sábado, 31 de enero de 2015

Que te vaya bien

Qué horrible situación esta. Qué horrible pensar cómo se fue todo esto tan rápido y, sobre todo, qué horrible pensar que te cagaste en tantos años de amistad. 
Yo no sé cómo y por qué lo hiciste, pero antes de estar con él hablábamos todos los días, nos juntábamos a dormir, salíamos juntas, tu mamá era mi mamá y la mía era la tuya. Éramos hermanas inseparables. Pero sólo eso: éramos. 
Qué feo saber que todo eso quedó atrás y que fue por él, porque desde que él llegó a tu vida ya nada es igual.
Siempre decíamos que cuando alguna de las dos tuviera novio, íbamos a seguir igual, nada iba a cambiar porque es lo que se espera de cualquiera amistad verdadera, y opinábamos que era cualquier cosa que una amiga deje a otra por un pibe. Sin embargo, desde que él llegó a tu vida ya no hay otra cosa, sólo es él.
Si te hablo o estás ocupada con él o hablamos y me hablás todo el tiempo de él. Me sé vida y obra de tu novio completa gracias a vos. No hacés otra cosa que nombrarlo todo el tiempo y ya me cansé.

No puedo creer que hayas tirado una amistad así a la basura por un pibe que conocés hace re poco y que por más de que ahora sea todo color de rosa, no sabés si va a ser así toda la vida.
Me pone re mal esta situación, pero también pienso en que mucho no te importo, ni te importa nuestra amistad. 
Espero que te vaya bien con él. Yo hoy decido no ser más tu amiga. Que seas muy feliz y ojalá que nunca te deje, porque ahí te vas a dar cuenta que tenés que valorar más otras cosas y que un pibe no es lo más importante y mucho menos que no es más que una amiga, porque ni siquiera se pueden poner en el mismo nivel por ser dos sentimientos completamente diferentes. 
Sinceramente me quedo con los recuerdos buenos y con lo lindo que fue tenerte como amiga, la linda amistad que teníamos. Prefiero olvidarme de todo lo malo y sólo tenerte como un buen recuerdo de mi infancia. 
Mucha suerte en tu vida. Hasta nunca. 


@Incredulas - 31/01/15

viernes, 30 de enero de 2015

Ley de atracción

Toda mi vida fui una persona súper optimista. Si me pasaba algo, sólo lo afrontaba con una buena sonrisa, trataba de dejarlo atrás y pensar en que la vida continuaba a pesar de todo.
Siento que el optimismo es una de mis mejores virtudes porque me hace afrontar la vida de una manera linda y diferente, hace que me tome la vida con mucha más tranquilidad y la disfrute el doble.
Como yo soy una persona muy perseverante y positiva, me cuesta y me choca mucho encontrarme con gente pesimista, negativa, porque simplemente me pasa que no las entiendo. No comprendo a esas personas que siempre dicen que no a todo o que ya desde antes que te pasen las cosas, te dicen que te va a ir mal. Es horrible que piensen que todos les va a salir mal, no viven ni disfrutan nada porque siempre están pensando en que si hacen algo les va a salir mal, que su vida es una mierda  o que todo les sale mal y no es así...Y si es así, es porque esa misma persona la desea. Ley de atracción se llama eso.
En la vida, para que las cosas te salgan bien, aunque no lo crean, hay que tener una actitud optimista siempre y no rendirse jamás. 
No conseguís nada pensando todo el tiempo en negativo, al contrario, si pensás que todo te sale mal, las cosas te van a salir mal porque no las haces con ganas o esfuerzo, sólo dejas que pasen, esperando el momento para fracasar y comprobar que tenías razón, justificándote con que sos un "fracaso". El mayor fundamento que tienen las personas de energía negativa, es decir lo siguiente: "No soy pesimista, soy realista". Y yo también soy realista, eh, yo también soy consciente de que las cosas pueden salir mal, pero siempre intento pensando en: "¿y si me sale bien esta vez?". Acuérdense siempre que todo lo bueno es una anécdota y todo lo malo es una experiencia, y que antes que quedarte con la duda de lo que hubiera pasado, siempre es mejor arriesgarse, porque dicen que el que no arriesga no gana, pero que también el que arriesga puede morir por amor, pero al menos lo intentón, con la diferencia de que no se dejó estar o esperó a que las cosas salgan por sí solas, sino que luchó por ellas y se arriesgó a todo. 
Esto se los recomiendo a todos ustedes que piensan que tienen vidas de mierda. La vida no es una mierda, las personas lo son, y son dos cosas totalmente distintas, así que no le echemos la culpa a la vida, o en algunos casos a Dios, por las cosas que nos pasan, porque nosotros mismos somos los escritores de nuestro propio destino.
Hoy disfruto de encarar las cosas con mi postura, de gozar la vida a mi manera. Puede estar bien, puede estar mal, pueden estar de acuerdo o no, pero lo que sé es que que si algo me sale bien, es porque yo lo busco y lucho para que así sea, y me gustaría que todos fuéramos más alegres así nos va de la misma manera. Si sos buena o mala persona y aparece el famoso karma, ya es otra cuestión, pero hoy dediquémonos a pasarla bien, a ser libres, a animarnos a jugarnos por las cosa que realmente queremos y no dejarnos estar y dejar que la vida pase, porque la gracia no es esa. El sentido no es que la vida pase por vos, sino que vos pases por la vida. ¡Arriba el ánimo que nada está perdido!.


@Incredulas - 30/01/15

jueves, 29 de enero de 2015

La casa de mi abuela

Siempre amé la casa de mi abuela. Fue, probablemente, el único lugar que no cambió de lugar durante todos los años de mi infancia.
Ya de adolescente grandota seguía tomándome el tren hasta Avellaneda para estar ahí, en la casa de mi abuela, aunque ella no estuviera, aunque estuviera trabajando en la oficina (mi abuela trabajó hasta los ochenta años en su oficina, hasta unos pocos meses antes de morir)...Eso también lo recuerdo. 
Hace un rato fui a guardar unas galletitas en la lata y vi la cantidad de paquetes de diferentes variedades y colores y tamaños y sabores y me acordé de esto que les cuento. 
En la casa de mi abuela había siempre muchas galletitas diferentes: bay biscuits, bocas de dama (mis preferidas para mojar en el té con leche), express, y otras que hacía ella, que bañaban la casa de un olor a limón que te enamoraba. Bueno, quizás no eran tantas, pero para mí eran una fiesta. Había postres Sandy, dulce de leche, queso untable, preferentemente Adler y jamón. Yo siempre fui una gran amante de la comida, siempre me hicieron muy feliz los sabores. Y la casa de mi abuela estaba llena de comida...y de mi abuela. Pero ahora en mi casa, ahora que soy yo la que hace las compras, hay queso Adler en la heladera y hay jamón y dulce de leche y galletitas saladas y dulces y postrecitos (el Sandy ya no existe, creo). Reparé recién ahora. Y recordé cuánto la extraño, cuánto extrañamos la infancia y cuán torpemente intentamos esas pequeñas reparaciones de galletitas dulces en una lata.


@Incredulas - 29/01/15

martes, 27 de enero de 2015

Relaciones humanas

Cuando arrancamos una amistad con alguien y ésta es muy fuerte, al punto de creer que va a ser toda la vida, lo que menos vamos a imaginar es que en algún momento puede fallar.
Las relaciones humanas son complicadas de por sí. Al ser todos distintos (por suerte y fortuna, porque sino imaginen un mundo donde todos seamos iguales...¡Un embole!), tenemos personales diversas, muchísimas maneras de pensar, ideologías diferentes, y un montón de otras cuestiones que a cada persona le dan un punto a favor para diferenciarse de los demás. Todos tenemos algo que nos caracteriza, pero lo que me marca a mí como persona no es lo mismo que a vos. Entonces, lo que pasa cuando conocemos a alguien nuevo para fojar una amistad, admiramos todo de sí. Reconocemos los defectos pero aún así los aceptamos, y muchas veces los resaltamos para lograr que la otra persona lo mejore, y lo mismo pasa a la inversa.
En las amistades pasan dos cuestiones negativas: los altibajos en la relación, y cuando los sentimientos se rompen y quedan de lado. Un altibajo es cuando ninguna de las dos partes hizo algo malo, simplemente la distancia, el tiempo, las obligaciones y ocupaciones a veces logran que una amistad se tome un lapso en donde no se hablan tan seguido, donde no siguen el día a día de la otra persona. Lo bueno de estos casos es que no hay broncas, ni celos, ni enojos ni nada que se asemeje a que la amistad puede romperse, porque ambas saben que si bien no hablan todos los días, siempre se van a tener ahí cuando se necesiten.
Lo malo de una ruptura en la amistad es cuando ya no puede volver a ser lo mismo de antes. Generalmente sucede cuando alguno de los dos integrantes de esa relación se mandó alguna macana ya sea mintiendo con algo, falta de códigos o lo que fuera. El desenlace es siempre el mismo: cortar todo de raíz, y cada uno a lo suyo.
Hay distintos motivos por los que una amistad puede romperse o tener un altibajo, pero si hay uno que no se sabe dónde encasillarlo es cuando una amiga se pone de novia y te deja de lado. ¿Qué pasa en ese caso? ¿Es una ruptura en la amistad imposible de arreglar o es solamente momentáneo?.
Yo creo que un novio nunca tiene que estar al mismo nivel que una amiga, ni tampoco por debajo ni por arriba. Son dos sentimientos distintos, dos consentimientos y contenciones totalmente diferentes imposibles de comparar. No entiendo a la gente que dice "los amores van y vienen, los amigos no" o "los amigos están primero que un amor". Para mí las dos frases están erradas. La primera es porque tanto las amistades como el amor va y viene, lo que hay que cuidar son las amistades y el amor verdadero. Y la segunda frase tampoco creo que sea cierta porque, como dije antes, son dos cosas imposibles de comparar, y nunca se ponen al mismo nivel porque, por supuesto, no responden al mismo status en la vida de alguien...¿Se entiende?.
Es muy difícil a veces, sobre todo para algunas personas, dividirse correctamente y tener tiempo para todos, ¿pero saben qué? No es imposible. Si de verdad alguien quiere conservar tu amistad, por más que se vean cada seis meses y estén a kilómetros de distancia, sabés que se viene a donde estás si te pasa algo, y eso sólo lo podés sentir por dentro. Además de que te habla siempre, te llama y se preocupa por vos. Hoy en día las amistades son más fáciles de conservar gracias al uso de las redes sociales que nos tienen comunicados todo el tiempo. Después, si querés tener pareja y a la vez conservar el vínculo tan unido con amigas, tenés que dedicarles al menos uno o dos días a la semana a ellas, todo el resto si querés pasalo con tu novio, pero el día que estés mal por cosas de mujer, no te va a escuchar él porque no lo va a comprender, sino que las vas a necesitar a ellas, las que te vienen bancando desde que sos una nena. Y si tienen una amiga que las está dejando de lado porque se puso de novia y se olvidó del mundo, vayan a la casa un día, invítense solas con la intención de hablar de buena manera para explicarle y abrirle los ojos, porque muchas veces pasa que no se dan cuenta hasta que las amigas se lo dicen. Y si no quiere escuchar y no lo acepta, o les pide disculpas y vuelve a hacer lo mismo, evidentemente no es una amistad verdadera que valga la pena, pero después cuando se quede sola y sin novio (que ojalá no ocurra porque todos merecemos ser felices), que no vuelva llorando pidiendo perdón.


