martes, 30 de junio de 2015

Sin poderte mirar

¿Qué respuesta esperás cuando recalcás mis defectos sabiendo que no van a cambiar? Y no es que no quiera, pero no veo sano el hecho de querer amoldar a una persona de acuerdo a nuestras necesidades, es el egoísmo en su máximo esplendor. ¿No es más lindo y fácil aceptarnos tal cual somos? Sino terminás creando un robot, idealizando algo que no soy.
El amor que tengo por vos no se mide en lo que me adapto a lo que querés, sino en mis actos. Vos sabés que esto no va a tener un buen final, y sin embargo seguís insistiendo. Vos sabías que sólo podían ser un par de promesas, pero me viste en tus ojos y supiste, o al menos quisiste aceptar que las palabras no valen si las acciones no las acompañan. Y así y todo te seguís decepcionando cada vez que te prometen un mundo mejor, y esa promesa se deshace entre otras absurdas. ¿Qué esperabas? Yo te lo advertí, y vos no quisiste escuchar. Te cegaste recalcando lo que no te gustaba o lo que querías que fuera, y te lo dice alguien que vive remando con el viento en contra. Lo llamarías hipocresía, siempre ciego en lo que querés ver y viviendo sólo en lo que escuchás. Pero igual seguís volviendo a mí, tarde o temprano volvés al mismo lugar, y todavía no aprendés. El que quiere, puede, y vos no quisiste...O quisiste demasiado, pero sin ceder nada, y no es así; no se puede dar forma a un entero sin dos mitades. Viviste en las palabras pero algo te frenaba cuando tenías que accionar. Buscaste en mí algo que sabías que no podía dar, pero no lo aceptabas, insistías.
Alguna vez pensaste que las personas no cambian, y ahí se desató la contienda. Aunque me pese, un poco de razón tuve que darte, pero sigo firme en mi pensamiento de que no cambia el que no quiere. La ceguera empecinada en mirar a los demás y vivir con terror de mirar tu propio reflejo...Ese es el error más grande que se puede cometer. Qué fácil es señalar y no mirar, siempre ciegos en la propia necesidad.
Y cuando te das cuenta ya es tarde, buscaste lo que no soy y perdiste lo que sí soy. Siempre a destiempo.
El que no arriesga, no gana...Pero alguna vez había que perder.


@Incredulas - 30/06/15

lunes, 29 de junio de 2015

El mundo de los despiertos

Y de repente te ves en fotos y quizás te encuentres en la nostalgia de cómo el tiempo fue apagando con su paso el brillo de tu inocencia en tu mirada. En realidad, no fue el tiempo el culpable. Somos nosotros los dueños de nuestra inocencia, los que día a día sobrevivimos a la tarea de conservarla, de llevar nuestra integridad intacta...Pero nos encanta echarle la culpa a un simple fenómeno de invención humana, nos encanta despojarnos de responsabilidades, pero eso es sólo cuestión de aprendizaje, y hoy lo entendés un poco más, y viajás en el tiempo rompiendo los muros de tu mente, soñando entre tus recuerdos. Y te preguntás si sos lo que esa inocencia imaginaba, sin límites, algún día...Porque en ese tiempo no existían los límites para soñar; hoy sí. Y ahí sí te declarás culpable, por eso te declarás guerrera de la realidad día a día, para ganarle a las estructuras, para no tener que lamentarte. A veces perdés, sí. Todos perdemos, pero lo que no te permitís es bajar los brazos y caer en las garras de ese aparato, para no condenar tu alma.
Reís. 
Llorás.
Peleás.
Perdés.
Ganás.
Agradecés.
Sentís.
Soñás. 
Dudás.
Padecés.
Disfrutás.
Encontrás.
Buscás. 
Temés.
Resistís.
Vencés. 
Ayudás. 
Divagás. 
Rescatás.
Creés.
Cambiás.
Mutás.
Vivís. 
Te convertís en un conjunto de verbos que se vuelven hechos y te hacen ser quien sos. Y sabés, tenés una certeza, y es que lo más importante es no traicionarte, no perder tu esencia. Podés perder todo, pero no podés permitirte perder tus principios, porque eso significa entregarte al fin.
Así y todo, a veces los miedos aparecen, muchas veces más de la cuenta, más de lo que vos quisieras. A veces disfrazados, te cuesta captarlos, entenderlos. Pero intentás ir siempre más allá de ellos, sin negar que no siempre es fácil y suelen ganarte la partida. Pero ya hace rato te despojaste de esa careta de omnipotencia, aunque cada tanto reaparezca en tus arranques y en tus mambos. No podés evitar perderte en tus nubes del desconsuelo en esos momentos donde los planetas parecen desalinearse y el mundo ponerse en tu contra, y sos vos contra el mundo. Pero nadie puede solo, aunque te cueste (mucho) reconocerlo y pedir rescate.
Ya nada va a ser tan fácil como parecía, aunque en su momento no advertiste todas las facilidades. Hoy las decisiones tienen una dimensión mayor a la de ayer. Y el mundo va a seguir girando mientrás vos dudás y pedís que se detenga. Pero nada es tan terrible como parece, y hasta cuando todo esté devastado, se puede reconstruir desde las ruinas. Hoy sos rescatista de esos momentos, del presente. Y admitís con total aceptación el hecho de que esos miedos que veías tan alejados te dicen presente con fuerza. Pero a estos les podés ganar, no les vas a permitir crecer. Vas a plantarte con tu bandera a hacerles frente. Vas a salir a afrontar la realidad, aunque de vez en cuando tus fantasmas te carcoman y te quieran marcar, equivocados, que hay un camino equivocado, pero advertís que son sólo eso: fantasmas. Y los fantasmas no existen, así como tampoco los cuentos de hadas.
Podés verte en tu reflejo y sonreír. Y no querés pensar en el paso del tiempo, querés vivir en el presente, no en la ansiedad del futuro. No vaya a ser que mañana estés deseando estar acá, en el momento que reprochás, añorando esos mambos de querer ir contra el mundo y creyendo que todo el poder cabe en un sólo puño.
La única forma de arreglar el pasado es escribiendo un presente que nos permita soñar un futuro. Quizás mañana te estés lamentando un error, pero las posibilidades son infinitas y sólo de vos depende buscar una vuelta de tuerca más, incluso cuando parezca que ya no se puede ajustar.
Hoy más que nunca tenés la oportunidad de poner en práctica tu ideal y seguir soñando al despertar, porque la resignación sólo es parte de una pesadilla con despertador, y en el mundo de los despiertos (¿o dormidos?) está prohibido vivir sin soñar...Y no hay nada que no se pueda transformar, si el destino y la suerte están en tus manos, y tenés la lapicera y una hoja en blanco para volver a empezar. A crear. A creer.


@Incredulas - 29/06/15

domingo, 28 de junio de 2015

Entrelazados - El final del casamiento

Viernes a la medianoche. Luego de una cena en la casa de Vera y Nicolás, los amigos se pusieron a recordar la noche del casamiento de Macarena y Pache. Ya no se lamentaban por lo que había sucedido, sino que ahora se reían y lo tenían como una anécdota más.
Para que sepan lo que sucedió, volvamos un poquito atrás, precisamente dos años...

Todos se sentían totalmente culpables, incluso el pequeño Thiago lloraba sin parar y ni Celeste ni Bauti podían calmarlo.
Los amigos se juntaron en la puerta del salón, con Malena sobre la vereda llorando tapándose la cara, y Alejandro con la nariz sangrando y un moretón en el cachete izquierdo.
Lautaro prefirió ni presenciar la escena, así que se quedó adentro bailando con la familia de Pache y Maca.
Celeste miró a Bauti, agarró a Thiago a upa e ingresó al salón de nuevo ya que hacía bastante frío y además el nene ponía más histéricos a los demás.
Macarena y Pache estaban ahí, presentes, habían ocultado sus caras de felicidad ya que este momento no había sido para nada agradable, y de hecho los angustió bastante y los enojó un poco por el egoísmo de Malena y Ale, pero por otro lado sabían que nada había sido intencional o con el objetivo de herir o arruinar la noche.
- No peleen más, che. Vinimos todos a pasarla bien.- dijo Santi con un poco de temor a ser insultado por el positivismo constante.
- No jodas.- contestó Ale mientras se secaba la nariz con el pañuelo que Vera le había prestado.
- Bueno, me callo.- Santino se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared. Nico se acercó a él y lo tomó del hombro.
- ¿Vamos adentro?.
Santi se encogió de hombros, llamó a Rocío con un gesto y entraron los tres al salón de nuevo, seguidos por Vera que se acomodaba el peinado y quería ir al baño urgentemente.
El silencio se apoderó de la situación. Quedaron solamente Pache, Maca, Ale, Malena y Bauti. Las caras de los cinco decían todo, y nadie quería aportar una sola palabra por temor a que se desate un problema mayor.
- Yo lo único que quiero decir es que...- comenzó a decir Ale.
- Ya está.- interrumpió Macarena.- No me interesa que digas nada. La noche ya quedó totalmente arruinada.- las lágrimas comenzaron a brotarle de los ojos.- Nunca pensamos que uno de nuestros mejores amigos iba a saltar así.
- Yo nunca pensé en hacer algo así, chicos, yo...
Pero ni Pache ni Maca dejaban hablar a Ale.
- Creo que la culpa no es del gordo, che.- agregó Bauti.- Me parece que estuvo mal toda la situación desde el principio.
- Ya no necesitamos hablar de nada más.- agregó Pache tomando a Maca de la mano. Luego se acercó a Ale y le palmeó la espalda.- Amigo, lo único que me interesa es que no sigas cagando la noche, y tampoco que te cagues la vida a vos mismo. Pensá en cómo estás actuando.
Los novios y Bauti entraron a la fiesta nuevamente, dejando a la pareja en soledad, mientras la bocacalle se llevaba las lágrimas de Malena.

