir que el casual. El "soy linda así, sin arreglarme demasiado". 
Pero ya era tarde para este tipo de cuestionamientos, ya estaba allí y lo único que debía hacer era mandarle un WhatsApp para ver don... 
Hola, linda.- Bauti la sorprendió desde su espalda, y en menos de dos micro segundos tuvo que ser decidido ese primer saludo, que fue resuelto con un beso en el cachete, acompañado de la sonrisa nerviosa de ambos.
A partir de allí, Celes logró relajarse. Él la hacía sentir realmente bien, realmente cómoda. Entre charlas, chistes y risas recorrieron el parque entero tres veces. Tan grande era la confianza y la paz que le transmitía ese chico que casi como por arte magia las horas pasaron y se hizo de noche en la ciudad. En un instante, la charla se puso un poco más seria y tensa. Bautista, sin ningún preámbulo, decidió por investigar un poco más la vida pasada de Celeste. Y la vida pasada de Celeste tiene nombre y apellido.
- Contame de Felipe.
Felipe. Escuchar ese nombre le clava veinte puñaladas en el pecho a Celeste, quien siempre intenta disimularlo pero esta vez se le hizo un poco complicado. Suspiró y trago saliva, ya sintió una gota de sudor bajándole por la mejilla, que instantáneamente se la limpió, se aclaró la voz y comenzó a hablar.
- Estuvimos de novios muchos años y...nada. Se fue a estudiar a Estados Unidos. Él le dice "estudiar" pero yo ya sé que está viviendo allá.
- ¿Y no te gusta eso del amor a distancia? ¿No lo intentaron siquiera?
- Boludeces no.
Bautista se rió, pues Celeste tenía razón. Eso del amor a distancia es casi imposible.
- Pero...ahora que estamos en verano y estamos todos de vacaciones, él podría venir, ¿o no?
- Él sigue estudiando. No son como acá los tiempos. Las vacaciones las tiene en septiembre recién.
- Ah, te averiguaste todo.
Celeste lo acuchilló con la mirada y Bauti comprendió que se estaba metiendo en un terreno complicado. Por eso, para calmar las aguas, la tomó de la mano y la miró fijo.
- ¿Lo extrañás mucho?
Celeste miró para abajo. Debía pensar la respuesta en menos de un segundo. No sabía si ser sincera y hacer sentir a Bauti derrotado o mentirle y darle el pase libre a conocerse un poco más. La morocha respiró hondo, le soltó las manos a Bauti y siguió caminando, con las manos en los bolsillos.
- No te voy a mentir. Sí. Todavía me duele escuchar su nombre y saber que está a miles y miles de kilómetros de distancia. Nos amábamos en serio y...- Celeste notó cómo se le empañaban los ojos. No quería llorar, no correspondía. Pobre pibe, tenía que comerse el garrón de escuchar a una tonta enamorada que quedó sola en Argentina y su amor en Estados Unidos. No, no iba a permitir eso. Respiró hondo una vez más, y antes de pronuncia palabra, Bauti le acarició la mejilla.
- Quedate tranquila. Si necesitás tiempo para superar o hablar, o lo que sea, yo voy a estar.
Celeste levantó la mirada y se encontró con esos ojos tan profundos de Bauti, llenos de verdad y confianza, que le dio el pie para pensar "¿por qué no?".
La noche se avecinó rápidamente, entonces comprendieron que estuvieron caminando más de cinco horas.
Bautista era un caballero con todas las letras, y esta no iba a ser las excepción: la acompañó hasta la puerta de su casa en un remis, pagado por él. El viaje fue algo silencioso, quizás porque ambos estaban pensando en lo mismo...y al llegar, se saludaron con una confusión entre beso en el cachete y beso en la boca. Fue más bien un beso en la comisura de los labios. Luego Celeste cerró la puerta y se fue, sin no antes, regalarle su más grande sonrisa a Bauti que la miraba del otro lado de la ventanilla.
El remis arrancó y Bautista tiró la cabeza para atrás, apoyándola en el respaldo del asiento. Qué linda que era y cómo lo atraía. Él se había dado cuenta que Macarena le tenía ganas, y quizá por eso en muchos momentos incómodos Celeste marcaba una distancia que no le permitía a él avanzar hacia el primer beso. Maca le caía genial, pero no le atraía en absoluto, menos sabiendo todos los mambos que tiene en su interior. "Está re loca", pensaba. En un principio, Celeste lo atrajo con lo que se dice "amor a primera vista" pero, a medida que la fue conociendo con charlas larguísimas por teléfono, la noche en el Álamo y ahora estas largas horas en el parque, comprobó que también le gusta mucho su personalidad. Era divertida, tiraba chistes y también se reía de los de él, tenía una sonrisa increíble, se podía hablar de cualquier cosa que ella se copaba, entendía muchas cosas y eso a Bauti le encantaba. Se dio cuenta que no era sólo una cara bonita. Pero lo que a Bauti tanto lo tenía en "veremos" era Felipe. Estaba dispuesto a que Celeste lo supere de una vez y le de una chance al amor después del amor.
Macarena, desde su habitación, estaba sentada en su cama comiéndose todas las uñas. Siempre le daba adrenalina este momento que se daba tres o cuatro veces a la semana, cuando él lo disponía. Miraba por la ventana una y otra vez esperando la señal adecuada. Cerró la puerta de su cuarto con llave, y continuaba caminando para un lado y al otro aún tensa. Si su madre intentaba abrir la puerta y ve que estaba cerrada, iba a pensar que estaba vomitando en el baño o cortándose de nuevo. Pero no lo iba a hacer. Ya fue bastante boluda por un día. 
De golpe, su celular sonó. Macarena corrió a agarrarlo y leyó aquel: "Dale, abrime que no encontré nada para golpearte la ventana". Ella se asomó y lo vio allí parado, detrás del árbol, escondido para que nadie lo vea. En ese momento recordó la de veces que Rocío le contaba que Lautaro hacía eso para verse a la noche a escondidas y por eso a Macarena se le ocurrió hacer lo mismo para encontrarse con su amor. ¿Amor? Na, era solamente un garch and go. Bah, para él era eso, a ella le pasaban muchas más cosas en el interior. Creía que era amor de verdad, pero tan sólo es obsesión por él. Amor es lo que sintió por Bautista la primera vez que lo vio, ése sí que le gustó en serio. Este es un "no quiero estar sola". 
Abrió la ventana de su cuarto de par en par para que no haya mucho ruido, y allí estaba él, que ingresa silenciosamente por el cuarto, le entrega un ramo de rosas, le da un beso y le repite una y otra vez lo linda que estaba...