@Incredulas - 27/01/15

lunes, 26 de enero de 2015

Padres

El primer amor en la vida de todas las personas es una madre y un padre. Ellos son las primeras personas por las que se sentimos algo inmenso, un amor difícil de explicar, pero muy fácil de sentir. Es sencillo adorar a las personas que te crearon y que te dieron la vida, pero así también es muy fácil odiarlos y maldecirlos.
A veces nos olvidamos de todas las cosas que nuestros padres hacen por nosotros desde que nacemos. Cuando somos bebés, pasan noches enteras sin dormir por escucharnos llorar y reclamando a los gritos un poco de atención. Cuando somos niños, viven atrás nuestro constantemente pretendiendo que no nos lastimemos o que no hagamos macanas. Cuando somos adolescentes, viven con miedo a que nos pase algo porque salimos a bailar o andamos de joda por ahí. Cuando somos jóvenes, nos impulsan a querer formar nuestro futuro de manera digna, impidiéndonos caer en la vida mediocre...Y aún así los peleamos, los insultamos, les contestamos mal, nos enojamos cuando nos dan un sermón, o incluso muchas veces llegamos a ignorarlos por completo para evitar cualquier tipo de roce. Llega un punto de la pelea donde somos conscientes del daño que nos estamos generando a nosotros mismos y también a la familia entera, entonces ahí decidimos dar el brazo a torcer o hablar un poquito más para no seguir peleando. O no. Muchos de nosotros elegimos seguir ignorando y esperar a que sea nuestra mamá o nuestro papá el que nos disculpe, pero a veces eso no pasa y es la pelea de nunca acabar.
Cuando estamos en estas situaciones de conflicto con nuestros viejos, paremos un poco la mano y detengámonos a pensar: ¿qué haría sin ellos? Para empezar, no seríamos quienes somos ni estaríamos donde estamos porque ellos nos dieron la vida. Y por otro lado, tenemos que ser un poco más agradecidos y darnos cuenta que, a pesar de las peleas y las miles de diferencias, ellos dan todo por nosotros y se matan por lograr que estemos bien y seamos felices. No tengamos miedo de decirles cada tanto lo mucho que los queremos, de sorprender a mamá mientras cocina dándole un abrazo sincero o pasar por al lado de papá que está mirando la tele y darle un beso en la frente.
Seamos más tolerantes y digámosles cada tanto a nuestros papás cuánto los queremos, cuánto apreciamos el esfuerzo diario para sacarnos una sonrisa y prometámosles que vamos a intentar calmarnos y hacer las cosas mucho mejor para no vivir peleando y así disfrutarlos, porque cuando nos queramos acordar, el tiempo para ellos ya pasó.


@Incredulas - 26/01/15

domingo, 25 de enero de 2015

Entrelazados - Capítulo 42

Rocío, desde la barra, observaba cómo Nicolás estaba con otra y notaba cómo empezaban a brotar los celos. Agarró de la mano a Lautaro y lo llevó rápido hacia la mesa donde estaban Celes, Bauti, Santi y Pache. Mientras caminaba, pensaba en lo tonta que era sintiéndose mal por estar con Lauti en frente de Nicolás, aún sabiendo que a este último no le afectaba ni un poco estar con Vera o con cualquier otra en frente suyo.
Definitivamente, luego de ver esto, Rocío no quería saber nada con Nicolás. Había decidido dejarlo fuera de su vida por completo y esta vez no se iba a arrepentir, ya que también pensaba en Vera que, por más de que no le caía del todo bien, la joven lo quería en serio a Nicolás y no se merecía sufrir.
Haber vuelto con Lautaro la había hecho ver las cosas de otro punto de vista y cambiar lo que pensaba sobre Vera. Al estar tan bien con Lauti, quería que Nicolás fuera feliz con alguien que lo quiera, más allá de todo lo que había pasado con Vera.

Nico había querido impedir ese beso, pero fue todo muy rápido. La chica que lo besó era una ex novia de él que había desaparecido de la nada y por la que Nicolas sufrió mucho. Después de que lo besó, la sacó, pero ya era tarde, ya que vio venir a Vera llorando desconsoladamente.

Vera salió del baño con Maca y se paralizó totalmente. Sentía que su corazón se le iba a salir. No podía creer lo que estaba viendo...¡Nicolás estaba con otra! En ese momento, se largó a llorar con bronca e impotencia y lo encaró de todas formas, importándole poco si parecía muy débil..
- ¿Qué hacés, enfermo? Siempre es lo mismo con vos, si no es una es otra.- le gritó Vera llorando.
- ¡Pará, Vera, dejame que te explique!.-le rogaba Nicolás.
- No, pibe. Lamentablemente soy una boluda que te puso todas las fichas a vos y así me terminás pagando.- le decía Vera totalmente dolida.
- No, por favor, Vera, ¡¡te juro que no es así!!.
Maca, al ver la escena, la abrazó a su amiga, y también se acercaron Celes y Bauti a preguntar qué había pasado. Maca intentó explicarles, pero Vera lloraba tanto que todos estaban pendiente de ella.

La noche terminó siendo un caos total, donde los chicos pasaron de estar divirtiéndose como locos a estar casi todos preocupados por la situación incómoda que se había generado.
Bauti y Celeste dejaron de lado los problemas amorosos que había con Vera, y se propusieron, junto con Maca y Pache, a consolarla mientras salía del Álamo totalmente temblorosa y aún llorando.
- No lo puedo creer, chicos...- decía Vera entre sollozos.- Confié en él, le entregué todo de mí, dejé mis miedos de lados, y...Y me paga así.- abrazó fuerte a Bautista mientras lloraba aún más. A Celeste ya comenzaban a brotarle los celos, pero por otro lado comprendía que no era momento de discusiones con su novio, y mucho menos interponerse ante la necesidad de Vera de sentirse apoyada y acompañada por gente que la entendía totalmente.

Maca estaba sacada de sus cabales, ¡no podía creer la actitud de Nicolás! En medio de un impulso poco sano y cuerdo, volvió a entrar al Álamo interceptando a los patovicas para que la dejen pasar. Una vez que lo logró, después de darles cien pesos y dejando a Pache afuera ya que a él no lo dejaron pasar, subió donde estaba Nicolás, que se encontraba peleando con Malena y el gordo Ale.
- ¡Sos un pelotudo, nene! ¡Siempre igual! ¿Otra vez con esa mina? ¿No te cansás de hacerle a todas lo mismo?.- le gritaba Male.
- Posta, sos alto gil.- agregó Alejandro.- Vera te quiere un montón, ni en pedo se merecía que le hagas eso.
- ¡Encima la re humillaste adelante de todos!.- continuaba Malena sermoneando.
- ¿La pueden cortar un poco?.- dijo Nicolás mientras cabeceaba sobre los demás, buscando a Vera.- Necesito encontrarla.
- ¿Ahora te acordás de eso? No, no, sos cualquiera, pibe.- recriminaba Malena.
- ¡Uh, boluda, no me jodas más! ¿No ves que me quiero matar?.- Nico ya estaba sacándose de sus cabales y Alejandro también, porque no le gustaba la manera en que estaba tratando a su novia, así que la tomó de la mano y ambos, luego de saludar a todos los chicos afuera del Álamo, se fueron para la casa de Malena.

Lo sorprendente de todo, era que esa ex novia de Nicolás había peleado a muerte con Malena para ver quién se quedaba con él, y esa chica era nada más ni nada menos que Emma, la compañera de facultad de Santino. Cuando él vio la escena, no le dio celos, pero sí quedo paralizado ante la casualidad. Era increíble que los dos compartían mujeres sin saber que se conocían: Malena, Rocío, y ahora Emma.
Cuando su compañera se fue con su grupo de amigas de nuevo, Santino se acercó a saludarla y se quedaron un buen rato charlando. Emma se puso toda colorada cuando él le comentó lo linda que estaba.

Luego del Álamo, Alejandro y Malena se tomaron un taxi y fueron a dormir juntos a la casa de ella, ya que sus papás estaban de vacaciones en Mar de las Pampas, y le habían dejado la casa sola.
Male, al llegar, pasó directo a su habitación, se sacó los zapatos y, aliviada, se acostó en su cama de dos plazas. El gordo, en cambio, pasó por la cocina y picoteó algo de la cena para luego ir a acostarse con su novia. Abrazados y mirando el techo a oscuras, se pusieron a charlar de muchas cosas. En el medio de la conversación, surgió el tema del sexo, que era una cuestión que no se había tocado antes en la pareja. Alejandro aún era virgen y Malena no, por ende les intrigaba mucho a ambos saber lo que pensaba el otro sobre tener relaciones.
- Aleji, ¿a vos te gustará hacer el amor conmigo?.- le preguntó Malena mientras miraba a su novio a los ojos.
- Obvio, Male.- respondió el gordo.- Vos sabés que te amo una banda y no quiero que mi primera vez sea con nadie más que con vos, pero también te quiero cuidar y que no te sientas presionada con nada. Si se da, se da...Quiero hacerte sentir protegida, ¿entendés?.
Malena asintió con la cabeza.
- A mí siempre me enseñaron que a la mujer se la respeta por lo que es.- continuó Alejandro.- Y vos para mí sos todo. El sexo no es lo único que busco en vos.- agregó, con tono dulce.
- Vos sabés que yo pude haber tenido sexo y todo.- dijo Malena con pesar.- Pero si estoy con vos, va a ser la primera vez que hago el amor.
En ese momento, ambos comprendieron que no necesitaban esperar más, que era el instante justo, y que se cuidarían mutuamente. Sin dudarlo, y entre risas, Malena se tiró encima de Ale dándole un beso largo y apasionado, hasta que por fin sucedió: Malena y Alejandro hicieron el amor por primera vez.