Vera no lo superaba. No podía más contra ella misma y sus pensamientos horribles. Apenas entró el baño, se miró al espejo y lo escupió. Notó que había alguien dando vueltas por allí, así que rápidamente limpió el espejo con su brazo para que no vea nadie lo que había hecho. De uno de los cubículos del baño, salió una niña de seis o siete años, que era la prima más pequeña de Macarena. Vera le arrojó una sonrisa falsa, pero la niña la ignoró por completo.
La rubia se miró una vez más, y mientras observaba fijamente sus ojos ya despintados y algo cansados, por su mente comenzaron a atravesarse imágenes horribles que nunca iba a olvidar. La más fuerte de todas, no era el beso entre Nicolás y Rocío en la terraza de Bautista, sino cómo la había mirado él a su enemiga esta noche del casamiento. Vera se dio cuenta que la mirada de Nico había sido profunda, de una alegría inmensa por haber visto de nuevo a Rocío, y le dio la pauta de que nunca en la vida la había superado ni se perdonaría a sí mismo no haber intentado algo más en serio con ella.
Sin darse cuenta, las lágrimas rompieron en sus ojos sin parar un segundo. Intentó respirar hondo y calmarse, no sólo por si alguien entraba, sino también para que su maquillaje no siga corriéndose. Ingresó en un cubículo, trabó la puerta y se sentó en el inodoro porque escuchó que alguien estaba entrando.

- No soporto más nuestras peleas. No soporto más que me basurees, que me trates como una mierda. Yo sé que parezco una pelotuda todo el tiempo diciéndote que sí, pero me da miedo cómo vas a reaccionar porque todo el tiempo pienso que me vas a dejar, y que si no estoy con vos no voy a conseguir otro pibe, ¿entendés? Todo mi orgullo y dignidad te lo llevaste vos, ni hablar cómo sellaste esta noche diciéndome que soy una puta de mierda adelante de cien personas. Ésta vez no te lo voy a perdonar.
Ale se había prometido a sí mismo no llorar, pero se sentía realmente triste. Se sentó al lado de Malena en el umbral de una casa y la miró.
- No sé qué me pasa.- le dijo. Ni las palabra le salían.
- No eras así.
- No soy así, Male.- intentó acercarse a acariciarla, pero ella se corrió.
- O sí eras así, solamente que no lo sabías.
- ¡No!.- exclamó Ale.- Te juro que yo te amo.
Malena negó con la cabeza.
- Eso no es amor. Maltratar todo el tiempo no es amor. Los celos obsesivos de no dejarme poner una pollera no es amor. Que me persigas hasta Bariloche en mi viaje de egresados no es amor.
- Sí que es amor...
- No, es miedo a que te cague, es miedo a que otro hombre me pueda desear, es desconfianza en mí.
- Yo confío en vos, no confió en el resto.- le dijo Ale.
- ¡Esa frase hecha! ¿Quién te la enseñó? ¿Celeste cuando se fue Felipe a Estados Unidos?.- Malena se puso de pie.- Dejémonos de joder, Alejo. Ya no quiero pasarla mal. Ya no quiero que me trates así...Yo me lo tomo como que es algo normal y tranquilo, pero no. Ya me da miedo. Si no la corto ahora, va a terminar mal esto.
Alejandro se quedó callado y miró sus manos. Estaban secas y cortadas por la cantidad de veces que le pegaba a la pared luego de varias discusiones con Malena. Acto seguido, se miró en el reflejo de la puerta donde estaban sentados. Tenía los ojos cansados, ojeras, los cachetes ya no eran rosados como antes sino que tenía un color triste. La sonrisa se le había invertido y ya no era alegre sino deprimida. ¿Dónde había quedado lo que él realmente era? ¿Dónde está el romántico de las cartas secretas? ¿Dónde quedó el chico que amaba a Malena en silencio?.
- ¿Dónde quedaste, Alejo? ¿Qué pasó? ¿Qué nos pasó?.
- Soy un idiota.- dijo el gordo en voz baja, casi de manera inaudible.- Soy un idiota.- repitió para Malena pueda escuchar.
- Sí, sos un idiota.- afirmó ella.
- No sé qué me pasa, gorda.- mencionó él poniéndose de pie y acercándose a ella.- No soporto pensar en perderte.
- ¿Por qué pensás eso? No entiendo. Yo nunca te engañé, nunca me porté mal con vos. No sé qué motivos tenés para dudar de mí, Alejo.
- Estoy tan enamorado que hago todo mal.
- No es amor.
- ¡Sí es amor!.- exclamó él acercándose un poco más.- Y me condena el pasado que tenés, no me deja ser feliz ni pensar que sos solamente mía. Yo me hubiera muerto de ganas que tu primera vez sea conmigo, así como hice yo con vos.
- Ale, yo era distinta antes...
- Y yo soy distinto ahora. Sigo igual de enamorado que el primer día, pero no puedo evitar pensar en el tiempo que perdimos antes.
- ¡El pasado ya fue!.- gritó Malena.- ¿Por qué no enterrás todo eso y vivís el hoy? ¿Por qué no podés entender que te amo a vos, boludo?.
Alejandro se sentó de nuevo en el umbral y se agarró la cabeza con las manos, mirando al suelo.
- Le tengo miedo al abandono. Ya me abandonó mi viejo cuando era pibe, después Felipe que era re amigo mío cuando se fue a vivir allá y nos peleamos, ¿y ahora vos?.
- No te voy a abandonar, Alejo.
- Me dijiste que sí.
Malena se sentó al lado de él y le acarició la pierna mientras le hablaba cerca del rostro.
- Si seguimos así no vamos a poder ser felices, y yo quiero que la pasemos bien, que disfrutemos el amor que tenemos, y no maltratarnos y pelear todo el tiempo.- aclaró ella.- Pero también es fundamental la confianza. En toda relación pasa que si no hay confianza en el otro, nada vale y nada puede seguir bien. Quiero que vos entiendas que si yo quisiera estar con otra persona, o con muchos, te dejaría. No perdería tiempo en vos si yo quisiera hacer la mía. Y si te elijo todos los días, es porque sigo pensando que podemos volver a ser lo del principio, pero solamente si prometés confiar en mí y en darte cuenta que tengo ojos sólo para vos, mi amor.
- Perdoname, Male. Te amo. Te amo, reina. Te juro que te amo.- Ale repetía sus palabras una y otra vez, hasta que finalmente se besaron y sellaron una nueva etapa en su relación.
Nuevamente quedó confirmado que uno no sabe lo que tiene hasta que está a punto de perderlo. A Alejandro le pasó justamente eso, y a partir de ahora la relación cambiaría una vez más para ser la que fue en un principio hace varios años. 
Luego de hablar y quedarse un rato ahí sentados mirando el cielo y las estrellas, Ale y Malena no volvieron a entrar al salón. Prefirieron ir a caminar y después dormir juntos, abrazados, como hace tanto no hacían...

Maca y Pache se prometieron ambos mirándose a los ojos que continuarían la fiesta con total tranquilidad y la disfrutarían, ya que es una sola vez en la vida y vale la pena aprovecharla. Maca estaba bastante enojada con Alejandro, pero Pache intentó calmarla hasta que a los dos se les pasó el enojo, ya que a cualquiera le puede pasar un arranque de furia donde no piensa en las circunstancias, y como Ale fue tan buen amigo siempre con ambos, no querían echar todo a perder esa noche porque además no era una persona de mandarse esas cosas.

Finalmente y luego de reiterados intentos, Thiago se durmió. Bauti y Lautaro juntaron tres sillas, las pusieron pegadas una al lado de la otra y allí pudo recostar Celeste a su hijo. A partir de allí, ella pudo comenzar a disfrutar de la fiesta también.
Ver a Bauti y Celeste bailando apasionadamente, dándose besos tiernos y divirtiéndose era todo un espectáculo digno de ver.
"Ojalá algún día yo pueda conseguir una mujer tan buena como Celeste y ser un marido tan groso como Bauti", pensaba Lautaro desde la mesa mientras cuidaba del pequeño Thiago y observaba en otros sectores a posibles futuras novias de él.