¿Quién es el chico misterioso que fue a lo de Macarena?
¿Celeste le dará a Bauti la oportunidad de olvidarse de amores pasados?
¿Qué pasará entre Lautaro y Rocío? 
¿Seguirán juntos?

Continuará...

viernes, 21 de febrero de 2014

Mi mundo de cristal

Casa en un country en el medio de la ciudad, con pileta y jardín inmenso.
Un mes entero en Estados Unidos cada verano y unos días también en el invierno.
Ropa nueva cada semana: Portsaid, Akiabara, Cuesta Blanca, Kosiuko.
Perfumes importados del estilo Chanel, Prada, Ágatha Ruiz.
El último IPhone.
Cambios de look una vez al mes con los estilistas y peluqueros más famosos.
Recitales en los lugares vip.
El último televisor LCD.
El mejor auto para mi cumpleaños número dieciocho.
Un frigobar para mi habitación.
Baño y vestidor propio.
Hockey en un club reconocido.
Fiestas todos los años en las casas de los chicos del country.
Un DJ exclusivo para jodas en mi casa.
La fiesta de quince más cara de mi escuela.
Los pibes más facheros, tops, re bien vestidos, re bronceados.
Con todo esto y muchas cosas más, nunca llegué a ser feliz del todo. Conocí la verdadera felicidad el día que él me dijo por primera vez que me quería. 
Me di cuenta que el amor no se compra con dinero ni con cosas materiales, sino que se consigue con los sentimientos y buenos actos. ¿Sabés cuánto vale tener un amor así? Todo vale, más que vender todas mis pertenencias. Vale mi vida.
Lo único que me hace realmente feliz es su anillito de oro curándome el ojo cuando tengo un orzuelo, su apoyo moral mientras le cocino algo, su abrazo de maricón mientras miramos una película de terror... Su luz.
Me puede faltar el frigobar, puedo no irme nunca más a Estados Unidos de vacaciones, puede faltarme absolutamente todo lo que muchos consideran que es parte de la buena vida, pero, por favor, que nunca me falte el cariño de él.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Estrellas

¿Alguna vez te sentiste el centro del universo, ya sea por algo que hiciste o por algo que te destacó? Ese momento mágico en el que sos sólo vos y te sentís orgullosa, porque lograste hacer algo que los demás o no pudieron o no llegaron donde llegaste vos. 
Aprobaste un examen muy difícil y tu familia está feliz por vos, sos el centro, y no te pueden sacar la sonrisa de la cara, lograste ser un orgullo para ellos.
Lograste hacer algo que no te salía, y todo el mundo está feliz por vos. Lo lograste, ¿quién te saca la felicidad ahora?
Cada persona es una estrella, cada persona logró o hizo algo por el otro que hizo que se convirtiera en el centro del universo, ayudaste a alguien que lo necesitaba, sos el centro de su universo
Lo que mantendría a eso bueno sería que no se suba el ego por las nubes, que sepas manejar tu protagonismo. Si te ganaste ser una estrella importante en la vida de alguien, mantenelo como se merezca, no subestimes tus buenas actitudes, disfrutá el momento y no lo arruines.
Sos una estrella y tu brillo va a durar si lo sabés usar como corresponde, como se debe, con el objetivo por el que fue hecho. 
Hay diferente tipos de estrellas, yo creo que mientras más cosas buenas hacés y más logros cumplís, más redondita y brillosa te ponés.
Es re divertido, hacé cosas lindas por los demás, es hermoso verles una sonrisa y saber que es por vos. Brillá, sé una estrella y brillá por tu propia cuenta, que cada vez sea más grande tu brillo.

domingo, 16 de febrero de 2014

Entrelazados - Capítulo 7

Rocío se quedó pasmada. Su cara pálida como una hoja Rivadavia Extra-White y su manos temblorosas la delataban: sintió miedo. Lautaro no había olvidado la fecha que era, y quiso sorprenderla, y en la caída quedó desparramado el ramo de rosas que le estaba por entregar. En estos momentos se encontraba frunciendo el ceño, y acto seguido, levantó una ceja mientras haciendo un gesto con su mano, pedía explicaciones. En realidad no dijo ni una palabra, pero su rostro reclamaba explicaciones. 
Ella realmente quiso decir algo, alguna excelente excusa que la salvara de esta situación bochornosa, y la dejara bien parada. Pero la vida real no es como en las películas, y a Rocío no se le ocurrió ninguna mentira fantástica, todo lo contario...Cuando quiso hablar, lo único que consiguió decir con voz temblorosa fue:
- Yo...yo quise...En realidad es que...
Lautaro levantó una mano.
- No digas nada, Rocío. Ya entendí todo.
Los ojos de Lautaro reflejaban una mezcla de bronca y dolor, pero no dejaba de mirar fijamente a Rocío, quien miraba al suelo.
- ¡¿Quién anda ahí?!.- Exclamó el padre de Rocío asomando la cabeza por la ventana de su habitación, que de repente, tenía las luces prendidas. 
Rocío nunca pensó que podía sentirse tan feliz de haber sido descubierta en pleno escape.
- Soy yo, papá, no te asustes. Estaba...Em...Lautaro...- Sus palabras seguían entrecortándose, sentía el corazón latiendo tan fuerte que hasta parecía que quería salir de su cuerpo. 
Y como si todo esto fuera poco, para agregarle aún más drama a la situación, la frutillita del postre: Nicolás llego a la escena en su bicicleta. Para cuando logró distinguir que Lautaro estaba allí, ya era demasiado tarde: todos lo habían visto y no podía escaparse así como así. "Tragame tierra" fue lo único que pensó Nico, quien, en el instante que Rocío ingresó a su casa sin decir una palabra, se le vino encima Lautaro sin darle explicaciones al respecto de por qué su puño estaba yendo en dirección a su cara.