Bauti decidió invitar a Vera a dormir a su casa, ya que ella se encontraba muy mal y necesitaba contención por el problema con Nicolás. Ella accedió, y le dijo a Celeste que también vaya, por supuesto. Por más que ninguna de las dos se caían del todo bien, decidieron aceptar la propuesta, sobre todo Vera, que no quería más problemas entonces no aceptaría quedarse sola a dormir en la casa de Bauti como en los viejos tiempos.
Una vez que llegaron a la casa de él, Vera seguía llorando. Celeste y Bautista pusieron un colchón en la pieza del joven para que Vera no tenga que dormir sola.
Llegadas las cuatro de la mañana, Vera continuaba sollozando. Su celular se había quedado sin batería y no tenía interés en cargarlo, mucho menos para revisarle la última conexión a Nicolás...Bautista y Celeste querían dormir, pero estaban preocupados por el constante llanto de Vera, así que Celeste decidió hablar con ella. Se sentó a su lado, le acarició el pelo y le habló tiernamente como había hecho tantas veces con Rocío y Macarena.
- Vera, yo te entiendo, sé que lo que te pasó fue horrible, pero dale...No estés mal por alguien que no lo merece. Nicolás es un pelotudo y él se lo pierde.
Asombrado por la buena actitud de Celeste, Bautista agregó:
- Sí, Ve, ya está. Dale, ¡volvete a reír como siempre! Si sabés que es un idiota...Ni vale la pena.
Vera, al ver la reacción de ambos, se sintió muy acompañada y un poco mejor, por más que los tres sabían que los consejos eran frases trilladas y usadas por todos, pero de todas formas la joven dejó escapar una sonrisa y comenzó a hablarles normal, intentando no llorar más.
Los tres conversaron de todo mientras fumaban un cigarrillo tras otro. Celeste y Bauti le contaron bien detalladamente su historia de amor, que Vera la sabía de memoria, pero igual quería escuchar las dos campanas y además era un cuento que le encantaba oír. Celeste contó todo sobre Felipe mientras Bautista hacía comentario de celoso en broma. Charlaron luego sobre Pedro, sobre Rocío y todo lo que se les pueda ocurrir. Realmente los tres la estaban pasando muy bien, más allá del malestar de Vera.

Santino pasó un buen rato conversando con Emma, quien le contaba cómo había conocido a Nicolás. Fueron compañeros de la primaria, y cuando ambos tenían quince años, se reencontraron en una matiné, chaparon un par de veces y se pusieron de novios. Ambos tuvieron su primera vez juntos, pero la realidad es que Nicolás había engañado a Emma con Malena, así que decidieron cortar todo allí. Nico nunca la había querido lo suficiente a Emma porque, si bien era muy bonita, la tenía demasiado rendida a sus pies, y si había algo que lograba que Nicolás muera de amor, es que no le den ni la hora, como le había pasado con Rocío tanto tiempo.

Una vez que todos se fueron, o al menos la gran mayoría, quedaron en el Álamo: Santino , Macarena, Pache, Rocío y Lautaro. Los cinco se se sentaron juntos, y luego decidieron ir al casino ya que todavía era temprano y estaban aburridos.
Allí la pasaron muy bien todos. La mejor parte de la noche fue que decidieron no tocar el tema de Nicolás y Vera, sino que se propusieron los cinco amigos a divertirse realmente, aunque Macarena no lo podía conseguir del todo y seguía preocupada por Vera, mandándole mensajes a Celeste y Bauti constantemente preguntándoles cómo estaba su amiga.
En el casino, Lautaro y Rocío jugaban a la ruleta, y ganaron quinientos pesos. Mientras festejaban y se daban besos, se acercó Santino con cara de depresión.
- Acabo de perder lo último que me quedaba.
Rocío y Lauti lo burlaron en broma.
- ¿Cuánto perdiste?.- preguntó la rubia.
- Setecientos pesos.
Ninguno de los dos pudo evitar poner cara de pánico y sorpresa.
- ¡¿Cómo vas a gastar tanto?!.- exclamó Lauti entre risas.- Vos estás en pedo.
- ¡No! Eso es lo peor.- respondió Santino.
Macarena y Pache jugaron a las maquinitas, y ganaron en total cincuenta pesos. Nada. Los únicos que salieron victoriosos fueron Rocío y Lauti, quienes, al ganar, invitaron a todos a McDonald's.
La noche terminó siendo muy divertida para todos, y luego, en el auto de Pache, llevaron a Rocío y Lauti a la casa de ella, y Santino en su auto se fue para su casa.

Eran exactamente las cuatro de la mañana cuando sonó el timbre desaforadamente en la casa de Bautista. Las dos chicas se despertaron sorpresivamente, mientras Bautista continuaba roncando como si nada hubiera pasado. Ambas se miraron y se rieron en voz baja, y Vera le indicó a Celeste que no se preocupe, que ella bajaría a abrir la puerta. Cuando lo hizo, lo vio a él, parado bajo una lluvia intensa que acababa de surgir, con cara de arrepentimiento, puchero, todo mojado...Parecía de película. Nicolás se había avivado que estaba en lo de Bautista ya que vio el auto de Vera en la puerta, así que decidió pasar y pedirle perdón porque realmente se encontraba muy mal y preocupado. Cuando se miraron a los ojos, Vera notó un gesto de humanidad en Nicolás, como pocas veces había tenido. Él observó una hermosa cara triste, con maquillaje corrido y figura desarreglada.
- ¿Qué querés, Nicolás? ¿No te alcanzó con lo que me hiciste? ¿Querés seguir viéndome sufrir?.- dijo Vera, muy enojada, cerrando la puerta tras de sí y tapándose con el techito del umbral de la casa de Bauti, dejando que él se moje por completo.
- ¡Perdoname, Vera, perdón! Yo te juro que no quería, fue todo muy rápido, justo me había tomado un tequila y me había pegado un poco, y no me di cuenta de nada, y no me interesa esa piba, y...
- Y...Y...Y...¿Es lo único que sabés decir? ¡Me cansé de escuchar excusas, Nicolás!.
- La única que me interesa sos vos, y lo sabés.- dijo él.
- No te creo ni una palabra, pendejo, si te interesara no estarías chapándote a otra...¡Y menos en frente mío! Me parece cualquiera que hagas eso, ya demasiado tengo que seguir sufriendo todos los santos días viendo cómo te seguís arrastrando con Rocío, mientras yo estoy acá siempre, firme al lado tuyo...¡Me cansé de ser la boluda!.- gritaba Vera mientras lloraba.- ¡No me voy a callar más la boca! Me boludeás hace meses. Me dejaste plantada un montón de veces, me dijiste "Rocío" sin querer y te lo perdoné, me hiciste de todo...Y siempre seguí con vos porque tuve la esperanza de que un día te enamores de mí como yo lo estoy desde el primer día que te vi.
- Pero...
- ¡Pero nada!.- interrumpió Vera.- No quiero escucharte más, no vale la pena. No valés la pena, mejor dicho. Me humillaste, me pelotudeaste como la mejor...
- ¡Perdón, por Dios! ¡Ya no sé cómo más pedírtelo!.- Nicolás seguía mojándose, pero no le importaba.- Vos sos una re mina, boluda, perdoname...¡No quiero perderte! No me daba cuenta de lo que eras, no te valoraba...Pero en este momento, te juro que lo único que quiero es arreglar las cosas con vos y estar juntos.- le dijo Nico con sinceridad.
Finalmente, Nicolás sintió en su pecho algo que no sintió nunca con Emma, ni con Malena...y con Rocío lo había dudado, pero tampoco había sido así. Tenía miedo a perder a Vera. Miedo de verdad. Miedo a que no lo quiera más, a que no lo quiera ver, a que ya no lo desee, a que ya no le guste. Tenía miedo de desaprovechar a una chica así, porque es de las que no se encuentran todos los días.
- Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.- le dijo Vera un poco más calmada.- Siempre te lo dije, y nunca me escuchaste.
Nicolás seguía sintiendo punzadas en su pecho, y sintió por fin lo que es el amor, vio lo que hasta el momento no podía ver: estaba parada frente a sus ojos, la mina perfecta para él.
Al ver una expresión tan sincera y como nunca había notado en Nicolás, Vera le indicó que pase así se secaba y podían hablar mejor. Ya era un punto a favor para que se amiguen.

Llegados a la casa de Rocío, ella y Lauti fueron a la cocina y agarraron un frasco de Nutella con galletitas de agua. Ella se sentó sobre la alacena mientras comía, y él apoyó sus codos en la mesada mientras conversaban y comían.
- ¿Te quedás a dormir?.- le preguntó Rocío a su novio.
Lautaro se encogió de hombros, indicándole a la rubia que ella decida.
- Dale, quedate.- le dijo Rocío.
Lautaro asintió con la cabeza ya que estaba comiendo una galletita, y luego miró fijo a la joven.
- Rochi, ¿te puedo hacer una pregunta?.
Todas las veces de su relación que Lautaro decía eso, terminaba en peleas fatales.
- Sí.
- ¿Qué sentiste hoy cuando viste a Nico con esa piba?.- preguntó Lauti sin temor. Esta vez confiaba en la respuesta de Rocío.
Ella dudó en contestar. Para sus adentros, esa escena le había dado tanta bronca que se dio cuenta que Lautaro nunca le haría una cosa así, y que de Nicolás ya no se puede esperar nada. Era sólo una cara bonita y un chamuyero por el cual todas caían en su juego.
- Bronca.
Lautaro se sintió un poco desilusionado con la respuesta, ya que esperaba que Rocío le dijera que no sintió absolutamente nada. Ella percibió el gesto de Lauti, así que decidió continuar su explicación.
- Bronca de no haberte valorado todo este tiempo y de haberme confundido con un pibe así.- agregó Rocío.- Sé que Nico no es malo, sino que es pelotudo como todos los pibes de su edad...O la mayoría.- dijo entre risas a las cuales Lauti respondió con una sonrisa tierna.- Ya te lo dije el otro día, amor. Me equivoqué muchísimo con vos...Pero creo que todo este tiempo nos sirvió de ejemplo para no volver a caernos y seguir siempre juntos. A veces estos deslices no vienen mal...Y hoy te amo más que nunca y estoy re segura de lo que somos.
Sin dudarlo un segundo más, Lautaro dejó el chocolate y las galletitas en un costado, tomó a Rocío de la cara, la agarró como un koala y la besó tiernamente, llevándola así a la habitación...