Mientras se arreglaba el peinado mirándose al espejo, escuchó que alguien sollozaba en uno de los rincones del baño. "Ay, ¿quién será?", pensó ella. No sabía si acercarse a preguntar o no, pero prefirió arriesgarse.
- Hola, ¿hay alguien? ¿Estás bien?.- preguntó.
Vera reconoció esa voz en un segundo. Intentó cambiar la suya para que no la reconozca.
- Sí, sí.- contestó.
- ¿Segura?.- volvió a insistir la chica del otro lado de la puerta. Ya habían reconocido ambas la voz de la otra.- Dale, Vera, abrime.
Rocío la había encontrado. ¿Justo ella tenía que ser? ¿No podía aparecer Celeste con Thiaguito al menos? No, Rocío, la persona culpable de sus lárgimas, era quien estaba ahí, del otro lado de la puerta, esperando una respuesta.
- No, Rocío, dejame. Estoy bien.
- No, no estás bien. Te escuché llorar.- insistió la rubia.- ¿Querés que llame a Nico?.
- ¡No!.- gritó Vera.- No le digas nada a Nico.
- Entonces abrime a mí, sino lo voy a buscar.
- Boluda, no te metas. Te lo pido bien. De verdad. No te metas. Dejame tranquila.
Entre la puerta y el suelo había un espacio bastante considerable, suficiente para que por allí pueda pasar el cuerpo de Rocío. La rubia hizo eso. Se agachó y comenzó a arrastrarse para pasar y ver a Vera. Esta última no podía creer lo que estaba viendo...¡Ya no tenía escapatoria! Tenía que mentirle e inventar una excusa rápida.
Rocío se ubicó de cuclillas al lado de Vera, mientras la joven se sonaba la nariz y limpiaba las lágrimas de los ojos sentada en el inodoro.
- Bueno, mirá, me ensucié las rodillas por vos.- dijo Rochi señalándolas.- Sé que no somos amigas ni nada, pero da la casualidad que te encontré yo. Podés confiar en mí.
- No creo.- reprochó Vera.
- ¿Alguna vez conté algún secreto tuyo?.
Vera negó con la cabeza.
- Nunca te conté ninguno.
Ambas rieron.
- Es verdad.- reconoció Rocío.- Pero bueno, poneme a prueba ahora.
- No me siento cómoda hablando de esto con vos, Rocío.- Vera optó por sincerarse, al menos en ese punto.
- ¿Por qué no?.
- Porque te involucra.
Rocío abrió los ojos, sorprendida. No tenía idea de todo lo que Vera pensaba y cómo la atormentaba el hecho de la historia de ella con Nicolás en un pasado.
- Te la hago corta. Me duele compartir lugares o eventos con vos. Me molesta. Me hace mal, pero no porque me caigas mal o algo, sino porque me duele tu historia con Nico. Me lastima pensar lo enamorado que estuvo alguna vez.
Vera se sorprendió de la actitud de Rocío quien, después de sus palabras, comenzó a reír desaforadamente.
- ¡No podés ser tan tonta, eh! Dale, Veri, entre Nico y yo fue re mínimo lo que pasó. De verdad yo no siento nada por él, y él ya no siente nada por mí. Fue un capricho de pendejos, nada más. Yo estoy re mil enamorada de Santi, él de mí, y vos hacés una pareja hermosa con Nico que también se los ve que se aman un montón. A mí vos me caés re bien, no me gusta uqe me tengas bronca o algo así.
A Vera realmente la reconfortaron estas palabras y la hicieron sentir mucho mejor. Se dieron un abrazo corto, se acomodaron la ropa mutuamente, se maquillaron juntas y se dispusieron a ir a bailar las dos para limar asperezas.
Cuando salieron del baño, Vera iba caminando y Rocío se encontraba unos pasos más adelante que ella. En un momento, se volteó para ver a Vera y preguntarle si se había arreglado bien el rouge. En su caminada para atrás, chocó con Nicolás que iba llevando una botella de vino a la mesa, que cayó en mil pedazos y salpicó a ambos, como aquella primera vez en el Álamo.
Los dos se miraron, como hacía mucho tiempo no se miraban. Ambos recordaron lo pendiente que había quedado de su amor, lo mucho que se habían querido en poco tiempo y las aventuras que vivieron juntos. Cada uno eligió un rumbo distinto y una pareja diferente. Pero los dos se engañaban a sí mismos, sabían que no eran felices del todo y que no estaban perdidamente enamorados de Vera y Santino, aunque los apreciaban mucho. Rocío comprendió que todo lo que le dijo a Vera en el baño era mentira, y que nunca se extinguiría la conexión entre Nicolás y ella. Él, por su parte, se apenó por no haber reaccionado antes, pero luego vio detrás a Vera, quien lo soportó en los buenos y malos momentos, quien lo impulsa a concretar sus sueños, quien lo ama con locura y como ninguna otra mujer lo va a querer. Luego Rocío prestó atención a Santino, que venía caminando a buscarla para bailar. Se dio cuenta que lo conoció de la manera más inesperada, pero se convirtió en una persona que la hizo cambiar, madurar y recapacitar muchísimas cosas, sumado a que tenía una vida hermosa junto a él y la hacía crecer mucho como persona y también laboralmente.
Nicolás y Rocío volvieron a mirarse. Se sonrieron mutuamente, y sin decirse nada, se dieron un abrazo. Vera quedó inmute, sin poder moverse, y Santino continuaba dirigiéndose hacia ellos.
El abrazo entre Nicolás y Rocío significaba un agradecimiento de parte de los dos.
- Gracias por no haberme dado bola cuando tendría que haber sido.- dijo él.
- Gracias por haberme hecho conocer a Santi.- duplicó ella.
Santino interrumpió la escena sonriéndole a Nico y tomándola de la mano a Rocío.
- ¿Vamos a bailar, amor?.
- Sí.
- La próxima vez que bailemos esta canción seguramente estemos en París.
Y se alejaron...
Nicolás fue corriendo a donde estaba Vera, la levantó a upa y la besó fuertemente.
- Gracias, mi amor, gracias.- repetía Nico una y otra vez.
Vera no entendía nada.
- ¿Gracias por qué?.
- Gracias por ser quien sos.
Ella lo abrazó y lo miró fijo.
- Siempre voy a tener miedo a que me dejes por Rocío.
- ¿Sabés qué, Verola?.- le dijo Nico.- Con Rocío puede ser que haya conocido el amor, pero con vos lo empecé a entender.

FIN

Creer es crear

Creo. 
Creo que creer es crear.
Creo en mis creencias. 
Creo en mis convicciones.
Creo en las expectativas que alguna vez creé en mi mente, y llevé a ser realidad. 
Creo en las que quedan por plasmar.
Creo en tu voz.
Creo en la música. 
Creo en mi guitarra. 
Creo en la melodía que me activa.
Creo en tu respiración a un ritmo pausado, que contradice tu andar acelerado.
Creo en el privilegio de chocar con tu ser.
Creo en la risa como revolución.
Creo en una sonrisa frente a cualquier agonía.
Creo en tu abrazo traduciendo la empatía.
Creo en tu mano, y te estiro la mía.
Creo en el aire puro que queda sin contaminar.
Creo en la lluvia, en el sol, en la noche, en el día, y en la vida.
Creo en la naturaleza.
Creo que todo lo que nace, puede florecer.
Creo que lo que muere, en alguna parte puede volver a nacer.
Creo que preguntarnos por qué, es el primer paso. 
Creo en la búsqueda de la libertad.
No creo en tu riqueza ni creo en tu pobreza. 
Creo en crear para cambiar la realidad.
No creo en la falsa educación que promueve la ignorancia. 
Creo que este trazo es el mejor arma, y por eso escribo.
Creo más en tu silencio que en tu despilfarro de promesas; pero creo en tu palabra cuando acompaña tu mirada.
Creo en tu grito para que allá arriba no se olviden lo que pasa; y grito con vos.
Creo en tu voluntad, y creo la mía.
Creo en tu andar, creo en tu marcha voluntaria. 
Creo en tu fuerza, y camino con vos.
Creo en cruzar las fronteras.
Creo en plural. 
Creo en nuevas formas.
Creo en la diversidad.
Creo en el festejo más que en el padecimiento.
Creo en vivir más que en sobrevivir.
Creo que creer es la mejor manera de empezar.
Creo que creer en mis creencias, conlleva a mis creaciones.
Creo en la importancia de creer en hoy, para creer en mañana
Creo que comprender lo que somos es fundamental para crear lo que podemos ser.
Creo mis ideas, y por ellas sigo. 
Creo en mis ganas de soñar un poquito más.
Creo que algún día, no sé cuándo será, en un mundo mejor nos podemos despertar.


@Incredulas - 28/06/15

sábado, 27 de junio de 2015

Inmortal

Hay una parte de vos que no encaja, no encuentra la sintonía. Estás, pero no estás. Sos tu sombra, no te alcanzás en los pasos, o la ansiedad de querer hacer todo te clava en la duda y caés en la quietud. El espejo te devuelve una imagen vacía, en blanco y negro. Sos pero no sos. Perdiste el brillo. Perdiste las ganas. Perdiste el incentivo. Te perdiste.
Pero esta historia ya la conocés. Y aunque por eso tu bronca aumenta, sabés que cuando tocás fondo, sólo queda mirar al cielo, porque tu estrella sigue ahí y nunca te abandonó, porque de tanto perder, sólo queda encontrarte y ganar.
Sí, los errores pesan. La culpa y los reproches siguen ahí, firmes, esperando la caída. Tuviste la gloria en tus manos y la dejaste escapar. El dolor se transformó en bronca, después en enojo, pero ese enojo se volverá sabiduría. Y esas tristezas, las malas experiencias, son las anécdotas del futuro. Y en ese futuro vas a caer de pie. O volar de pie.
El sueño se disfrazó de pesadilla, pero no te resignes y seguí soñando. Buscale la vuelta y volvé a empezar. Encontrate en las palabras que fueron un impulso en el pasado, en las frases que son un estandarte, tu presente más puro. Acordate que vivir vale más que sobrevivir, que en la risa está la cura, y que la amargura es la prisión del alma. Hoy te buscás en el reflejo del pasado porque el presente es una ilusión rota, pero, en el fondo, sabés que mañana es mejor, que las ideas viejas se renuevan, y siempre aparecen otras que divagan por las noches, se hacen amigas de la imaginación, le permiten la sensibilidad al corazón y se liberan de los miedos, de los prejuicios, de los límites absurdos. Ya se cansaron de andar con miedo, de percibir con recelo. Y así, te permitís soñar en colores. Y respirás, aunque a veces cueste un poco. Y sonreís, porque la sonrisa no te permitís perderla. Y soltás esos errores que no te dejan avanzar, y abrazás el ahora, que te lleva hasta la eternidad, sin darte cuenta. Y de repente, las tonalidades del espejo se vuelven más cálidas, y aparecen otras por descubrir.
Podés ser el sol. Podés ser la luna. Podés ser estrella o una hoja volando en el viento. Podés dibujar esa historia que no está escrita. Podés acercarte a tu verdad hasta sentir esa inmortalidad que hoy te hace resurgir y sentir que podés hacer todo...Y volver a dar la vida por esa vida que querés vivir.


@Incredulas - 27/06/15

viernes, 26 de junio de 2015

Nuevos desafíos

Una vez alguien me dijo que no siempre en la vida se hace lo que uno quiere o desea, que a veces la vida te pone sus reglas por diferentes factores que la van afectando y cambiando a diario por más mínimos que sean. 
Cada hecho y cada decisión tiene consecuencias, ya sean hermosas o difíciles, pero lo que siempre tuve en claro fue que jamás en la vida bajaría los brazos y jamás iba a rendirme. Siempre me prometí amar y cuidar a las personas que me demostrarían que siempre estarían a mi lado en las buenas y en las malas. Por suerte esa gente sigue conmigo y los elijo día a día de mi vida...
Cada nueva etapa de la vida te presenta nuevos desafíos y nuevas cosas para disfrutar. Lo único que queda en vos es explorar todo eso y aprender a vivir con ello, y sobretodo (y jamás olvidar), ser feliz con cada una de esas cosas y con la gente que verdaderamente te ama y lo demuestra a diario. Por suerte, yo estoy llena de ellos.
Jamás hay que mirar atrás, siempre adelante y llena de esperanza, ¡los que verdaderamente te aman, jamás te soltarán la mano!.
Gracias a la vida misma por presentarme todo este nuevo mundo y mostrarme quién realmente merece estar en mi vida junto a mí en todas y quién ya no va a tener lugar en la misma. ¡Soy feliz y lo digo íntegramente y de forma completa por fin! Queda en cada uno buscar el camino que lleva a la felicidad.