Las horas pasaron, se hizo de día, y en su casa Celeste se despertó sobresaltadísima, todavía abrumada y muy confusa por el sueño que acababa de tener. Decidió llamar por teléfono a Rocío y contárselo todo. Sabia que se estaba exponiendo a que la cague a pedos, pero no le importaba, necesitaba descargarlo con su amiga. Luego de varios tonos, atendió el papá de Rocío.
- Celes, ¿cómo estas?. Tu amiga está castigada así que intentá que sea rápido.
Una vez al teléfono con su amiga, esta le contó todo lo sucedido la noche anterior, y cómo ahora estaba castigada hasta dentro de, mínimo, cincuenta y cuatro años. Fue tanto lo que habló y habló Rocío, que Celeste casi no tuvo oportunidad de meter bocadillo, y terminó optando por no contarle su sueño, ya suficiente estrés tenía su amiga encima como para agregarle sus problemas también.
En cuanto cortaron el teléfono, se hizo una larga pausa reflexiva en Celeste, colgada mirando un punto fijo de su habitación. Su cabeza no paraba de pensar y repetir las escenas de aquel sueño. "¿Será que me estoy enganchando?", "¿Me gusta Bautista? ¿Cómo puede ser? Si ni siquiera lo conozco bien", "No, no, yo quiero a Felipe, y sé que algún día va a volver por mí". 
Una lluvia de pensamientos y sentimientos encontrados se apoderaron de ella, hasta que su imaginación fue interrumpida por su mamá.
- Celi, ¡vení a comer!.
Su teléfono de golpe estaba sonando. Se asomó a la puerta de su pieza y le gritó a su madre que en un segundo bajaba. Vio la llamada entrante: era Bautista. Debía decidir en menos de dos segundos si atenderlo o no. "Bueno, no tiene nada de malo, capaz necesita algo", pensó, y al instante presionó el botón de contestar. Y sí. Lo que Bautista necesitaba era saber si Celeste quería pasar la tarde con él, ir a tomar algo o simplemente caminar por el parque. Celeste sin dudarlo un segundo aceptó la propuesta y, al colgar, comenzó a saltar desesperadamente por toda su habitación.

En otra punta de la ciudad, más específicamente en el hospital Gutiérrez, los padres de Maca estaban terminando de firmar algunos papeles, para poder retirar a su hija de allí. Había mejorado notablemente y sus energías se estaban recuperando, tanto que ya podía mantenerse en pie sin marearse siquiera. Matías, su hermano, estaba esperando en el auto. Durante los veinte minutos del viaje hasta su casa, ninguno de los cuatro integrantes de la familia pronunciaron palabra alguna. Sonia ya se había encargado de advertirle a su ex marido que castigándola o sofocándola con preguntas no iban a ayudar a su hija, y que lo mejor era alegrarse de que esté bien y darle mucho cariño y atención en los próximos días. Una vez que llegaron a su casa, el padre de Macarena se retiró para su lugar, y Matías y Sonia se pusieron a charlar entre ellos. Inmediatamente, la joven se fue para su habitación, agarrando su celular y viendo las manchas de sangre por todos lados. Optó por comenzar a limpiar, poniendo a cargar su celular, escuchando música fuerte y teniendo una sonrisa en su rostro de saber que Pache la había ido a ver.

¿Qué pasó en la calle entre Lautaro y Nicolás?
¿Celeste tendrá el primer beso con Bautista esa misma tarde?
¿Hay algo oculto entre Macarena y Pache?
¿Rocío terminara con Lautaro?


Continuará...

sábado, 15 de febrero de 2014

El misterio de la soledad

¿Qué será hoy en día la soledad?
¿Es algo bueno estar siempre solo? ¿Tendrá algún beneficio estar rodeado de gente?
¿Qué es mejor: la soledad o la acumulación de personas?
¿La soledad se busca o sólo llega?
¿Habrá gente que se sienta sola aún estando en pareja? ¿Te sentís sola en tu propia casa? ¿Tenes compañía diaria?
¿Te gusta estar sola? ¿Sos feliz estando sola?
¿Hay alguien en tu alrededor rodeado de personas? ¿Habrá gente que nunca se siente sola?
¿Vos te das cuenta cuando alguien convive con la soledad?
¿Vas a buscar la compañía que te merecés?
Simplemente pasan ese tipo de preguntas por mi cabeza todos los días. Yo pienso, pienso y pienso, y no sé cómo la gente que está sola logra poder vivir tranquila.
Yo creo que sin compañía se me haría difícil, sin amigos, sin familia, sin una pareja, sin una mascota. No dejes que la soledad te invada la vida, el alma, el corazónBuscá alguna compañía, buscá amigos que valgan la pena, llená esa pequeña soledad que no vale la pena y sé feliz.
Nunca voy a pretender que la soledad aparezca, aunque muchas veces la busco, muchas veces quiero estar sola, aunque sea un momento, pero creo que sin compañía, mi vida estaría vacía.
Creo que sin el apoyo de gente en mi entorno, no podría continuar.
Por eso creo que la soledad sólo es buena en ciertos momentos, porque si vamos al caso, ¿quién quiere morir solo?, ¿quién quiere vivir su vida solo?, ¿quién no quiere compartir cosas con nadie? Todavía no llegué a conocer a alguien para contestar esas preguntas.
Creo que nadie quiere eso, porque la vida es una, si vinimos de una pareja, en pareja hay que terminar.
Vivamos con compañía, tengamos apoyo. Decile "chau" a la soledad.