- Qué locura lo de Nico y Vera, ¿no? Pobre piba.- dijo Pache. Él y su novia se encontraban en el auto yendo a la casa de Maca.
- Sí, un bajón, encima no se lo merece...¡No sé desde cuándo Nico es así!.
- Siempre fue medio gil con las pibas, menos con Rocío.- comentó Pache.- Pero a Vera ni ahí era para hacerle eso, es más buena que el pan.
Cuando tenían que doblar en una curva, Pache casi sube a la vereda.
- ¡Ay, amor!.- exclamó Macarena.- ¿Podés manejar bien, por favor? ¡Nos vamos a matar!.
- Tranqui.- dijo Pache muy relajado. Tenía un par de copas de más, pero estaba dentro de todo consciente, o al menos eso creía, porque cuando dobló en la esquina de la casa de Macarena para dejarla ahí, en un instante sin reflejo y justo donde su novia gritó que tenga cuidado, atropelló a una chica rubia que salió disparada por los aires hasta caer en el pavimento frío de aquella noche lluviosa...

Continuará...

sábado, 24 de enero de 2015

Estado

Es completamente inadmisible permitir que un ciudadano de la República Argentina, y con más razón, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, diga que esta semana fue como cualquier otra. Nadie lo vivió de esa manera. O por lo menos, nadie debería sentirse ajeno al hecho que todos tuvimos la desgracia de presenciar. Una vez más, hablamos de una muerte. Encima, sospechosísima. Pero, claro, los que tendrían que encargarse de que cosas como estas no ocurran nunca más en la Argentina, están demasiado ocupados llenándose los bolsillos ilícitamente. Peces gordos que hoy pertenecen al parlamento. Al Estado. Al lugar donde se depositan los impuestos y tantos otros montos de dinero que se recaudan a costillas del labor de todos los trabajadores a lo largo y a lo ancho del país. Ese tipo de gente, que es la que supuestamente debería cuidar a sus ciudadanos, pareciera que hace el mayor empeño en desprotegernos y (hasta me permitiría la palabra) perjudicarnos. Por supuesto que yo no soy laburante, por ser menor de edad y por estar en el colegio secundario hasta el momento. Pero creo que tengo todo el derecho de hacer una crítica sobre lo que el acontecimiento de hoy me generó, ¿no le parece, señor? ¿Y sabe por qué? Justamente, por ser hija de padres laburantes y por el independiente hecho de pertenecer a esta sociedad. A este país. O a este pozo de Latinoamérica lleno de corruptos. Como a usted le guste llamarle. Claro que las imperfecciones no existieron solamente hoy, sino que desde hace años nos encontramos frente a esta situación; sólo que, las personas que debieron hacerse cargo en su momento, simplemente decidieron mirar para otro lado. 
¿Cómo es posible, entonces, que hoy se hable de reguladoras ferroviarias privadas, cuando el Estado se dedicó exclusivamente a desacatar el reglamento existente sobre las condiciones en que debían encontrarse las unidades férreas? Sí, a primera vista, se hace dificultoso entender. Pero para pasarlo en limpio, sería así: el Estado se molestó en comprar infraestructura más "económica" en vez de seguir las pautas establecidas en dicho reglamento, que indican que las unidades de trenes deben estar hechas de un material resistente a cualquier tipo de coalición en caso de accidente. ¿Qué prefirieron hacer? Ahorrarse ese dinero, o quién sabe, suscribir como que fue invertido, cuando en realidad fue a parar a sus bolsillos de manera ilegal. ¿O nadie se acuerda de la masacre que sucedió hace unos años en la estación de Flores? En ese entonces, la cifra arrojó una cantidad de veinte fallecidos. Finalmente nos tocó hablar de cuarenta y nueve (sin aclarar las personas heridas que superaron los quinientos)
 ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando para remendar las cosas de una vez? Es imposible hablar de seguridad, cuando los mismos sujetos que deben hacerse cargo de la misma, la violan indiscriminadamente
¿Es aceptable que un padre desesperado tenga que recorrer al menos veinticinco hospitales en toda la Capital para poder encontrar a su hija después de 14 horas del hecho?. Pareciera que no aprendemos más, que las desgracias que sucedieron en el pasado, no nos sirven para escarmentar y hacer que esto no pase de nuevo. Los ciento noventa y cuatro pibes no nos sirvieron. La tragedia de Flores, al parecer, tampoco. ¿Y la de Once? Ojalá que esto ya no siga pasando...


@Incredulas - 24/01/15

viernes, 23 de enero de 2015

Tren de la vida

La vida es como un viaje en tren. Un viaje sin retorno, de ida pero no de vuelta. Puede ser un viaje bueno, malo, largo o corto...Y eso varía según la manera de vivirlo o disfrutarlo que tenga cada uno.
El primer momento de este viaje se da de forma rápida, espontánea, con algunos pasajeros impacientes porque la próxima parada está tan cerca pero a la vez tan lejos...Pensamos que esos pasajeros van a ser los que nos acompañe en todo ese camino pero no es así, en alguna parada ellos se van a bajar, dejándonos continuar solos nuestro propio viaje.
Así como se bajan esos pasajeros, van subiendo y bajando otros con los que compartimos el mismo vagón. Unos se quedan más tiempo y otros menos, con unos tendremos más relación que con otros. Algunos, cuando se bajen, nos van a dejar un vacío enorme y siempre los vamos a recordar. Otros simplemente se irán y no nos afectará en nada que esto pase, pero todos le aportarán algo a este viaje.
Muchas veces vamos a tener ganas de bajar del tren, tirarnos, abandonarlo, sólo porque tiene problemas. Es un viaje agotador, largo y ya no es lo mismo cuando no están los mismos pasajeros. Pero siempre tenemos que tratar de vivir este gran viaje con alegría, porque cuando nos toque bajar realmente, no sabemos cómo vamos a reaccionar, con qué nos vamos a encontrar. No sabemos si nos va a gustar o no lo que vamos a ver abajo, no sabemos si nos va a esperar alguien o nadie...
Por estos motivos, tratemos de vivir nuestro viaje de manera optimista, tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros y tratemos de disfrutarlo por más problemas que tenga, por más que sean muchas las estaciones, por más desperfectos técnicos que ocurran, por más que tengamos que perder mucho tiempo o cambie de carriles muchas veces. Este es un lindo viaje y merece ser experimentado...Es el viaje de la vida.
Hagamos que los pasajeros que se quedan cuando nosotros bajemos, tengan un buen recuerdo nuestro, que nuestro asiento quede marcado para siempre y que siempre que hablen de nosotros sea bien y con una sonrisa.
¡Buen viaje para todos!.


@Incredulas - 23/01/15

jueves, 22 de enero de 2015

Materias

Algunos piensan que llevarse materias es un horror, que tienen que sentar el culo en la silla todo el verano para poder pasar de año y salvar esas materias. Y en realidad es así...Sólo que hay dos puntos de vista.
El primero es el extremo: es cuando no hacés nada en todo el año, donde vivís en una nube, sin preocuparte, y luego tenés sólo tres meses para poder meter todas las materias que no quisiste durante el año. El extremo es lo que uno se merece: si no hacés nada, hacelo ahora. Uno espera hasta las últimas consecuencias siempre, dejamos las cosas para el momento final y ahí se nos escapa todo de las manos, y nos insultamos por no haber prestado atención antes o no haber hecho aunque sea la tarea una vez para más o menos tener idea de lo que me nos van a tomar.
El otro extremo es el penoso: es cuando trabajaste duro todo el año, donde pusiste empeño para absolutamente todo y por casi tan pero tan poco, tenés que llevarte algunas materias. En este momento es donde tu esfuerzo no bastó...Necesitabas un poco, tan sólo un poquito más. Pero sabés muy bien que vas a poder darlo, porque no fue por vagueza, sino por poca suerte, o por destino simplemente.
La cuestión es que, estés en el caso que estés, no es la muerte de nadie. Estudiar sirve siempre, estudiar ayuda a nutrirse de conocimientos día a día para un futuro mucho mejor, para una mente más renovada e inteligente, y esto es algo que muchos admiran, ya que el conocimiento es admirable y valorado.
Entonces no lleguemos al extremo: si te llevás materias, que sea por poco, no por vago, no por vivir en otro mundo, ya que todo es por el bien y la nutrición de uno mismo.


@Incredulas - 22/01/15

miércoles, 21 de enero de 2015

Crímenes perfectos

¿Sentiste alguna vez lo que es tener el corazón roto?.
Yo sí, y te puedo asegurar que no es nada lindo. No le recomiendo a nadie padecer así un amor no correspondido, que no pudo ser.
¿Sentiste a los asuntos pendientes volver hasta volverte muy loco?.
Yo sí, y creí que esto tenía solución, pero se me fue todo de las manos.
Si resulta que sí, si podrás entender lo que me pasa a mí esta noche: él ya no va a volver y la pena me empieza a crecer adentro.
Porque te pienso por las mañanas, te necesito por las tardes y te lloro por las noches. Me dolés.
La moneda cayó por el lado de la soledad y el dolor.
Esta soledad me está desesperando, pero no quiero cualquier compañía...Quiero la tuya.
Todo lo que termina, termina mal, poco a poco.
Porque sino no hubiera terminado...
Y si no termina, se contamina más y eso se cubre de polvo...
Y todo se arruina, porque ya nada vuelve a ser como antes.
Me parece que soy de la quinta que vio el mundial 78. Me tocó crecer viendo a mi alrededor paranoia y dolor...
Estar triste por una cosa equivale a pensar en mil cuestiones más y terminar hundiéndote en un pozo depresivo difícil de salir. En esto terminé por vos.
No me lastimes con tus crímenes perfectos, mientras la gente indiferente se da cuenta...
Y nos juzga, y creen que yo soy la culpable del fin de nuestra relación.
De vez en cuando, solamente sale afuera la peor manera...
La peor manera de explicar lo que sentimos, porque enojados o tristes decimos cosas que ni siquiera pensamos.