@Incredulas - 26/06/15

jueves, 25 de junio de 2015

Encontrarte

A veces, busco encontrarte. Paso cerca de los lugares donde podés estar: cerca de tu casa, cerca de tu colegio, cerca del club, etcétera...Siempre con la ilusión de verte aunque ya no te importe, aunque cuando me veas me ignores, aunque cruzarte conmigo te de igual. Sin embargo, nunca me pasa, nunca te veo, nunca te cruzo. ¿Será que lo busco tanto que ya no funciona? No es que yo quiera forzar el destino, pero inconscientemente trato de buscarte por todos lados, lados en los que claramente no te encuentro. Es más probable verte en lugares donde ninguno de los dos va frecuentemente, a encontrarte afuera de tu casa.
Lo nuestro fue hace mucho tiempo, supongo que ya no pensás en mí. Es más, no sé si te acordarás de que en algún momento tuvimos algo. Vos estás haciendo tu vida, yo estoy haciendo la mía, pero siempre pensando en vos. 
Cada pibe con el que estoy lo comparo con vos, cada vez que alguien me besa, me abraza o me dice cosas lindas, pienso en vos...Pienso en qué pasaría si vos me las dijeras.
Es difícil tener que olvidarte, sobre todo después de todo lo que significó nuestra relación para mí. Para vos capaz que fui una piba más (aunque a veces me gusta pensar que fui importante para vos, como vos fuiste para mí), capaz que solamente era una distracción, algo para pasar el tiempo. Sé que no llegaste a quererme ni la mitad de lo que yo te quise, sé que cuando te decía "te quiero", me decías "yo también", pero era todo una mentira. En el momento sabía que me estabas mintiendo, pero estaba ciega. Ciega y enamorada. No me quería dar cuenta que en realidad no sentías nada por mí.
Hoy te sigo esperando, hoy no te puedo olvidar, pero sé que más adelante, cuando ya definitivamente no me quede ninguna chance con vos, voy a querer olvidarte y lo voy a lograr. El problema no es que no te pueda superar, el problema es que no te quiero superar
Por ahí escribir este texto es el punta pie inicial para lograr superarte, porque, sinceramente, después de todo lo que pasó, no te merecés que yo siga así de enganchada con vos.
Pase lo que pase, te pueda superar o no...Siempre, consciente o inconscientemente, voy a tratar de cruzarte. Porque por más de que te supere, te olvide o no te quiera ver, nunca voy a perder la esperanza de que me veas y quieras volver a mí.


@Incredulas - 25/06/15

martes, 23 de junio de 2015

Perdidos en la niebla

Pasaron meses de la última vez que se hablaron, meses desde el día en que todo terminó, en que los dos decidían hacer su vida en otro lado, buscar otro camino, dejando que el destino decida si se volverían a encontrar o no...
Ese día, ella no estaba bien, tenía miles de cosas en la cabeza y una de ellas era él. ¿Cómo fue que pasó todo tan rápido? ¿Por qué nadie tiene una explicación de cómo terminó todo? ¿Por qué, si eran las personas más felices del mundo, terminó todo así? Esas eran dudas de ella, buscaba entender el por qué: por qué él no está más en su vida, por qué se fue así de golpe, por qué desde ese día no estuvieron ni hablaron nunca más. Era una duda tras otra...Estaba tan mambeada que no podía dormir, así que decidió poner un poco de música y hacerse un té, cuando le sonó el celular.
- Hola, ¿cómo andas? Tanto tiempo...¿no?.
Al leer esto, no sabía qué hacer, no sabía si contestarle o no. ¿Qué buscaba? ¿Por qué después de tanto tiempo le volvía a hablar como si nada? Optó simplemente por contestarle normal.
La conversación fue como siempre, ninguno de los dos sacaba el tema de su ruptura, aunque tampoco ninguno entendía qué pasó. Parecía que él, sólo con hablar con ella por WhatsApp, sabía qué le pasaba, sabía lo que sentía y que no estaba todo bien. Y sí, después de todo lo que pasaron juntos, no era tan difícil notar cuando al otro le pasaba algo. Sin decirle o preguntarle nada, la contenía. 
Ella sabía leer entre líneas cada palabra de él, lo que quería decir, a qué se refería y cómo quería ayudarla. Sin embargo, decidió omitir eso y seguir la conversación de manera normal. Hablaron dos o tres horas de sus vidas, la facultad, el trabajo, el deporte, la música, todo...Pero, en ningún momento hablaron del tema que le importaba a los dos: ¿Qué pasó?. Supongo que les daba miedo preguntar o saber qué sentía el otro, era mejor dejar todo así, total terminaron en buenos términos y sigue habiendo buena onda...Concluyó la conversación con ella diciéndole que se iba a dormir, muriéndose de ganas por quedarse, pero a la vez muerta de miedo. Él la despidió normal, pero también queriendo desesperadamente que no se vaya.
Y así siguieron, cada uno por su lado. No sabemos si esta historia sigue, no sabemos si volverán a verse o hablar. Lo único que sabemos es que los dos se mueren de ganas de arreglar las cosas, pero por miedo no lo hacen. Prefieren vivir con el miedo de hablar con el otro, a vivir con el vacío y el dolor de perderse para siempre.


@Incredulas - 23/06/15

lunes, 22 de junio de 2015

Veganismo

Les generamos rechazo, dicen que somos extremistas y locos, que el ciclo de la vida implica avalar, aunque indirectamente, el Holocausto animal. Miran hacia otro lado, porque no podrían soportar saber la crueldad y al mismo tiempo seguir llevando adelante una dieta que incluya alimentos de origen animal. Dicen que están bien de salud, y desde una simple gripe hasta el cáncer más incurable están asociados al consumo de estos alimentos. 
Siempre habrá una excusa. Y lo más difícil para nosotros es convivir en una sociedad tan cegada y a la defensiva que se jacta de saber de nutrición y no saben qué es una proteína. Venimos con un cambio de paradigma promoviendo una transformación masiva. Creen que el problema del agua se soluciona con algo tan superficial como cerrar la canilla cuando la industria láctea y cárnica agota la mitad del agua mundial. Creen en las publicidades de estas mismas industrias alegando que ofrecen productos sanos y nutritivos, y es totalmente lo contrario. No es natural, no es el ciclo de la vida, no es fisiológico, no es producto del pasado depredador del humano, no hay excusa. No hay motivo más que por gusto, pero ante ese se impondrá siempre la frase "que la gula del paladar no supere la bondad del corazón". Salgamos de la zona de confort, terminemos con las tradiciones que se sostienen a costa de la agonía, los gritos y el miedo de otros que querían vivir y fueron torturados. Las vacas pueden morir de infartos durante su traslado ante el grado de estrés. Las tienen unos días más afuera antes de terminar con su vida en el matadero para que se "relaje" y la mercadería sea mejor, para que te deleites y juzgues la carne por tierna o dura, producto de la adrenalina y el miedo a morir que saben es su destino. Las cuelgan boca abajo y las cortajean mientras las demás ven el horror que les depara. Si sufren cuando le sacan la leche, si sufren las gallinas...¿Cómo creen que adoctrinan a los animales de acuario o circo? ¿Cómo creen que tratan a los animales del zoo? ¿Cómo creen que se obtiene la piel animal? ¿Cómo creen que esquilan a las ovejas? Pongan en cada caso a un humano en su lugar. ¿Te comportarías pasivamente? ¿Seguirías regodeándote con tu comida sin culpa? ¿Seguirías siendo cómplice de su asesinato de cada segundo? Sí sufren. 
¿Les parece ético seguir hablando con tanta liviandad? Si un violador abusa de una mujer saltan todos, ¿acaso no es exactamente lo mismo la crueldad animal? ¿Quiénes somos o quiénes nos creemos como para sentirnos superiores? Antes decían que acabaría algún día la esclavitud, y los demás se reían. Nosotros estamos convencidos de que algún día el mundo será vegano. Hoy se ríen, mañana no se van a reír más. No es ni más difícil ni más caro ni conlleva más tiempo. Es descubrir un mundo nuevo de comidas y sobre todo, ser consciente. Nadie nace vegano. Volvamos a nacer. Impulsemos la nueva generación. Una nueva era de paz, compasión y justicia.


@Incredulas - 22/06/15

domingo, 21 de junio de 2015

Mi ejemplo de vida

Quien me bañó al nacer, quien me llevaba a caballito siempre que estábamos volviendo a casa, quien se acostaba conmigo y me contaba cuentos improvisados porque los de los libros no me hacían imaginar tanto como los suyos, quien se disfrazaba para mis cumpleaños, quien jugaba conmigo al juego que sea con tal de verme sonreír, quien me llevaba del sillón a la cama cuando me quedaba dormida, quien siempre que salíamos me tomaba de la mano y, cuando yo le pedía, me compraba un helado, quien sin importar cuánto me costaba dormir a veces, él se quedaba al lado mío siempre, quien se preocupa cada vez que estoy enferma, a quien le brillan los ojos cuando me ve, quien se siente orgulloso de mis logros, aunque no lo demuestre, quien me abraza como si nunca más me volviera a ver, quien me pide masajes, quien, a pesar de su edad, quiere seguir jugando conmigo, aunque al otro día termine adolorido.
Quien en aguas abiertas, cuando me tiro a nadar, con más de mil personas en el agua, él me busca, y camina por la parte de afuera, gritándome para que no deje de patalear y de brazear, sin importar si son dos mil, dos mil seiscientos o tres mil metros, él esta afuera, al lado mío, siguiendo mi ritmo, no dejándome ahogar.
Él me limpia el alma, y aunque muchas veces me hace llorar cuando discutimos, sé que mi vida sin él no sería la misma, porque cuando se va lo extraño, y cuando está no quiero que se vaya, porque quiero que sea eterno mi viejo.
Porque él sufrió toda su vida, porque con sus sesenta y dos años me sigue amando como el primer día, porque él empezó a trabajar a los trece años, salvando a su propia familia, la que hoy ya no está, porque él fue quien llevó siempre el pan a la mesa, porque él siempre fue humilde, porque él estuvo mucho tiempo solo, sin nadie, y la pareja que algún día tuvo, no supo llenar esa soledad...Hasta que apareció mi madre, su salvación, apareciendo en el momento que tenía que ser...Un año después, llegué yo. Y así está: parado, vivo, siendo feliz, luchando todos los días, ganándose el cielo siendo buen ciudadano, buen padre y buen marido. Porque mi papá todos los días le aporta algo al mundo, aunque el mundo no lo sepa. Y porque hoy, él puede decir que es feliz con una familia que lo apoya y lo ama.
Es el claro ejemplo en el que sabemos que en la vida hay que sufrir, que en la vida gastás tiempo con personas equivocadas hasta que llega la indicada, que con el tiempo tener todo lo que siempre quisiste, y a una mujer que te dio de todo. Una persona que aunque no trabaje un día, se levanta temprano igual para disfrutar la mañana, quien admira las maravillas del mundo, y una persona que debería ser imitada por todos. 
Sin importar tu carácter un poco parecido al mío, la vida debería estar llena de personas como vos...Y recuerdo el día en el que tuve que escribir en primaria quién era mi héroe, y donde muchos se reflejaron en personas famosas, y yo escribí sobre vos, sobre tu vida, sobre tus sentimientos y sobre tu personalidad.
Mi héroe sos vos y eso va a ser por el resto de mi vida, y mucho mas allá de la muerte. Mis futuros hijos y nietos van a saber de vos y siempre te voy a recordar. Quiero que seas eterno dentro de mi corazón.
Te abrazo todos los días, te mimo todos los días, te peleo todos los días, porque cumplís hasta el rol de hermano que no tuve. Sos el hombre que más me ama en este mundo, y sé que jamás me vas a dejar caer. Te amo, papá. Feliz día, todos los días.