viernes, 14 de febrero de 2014

En amor a dos

San Valentín. No hay quien pueda definir este día, ya que el momento de las personas que están enamoradas suele ser todos los días. Algunos pensamos que es una fecha comercial y otros pensamos que es una fecha donde florece el amor más que en ninguna otra, donde hay parejitas por doquier caminando de la mano. 
Los que no están en pareja se ponen tristes por no poder 
disfrutarlo con la compañía de alguien, y los que sí están en pareja se emocionan mucho con el catorce de febrero.
El amor es el sentimiento más hermoso para muchas personas, es algo que va sucediendo, pero para llegar a eso hay que atravesar los prejuicios que nos impiden amar, es entregarse a una persona en cuerpo y alma, permitir a nuestros corazones fluir y poder tener la libertad de elegir a alguien con quien pasar el resto de nuestras vidas, es saber que caeremos y nos levantaremos millones de veces cuando estamos realmente enamorados, es pensar en la otra persona y que la panza se nos llene de maripositas, es sonreír mientras imaginás qué podrían hacer estando juntos, es cuando nos abrimos a la intimidad, al amor, al encuentro, pero también sabemos que nos exponemos a sufrir y a sentir dolor. El amor es crear un espacio propio donde las almas puedan encontrarsees entender que la distancia no es un impedimento y que hay que luchar por esos kilómetros que nos impiden amar.
No se trata de encontrar a una persona que sea igual a vos sino una persona que sea diferente y que en sus diferencias puedan entenderse.
El amor es besarlo y que el mundo se te detenga, es querer hacer locuras constantemente, es querer bailar en el medio de la calle con él y que no importe lo que los demás piensen, es mirar y entender a la otra persona, es recibir la alegría de ser escuchados y sentirnos valorados y plenos, es comprometerse con la otra persona a hacerse feliz el uno al otro, es soñar con los ojos abiertos, es despertar al lado de la otra persona o imaginar que despertás a su lado, es perder la coherencia al tener vergüenza y taparse los ojos cuando dijiste algo de lo que te arrepentís, es afrontar las decisiones juntos, consultar problemas, miedos y sentirse apoyados y comprendidos, es prestar nuestro brazo y nuestros oídos para escuchar y contener cuando sea necesario y muchas veces perder el equilibrio por amor es parte de vivir una vida con equilibrio.
Las mujeres somos enamoradizas, escurridizas y a veces tenemos miedo de enfrentar las situaciones, tenemos miedo a que nos rechacen y sentirnos frustradas, tememos al fracaso de amar y no ser amadas, lloramos porque hoy no está y nos alegramos de eso también. Tenemos miedo a amar y sentir dolor y muchas no nos entregamos completamente por miedo al sufrimiento.
No amemos porque hoy es San Valentín y queremos pasar el día con una persona, amemos si realmente lo sentimos. 
Mujeres, no nos sintamos solas por no estar acompañadas, disfrutemos el día como un día más de nuestras vidas, el catorce de febrero no es sólo el día de los enamorados, también es un día común y corriente donde, si estamos con nuestros corazones completamente abiertos, podemos conocer a alguien como cualquier otro día. No pensemos en no salir de nuestras casas porque todos van a estar en pareja e invitemos a una amiga a pasar el día con nosotras para no sentirnos tristes y vacías. Tomémoslo como un día más que la vida nos regala, amar es una oportunidad que se presenta cada día, nunca vamos a estar solas, estamos todas rodeadas de gente que nos ama, que nos acompaña y se preocupan constantemente por nosotros.
Muchas de las mujeres tienen hombres que las buscan y las buscan y nunca suelen recibir nada, ¿quién puede llegar a decir con certeza que esos hombres no son el amor de sus vidas? Y mientras esperamos al que nos lastima, el que nos quiere hacer feliz pierde sus esperanzas
No piensen en sus fracasos con hombres porque hoy es San Valentín, piensen que tienen muchas oportunidades para poder seguir intentando. No busquen por buscar, amen porque encontraron su complemento perfecto.
Tratemos todas de pasar el día de la mejor manera, las que están en pareja de disfrutar del día al lado de su amor y de saber que días así son todos los días de la semana y las que no están en pareja también disfruten a pleno, abran sus corazones si quieren sentirse parte de un San Valentín porque lo necesitan, entréguense a amar por completo. 
Pueden salir a pasear o pueden quedarse en sus casas, nadie va a juzgarlas por no tener una cita para San Valentín, recuerden que el día de los enamorados es todos los días y que muchas personas no tenemos un novio con quien pasarlo pero sí personas que amamos y que siempre están con cada uno de nosotros.
Nadie puede juzgar a nadie por nada, sólo ustedes mismas pueden juzgarse, nunca dejen de vivir por sobre todas las cosas y mucho menos bajen los brazos y se rindan por opiniones ajenas. Luchen constantemente y enseñen a luchar y a llevar la vida de la mejor manera. 
Feliz San Valentín para todos y todas aquellas que alguna vez amamos con locura...