@Incredulas - 21/01/15

martes, 20 de enero de 2015

Dudo de mí

Aunque seas la más buena, la tranquila, la que no tiene ego, la que de nada se queja, la que siempre deja moralejas e intenta ayudar a los demás...
Aunque seas divertida, la que nunca está con mal humor, la que jamás ves deprimida, la que abre su corazón y sólo quiere darte amor...
De nada sirve tanta dedicación y ternura, porque a la hora de algún premio o recompensa resultás ser demasiado para él..."No merecés sufrir", ¿esa te parece una respuesta? Yo quiero sufrir sólo si es al lado tuyo, y si me la estoy jugando es porque me animo a todo por vos...Pero el otro sigue firme en su postura, y al final te quedás sin nada.
Resulta entonces que lo prohibido es lo más tentador: si ves algo servido en bandeja o fácil de conseguir, casi siempre lo dejás tirado en un rincón, como una opción fácil por la que no vale la pena luchar. Siempre vamos a buscar lo más complicado o difícil de alcanzar, y lo bueno siempre estamos por dejarlo pasar.
Ya no sé qué pensar: si seguir así en mi firme postura o empezar a cambiar. No sé si seguir siendo tan romántica y sentimental, porque pareciera que hoy en día siempre conviene la gente que arma escándalo y no demuestra amor.
Aún no se acaba, mi amor, ¿o pensaste que esto que yo hacía era por diversión?.
En cada frase, en cada palabra, en cada gesto y en cada mirada, se nota mi pasión hacia vos...Y pertenecés a este texto y a cada canción que escucho.
Ahora que estoy más tranquila, analizo todo lo que nos pasó y me di cuenta que nada sirvió, ni las cosas chicas ni las grandes que hice por vos. Todo fue en vano...
Listo. Tu corazón decidió. Y optó por regalarle pasión a una mujer que no te valora, no te quiere, y para colmo, juega de a dos.


@Incredulas - 20/01/15

lunes, 19 de enero de 2015

De viaje

Hoy inicia este viaje.
Algunos aterrados llaman esta experiencia como un "sacrificio", otros lo llaman "suerte", el resto lo llama "oportunidad". Yo lo llamo "amor".
Me siento, justo en este momento, como Celeste de Entrelazados cuando Felipe se va de viaje Estados Unidos. La diferencia es que, en mi caso, su viaje tiene fecha de vencimiento. Pero, de todas formas, no puedo evitar sentirme igual que ella.
No pasaron veinticuatro horas que ya lo extraño, aunque lo siento respirar y está a miles de kilómetros. Y también duele fingir que todo está perfecto y poner una sonrisa a todo, cuando por dentro lo estoy necesitando, cuando cada minuto sin él es eterno. Ya no me basta con ver fotos suyas o hablar por teléfono. Necesito verlo, tocarlo, besarlo, abrazarlo...Sentirlo.
Luego de pensar y analizar mucho mi egoísmo, deseando con todas mis fuerzas que vuelva para estar juntos como siempre, y que no nos separe un maldito viaje en avión de nueve horas, llegué a la conclusión que no está bien mi postura. Él se merecía esta chance. Miles de veces desperdició la posibilidad de conocer y viajar por mí, por quedarse a mi lado, cuidándome...Y yo acá, totalmente egoísta, rogando que vuelva enseguida. ¿Es eso amor realmente? ¿No es un poco obsesivo? ¡Gracias a la vida por hacerme dar cuenta de esto a tiempo y replanteármelo!. Ahora ya no deseo que vuelva, aunque por dentro me esté muriendo...Sino que ruego que la pase bien, que disfrute, que no me extrañe así no sufre como yo.
Es terrible acostumbrarte a alguien en el día a día y que de golpe...¡Pum! Ya no está. Se fue. Y sé que va a volver, y comprendo que el reencuentro va a ser hermoso y le va a dar un cambio total a mis sentimientos actuales, pero aún así me cuesta comprenderlo.
Voy tachando los días que faltan en un pizarrón, hasta que llegue el instante en el que ya te pueda ver y podamos estar juntos, para no separarnos nunca más, porque los próximos viajes que hagamos, sé que van a ser juntos...


@Incredulas - 19/01/15

domingo, 18 de enero de 2015

Entrelazados - Capítulo 41

Los meses pasaron, y el verano se estaba acercando. El Club Deportivo Lion perdió la final contra Espassa Fútbol Club, así que este año no había motivo para festejar. Todos los chicos estaban un poco desilusionados, pero a la vez se la veían venir ya que Espassa es uno de los mejores equipos de toda la categoría.
Cada uno de los chicos había continuado su vida con total naturalidad, salvo por algunas excepciones.

Macarena llegó a un peso habitual, y con gimnasio y dieta estricta para no caer nuevamente en la bulimia, y mucho menos en la anorexia, mantuvo un balance total, y también acompañaba la ejercitación de su cuerpo con gimnasia que hacía entre tres y cuatro veces por semana. Su cuerpo se estaba tornando realmente lindo y agradable a la vista, y ella cuando se veía al espejo, se gustaba. Ni hablar de su novio Pache, que se había enamorado de ella cuando peor se encontraba anímicamente, y ahora que se sentía hermosa, él se enamoraba cada día un poquito más. Por más que en una pareja te de amor lo que es el otro como persona, lo que te genera físicamente es muy importante, y Pache cada segundo que pasaba le gustaba y le atraía Macarena un poco más. Para colmo, aprobó todas las materias de la facultad y terminó el Ciclo Básico Común para empezar el primer año de la carrera que tanto la apasionaba.
Pache, por su parte, continuaba trabajando intensamente, y se propuso hacer un curso de árbitro durante el verano...¡Realmente le encantaba!.
La pareja de ellos dos, reconocida como "Mapache" por el grupo ya que hacían todo juntos, tenían pocas discusiones. Casi siempre que peleaban era porque Pache se ponía loco por los celos. A veces exageraba demasiado y era muy extremista. No permitía que nadie en la calle la mire siquiera a Macarena, incluso las mujeres. La quería sólo para él, y ella era todo amor para su novio, y a veces no toleraba su falta de confianza, por lo que discutían, pero a los cinco minutos se amigaban y transcurría todo como siempre.

Si había una persona que dio un giro de trecientos sesenta grados en menos de un año, esa había sido Malena. En más de una ocasión, se acercó a Nicolás para conversar, y también a Santino, pidiendo disculpas por los errores del pasado, y generando que terminen siendo ellos los que le pedían disculpas por haberla lastimado. Si bien fue una sorpresa enorme verlos a Ale y ella juntos, todos se fueron acostumbrando y decidieron darle una nueva oportunidad a Male, advirtiéndole de entrada que si lastimaba al gordo, todos le harían la cruz para siempre.
A Malena ya le gustaba Alejandro como era, y no tenía interés alguno en cambiarle nada en absoluto, pero él mismo se sentía un poco desentonado al estar a su lado.
- Cuando vamos por la calle, la gente seguro piensa: "¿qué hace ese gordo con esa chica tan linda? ¿Qué le vio?".- le decía Ale a Malena todos los días.
Ella le dedicaba una sonrisa, lo miraba fijo y le respondía con ternura:
- Para mí sos el más hermoso del mundo, y eso solo te tiene que importar, no lo que digan los demás.
Pero a Ale no le bastaba, así que decidió empezar a hacer dieta y gimnasio intensamente. Poco a poco fue bajando más de peso, y aún le falta moldearse un poco, pero ya había dado un cambio radical, y Malena le advertía todo el tiempo que no siga más con eso y que no se obsesione, porque le generaría problemas de salud también.
Advertido por su novia, Ale le hizo caso y se estancó en un peso ideal para él, pero igual le seguían diciendo "gordo".

Celeste y Bautista continuaron juntos como siempre, con muchas charlas profundas a la luz de las velas, y con un montón de planes juntos. Ahora que Celeste finalizó la facultad por este año, aunque le faltó aprobar dos materias, se propuso buscar un trabajo para ahorrar plata y poder mudarse con Bauti a un departamento más chico, vendiendo la casa de la abuela de él. La morocha estaba realmente emocionada por los cambios, y le encantaba también recibir el apoyo de sus padres. Por otro lado, estaba demasiado contenta ya que su hermano Emiliano la nombró madrina del hijo que nacía en los próximos meses, así que era un motivo más que suficiente para estar exaltada y deseando que el bebé llegue.
Con Bauti no peleaban nunca, pero a veces tenían ciertas diferencias que los hacía enojarse a ambos y no hablar por varias horas, hasta que, generalmente ella, volvía a ceder, daba el brazo a torcer y las cosas se solucionaban.
La última gran batalla había sido cuando Celeste percibió los sentimientos de su novio hacia Vera. Realmente no la odiaba a ella porque no tenía la culpa de que Bauti se haya enganchado, pero le daba muchos celos y dolor el sólo hecho de saber que su novio estaba pensando quizá en otra mujer. Él le explicó, luego de una intensa charla, que estaba un poco confundido pero que a su vez no tenía dudas de estar con Celeste, y al mismo tiempo lo ponía como loco saber que Vera estaba iniciando una historia con Nicolás.
Costó muchísimo remontar la situación después de esa conversación, pero ambos llegaron a la conclusión de que la solución era una sola: tomar distancia de Vera. A Bautista lo apenaba muchísimo tener que hacer esto, pero era lo mejor, ya que sólo le interesaba estar con Celeste y de verdad estaba muy enamorado, y lo comprobó las veces que intentó imaginarse junto a Vera o besándola, y la verdad que no le agradó demasiado esa imagen.
Una vez más, esta pareja pudo salir a flote a pesar de los problemas, y ahora estaban mejor que nunca intentando pensar un futuro juntos con muchos planes y proyectos por alcanzar.