@Incredulas - 21/06/15

sábado, 20 de junio de 2015

Volvamos a encontrarnos

No me importa qué hayas hecho, qué hagas o vayas a hacer. 
No me importa cuánto bebas o fumes.
No me importa cuánto tiempo inviertas sentado ayudando a otras personas.
Siempre estuve orgulloso de vos, de cómo ves lo bueno en las personas, a pesar de las cosas malas que éstas puedan hacer, de cómo practicás y te esmerás demasiado para conseguir algo, hasta para crear un texto. Siempre voy a admirar cómo un chico de tu edad lucha tanto por su futuro, la habilidad que tenés para escribir, amar y expresarte en cuerpo y alma, ser una persona con la pasión y dedicación tan grande que poseés.
Sé que a esa persona que amo no le gustaría verme como estoy ahora, y te prometo salir adelante con el tiempo, alejarme de todas las tonterías que me hagan daño o me provoquen llanto y dolor.
Voy a extrañar cada sonido que emanabas de tu boca, cada gesto que expresabas con tu rostro y tus ademanes.
Por ese amor que nos tuvimos voy a luchar y tratar de salir de esto, porque, aunque ya no me quieras, sé que querrías lo mejor para mí, por eso te amé tanto como lo hice.
Perdón por cada lágrima que soltaste por mí, por cada momento que dejaste pasar por enviarme un mensaje o estar conmigo. Perdón por cada cosa que haya hecho o dicho.
Sé que jamas vas a leer esto, por ese mismo motivo es que lo leo en voz alta mientras escribo, porque quiero que una parte tuya sienta que sí.
Si tenía anillos para nosotros...
Si tenía la lista de libros de Ray Bradbury para regalarte en tu cumpleaños...
Si me importó cada cosa que me dijiste...
Cada lágrima que derramaste me partía el alma. Cada vez que decías que no tenías plata, quería darte todo lo que tenía. Cuando decías que querías más ropa, quería llevarte a todos los lugares para darte la que quisieras. Cuando me enviabas audios estudiando, los escuchaba de principio a fin, sólo para escuchar tu voz.
Gracias. Gracias por ser la mejor etapa de mi vida.
Me diste amor, cariño, protección, inspiración...Me diste fuerzas para luchar más duro por mis metas y no rendirme tan fácilmente.
Gracias por impulsarme en lo que hago, no sabés cuánto te lo agradezco.
Gracias por haber luchado tanto por nosotros.
Gracias por compartir series conmigo.
Gracias por corregirme siempre.
Te amo y admiro con todo mi ser y ruego a Dios que te ilumine y  te de todo en la vida. Sos un ángel, poesía en movimiento y arte en vida. Deseo que seas el mejor alumno, profesor, padre y esposo que exista.
Te dejare ir de mi vida cuando logre dormir, y si logro despertar, prometo que sera un nuevo día y camino.
Siempre te voy a estar cuidando, no importa qué tan duro sea, vas a conseguirlo.
Te amo y amo a tu familia, la familia más unida que conozco y que tuve. Gracias por ello también.
Me hacías más hermoso, mas bailarina y más cantante. Me hacías todo y feliz.
No importa lo que pienses, yo ya te perdoné y ruego a Dios que me perdones vos a mí ahora.
Buenas noches. Besos...I will always find you...


@Incredulas - 20/06/15

viernes, 19 de junio de 2015

El chico de los ojos tristes

Colectivo 7 ramal Retiro-Medina. 13:45 horas. Hoy.
Venía muy tranquila con mis auriculares puestos escuchando Soda Stéreo. En medio de un intento de videoclip imaginario, miré por la ventana y me creí un poco ser Gustavo Cerati durante cinco segundos, mientras sonaba de fondo "Prófugos".
"Somos cómplices los dos...Al menos sé que huyo porque amo", y me di cuenta que estas palabras las dejé salir levemente, por lo que el joven sentado a mi lado sonrió un poco. Continué escuchando la canción atentamente, y el colectivo llegó a Avenida La Plata y Directorio. Puerta del Colegio Calasanz, uno de los más caros de la zona. Cientos de chicos salían rápidamente de la institución, al encuentro con sus padres o con demás amigos para irse caminando juntos en esta tarde fría de julio. Sabían que en sus casas los esperaba una sopa bien caliente hecha por mamá, y después una siesta de alrededor de tres o cuatro horas.
La canción de Soda estaba llegando a su fin, pero no aguardé a terminarla, ya que hubo una situación un tanto desagradable que me tocó presenciar.
Se subieron dos chicas de alrededor de catorce años, con el uniforme (medias azules, pollera tableada, camisa, sweater también azul y una campera impermeable). Ambas tenían el pelo atado en una colita, y se la acomodaban a cada rato. Entre ellas cuchicheaban, se reían y observaban quién de su escuela subía al colectivo. Noté que una de las dos se sonrojó cuando subieron tres chicos. ¿Cuál le gustará locamente? ¿El rubio de ojos verdes con aparatos? ¿El de la sonrisa hermosa, bien morocho y alto? ¿O le gustará el más flaquito de los tres, con unas pestañas hermosas que lanzaban una mirada penetrante? De lo que yo me di cuenta enseguida, era que a esta chica no le gustaba el cuarto chico que subió, el último. Tenía ojos tristes, y también algo cansados. Era algo rellenito, pero aún así tenía unas facciones muy lindas en su rostro. Era un chico bonito, al igual que los otros tres, quienes se ubicaron casi al final del colectivo, y el cuarto se quedó parado agarrado de uno de los bordes cerca de la puerta de atrás. Todos tenían alrededor de catorce años, mientras que el chico de los ojos tristes tenía doce o quizás trece.
Inmediatamente me di cuenta que, sin quererlo, le había puesto pausa a mi reproductor de música. Atenta, me puse a ver lo que estaba pasando en el colectivo.
Por un lado estaban las dos chicas que hablaban en voz baja, diciéndose cosas y mirando de reojo a los tres chicos de atrás quienes hablaban entre ellos sobre la sanción que habían recibido ese día por hacer lío en clase. "Esa profesora es una pelotuda", dijo uno. "Sí, alta forra", respondió otro. Enseguida pensé que vendría una catarata de insultos a la maestra, pero cambiaron rápidamente de tema y se pusieron a hablar de su curso en general, con malas palabras comunes, nada agresivos. El chico de los ojos tristes sacó de su bolsillo un celular alto viejo, de esos que venían con tapita y tenían sonidos polifónicos, ¿los recuerdan? Bueno, empezó a sonar, por lo que atendió. De repente, los tres chicos del fondo se transformaron, empezaron a reírse del celular del chico de los ojos tristes. Lo imitaban hablando por teléfono de una manera dolorosa, incluso me molestaba a mí su actitud. El chico de los ojos tristes hablaba cada vez más bajito para no recibir las burlas, pero los chicos del fondo continuaban y, por supuesto, la enamorada junto con su amiga le festejaban los chistes. Seguramente los chicos del fondo eran los más capos del colegio, los que la tenían recontra clara y nadie les decía nada, porque ellos tenían la posta de todo...
Mientras el chico de los ojos tristes hablaba, uno de los tres del fondo se levantó, tocó timbre y se volvió a sentar. El colectivero paró y abrió la puerta, pensando que quien se bajaba era el chico de los ojos tristes, ya que estaba parado al lado de la puerta. El muchachito le hizo gesto de que no iba a bajar, y el colectivero le dijo: "¿Y para qué tocás timbre, hermano?". El chico de los ojos tristes no respondió, y se corrió aún más de la puerta, observando al trío del fondo riéndose de él constantemente. Las burlas no cesaban, pero nadie en el colectivo hacía nada.
Las dos chicas bajaron, y el trío se transformó en un dúo. Cuando se iba a bajar el anteúltimo, antes de hacerlo le pateó la mochila al chico de los ojos tristes y bajó rápidamente, dirigiéndose a su casa.
Finalmente, el trío se convirtió en una pelea de uno contra uno. El chico de los ojos tristes continuaba ignorando, mirando por la ventana. Incluso en un momento me observó a mí, y yo lo miré dedicándole una de mis más gratas sonrisas, de las que me gusta ofrecer. El chico me sonrió también, y pensé si quizá esa era la primer sonrisa en mucho tiempo...
El joven del trío que había quedado, ya no tenía tanto poder sin sus secuaces. Se quedó callado, sentado, esperando llegar a destino cuanto antes, porque notó mi mirada fulminante, y notó también que sin sus amigos no era tan poderoso ni tan macho como creía.
El chico de los ojos tristes tocó timbre. Al bajarse, el colectivo seguía parado a causa de un semáforo en rojo. Lo vi alejarse, y en la esquina de no sé qué calles, estaba su mamá esperándolo. Le dio un abrazo fuerte, le había llevado también otra campera por el frío que hacía y se dirigieron ambos a su casa para almorzar juntos como todos los días.
En ese momento, cuando el colectivo arrancó por la luz verde, sentí bronca. Bronca y dolor. Bronca porque seguramente yo habré herido así a algún compañero en la secundaria. Bronca por no poder defender al chico de los ojos tristes. Bronca por tener que ver un chico con ojos tristes. Bronca porque los más forros, son los que más capos son para la sociedad de su misma edad, cuando en realidad no son más que unos pelotudos púberes, que se creen que por burlar al otro les crece más el pito. Y después las dos chicas, que seguramente en sus casas se jactan de no faltar el respeto y ser unas señoritas, pero bien que se reían del chico del ojos tristes. Nadie es ejemplo de nada en este mundo. ¿Cuál es el problema si a ese joven lo va a buscar su mamá a la parada con una campera por el frío? ¡Cómo me gustaría que mi vieja no laburara todo el día así me puede ir a recibir y comer juntas todos los mediodías! ¿Cuál es el drama si aquel chico no tiene el celular último modelo? ¿Eso lo hace mejor o peor persona? Que vaya a colegio privado no quiere decir que sea millonario o tenga plata...Uno no sabe el esfuerzo que los padres hacen en la casa para pagarle el colegio, y quizá por eso no le pueden dar un celular mejor. Pero yo sé que el chico de los ojos tristes va a ser mucho más feliz y capaz de amar que ese trío de hienas al acecho que solamente saben atacar y delirar a los que consideran ser los más débiles.
Y quiero decirte a vos, chico de los ojos tristes, que nunca te dejes vencer, que no tengas miedo a plantarte y hacerte respetar, porque estoy segura que les podés dar una lección de vida a esos pendejos que no saben otra cosa que atormentarte las mañanas en el colegio. Espero cruzarte otro día en el colectivo a esa misma hora, el mismo día, con la misma temperatura y la misma sonrisa que me devolviste, pero esta vez con los ojos felices.