miércoles, 12 de febrero de 2014

El reino del revés

Siempre estoy dele pensar que mis cosas las hago al revés, siento que no las hago como se debería, como que hago todo mal.
Siempre buscando lo que es realmente difícil o complicado, lo que no vale la pena, lo que me hace sufrir, lo que me lastima o lo que no me va a servir.
Pero al fin y al cabo, es lo que nos da la vida, ¿o no? Es como un reto, como que tenés que toparte con esas cosas sea como sea para que la vida pueda ser aún mejor, porque digo ¿si no hay dolor, hay felicidad? ¿Si no hay guerra, habrá paz? Capaz esa es una de las cosas que tenemos que hacer para continuar viviendo: equivocarnos, hacer las cosas al revés. 
Sea como sea, si no hacemos las cosas mal, no vamos a saber cuáles son las cosas buenas. No vamos a saber detectar un error a miles de kilómetros, aunque los cometemos una y otra vezEn vez de elegir lo que realmente vale la pena, no, elegimos lo que nos hace mal. Siempre al revés. Siempre. Pero así sea como sea aprendemos, hasta que un día ese reino del revés se va a convertir en un reino común y corriente, ¿o lo corriente es que este al revés? Estas cosas me confunden: ¿lo común es equivocarnos o hacer las cosas perfectas?
Nunca pero nunca voy a poder contestar mis propias preguntas, nunca voy a saber darme cuenta si lo que estoy haciendo está bien, si lo que estoy haciendo me hace bien, o capaz es sólo momentáneamente, y en un abrir y cerrar de ojos lo que pienso que está bien se va al carajo y termino llorando como una pelotuda como hice toda mi vida.
En fin, mi reino siempre fue al revés, siempre elegí mal, siempre sentí que estaba equivocada, siempre tuve miedo a hacer las cosas, siempre tuve ese "pero" que me impedía continuar, pero haré lo posible para que mi reino quede bien decorado, para que mi reino sea del color que yo quiera, para que mi reino esté habitado por la gente que quiero, por la gente que vale la pena que este en él, quiero que mi reino brille, no quiero que mi reino esté dado vuelta, quiero aprender de las cosas malas, así mi reino puede pasar de estar del revés a estar bien derecho y firme a lo que yo realmente quiero en mi vida.
¡No puedo perder mas tiempo con cosas absurdas que no valen la pena, tengo un reino qué gobernar! Con permiso, voy a disfrutar.

domingo, 9 de febrero de 2014

Entrelazados - Capítulo 6

- Perdón. Yo...yo ya me iba.- Pache se pone de pie, mira a Macarena una vez más y encara hacia la puerta de salida. Rocío lo agarra bruscamente del brazo.
- ¿Qué hacés acá?
- La vine a ver, nada más.
Rocío lo suelta y lo deja ir, luego mira a Celeste que ya estaba ubicada al lado de Macarena y le acariciaba el pelo. A la morocha se le cae una lágrima. Rocío se acerca y la toma por el hombro, mirando a su amiga completamente dormida. No paraba de pensar en qué estaba haciendo Pache ahí, pero como Celeste no hizo ni el más mínimo comentario, simplemente dejó pasar esa incómoda situación.

Pasaron aproximadamente dos horas y muchas personas pasaron de a ratos a visitar a Macarena, quien todos pensaban que no tenía idea de lo que sucedía pero ella era consciente de todo, oía cada voz, sentía cada gesto, escuchaba cada portazo y también pudo notar que estuvo allí Matías, su hermano, acompañándola un rato mientras de paso le tiraba palos a Celeste, como solía hacer. Su padre ya se había ido a su casa hacía rato, prometiendo quedarse con ella toda la noche para que su madre descanse. Una vez que estuvo nuevamente con Celeste y Rocío a solas, quienes no se movieron un segundo de su lado, decidió despertar. Abrió los ojos y la luz la encegueció un poco, aunque ya era de noche, pero los tubos de luz de la habitación permitían hacer parecer que allí dentro era de día.
Celeste y Rocío se miraron, sonrientes y abrazando despacio a su amiga que acababa de despertar de un profundo sueño. Inmediatamente llamaron a los médicos así la venían a observar y chequear que todo esté bien, pero ya observar su sonrisa y su pequeña mano que apretujaba las de ellas, les alcanzaba para saber que las cosas tomarían su rumbo correcto una vez más.
Aunque todo iba mejorando en el interior de Macarena en cuanto a su salud y por qué no su sensación de estar siendo más querida, Celeste seguía pensando en lo hiriente que había sido Rocío en el taxi, diciéndole que era todo culpa de ella. No era de tener muchos amigos varones, ¿una vez que pega onda con un chico que le cae bien, va a dejarlo pasar? Si ella no estaba interesada en absoluto en Bautista, además de que no lo conocía como para que Macarena dude así de su fidelidad como amiga.

Una vez que la morocha llegó a su casa, le comentó a Bautista por WhatsApp lo que había pasado, y él inmediatamente la llamó por teléfono y se colgaron hablando una hora seguida, primero de lo que había pasado con Maca y después conociéndose un poco más. La charla fue muy amena y Celeste se entretuvo muchísimo, al punto de no haberse dado cuenta del tiempo que pasaba y que ya era hora de dormir...En sus sueños se encontró con Felipe, quien la abrazaba cálidamente mientras sonaba Coldplay de fondo y ellos bailaban un lento, diciéndose cosas lindas sólo con la mirada. En un instante, Felipe se voltea y cuando vuelve a ponerse para el lado de Celeste, al mirarse a los ojos comprobó que no era Felipe, sino Bautista.