Le mandó mensajes, lo llamó, fue a la casa, se lo intentó cruzar, le preguntó a medio mundo por él, pero Vera sólo recibía rechazos de parte de Bautista, hasta que un día, agotada de rogarle que le hable y asustada pensando que se había enojado por algo, lo prepoteó cuando salía del club ya que ella iba a buscar a Nico, y le insistió largo rato para que Bauti le dijera qué le sucedía con ella.
- Necesito saber qué mierda te pasa conmigo, boludo. Vos no sos así...¿Te hice algo que te jodió? ¿Metí la pata con algo? ¿Conté algo que no tenía que contar? ¿Te pudriste de mis mambos y de ser mi amigo? ¿Te...?.
- ¡No! ¡No es eso!.- interrumpió Bauti ya sacado de sus cabales.
- ¿Entonces qué es?.- preguntó Vera.
- Mirá, no es fácil de explicar, y tampoco tengo por qué hacerlo. Ya fue, boluda.- dijo él.
- Por favor, Bau.
"Bau". Qué tierna era...
- Estoy confundido con vos, boluda. Ya está. Es eso. ¿Feliz?.- respondió.- Y para estar bien en mi relación con Celeste necesito tomar distancia de vos. Tan simple como eso.- Bautista dio media vuelta y se fue, dejando a Vera tras de sí.
- ¡Sos un cagón!.- le gritaba ella, entre otras tantas cosas.
Al menos ahora Vera ya tenía en claro qué era lo que sucedía, así que decidió no molestar más a Bautista ni insistir en continuar su amistad ya que no había marcha atrás...O eso creía.

Luego de aquella noche fatal en la casa de Bautista, Lautaro y Rocío decidieron intentarlo de nuevo. Ya pasaron un par de meses de esa noche, y la pareja se encontraba mejor que nunca.
Ella continuaba trabajando en el estudio jurídico de los padres de Santino, con quien había forjado una intensa relación de amistad, y también decidió anotarse en diseño de indumentaria en la Universidad de Palermo para el año siguiente, así que estaba realmente entusiasmada por todos los cambios en su vida. Pero si había algo que todavía estaba pendiente en su camino, era Nicolás. Cada vez que lo veía en algún encuentro del club o reuniones de amigos, ambos se ignoraban por completo, pero sabían los dos que todavía había una llama encendida, la cual era muy difícil de apagar.
A decir verdad, Rocío no estaba enamorada de Lautaro. Lo amaba, eso era cierto, pero más que nada era por lo mucho que se conocían, porque fue su primer amor, y además porque él era un tierno total, pero le costaba horrores volver a enamorarse. Él no se daba por vencido y luchaba día a día por lograr conquistarla. La iba a buscar al trabajo todos los lunes, miércoles y viernes, los sábados ella lo veía jugar a la pelota y después hacían una salida linda, le regalaba cosas tiernas, le llevaba una rosa cada domingo y la elogiaba cada vez que se volvían a encontrar. Lautaro la hacía sentir toda una princesa, pero de todas formas ella aún no conseguía enamorarse de la forma que quería. Se esforzaba todo el tiempo por sentir algo intenso por Lauti, pero no era lo mismo que hace un tiempo atrás. Lo amaba con locura, sí, pero más por los recuerdos compartidos y por la compañía que por lo que era él realmente como persona...
Sin embargo él no lo notaba.
Lautaro creía que estaba haciendo las cosas bien, y no se sentía incómodo tratando a Rocío como una reina día y noche, al contrario, lo satisfacía.
Varias veces fue advertido por Alejandro, Pache, Bautista y Santino, que le decían constantemente que deje de estar tan atrás de ella, porque la iba a terminar aburriendo de nuevo.
- Ya sabés cómo es Rocío, hermano.- le repetía Pache.
- Es re histérica.- agregaba Ale.- Lo que menos tenés que hacer es rogarle o demostrarle que estás para ella.
- Mal, posta.- acotaba Bauti.
- Lo ideal es que ella piense todo el tiempo y viva con el miedo a que te va a perder.- aconsejó Santi. 
Y esas palabras quedaron muy grabadas en la cabeza de Lauti...

La relación entre Vera y Nicolás quedó estancada para siempre en un "nos estamos conociendo" que nunca florecía, y tampoco se terminaban de conocer. Ella soñaba con avanzar, con poner un cambio en la relación que los haga mejorar a los dos y tener, al menos, algún título.
- Si nos somos fieles, estamos siempre juntos, lo sabe todo el mundo...¿Qué más falta para que tengamos un título?.- le preguntaba ella a Nicolás casi siempre.
- Estamos bien así, Vera.- le decía él, y la joven, con tal de no perderlo, soportaba cualquier cosa, hasta los desplantes más absurdos que ninguna otra mujer toleraría.
Varias veces la había dejado plantada y aparecía después de dos horas diciéndole que se había quedado dormido, o que "colgó" hablando con los pibes. Tampoco quería conocer a los D'Agostino, y esto a Vera la mataba de angustia, porque quería de verdad que sus padres lo conozcan, o también ella conocer a los Minaglia. En varias oportunidades lo encontró mirando fotos de Rocío, pero como siempre decidió callarse la boca y tolerar todo, simplemente para darle los gustos a él, no pelear, y así tampoco correr el riesgo de perderlo.
Lo que Nicolás pensaba era que le gustaba la relación así, y por supuesto, ¡él estaba en su comodidad! La apreciaba mucho a Vera y no quería perderla, pero la realidad era una sola y era que Rocío era Rocío, y nadie podía reemplazarla nunca. Cuando la veía, moría de ganas de abrazarla, de besarla. La deseaba como nunca, y también se sentía muy buitre por pensar esas cosas de la novia de un amigo, pero le era imposible no sentirlo. Sin embargo, seguía con Vera porque tenía esperanzas de enamorarse algún día de ella, y tampoco pretendía lastimarla, y ni siquiera se daba cuenta que lo hacía de todas formas.

Maca y Pache se encontraban en la casa de la morocha cuando a ella le llega un mensaje.
- Hola, amor.
Maca miró quién era y cerró la conversación sin contestar. Al notar este gesto, Pache le preguntó quién era y ella le contestó que no importaba.
La joven se fue a bañar y dejó su celular arriba de su mesa de luz, descuidadamente. Pache no dudó ni un segundo y lo agarró, desconfiado totalmente. Al leer el mensaje se puso como loco, era de un número que no estaba agendado, entonces decidió esperar a que salga su novia del baño para pedirle explicaciones.
Maca salió del baño tranquila, normal y vio que su novio estaba sentado en la punta de la cama mirándola fijo. En ese momento se dio cuenta que algo había pasado.

- ¿Qué pasó, amor, que tenés esa cara?.- preguntó ella.
- ¡Amor! Já.- rió Pache de manera irónica.- Justo lo que te pusieron en el mensaje que te mandaron..,

- Marian, ¿revisaste mi celular?- preguntó Maca con un tono no muy agradable. Si había algo que odiaba, era que le toquen sus cosas, mucho más si era el celular.
- Sí, bueno, lo revisé. Macarena, encontré un mensaje de un pibe que te decía "amor". ¿Qué onda, boluda?.- contestó Pache enojado.
- ¡No estás confiando en mí! ¿Te das cuenta? Yo no reviso tu celular, no te hago esas cosas. Y el pibe, ¿sabés quién es? ¡Mi primo!.- dijo Macarena un tanto irritada.
- Macarena, conozco a todos tus primos, y ese pibe...¡no es tu primo!.- gritó Pache muy seguro de sí mismo.
- ¡Vos conocés a mis primos de acá, Mariano! Hay una parte de mi familia que no conocés...Este pibe vive en Río Negro y no lo veo nunca. Igual mi primo no es lo que importa, lo que importa es que vos estás desconfiando todo el tiempo de mí...¡Estoy harta!.-contestó Macarena muy enojada.
- Perdón, gorda, tenés razón.- dijo él aunque seguía un tanto ofendido.- Yo estuve muy mal, pero entendeme a mí también. ¿Que harías vos si leés un mensaje así? No te olvides del sueño que tuviste esa vez donde flasheaste lo mismo que yo, y eso que fue sólo un sueño.
- Primero que no te revisaría el celular, Marian, estás desconfiando todo el tiempo y me cansé. Ya esta, ya fue. Por favor, andate porque estoy cansada y si te quedás vamos a seguir peleando.- dijo Maca.
- Está bien, me voy...¡Pero a la noche vuelvo! Perdoname de nuevo, te juro que no lo hago más.- comento Pache mientras salía de la casa de Maca.
Todo el camino, Pache fue pensando en el primo de Maca. En realidad, su novia le había hablado sobre unos primos en Río Negro pero, ¿cómo se iba a imaginar él que justo le iban a poner "amor"?. La verdad era que en serio estaba arrepentido por la desconfianza que le tenía a su novia, así que antes de llegar a su casa, frenó en una juguetería y le compró un regalo fantástico.

En su facultad, Santino conoció a una chica llamada Emma, que a decir verdad no le daba mucha bolilla. Ella era de pelo negro azabache, lacio y le llegaba a la cadera. Sus ojos eran grises y también cambiaban con el tiempo. Tenía un acento muy interesante por haber vivido tanto tiempo en Francia, y eso seducía a Santino mucho más.
Como él era muy orgulloso y no soportaba perder nada, la persiguió por todos lados, de manera disimulada, para conseguir que ella le preste un poco de atención. Finalmente, lo logró y Emma aceptó una cita con él.
Los padres de Santino eran dueños de un yate que estaba ubicado en Nordelta, por la zona de Tigre donde tenían su casa quinta de fin de semana, a la cual Santi no iba hace años, pero esta vez decidió hacer una excepción y llevar a su conquista allí. Pasaron el fin de semana entero navegando por el río, conociendo bien la zona, tomando champagne y metiéndose al yacuzzi. Cuando por fin Santino logró desvestirla, besarla y tener sexo con ella, no le habló nunca más.
Los hombres mujeriegos nunca cambian, aún cuando dicen estar enamorados.

De Pedro nadie sabía nada, tan sólo Bautista y Celeste. Nadie se animaba a indagar por temor a recibir una mala respuesta, o tampoco les interesaba mucho.
Todos los fines de semana llamaban de la clínica para hacer el parte médico ya que nadie iba a visitar al joven. Bautista había perdido todo el interés y las ganas que, por más que Celeste lo impulsaba a ir a ver a su hermano, no tenía ni un poco de esperanza en que se mejore, así que simplemente optó por dejarlo en paz y que se arregle solo, pero para las fechas importantes o para saludarlo y ver cómo estaba, al menos lo llamaba por teléfono y eso le parecía a Bautista más que suficiente...Para colmo, Pedro también estaba enojado con él, y había hecho un grupo nuevo de amigos un poco más sano, pero seguía drogándose en cada oportunidad que podía, ya que por más que sea una granja de rehabilitación, las drogas llegaban igual.