@Incredulas - 19/06/15

jueves, 18 de junio de 2015

Esto es arte

¿Qué es el arte?...¿O qué suponemos que es? Expresión de ideas, sentimientos, vida real, significado de la vida...¿Qué es todo esto? Creo que es una palabra muy corta para el mundo que envuelve. Deberíamos hacer un parate y fijarnos en nuestra propia definición.
Algunos dirán que no existe, otros la definirán como algo insulso. Para mí el arte es la vida, esa suma de potenciales que te llevan a algún lugar que no encontrás en otro, esas ganas de vivir, esa presencia autóctona de cada ser...Todos formamos parte del arte.
El arte es algo que nosotros hacemos, es algo que existe gracias a nosotros. El arte no envuelve al mundo de la pintura, de la escultura, de la actuación, etétera, sino que lo es todo. El mundo es arte, el amor también lo es, el vivir al fin de cuentas.
"¿Qué es vivir del arte? Poderío de capital gracias a una expresión". Creo que no es correcto. Nosotros vivimos del arte porque el arte vive dentro nuestro, es el punto más amplio de nuestro imaginario, el esplendor de nuestro ser, millones de partículas explotando al mismo momento, una suma de sentimientos inexplicables que me hacen ser, que elaboran mis ideales de formas inalcanzables, que potencian mi mente y mi cuerpo en uno.
Gracias a ella puedo vivir como me gusta, es un mundo del que siempre forme parte, es mi mundo, mi arte, mi vida y eso agrupa placeres, sufrimiento, y diversos sentimientos.
¿Qué sería de mí sin esa expresión permanente? El arte me libera, soy parte del viento con ella, soy parte del fuego, del agua, de la tierra que piso, y de mi propio ser...
Agradezco a este bello mundo y al arte, que me regaló esta tierra, por favor no la pisoteemos porque millones de personas en este momento están tratando de ocupar un lugar en ella.
Y para eso estamos los artistas, para hacer de nosotros y de los demás un mundo propio un mundo distinto, en donde rige sólo una ley: ser libre.


@Incredulas - 18/06/15

martes, 16 de junio de 2015

Tomarse un tiempo

Moviéndome, dedo, músculos, la sangre corre por mis venas a medida que el sonido fluye a un determinado ritmo. La música que mis sentidos captan hace volver un paraíso interminable a mi pensar, a mi fluir, a mi mente, a mis sentidos propios. Momentos de tranquilidad, de exaltación, de desesperación.
El retumbar de las teclas del piano, esos sonidos innumerablemente hermosos que hacen descansar el alma, que filtran la conciencia hacia otro lugar, que hacen ponerte la piel de gallina, cosas que sólo logra la música...En una fracción de segundo estás en el mejor estado de toda tu vida, una nota que te llegó a un lugar muy profundo, una suma de compases que torna tus pensamiento hacia un lugar lejano y calmo.
Momentos de reflexión que se disfrutan porque uno no siente que está reflexionando, siente que está en algún estado de trance con eso que escucha que fluye con esa música, ese momento es nuestro, sólo nuestro, y sin saberlo uno reflexiona y no se da cuenta. Los ojos se me llenan de lágrimas, pero de esas lágrimas que uno disfruta, no de las lágrimas que duelen profundamente en el pecho.
Y te quedás dura, tus latidos van a compás con la música, se adaptan a eso que escuchás, y eso marca tus sentimientos, tus sentidos, tus minutos de vida en ese hermoso momento que muy pocas veces uno disfruta, no se puede explicar la hermosura de ese sentimiento, la pasión que contiene dentro.
Es todo muy hermoso, estoy en otro lugar, ya no estoy en este sillón en el que descansa mi cuerpo estoy por encima de él, por encima de todo, abriendo mi mente más y más gracias a este incomparable sentimiento, y acá vivo contenta, feliz, viva, completamente viva, sintiendo cada paso que doy en este mundo, sintiendo cada centímetro de piel de mi cuerpo sonrojarse como de chica alguna vez lo hice por algún amor, o por algún tipo de vergüenza. Es volver a la inocencia desde acá, desde la completa verdad, a la que todos estamos encadenados...Sé que no se puede soltar esa cadena, pero con esto puedo alargarla cada vez más y puedo salir un poco más afuera de esto. Yo no niego las verdades, busco las posibilidades de cambiarlas, mínimamente, por un momento. Todos deberíamos hacerlo: imaginemos un mundo entero en el que todos sus habitantes se tomaran un tiempo como este, todo cambiaría, todo sería realmente todo, no la nada como suele ser, o como suele percibirse.
Busquemos una solución, no es difícil, sólo basta con sentarse unos pocos minutos a escuchar, escuchar el aire, la tierra, la naturaleza, los sonidos más lindos que uno puede llegar a encontrar en la vida.
Algunos dicen que somos granos de arena en la playa más grande, pero yo digo que mientras más granos de arena estén empapados de sentimientos, de verdades, de fantasías, de sueños y de agua de mar, nuestra superficie va a poder aguantar más en pie, va a ser más firme, y no la superficie blanda en la cual solemos hundirnos. Los invito a empaparse de estas cosas para que todos logremos vivir...


@Incredulas - 16/06/15

lunes, 15 de junio de 2015

¿Podrías sentirme?

Estoy aquí, descansando mi mente y mi alma al mismo momento...¿Podrías sentirme? Yo no sé si sos lo que tengo o lo que no tengo. 
Quisiera volver a casa, poder recorrer el mundo sin esa carga en mi espalda, poder mirar el paisaje desde arriba y vivir en paz y tranquilidad de mi ser, pero ya sé que todo esto es una fantasía y nunca voy a ser libre, siento que el mundo se sienta arriba de mi cerebro. No me digas que todo fue una mentira porque voy a sentir que luche en vano por todos mi ideales, que mi vida no fue por nada, que fue todo imaginario...Quiero saber si ese momento va a existir en mi vida, si voy a tener la información que pido primero...Sé que no hay dolor que yo reciba sino que hay dolor que yo puedo crear
No puedo escucharte, estás muy lejos, ya tan lejos de mí...
Quiero explotar mi cabeza como a un globo, dejar de pensar en los posibles futuros, disfrutar de la música como es, no por segundos...Quiero poder dejar mi cuerpo fluir y fusionarse con el ritmo profundo que me da la música.
No necesito más nada que música para renacer, en esos instantes que escucho, me envuelvo en ella y soy parte de ella.
Por eso se dice que la música es la cura al alma...Por eso me pregunto...¿Puede alguien vivir sin música?.


@Incredulas - 15/06/15 

sábado, 13 de junio de 2015

Tu alma es ahora mi estrella

Hoy hablo desde mí, y únicamente desde ese lugar. No sé si alguna se sentirá identificada, puede que sí, como puede que no. 
Hoy me corro a un costado y me pregunto: ¿Qué fue lo que pasó por mi cabeza? ¿Qué es lo que pasa por mi cabeza? Hoy va a ser la última vez que haga público mi sentimiento para con vos, mis momentos con vos, y mi gran amor por este amor, porque todo lo demás ya lo sabés, ya te lo dije, y nadie más que vos necesita saberlo.
Me es inevitable no poder decirte que te extraño tanto que hasta hay veces que creo que es imposible extrañar así. A veces me pongo a pensar cuánto pasamos y cuánto cariño te tuve (te tengo, en realidad). Cada tanto miro al cielo y trato de encontrarte, porque sí, amor, me hiciste creer en algo (aunque todavía no estoy muy segura en qué). 
Hoy me vuelve a la mente cuanto tiempo pasó desde que ya no estás en mi vida, desde que te fuiste, desde que la muerte decidió ganarte de mano. Vuelve esa angustia, ese dolor, ese nudo en la garganta. No sé qué decir bien ni cómo hacerlo, porque hay tanto para largar que no sé por donde empezar...También sé que voy a olvidarme cosas, saltearme momentos, pero te juro que no es a propósito, todavía siguen en mí.
No me gusta hablar de vos en pasado, pero para recordarte debo hacerlo. No voy a nombrar cosas por cosa que hiciste por mí o compartimos juntos porque son infinitas. De repente tengo la sensación que vivimos tanto y a la vez poco. Un día te di un abrazo y te dije que te quería y hoy decido quedarme con eso. Ambos nos prometimos muchas cosas para nuestro futuro juntos. No sólo era tu novia, sino tu amiga, tu compañera de vida, con quien planeabas vivir para siempre. Por eso hoy, se sigue sintiendo la grieta en el corazón de la falta de vos.
No queda mucho que decir más de lo que he dicho tantas veces...Que hoy no estés acá me parte en dos, porque como novia, muchas veces te necesité y aún lo sigo haciendo, porque quedaron muchos abrazos y discusiones pendientes, un grito y un beso, porque quedaron muchas anécdotas que contar y mucha historia que proyectar, porque cada piedra fue corrida para un costado y seguimos, porque no sé cómo seguir. Nunca imaginé perder a mi novio, que se vaya, que me deje sola...Nunca se me cruzó por la mente vivir algo así.
Hoy te tengo en mi alma y te recuerdo en cada palabra y pensamiento, detesto que sea de esta forma, pero lo es. Como hace mucho tiempo, miré esa estrella tan brillante y juré por nuestro reencuentro, porque te vuelvo a jurar y te repito, mi vida, que nos vamos a volver a encontrar.
Te amo, te extraño, y más que nada, te necesito. No hay más palabras, porque todo lo que resta no se expresa, sólo se siente. Esto, para vos, mi amor. Hasta nuestro próximo camino por recorrer.