A pocos metros de la casa de Celeste, quien estaba inmersa en sus sueños más profundos, Rocío estaba sentada en la computadora, jugando al Candy Crush cuando de repente le llega una solicitud de amistad de: Nicolás Minaglia. Sus ojos se abrieron sorprendidos y ella no sabía si aceptar o no aquella propuesta que podía ser un "me caés bien, quiero hablarte" o solamente stalkear sus fotos. Debía hacer el intento para comprobar qué quería Nicolás, pero todavía era muy rápido para aceptar su solicitud. Se quedo allí, en el muro de él, esperando los minutos para así poder aceptarlo y no quedar como una desesperada. Miró el reloj y eran las dos de la mañana. Debía estar en una salida estupenda con Lautaro con motivo del festejo de un nuevo mes, pero con todo lo que había pasado ese día, Rocío canceló todo y esto había ofendido un poco a Lauti, pero de todas formas él no le dijo nada porque estaba en falta completamente. Desde las once de la noche que su novio no daba señales de vida, pero prefirió no joderlo, no tenía mucho humor para aguantar a nadie y menos a Lautaro que seguramente iba a aparecer con algún planteo: mejor que se haya quedado dormido. Luego de haber pasado bastante tiempo, alrededor de media hora, aceptó la solicitud de Nicolás quien luego de cinco minutos le habló y el corazón de Rocío dio un brinco de alegría que llegó hasta las estrellas. Hablaron hasta las tres de la mañana: del club, del colegio, de Malena, de Lautaro. Nicolás le likeó un par de fotos y Rocío se dio cuenta de que eso significaba que linda al menos le parecía. Era positivo. En un momento, él le comentó que estaba aburrido, que iba a salir a dar una vuelta. Rocío le comentó que no era muy seguro andar por la calle a la madrugada, por lo que Nicolás le sugirió si quería salir. Rocío pensó y pensó. Lautaro no se iba a enterar ya que estaba durmiendo, sus padres no la dejarían volver a salir y mucho menos a esas horas de la noche, por lo tanto no le quedaba otra que escaparse. No le gustaba mentirle a sus viejos, pero ocultar no es lo mismo que mentir, ¿no?. Dio vuelta todo su placard buscando algo cómodo para ponerse y que se note que no fue con mucha preparación, de hecho no lo era, pero tenía que parecer una crota impecable al menos. Decidió ponerse un short tiro alto de jean con una musculosa rosa, un saquito fino blanco y las vans que tantas guerras habían atravesado junto a ella. Ella le había indicado el mismo procedimiento que había Lautaro cada vez que quería escaparse: que tire una piedrita en su ventana, ella se asomaría al balcón, se treparía por ahí y, como era corta la distancia de allí al suelo, el la tomaría en sus brazos y ya podían hacer lo que quisieran. Mientras se quitaba el rodete y se peinaba un poco mejor, sintió aquel pequeño piedrazo en la ventana, enseguida se puso más perfume, se puso el celular en el bolsillo, apagó todas las luces, se asomó y cuando miró hacia abajo, vio al muchacho que por la falta de luz no notaba su bello rostro, pero sí veía que tenía puesto un buzo negro y la capucha encima, eso era lo que impedía diferenciarlo. Vio que estaba parado listo para agarrarla, ella se tiró y ambos cayeron al suelo, rodando por el pavimento unos centímetros hasta que ella pudo detenerse, riéndose en voz baja para que nadie oiga y quitándole por fin esa capucha molesta, mientras le decía:
- Casi nos matamos, Nico.
Y no, no era Nico. Era Lautaro.

¿Qué hacía Lautaro allí?
¿Y Nicolás dónde estaba?
¿Macarena se enterará de lo de Pache?
¿Celeste seguirá hablándose con Bautista?


Continuará...

viernes, 7 de febrero de 2014

Las piratas

Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad. No sé si en todos los casos funciona así, pero en el mío seguro. 
Seguramente estando ebria me deschave y diga cosas que no quiero decir, pero esa noche sí, dije lo que quería decir y tenía guardado hace mucho tiempo.
Todavía no entiendo bien cómo es que funciono yo ni cómo funcionan ustedes.
Estando tan separadas por nuestra cotidianidad y nuestras formas de encarar la vida, es lógico que los baches temporales se hagan notar.
Sin embargo, esa noche estuve más de treinta minutos sonriendo con ganas, riéndome en serio sin forzar ningún músculo. Si eso sucedió, y aún después del día complicado que tuve, es porque hay más de un detalle que no debo pasar por alto, al menos no todavía...Y esos detalles son ustedes. 
Hay bastante historia de por medio como para que me gane la careta y haga como que nunca pasó nada. 
El lema del día de hoy, para mí, es: "La continuidad existe siempre y cuando uno desee volver a experimentarla", y hoy flasheé cantidades con eso.
Ustedes me mostraron el otro costado, la cara más sana de la noche, y agradezco que hayan devuelto sin chistar mis abrazos lésbicos pero absolutamente sinceros. 
Son espectaculares.
Por más noches así, amigas.

jueves, 6 de febrero de 2014

¿Un millón de amigos?

Parece que se nos está pasando por alto un detalle tal vez no tan importante, pero que tiene su propio peso particular: siempre supimos que la gente iba a cambiar. Desde un primer momento nos dijeron que este tiempo que estamos viviendo nos iba a dar las alegrías más disfrutables y las tristezas más despreciables, nos avisaron de antemano que no todo iba a ser tan fácil como nos lo pintaban, que iba a llegar el momento en que cada uno de nosotros tenía que empezar, tarde o temprano, a tomar nuestras propias decisiones.
Para pensar en el futuro todavía tenemos un changüí más. Detengámonos en el presente, en el ahora, en el día a día.
Me sorprendo (y me sorprendo en serio) cuando veo gente que se asombra al ver cómo cambian las personas a su alrededor. 
¿Nunca se detuvieron a pensar que en algún momento iba a tener que ocurrir? Si ya veníamos viendo que los amigos se cuentan con los dedos de una mano, y de los cinco a veces sobran, ¿por qué tantos ojos como platos, tanto discurso novelesco? Shakespeare no esperaba nunca nada de nadie... Lamentablemente no opino tal cual como él. Sé que los demás no me van a retribuir a mí un cien por cien de la forma que me gustaría, pero eso no quita que yo no intente ser una persona de bien. Yo soy fiel, leal y honesta hasta las últimas consecuencias.
Doy todo de mí, y cuando digo todo es todo, pero no con todo el mundo, sólo con aquellos que sé que se lo merecen, ¿entienden a lo que voy?
¿Qué gano con criticar las pendejadas que hace el otro permanentemente? Nada, absolutamente nada. Sólo logro que de mi cabeza no se vaya la bronca que tengo por esa "decepción" que siento (que no es decepción, es otra cosa), me pongo en ridícula frente a los demás, me atasco con futilidades cuando hay cosas mucho peores que podrían ocurrirme y cosas mucho más importantes y verdaderas en las cuales poner toda mi atención. No me hago ningún bien, porque me recuerdo una y otra vez lo jodidas que pueden ser las relaciones humanas a veces, elemento importante en el ciclo de la vida.
No nos compliquemos la vida, muchachas.
Roberto Carlos es un pelotudo, el millón de amigos no existe.