Bauti salió de su casa temprano, se dirigía al trabajo, cuando en la vereda de enfrente vio parada a Vera, ya que justo pasó por delante de la facultad de ella pues trabajaba a dos cuadras simplemente. La joven había ido a retirar sus últimas notas de la facultad. Bauti ni dudó y se acercó a saludarla. 
Vera, cuando lo vio, se sorprendió y se alegró mucho. 
- ¡¡Hola, Bau!! ¿Cómo estás, tanto tiempo?.- le dijo Vera mientras lo saludaba con un beso en el cachete y a Bautista se le erizaban todos los pelos de la piel.
- Hola. Yo todo bien...¿y vos?.
- Todo bien, hace mucho no hablamos...¿Qué onda tu vida? La estuve viendo a Celes en cumpleaños y cosas así, pero vos nunca vas...- preguntó Vera cuidadosamente.
- Sí, boluda, hace mucho que no hablamos. Pero bueno, vos sabes por qué...Y además, qué se yo...No quería complicar las cosas y tampoco quería que lo que me pasaba arruine mi relación con Celeste después de todo lo que nos costó estar juntos...Vos sabés a qué me refiero.- comentó el joven mirando hacia el piso.
- No, obvio.- dijo Vera entre risas.- No valía la pena arruinar la relación con Celes por esa confusión tonta.- agregó irónicamente.
- No, Ve, a mí me pasaba algo groso con vos.
Se produjo un silencio incómodo que Vera no quiso romper, entonces se animó Bautista a continuar.
- No estaba bueno que sigamos teniendo esa relación, tan apegados.- dijo él.
- ¿Por qué no? Siempre soñamos ambos con un amigo del otro sexo, y una vez que lo encontramos, tiraste todo al carajo por una confusión.- dijo Vera haciendo memoria.- Encima me bloqueaste de WhatsApp, no me abrías la puerta de tu casa, no me contestabas el teléfono, nada...
- Me iba a confundir más, además...Ahora estás re bien con Nico, ¿o me equivo? Yo ni idea porque no hablo mucho con él ya.- preguntó Bauti.
- Estamos re bien, pero nada formal todavía, seguimos conociéndonos, así que creo que sirvió que nos alejemos para no perjudicar las relaciones de ninguno.- ambos sabían que Vera mentía, y que morían de ganas ambos por contarse todo, abrazarse y recuperar la confianza de antes.
- Bueno, mejor. Che, ¿hoy vas al Álamo con los chicos?.-preguntó Bau.
- Sí, sí, voy con Maca y Pache, me encuentro con Nico allá. ¿Vos vas?.- preguntó ella.
- ¡Sí, obvio! No tenía ganas porque no quería cruzarte, pero ahora que nos vimos ya fue.- dijo Bauti riéndose.- Bueno, nos vemos ahí entonces. Me voy porque llego tarde al trabajo sino, Ve. ¡Me gustó encontrarte de nuevo!.- dijo mientras saludaba a su ex mejor amiga.
- Dale, Bau, ¡nos vemos esta noche!.
Al alejarse, Bauti pensaba en cuánto había extrañado a Vera, ya que hacía mucho que no hablaban porque Celes le había pedido que se aleje de ella porque se había dado cuenta que a él le pasaban cosas con la rubia.
Vera, por su parte, también pensaba que había extrañado a Bauti, pero le gustó alejarse de él, porque le hizo comprender que en realidad siempre quiso a Nico y Bauti siempre fue sólo su mejor amigo. A veces las distancias salvan las relaciones...

Los chicos estaban ansiosos esperando la noche, ya que iban al Álamo y sabían que se reencontrarían todos con todos.
Tenían todo arreglado: Bauti, Celes, Ro y Lauti iban juntos. Pache y Maca iban con Vera, ya que ella no quería cruzarse ni con Bauti ni con Rocío, entonces le preguntó a su amiga si podía ir con ella porque Nico iba con Santi y el gordo Ale. Male iba con sus amigas.
Eran las doce de la noche cuando Lauti paso a buscar a Bautista y se dirigieron a buscar a sus novias, que estaban en lo de Rocío. Cuando las chicas salieron, los dos jóvenes no podían creer lo lindas que estaban. Celes tenía un vestidito floreado cortito y unas franciscanas negras. Ro tenía una musculosa blanca con espalda descubierta y una pollera larga fucsia...¡Estaban divinas! Subieron al auto, saludaron a los chicos y partieron.

Apenas entraron, Rocío vio a Nicolás en la barra y junto a él, Ale y Santino tomando unas cervezas. En ese momento, se le cruzó el recuerdo de la primera vez que se vieron, cómo Nicolás le había volcado toda su bebida y la manera en la que le pidió predón con esa sonrisa compradora. Luego de recordar todo esto, lo primero que hizo fue ir a saludarlo.
Por su parte, Nicolás, cuando vio entrar a Rocío, en lo primero que pensó fue en lo linda que estaba la rubia y en lo mal que le hacía verla con Lautaro. Cuando vió que Rocío se acercaba, se puso de pie., El corazón le iba a mil, estaba nervioso como si fuera la primera cita.
- Hola, Nico.- dijo la rubia, deseando que Lautaro no esté viendo esa escena.

- ¡Hola, Ro!.- dijo él, emocionadísimo.- ¿Cómo estás? Tanto tiempo...- comentó Nico mientras la saludaba con un beso. 
- ¡Todo bien!, ¿vos? Sí, ¡hace mucho que no te veía! ¿Qué onda? ¿Qué es de tu vida?.- preguntó Rocío. 
- Mi vida tranquila, siempre lo mismo. Vos seguís con el gil de Lauti por lo que veo...- dijo Nico entre risas.
- Sí, ¡sigo con Lau! Y vos con Vera, ¿no?.- Rocío esperaba escuchar una respuesta negativa. 
- Sí.- Uf.- Pero sigo pensando en vos...No te fuiste nunca de mi vida.- le dijo él con un tono un poco chamuyero.
- Bueno, basta...¡Dejá de chamuyarme, bobo! Además yo estoy con Lautaro y vos con Vera, así que ya fue.- comentó Ro muy segura.
- No te chamuyo, ¡te digo en serio, Rocío!.
- Bueno, me voy, nos vemos mas tarde...- le dijo Rocío con un tono cortante y frío mientras se alejaba.
La verdad era que ella se moría de amor con las cosas que le decía Nicolás, pero también entendía que ella estaba bien con Lauti, lo amaba y que Vera y Nico estaban en algo, entonces prefirió no meterse y seguir su vida como lo había hecho estos meses. 

Vera, Maca y Pache se encontraron en la casa de Maca y fueron juntos al Álamo. Al entrar, Vera vio a Rocío y Nicolás hablando. La situación no le gustó en lo más mínimo, pero decidió no acercarse para no molestar a Nicolás.
Cuando Maca vio que Rocío y Nico estaban hablando, lo primero que hizo fue llevarse a Vera de ahí para que no esté pendiente de su chico, así que fueron a saludar a Celes, Lauti y Bauti que se encontraban sentados en una mesa. 

Cuando Rocío termino de hablar con Nico, se acerco a la mesa. Enseguida se acercaron Santi y Nico. El gordo estaba esperando a Male en la barra...

A mitad de la noche, Maca le pidió a Vera que la acompañe al baño y ésta accedió. A su vez, Rochi y Lauti se encontraban en la barra pidiendo algo para tomar. 
Nico estaba dando una vuelta solo cuando de repente le tocan el hombro y se da vuelta. Era una chica rubia, ojos verdes, dientes perfectamente blancos y brillantes, portadora de una sonrisa divina. Al verla, Nico se quedó paralizado, no sabía cómo reaccionar, se notaba que la chica estaba pasada de copas. Sin dudarlo, la morocha se abalanzó a Nicolás y lo besó. Por supuesto y sin pensarlo, él siguió el juego, y justo en ese instante percibió cómo Vera y Rocío lo estaban mirando.


Continuará...

sábado, 17 de enero de 2015

Ser usada

¿Alguna vez te sentiste usada? ¿Lastimada? ¿Herida? O simplemente...¿Ignorada?.
Bueno, dejame decirte que no sos la única metida en esta bolsa prendida fuego a punto de convertirse en puras cenizas que en algún momento serán enterradas o llevadas por el viento.
Aparece el hombre que te va a ilusionar el corazón, quien va a robártelo, y vos como una ilusa se lo ofrecés como si fuese algo que se puede recuperar fácilmente. Pero te hago recordar que un corazón roto no se cura en poco tiempo, sino que tarda eternidades en sanar.
Ser usada es lo que peor que le pude pasar a una mujer...Y peor aún es cuando esta misma mujer se deja usar.
Hay mujeres que no se aman a sí mismas y dejan que el otro las use como un trofeo, como un juguete, como una revista, la cual dejás de leer y queda en una silla por meses, sin abrir nuevamente, pero cuando te aburrís, volvés a agarrarla y leerla.
Somos ciegas, somos sordas y muchas veces nuestras palabras no salen, ya que habla el corazón antes que el cerebro. Ni pensamos en muchas ocasiones, simplemente actuamos. Y por esas actuaciones cometemos errores, y esos errores nos lastiman, nos hieren, nos entierran en el maldito vacío.
Recomiendo que primero nos amemos antes de amar a otra persona. Y que lo que nosotras creamos mejor para cada una, es lo que debemos hacer. Que nos respeten, siempre. El respeto como estandarte ante todo y sobre todo. Primero una, y luego el resto. Debemos amarnos, debemos cuidarnos, y no ser usadas.