@Incredulas - 13/06/15

jueves, 11 de junio de 2015

Conocerme

La luz del mar ya no es celeste.
La tierra dejó de respirar el oxigeno de mis propios latidos. 
Estos poros se cansaron de mí como yo me canse de tu actitud.
Odio saber que me mataste en vida
Odio saber que ya no te interesa el color de mis ojos.
Odio no saber por qué esto fue tan difícil para mí.
Necesito luz pero no de la artificial, necesito esa libertad que conozco en otras cosas para atracarme de él de un sólo bocado.
Mi tiempo pasa y mis momentos se disminuyen, muy pocas veces viví, aunque demasiadas rutas recorrí.
Todos mis sentimientos ya no son parte del mismo viento, viento que viene y va, arrasa con mi pasión, con mi amor, con lo que tengo, con mi vida.
Una hoja cuadriculada me enseñó a saber que cada uno tiene su mundo, pero al fin y al cabo todos somos iguales.
Quisiera vivir el día, una vez lo hice y es hermoso.
No sé qué me pasa, no sé quién soy, no sé qué hago, quiero gritar, quiero irme de acá, necesito salir del lugar en donde estoy, o en donde jamás estuve...Quisiera decir tantas cosas. Mi crisis no es un hecho en particular, son muchísimas cosas que voy encontrando en un laberinto.
Quiero y necesito saber de mi, ansío conocerme, ver mis intereses, resolver parcialmente mis dudas. Buscar dentro mío la forma de acabar con este sentimiento que me anula.
Me duele el pecho, me duele el cuerpo, me duele el alma, cualquier lugar de mí se siente caído, todo eso me duele, y tantas cosas más...
Cosas que no resolví nunca, sólo creí hacerlo.
Quiero parar, irme muy lejos o estar más cerca, este punto intermedio mata mis religiones personales.
Quiero comprarme unas alas y tomar vuelo después de correr mucho tiempo, saltar y volar en el paraíso de mi propia y delicada alma.
Quiero encontrar la forma de no padecer este mal incalculable, interminable, helado, desgarrado, amalgamado a mis venas, urgando en mi ser como un parásito.
No deseo ver más nada, deseo cerrar mis ojos y estar conmigo, dentro mío, sacarme las mochilas desde adentro atravesando mi piel. Hay algo que siempre quise y nunca pude: saltar al vacío interminable de mi propia percepción.
Creo que voy a entender todo esto a medida que mi pelo se vaya poniendo blanco...


@Incredulas - 11/06/2015

martes, 9 de junio de 2015

Ley fundamental

El miedo gira en el aire y en nuestras cabezas. No dejo de pensar en la verdadera razón...¿A dónde va todo esto? Mis pensamientos corren sin llegar a la meta. ¿Cómo demostrar todo lo que sé, todo lo analizado? Todas esas experiencias...Es mi ley fundamental. ¿Puede servir? ¿Realmente puede? Debo cuestionarme y dudar, el hombre que duda más veces es más sabio que los demás, no más inteligente ni superior.
Estamos acá para vivir. Vivir con fuerza, con intensidad, sentir por encima de un marco social. Lo que se vive ahora no es más que otro invento bien o mal, pero nos desvía un poco.
Pensar. 
Vuelvo al verdadero sentido, porque más alla de cualquier situación estoy hablando de la vida en sí, de buscar el placer del cuerpo y del alma. Caminar un sendero, mirar alrededor y dejar huellas. Ser recordado. Dejar una doctrina. Usar la fuerza que todos tenemos. El ser humano tiene las posibilidades de hacer todo pero el miedo lo sumerge directamente en el invierno más crudo de su alma.
Somos un cuerpo en este lugar.
Por favor, alimentar la percepción.
Esa es mi ley fundamental.


@Incredulas - 09/06/15

lunes, 8 de junio de 2015

Mamá y papá

Estas dos personas son quienes me criaron, me amaron, me aman y son las personas más honestas y buenas que conozco. Pueden tener errores, defectos, pero son mejores que muchos otros seres que se creen tan liberales y perfectos.
Mi viejo. Podemos tener diferencias grandísimas, pero este hombre es el que más amo en el mundo. No tiene maldad, supo perdonar cosas que otras personas prefirieron vivir desde el rencor. Amó como nadie a sus papás, mis abuelos, a los cuales nunca dejó de lado. Me da bronca que hablen mal de él si no saben ni un cuarto de las cosas que hace o hizo. Cuando muchos se borraron, él siempre estuvo, porque no conoce otra cosa que la incondicionalidad por los que ama. La vida se cansó de ponerle obstáculos, pero sin embargo él se hizo frente y salió adelante...Es por eso que hoy es el hombre que es. 
Él, cuando habla de sus viejos, se le llena de amor la mirada, sus palabras suenan más dulcemente, al igual que cuando habla de mí, su hija. Su primer hija. Ese es su don, el hablar desde el corazón y con amor, ¿será por eso que es tan envidiado en cuanto a su vida?.
Los lazos familiares no son forjados por terceros, los creamos nosotros. Muchas veces nos une la sangre pero no el amor, o al revés, muchas veces nos une el amor pero no la sangre. Tengo muy en claro quién es mi familia, cuáles son sus valores, sus deseos, y el amor que nos tenemos no tiene límites. No creo que muchos puedan decir lo mismo.
Antes de criticarlos a ellos dos, mírense ustedes, lo que hacen y dejan de hacer, porque estas dos personas, mis viejos, se rompen el alma para que a mí y a mis hermanos no nos falte nada nunca. Son capaces de trabajar las veinticuatro horas por quienes aman. Aunque entre ellos ya no haya "amor" matrimonial, siempre van a estar el uno para el otro, y me llena de orgullo decir que son mis papás, con todo lo que implican como personas.
A mis viejos los voy a defender hasta que me muera, de cualquier persona, no me importa edad, sexo o lazo. Ellos son los que me hacen más fuerte, los que me dieron a mis hermanos, los que me aman aunque fracase, los que nunca me cortaron las alas.