domingo, 2 de febrero de 2014

Entrelazados - Capítulo 5

¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba? Le costaba abrir los ojos, de hecho no podía hacerlo, sentía que los tenía pegados. Hacía mucho frío, se daba cuenta que ella estaba helada. Solamente veía todo blanco, no negro como cuando estás con los ojos cerrados. Intentaba mover su cuerpo pero le era imposible que reaccione, no le hacían caso sus extremidades a lo que la mente les estaba indicando. De fondo, escucha voces. Voces enojadas, discutiendo. Le sonaban familiares.
- ¡¿Dónde carajo estabas que te diste cuenta una hora tarde de lo que había hecho Macarena?! ¡¿Me explicás?!.- Su padre. Era su padre. Era su voz ronca y temblorosa la que estaba a los gritos. Oía una mujer sollozar sin parar.
- Basta, Alberto, por favor. Me fui a comer a lo de mi mamá. Macarena y Matías no quisieron venir.- Llora cada vez más fuerte. Ese triste sollozo lo había escuchado tantas veces en el último tiempo...Su mamá.
- ¡Pendejo de mierda! ¡Matías tampoco nunca está cuando se lo necesita!.- Se oye un suspiro.
- No es el momento de hablar mal de nuestros hijos, Alberto. Tenemos que apoyar nos y...
- ¿Apoyarnos?.- Interrumpe.- ¿Vos me estás jodiendo, Sonia? ¡Se podría haber muerto, y no sé cómo está viva todavía!.
Se escucha un fuerte cachetazo que silencia toda la habitación. ¿Qué estaba pasando? Macarena quería entender dónde estaba, por qué su mamá lloraba y por qué su padre estaba tan furioso. Desde aquel golpe seco que se oyó, nadie volvió a hablar, sobre todo luego de que, a los pocos segundos, se escuchó un fuerte portazo que dio fin por completo a la pelea que se estaba generando.
Siente que alguien le acaricia la cara. Por la piel suave y los dedos largos y finos, pudo reconocer que era la de su mamá. Aún entre llantos y sollozos, logra hablarle de nuevo.
- Perdón, hija. Perdón.- Suspira.- Sé que esto lo hacés porque últimamente no te estamos dando la poca atención que te merecés, que sólo nos concentramos en Matías, en el divorcio y en la división de los bienes. Te prometo que todo va a cambiar, pero por favor, despertate.- Llora en silencio.
Lo había conseguido. Por fin Macarena logró que sus padres le presten atención y reconozcan sus errores, al menos su madre lo había hecho. Pero...¿ella que tuvo que hacer para que pase todo esto? ¿Se enteraron que vomitaba? No, no podía ser posible...No dejaba ni el más mínimo rastro. Rastro...Prueba...Charco...Sangre. Sangre.
Y de golpe lo recordó todo. Volvieron a ella las imágenes de Bautista intentando levantarse a Celeste en el Álamo, las veces que se miró al espejo y notó que tenía como veinte kilos de más, recordó aquel pedazo de conversación en el que Bautista habla muy amablemente con quien cree su amiga. Todavía puede sentir cómo la cuchilla de esa gillette que creía ser de su padre y finalmente era de su hermano, le atravesaban la vena que más le resaltaba, y la sangre salía a borbotones. Ese dolor externo calmaba el interno de una vez por todas. No se arrepentía en absoluto, de hecho lo volvería a hacer si eso iba a equivaler tener el perdón y la atención de sus padres. Pero ahora ya está, quería despertarse...Y no podía. La luz blanca era cada vez más fuerte...
La conversación de WhatsApp por la que Macarena se encontraba ahora en este trágico estado, había continuado luego de que ella quedara inconsciente. Celeste siguió comentando cómo avanzaba su conversación con Bautista, y Rocío, siempre presente, opinando sobre cada respuesta. Luego de hablar del tema durante aproximadamente una hora y media, se dieron cuenta de que Maca no había contestado ni una sola vez, a pesar de que su estado actual era "en línea". Si su WhatsApp estaba abierto, ¿por qué no estaba respondiendo?.
Celeste, preocupada, y quizás por qué no con algo de culpa, comenzó a llamarla, a enviarle mensajes por si no le funcionaba el 3G, hasta le habló por chat de Facebook, pero nada, ni un visto, ni una respuesta, ni una voz. Un poco asustada, le pidió a su amiga Rocío que insistiera también, pero fue inútil, nadie respondó. Ambas tenían un don para dramatizar y maquinear por todo, quizás por eso no tardaron demasiado en decidir ir a buscar a Macarena a su casa. 
Al llegar, tuvieron que tocar varias veces el timbre. Su preocupación iba aumentando más y más con el paso de los minutos. Hasta que por fin, el hermano mayor de Maca, Matías, les abrió la puerta. Sus ojos completamente rojos y achinados dejaban en evidencia lo obvio, Matías siempre estaba drogado. Las chicas no se sorprendieron, estaban acostumbradas a verlo así, y también les causaba un poco de gracia. 

