Dudas e inseguridades

En el mágico mundo de las mujeres, si hay dos cosas que atormentan en nuestra cabeza constantemente son las dudas e inseguridades.

Todas tenemos miedo, ya ni sabemos a qué, pero todo nos da miedo y nunca estamos seguras de nada. Son muy pocas las chicas que realmente se quieren a sí mismas y que se la juegan sin importarles lo que van a opinar los demás y estaría genial que todas seamos así pero por desgracia (o por suerte) somos distintas: no hay dos mujeres iguales.

A la hora de salir con un chico, la primera pregunta que se te viene a la cabeza además del: "¿qué me pongo?", es el famoso: "¿y si me deja plantada?", y ahí es el momento en donde volvés loca a tus amigas que están más emocionadas que vos, te eligen la ropa y piensan planes para disimular que el pibe te plantó, aunque vos sabés muy bien en tu interior que no lo va a hacer, que va a ir y que va a ser una salida normal y todo esto fue un invento de tu cerebro que no para de maquinear.

Después, cuando la cosa pasa a mayores, se viene la famosa duda del: "¿me querrá en serio?" y las chicas te dicen que sí y vos no lo creés porque estás segura que él tiene otra y todos sus tweets son para otra chica. 
Donde el pibe ve huevadas, vos ves una pelea catastrófica. Donde el pibe se junta con los amigos a jugar a la play, vos ves un concurso de pibas pasando adelante de ellos enfiestándoselos. Donde el pibe ve ir a bailar, vos ves tus cuernos floreciendo desde las diez de la noche. ¡No! Todas cosas que tu cabeza se imagina y de las cuales no pasan ni el 10% de estas acciones. Primero, porque si te quiere de verdad no va a hacer eso. Segundo, ningún pibe es tan inteligente como para poder tener un par de chicas en la casa de otro que les hagan streap-tease y encima gratis.

Otra inseguridad que prevalece en una mujer a lo largo de toda su vida y no hay ninguna que no se queje de ello es el odio hacia el cuerpo de una. No hay problema más terrible que sentirnos gordas, vernos feas, odiar nuestro físico, preguntarle a Dios por qué nos hizo tan horribles y después echarle toda la culpa a la comida y que te agarren ataques de no comer un día entero hasta que te das cuenta que así vas a terminar bulímica o anoréxica, entonces volvés a comer porque encima tu mamá se dio cuenta. En estos casos, la solución es más simple de lo que creés. Es un problema psicológico. La mayoría de las chicas que se odian de tal manera son las que tienen cuerpos comunes y hasta quizá mejores de lo que ven en el espejo. Así que, optá por buscar la opinión de tu círculo de confianza que es el que nunca te va a mentir y el que quiere verte bien. Y por otro lado, querete y valorate a vos misma porque si no lo hacés por vos, ¿quién lo va a hacer? Demostrale al mundo que tenés las riendas de tu vida y no que estás desequilibrada, porque así la gente tiende a alejarse (hasta tus mejores amigos) por miedo a que te pase algo y también como una "prenda" por estar mandándote cagadas.

Todas las mujeres tenemos dudas e inseguridades. El día que nazca una mujer sin ninguna de ellas, vamos a hacerle un monumento. No te sientas mal por tener mucha intriga de conocer más y de saber qué va a pasar, todas pasamos por esto alguna vez, parece terrible y el fin del mundo pero no lo es.

El mundo es enorme y caben espacio para todas estas preguntas que las mujeres nos hacemos día a día.