@Incredulas - 08/06/15

sábado, 6 de junio de 2015

Currículum vitae

Un metro setenta. Excluyente.
Cutis no graso, contornos marcados. Sin granos, mejor.
Piernas estilizadas. No celulitis.
Busto predominante. Necesito ver la línea entre medio. Excluyente.
Busto inexistente. No nos interesa la mujer gorda. Excluyente.
Culo parado. Caído sólo se acepta a mujeres de más de cincuenta años, y ya no se mira.
Manos finas. Dedos redondos, abstenerse.
Sin aros. Sin tatuajes. Sin marcas. Sin cicatrices.
¡¡Si sos flaca, alta y tenés cara de Barbie, ésta es tu oportunidad!!.
¡¡Si sos flaca, no tenés aros ni tatuajes, y se te notan las costillas frontales, ésta es tu oportunidad!!.
Si tu cara de sufrimiento está dispuesta a caminar sin ganas de vivir por una pasarela, ésta...¿es tu oportunidad?.
Qué mirada tajante. Qué comentario inoportuno. Qué risas molestas. Qué criticas inaguantables. 
¿Qué buscás cuando me mirás? ¿Qué querés cuando me observás? ¿Por qué escaneás mi forma? Y tenemos el público expectante, que podemos encontrarlo en un jurado de agencia, en una parada de bondi, en un grupo de amigas, en el asiento de atrás del aula, en un restaurant, en...Es en vano nombrar uno por uno, simplemente, tu público, tus críticos, están en cada lugar que vos estás.
Empezaste a ver lo que "no querías ver", lo que ojos inexpertos te presionaron a ver. Empezaste a creer que lo que decían valía mucho más que lo que tu cuerpo transmitía y era. Empezaste a sentir que algo malo había. Te levantaste, te miraste (¿Segura? ¿Miraste o sólo viste?) y tus ojos atacaron cada centímetro de tu contorno. Elegiste tomar cartas en el asunto, lo elegiste. No fuiste a un gimnasio. No fuiste a un doctor. No te miraste bien.
Un día bien, un día mal, un día triste, un día feliz, un día las lágrimas recorrían tus mejillas porque la grasa se notaba, otro día sonreías porque la clavícula iba tomando forma. Ahora bien. Tu alrededor seguía igual, nadie notaba nada, y eso creías que estaba bien. En serio, lo creías.
Están quienes terminan por enfermar, caer, y "tocar fondo".
Están quienes piden ayuda, son escuchados y auxiliados.
Están quienes no pueden entender que están enfermando.
Están quienes tapan toda esta función con bajar el telón.
Están quienes deciden enfrentar lo que pasa, recapacitar, no llegar lejos, agarrar el problema cuando recién se está gestando, y revertirlo.
Tu mirada ínfima, acusadora, cargada de crítica que nace desde las entrañas de un entorno vacío e incapaz de sentarse a pensar, lastimó, lastima, y va a seguir lastimando. 
La exclusión continúa por quien no "cumple" con lo estúpidamente pautado, con lo vanamente establecido, angustió, angustia, y va a seguir angustiando.
Tus inexorables risas, ruidosas, avasalladoras, denominante puro de la poca realidad establecida en tu vida, enfermó, enferma, y va a seguir enfermando.
Una agencia no te acepta porque sos baja, porque tenés caderas anchas, porque no cumplís con las medidas...¿Entendés eso? ¡Porque no cumplís con medidas!. Te transforman en un títere más del consumismo. Te "modelan" para caminar por un escenario frío, lleno de dolor. Te preparan para que tu alimentación sea cada vez menor, para que tu ejercicio sea vomitar en un baño y tu felicidad sean tus costillas por marcar o ya marcadas. Te agarran, se apropian de tu cuerpo, te exigen ser de tal forma, te maltratan, te matan. Te van matando de a poco, te exigen perfección, que seas la mejor en esto. Te lo exigen. Te enseñan que engordar está mal, y que no pensar es el buen camino, que el medio es dejar de comer o vomitar, que todo lo malo lo tapa el maquillaje y que una prenda tamaño muñeca es tu solución.
Si hablamos de nuestro alrededor, se lleva el papel protagónico, el aplauso del imbécil y la risa del mal aprendido. Tus amistades no amistosas te agarran el "rollito" que tenés de costado. Tus amigas no amigas te señalan la celulitis. El grupito de amigos para nada amigos te miran y se les nota en los ojos las palabras que se guardaron. Si habláramos de cada comentario que se escucha, de cada gesto que se esconde, de cada risa que se aguanta, de cada actitud propia del inoportunismo o, mejor dicho, de la incapacidad de desarrollo de la inteligencia.
Una vez más repito lo enojada que estoy con esta cultura que hace varios años se está estableciendo. Una vez más meto trompadas con la mirada a quienes no entienden que un comentario, una mirada o una risa, enferma.
Una vez más grito y voy contra el muy pelotudo que no toma consciencia que los trastornos alimenticios existen y seguirán existiendo hasta que no se reviertan estas pautas inútiles que se establecen, estos patrones de belleza impresos en la sociedad.
Una vez más me remito a la experiencia personal, una vez más te escribo, a vos, quien sea que seas, quien sea que estés leyendo esto, hombre, mujer, para sacudirte la cabeza, para ponerte a leer por, no sé, ocho minutos, pero para transmitirte lo que se siente desde lo que se vive, pero no de tu lado, sino desde éste.
Si bien las vivencias personales apenas se asoman a lo anteriormente mencionado, no hablo de mí. Hablo desde lo que se siente el peso de la palabra, desde haber estado en una situación de dualidad constante, de pelea constante con uno mismo. Hoy no hablo de mi yo personal. Hoy hablo por cada alma perdida por estos trastornos. Hoy hablo porque no hay que llegar a la desnutrición, al desmayo en una pasarela, al dolor de corazón por "no poder más". Hoy hablo porque se me ocurre decirte que hasta la persona más alejada al mundo de la belleza, la persona más rodeada y llena de afecto, puede caerse.
Si tomaras consciencia que tu palabra produce mucho dolor...Si tomaras consciencia que tus pautas producen muertes...Si por fin pensaras en quienes no pueden sostener tanta angustia y terminan con su vida...Si podrías sentarte al menos diez minutos a leer y te pusieras a pensar, quizás vos empezarías a ser eso que alguna vez habrás dicho que querías, porque yo creo que muchos pensantes son capaces de revertir situaciones inimaginables, porque quienes quedan de pie son los guerreros de la vida, los luchadores de pensamientos.
Si ayudaras a dejar de enfermar la sociedad con asuntos vacíos, y comenzaras a gestar un pensamiento firme, quizás puedas cambiar parte de tu mundo.
Yo decido luchar por dejar tus estereotipos estúpidos de lado, y porque "la moda" que tanto llama la atención e interesa, empiece a ser la de un cuerpo real, con una cara real sana, con talles reales.
De un tiempo a esta parte lo único que hicimos es retroceder creyendo que el progreso era esto.


@Incredulas - 06/06/15

jueves, 4 de junio de 2015

El hombre perverso

No. No te estoy mirando. 
No. No te estoy provocando. 
No. No pongo los labios así, los tengo así. 
No. No me corrí la remera, se me cayó un costado y sí, eso es la tira de un corpiño y no, no es para llamar tu atención.
Tapate, nena. 
Cubrite. 
No salgas así. 
No te pongas una remera muy "provocativa". 
No fijes la mirada en un hombre. 
No te pongas esa pollera. Está muy arriba. 
Se te ve la panza.
Si salís así te puede pasar algo.
Después se quejan cuando les pasa algo.
Después no digan nada si le gritan o les tocan el culo.
No volver de noche. 
No usar minifalda. 
No usar remera escotada. 
No maquillarse mucho. 
No mostrar tanto las piernas. 
No vestirse muy de "puta". 
No mostrar la panza. 
Camino en la calle, escucho tus guarangadas.
Camino en la calle esquivando tu mirada, y atrás mío ya están tus ojos perversos clavados en mi espalda.
Salgo a la calle y me banco tus gritos desde el auto.
Salgo a la calle y me banco tus bocinazos y risas.
Salgo a bailar y tengo que estar atenta a que no quieras manotearme el culo.
Salgo a bailar con la incertidumbre de si voy a volver o no.
Salgo de estudiar y ni un uniforme ni la ropa que más me tapa evitan tus palabras necesitadas, expectantes a satisfacer el más profundo hambre perverso, por denotar tu machismo incontrolable y asqueroso.
Soy mujer. Vivo, como, duermo, me baño, salto, bailo, actúo, pinto, canto, cocino, me divierto, ejercito, salgo, camino, corro, me río, lloro, me enojo, tengo sexo, grito. Vivo.
Al hombre se le escapa una risa después de gritarte en la calle. Se cagan de risa en grupo si el culo que tenés les llama la atención. "El hombre" no mide, no respeta, no piensa. No cualquier hombre, no todos los hombres..."El hombre" encierra a todos esos que se esconden con la cara más normal, y la actitud más simpática, el hombre perverso, enfermo, se esconde y se pierde entre todos nosotros.
Estoy cansada de escuchar que progresamos como sociedad, porque todo lo anteriormente mencionado no me pasó sólo a mí, le pasó a cada mujer que camina por la calle. Nos pasa todos los días. El abuso verbal y físico, la violencia verbal y física se apropia de tantos canallas incontables. Entonces no me hables de progreso.
Yo no lucho contra una institución, un grupo o un partido. Lucho por el respeto que cada mujer merece, por cada golpe que no debería haberse concretado, por cada insulto denigrante, porque cada hombre (el pendejo de doce, el facherito de dieciocho, el que estudia de veinte, el soltero de veintisiete, el tipo de treinta, el papá de cuarenta, el viejo de mierda de sesenta) se trague sus palabras. Lucho porque soy mujer, y cada mujer tiene la virtud de ser luchadora y fuerte. Protesto contra el sorete que abusa de una mina. Protesto contra el forro que te grita descaradamente en la calle. Protesto por esa igualdad que tantas veces fue mencionada y nunca fue llevada a cabo. 
Protesto por mí, por mi vieja, por mi prima, mi tía, por vos, tu mamá, tu tía, tu hermana. Grito como una desquiciada lo harta que estoy de tener que seguir bancando el abuso y la violencia hacia las mujeres.
No. No exagero. Esto se tiene que bancar una mujer todos los días.


@Incredulas - 04/06/15

martes, 2 de junio de 2015

Basta de piropos

Yo, como seguramente la mayoría de las mujeres que están leyendo esto, estamos hartas del machismo que reina en el mundo. Estamos hartas de ese machismo de no poder caminar tranquilas por la calle, porque hacés media cuadra y ya hay un viejo verde, o un pibe más chico, o alguien de tu misma edad, pero baboso en fin, diciéndote guasadas...¿Qué se creerán esas personas? ¿Qué se cruzará por su mente al momento de hacerlo? ¿Piensan que con esos piropos nos hacen sentir bien? No, no nos hacen sentir bien. Nos dan asco y bronca. Lo peor es que, si los ignorás, muchas veces te insultan por "creída" o por no "agradecer las lindas palabras". Que te digan "hermosa" en la calle no te levanta el ánimo ni te hace sentir más linda, como piensan muchos hombres, sino que te hace sentir observada, intimidada, víctima de aquellos ojos feroces que te están mirando desde la cabeza hasta la punta de los pies.
Da asco escuchar esas cosas y pensar que ese hombre tiene la misma edad que tu papá, que podría ser él, que podrías ser su hija, que podría tener hijas de tu edad...y él anda diciendo esas cosas. No sólo da asco, sino que da miedo, terror. 
Vivimos en una sociedad que enseña a la mujer a no ser violada, en vez de enseñar al hombre a no violar. Nunca un: "Hijo, mirá, a la mujer hay que respetarla. Si te dice que no es no, su cuerpo es solamente de ella. No las incomodes por la calle...". Esto no sucede...O suecede poco. Lo que realmente pasa es: "Hija, no vuelvas tarde, la calle está peligrosa. No muestres tanto tu cuerpo. Ese short esta muy corto, esa remera muy escotada. Andá por avenidas, por lugares que haya gente". Así, de esta forma, la sociedad no va a avanzar nunca. 
Yo creo que todas las mujeres tenemos derecho a andar como queramos por la calle. Si queremos mostrar todo el cuerpo lo mostramos, si queremos mostrar media teta también. Si queremos tenemos que poder mostrar la panza, las piernas, pintarnos los labios, y hacer todo lo que queremos sin que nos acosen así, verbal o físicamente. 
¿Por qué todos tienen ese pensamiento tan retrógrada? No puedo creer que, cuando desaparece una chica (que ya se tornó algo habitual y muy normal por desgracia), describen cómo iba vestida en vez de apoyar a la familia. Surgen, de golpe, comentarios como: "Ella también se lo buscó, mirá cómo estaba vestida, ¿así cómo no va a pretender que la violen?"...¡¿Es chiste?! ¿Usar una pollera en verano te da el lugar a que me puedas decir chanchadas en la calle? ¿Usar escote pronunciado porque me gusta mi cuerpo es de atorranta? ¿Mostrar las piernas es tener ganas de que nos secuestren? Qué confundidos y perdidos estamos...


@Incredulas - 02/06/15