Matías no dejó pasar ni cinco minutos, que ya estaba encima de Celeste como siempre, gomoseándola, tocándole el pelo, hablándole sin parar. Siempre le había tenido ganas, desde que eran muy chiquitos. Rocío, un poco incómoda por la situación, decidió dejarlos solos e ir a la habitación de Maca a buscarla. Cuando entró, su cara se transformó en una hoja de papel, totalmente blanca, parecía que había visto un fantasma...pero no, era algo peor. Un charco enorme de sangre pintaba el suelo de la habitación, desde las frazadas, hasta piso de madera. Horrorizada, gritó llamando a su amiga, quien rápidamente acudió a su llamado. Celeste notó que el celular de Macarena seguía ahí, sobre la cama. Decidió agarrarlo, estaba un poco manchado de sangre, pero mancharse era algo que no le importó en lo más mínimo. En él todavía se encontraba abierta la conversación del grupo de WhatsApp, justo en la parte donde ella había mandado el munch con Bautista. Rocío se pone delante de Celeste y en sus manos tiene un filo de gillette totalmente ensangrentado. Las amigas se miraron cara a cara, comprendiendo perfectamente lo que había ocurrido, y sin pensarlo ni decir una sola palabra, se dirigieron en busca de Matías, quien más relajado les comentó lo que había sucedido. Sin nada más que decir, las dos amigas tomaron un taxi y se dirigieron enseguida al hospital en el que estaba Macarena.
- ¡No lo puedo creer, Celeste, era obvio!
- Ah, bue, ¿me vas a echar la culpa a mí?
- Si sabías que a Macarena le gustaba Bautista...¿para qué...?
Celeste interrumpe.
- Pará un poco, boluda, pará. ¿Lo conoció recién anoche y ya se enamora? Me di cuenta que le quería dar, pero pensé que era sólo eso, no que le gustaba.
Rocío niega con la cabeza.
- Sos una pelotuda, Celeste.
- Y vos sos una forra. Me echás la culpa de que esté muriéndose. Si sabía que esto iba a pasar, ni le pasaba mi celular a Bautista.
Las dos se quedan mirando por la ventana, en silencio, pensando que la otra estaba totalmente equivocada.
Como si todo esto fuera poco, el celular de Rocío no paraba de sonar. 
-Ay, boluda, callá eso, ¿quién mierda es?.
-Es Lautaro, ¿no entiende que si no le contesto es porque estoy haciendo algo? 
-Bueno, dale, contestale porque no aguanto más ese ruido.
Rocío entre medio de sus nervios por Macarena, y un poco fastidiada por la insistencia de su novio, le contesta
-Amor, Macarena está maal. No puedfo hablrar ahora.
- ¿Estas borracha? ¿Por qué escribís así? Si tu amiga se pone en pedo y quiebra, que se joda, son las siete de la tarde.
-No, Lautaro, escribo así porqie estoy en un taxi. Macarena está en el hospitsl.
-No te creo nada.

"Lautaro llamando"
- ¿Qué pasa?
-Nada, Rocío, te estuve hablando todo el día, ¿se puede saber a dónde estás? 
- Ya te lo dije, yendo al hospital a ver a Macarena.
- ¿Qué le pasó?
- Para eso estamos yendo, para saber qué le paso, no puedo hablar ahora, entendeme.
-Está bien, Ro, pero al final nunca podemos hablar...
- No es buen momento para tus planteos.
- Después hablamos. Besos.
Ya un poco más relajada luego de esta charla con Lautaro que le aseguró que el mambo de anoche se le había pasado, miró a Celeste y le sonrió y la morocha automáticamente le devolvió la sonrisa en un gesto de reconciliación.
Celeste no dejaba de pensar en Bauti un segundo y esto la llenaba de culpa. Sabía que no era tema de ella lo que había hecho Macarena, porque tenía otros problemas mucho peores y duda que ese haya sido el factor desencadenante, pero de todas formas no puede evitar pensar que le influyó bastante el tema Bautista en lo que sucedió y, sobre todo, después de haber leído ese pedazo de conversación. Aún así, Celeste seguía en un mar de pensamientos, ella no podía culparse por tener onda con un chico. Si Macarena fuera su amiga sabría perfectamente que no piensa en otro chico desde que Felipe se fue...y como Macarena la conoce de arriba abajo, comprende que no mira a Bautista con los mismos ojos que a cualquiera. 
En otra parte de la ciudad, Nicolás está tirando en la cama mirando el techo, pensando en los dos ejes por los cuales gira su vida: el fútbol y el sexo. Y cuando piensa en esto último se da cuenta que se muere por tocar el cuerpo de Rocío, de sentirla, de besarla, de hacerla suya...Pero no podía por una cuestión de códigos con su compañero y, además, si Malena sabe que se está comiendo a otra chica, la mataría a trompadas con todas sus amigas. Todo esto no le impedía sumergirse en un nuevo lugar que Nicolás imaginaba sólo en su mente...
Las amigas llegan al hospital, se dirigen a la habitación de Macarena y se encuentran con una imagen totalmente inesperada: Pache acariciándole el cabello a su amiga, llorando desconsoladamente.

¿Qué estaba sucediendo en la cabeza de Pache?
¿Macarena reaccionará de una vez?
¿Qué le pasa a Nicolás con Rocío? 
¿Celeste seguirá hablándose con Bautista después de lo que pasó con Macarena?


Continuará...

sábado, 1 de febrero de 2014

Tan ellos

Lo hermoso de los hombres es que tienen la capacidad de rodearte por completo con un sólo brazo y hacerte sentir chiquita y menuda en su inmensidad.
Lo hermoso de los hombres es que sabés bien que miran sin mirar, hasta que un día, distraída, los descubrís viéndote a los ojos tan profundamente que hacen que tu alma se sienta inhibida, espiada.
Lo hermoso de los hombres es que pueden calmar cualquier pelea con algo tan simple y pequeño como un beso, o con algo tan complejo y gigantesco como un beso.
Lo hermoso de los hombres es que nunca es posible terminar de conocerlos, de descubrirlos en absoluto, porque siempre tienen algo nuevo para enseñarte, o alguna parte oculta de su persona para regalarte.
Lo hermoso de los hombres es que te hacen conocer sentimientos enterrados en lo más profundo de tu ser que no tenías ni idea que existían.
Lo hermoso de los hombres es la capacidad que tienen para tenerte a sus pies con unas simples palabras.
Lo hermoso de los hombres es que te pueden hacer el amor de la manera más dulce, tierna y calma de todas, sumergiéndote en un mar de lujuria y pasión al que ninguna otra persona te puede hacer llegar.
Lo hermoso de los hombres es que te hacen sentir cuidada y protegida en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia.
Lo hermoso de los hombres son sus manos grandes, tan protectoras.
Lo hermoso de los hombres es, a su vez, el tener al lado a una mujer luchadora, empoderada y trabajadora.