@Incredulas - 17/01/15

viernes, 16 de enero de 2015

Un infierno encantador

Hola. ¿Sabés qué? No me acuerdo la primera vez que te vi. Tal vez es porque crecí al lado tuyo y siempre estuviste ahí desde mis primeros recuerdos. La verdad es que tuve mucha suerte en nacer y al tenerte a vos en mi vida. Me diste tantos buenos momentos que no sé cómo agradecerte...Y cuando no estás, me hacés mucha falta y te extraño horrores.
Viví cada día de mi vida deseando verte, soñando con pisar tu casa una y otra vez, que es mi lugar en el mundo. Mi mejor regalo de cumpleaños era aquel que tenía que ver con vos. Me daba igual lo que me regalaran los demás. Lo que me interesaba era que vos estuvieras en él. Ni hablar si me diste justo ese día una alegría. 
Me hiciste fuerte. Aprendí con vos que no hay nada imposible y que todo se puede conseguir. Los sueños se hacen realidad siempre y cuando luches por ellos.
Y ahora que crecí, me doy cuenta que sos lo mejor que me pasó en la vida. Tus alegrías son mis alegrías, y tus tristezas son las mías.
Sufrí al lado tuyo como nunca, más que por amor incluso, pero cada gota de sufrimiento mereció la pena porque prefiero tenerte a vos que a otros, prefiero llorar con vos que celebrar con los demás. Te prefiero ante todo y ante todos. Nací con vos y voy a morir con vos porque no hay nada mejor que saber que estás ahí para quitarme las penas y devolverme la sonrisa. 
Lográs que noventa minutos a veces sean eternos, y otros tantos sean rapidísimos.
Lo que siento por vos es algo difícil de explicar. Dicen que cuando se siente no hace falta entender...
Hacés que me olvide de todo y sólo piense en vos, por eso te doy las gracias. Gracias por estar presente en mi vida. Gracias por pintar mi corazón de color rojo. Gracias por hacerme conocer que los diablos no son malos, y que el infierno es encantador. Gracias por enseñarme que la filosofía y los valores son mejores y valen más que el dinero. Gracias por alegrarme la vida en cada partido. Gracias por todas las personas que conocí gracias a vos. Gracias por cada lágrima derramada, porque detrás de ella hay una historia de vida.


@Incredulas - 16/01/15

jueves, 15 de enero de 2015

No somos nada

No queres complicarte y menos querés complicarlo a él, pero necesitás saber bien qué son, qué rol ocupa cada uno en la vida del otro, qué responsabilidades tienen para con la relación. 
"¿Qué somos?", le preguntaste.
¿Qué pasa si me ves con otros chicos?.
¿Qué pasa si algún día dejamos de llamarnos?.
¿Qué pasa si un día te veo y  tengo terribles ganas de quedarme con vos y vos apenas me saludás?.
"No somos nada".
Entiendo, no somos amigos, porque probablemente yo no te contaré muchas cosas, porque como vos dijiste: "no somos nada". Tal vez si tuviéramos una relación, yo te contaría algo más. Pero no somos nada. No le pusimos nombre, por lo tanto no pusimos ni fechas, ni exigencias ni ninguna otra cosa de compromiso más serio. Pero hubo un inicio y quizás hubo un final. 
Stop: no es "relación", pero mis amigas dicen que lo es. Y me hacen preguntas que no sé cómo responder: "¿hace cuánto estás con ese chico?", y ahí contesto lo primero que se me viene a la mente porque no estamos en nada, pero a la vez sí.
Tranquila, sé cómo te sentís. Él es la persona en la que pensás cuando salís, es ese que pensás llamar cuando estás borracha y, probablemente, el que extrañás si han pasado un tiempo sin verse.
¿Identificada? Siempre uno de los dos lados tiende a caer en sentimientos más profundos. Generalmente, nosotras.
¿Qué resta por hacer? Jamás permitir, por mucho que quieras a un chico, que jueguen con tu dignidad y amor propio. Por más que te haya dicho mil veces que te ama, que no quiere perderte y que sos lo que siempre buscó, con sus actos demuestra que no está interesado en lo más mínimo: si no te cuida, no te respeta. No creas lo que te dice si no encaja con lo que hace. Tenés que entender: no te ama ni te va a amar por más que cumplas su mayor sueño. Eso no significa que él tenga un gusto espantoso con las chicas (por no elegirte a vos), o que sos la culpable de no enamorarlo, o tiene problemas para comprometerse. Eso es lo primero que tenés que aceptar para superar.
Después lo que te queda por hacer es arrancarlo de tu vida, porque nada lo va a hacer cambiar y menos si cuenta con tu consentimiento como juguete sexual en sus ratos de tiempo libre.
Lo segundo que tenés que comprender es que el amar o querer mucho a alguien no implica perder la libertad, y mucho menos dejar de hacerte valer como mujer. Así que a ese famoso "no somos nada", retrucalo, no tengas miedo a quedar desesperada porque no es así, es simplemente aclarar las cosas. Y si se ven siempre, hablan todos los días, se celan, se chapan y todo, es porque definitivamente son algo.


@Incredulas - 15/01/15

miércoles, 14 de enero de 2015

Astros

Más de un esclavo vive en sus tierras. Quieren tu sabia cuando te tengan. Más que tus soles quieren tu espanto, dale tus penas para su canto.
Porque la gente quiere verte caer, no soportan el éxito de los demás. Todos anhelan que fracases, porque hoy en día la envidia es lo más importante.
Y los violentos aún no se sienten. Quizás te azoten cuando te encuentren. Sobre su vientre estás parada, qué poco el tiempo que te ha tocado.
Tanto a vos como a mí nos tocaron tiempos difíciles donde la violencia es el principal testigo.
Bailaré, bailarás, bailará otra vez, que los astros te van a ver. Que un buen trago no viene mal cuando pega la vida con tanta sed.
Date el gusto de aprovechar los lindos momentos, que cuando todo sale mal y estás sedienta de éxito, hay que gozar de las pequeñas oportunidades que nos da la vida.
Pero las rocas siguen sangrando y sus derrotas vos vas pagando. Nadie que entienda ya de tu herida...Sólo la noche se hizo tu amiga.
O tu enemiga, tal vez. El conjunto de la noche, formado por la luna y las estrellas, son quienes te observan llorando cada madrugada sobre tu almohada anhelando un amor que no viviste, extrañando un familiar que no conociste...


@Incredulas - 14/01/15

martes, 13 de enero de 2015

Sin abuelos

Desde que salí de la panza de mamá, esperé que me recibieras. Quería que estés ahí cuando yo salga, y no entiendo por qué te tuviste que ir tan apresuradamente, sin esperarme. Qué feo es pensar que estás lejos y que nunca te pude conocer. Qué feo es saber que te fuiste unos meses antes de que yo llegue al mundo.
Cada año que pasa, desde que tengo memoria, pienso: "¿por qué a mí?", "¿por qué me tocó a mí no tener un abuelo con quien compartir momentos de felicidad, me cumpla caprichos o me de permiso cuando mi mamá no me deja hacer algo?". Me parece injusto, y hasta llegué a enojarme no sé siquiera con quién. Quizá con Dios, quizá con vos, quizá con nadie.
Cuando me hablan de vos mis papás, me cuentan cosas graciosas, se nota que eras muy buena persona y que siempre salías con algo que hacía reír a todos.
Me duele y me molesta la idea de pensar que nunca pude abrazarte y más me duele saber que cuando te fuiste no sabías que yo iba a llegar al mundo. Seguro te hubieras puesto muy feliz con esa noticia...
Me gustaría, aunque sea, pasar dos minutos con vos, conocerte y sobre todo abrazarte, pero bueno, son las cosas de la vida y a veces lo puedo llegar a entender.
No te conozco y nunca te abracé pero estoy más que segura que estés donde estés, siempre me vas a cuidar.
Qué locura amar a alguien que nunca conociste, ¿no?.
Aunque no te conocí físicamente, siento que te conozco el alma...¡Te amo, abuelo!.


@Incredulas - 13/01/15

lunes, 12 de enero de 2015

La difícil tarea de no idealizar

Según el diccionario, idealizar es imaginar la realidad más bella de lo que en verdad es, pero, ¿quién no idealizó alguna vez? A mí me pasó. Y no una, ni dos veces, sino muchas.
Cuando se me pone algo en la cabeza, no me lo saca nadie y siempre termino mal, triste o llorando porque tengo una idea errónea de algo o alguien, y eso, a la larga o a la corta, me termina lastimando.
Por ejemplo: conozco a alguien, empezamos a hablar y me cae bien. Hasta ahí todo bien, el tema es que me pongo a analizar cómo lo veo yo a simple vista y quizás con dos palabras que me dijo ya lo creo perfecto o la mejor persona del mundo, y no siempre es así.
O sino también pasa esto: me hablo desde hace un tiempo con una persona, tenemos onda y todo va bien. Después de unos meses, tenemos algo, y yo ya lo creo el mejor pibe del mundo, el que no me va a cagar y siempre se la va a jugar por mí. Pero cuando me hace algo, me deja, me mete los cuernos, o lo que fuera, estoy realmente destrozada y todo por no darme cuenta antes. Pero esto pasa porque veo lo de afuera y me quedo con lo que aparenta ser, no me doy cuenta de lo que es, siempre me quedo con lo que yo quiero que sea. Como dicen: "No hay peor ciego que el que no quiere ver".
Por estas razones me parece que idealizar es una de las peores cosas que hay, por más de que lo he hecho varias veces, me desagrada totalmente. 
Si idealizamos, nunca vamos a ver la realidad y lo bueno es real. Nunca algo idealizado va a ser bueno. Siempre a menor o mayor medida o tiempo termina siendo malo, porque después de todo, es algo que vos querés que sea y no lo que realmente es.
Idealicemos menos y veamos más la realidad, pongamos los pies sobre la tierra sin temor, hay muchas cosas lindas y verdaderas para ver y disfrutar. "No hay peor error que idealizar...".


@Incredulas - 12/01/15

domingo, 11 de enero de 2015

Entrelazados - Capítulo 40

Celeste no pudo contener esas ganas locas de querer gritarle a los cuatro vientos a Bautista lo mucho que le molestaba su relación con Vera. A su vez, comprendió que era de egoísta hacerle cualquier tipo de planteo ya que confiaba plenamente en su novio, y además Vera no parecía ser una mala persona como para meterse en una relación ajena. Finalmente, Celeste decidió omitir este problema y escuchar a Bautista cuando le contaba la conversación con Vera. Como era de esperarse, él le pidió disculpas por interrumpir el lindo momento que estaban teniendo, y la morocha sólo se limitó a sonreír, asegurándole a Bauti que realmente no había ningún problema.
Continuaron toda la tarde juntos, y luego acordaron ir a cenar con Pache y Maca. La noticia de la creciente relación de Alejandro y Malena ya había llegado a oído de todos, pero como nadie aceptó juntarse esa noche a comer entre los amigos o a tomar algo en el club, Pachetti y Bauti decidieron hacer cena de parejas. Celeste y Macarena, por supuesto, estaban encantadas con la idea.
Conversaron de todo lo que podía pasárseles por la cabeza. Comenzaron chusmeando sobre las siguientes fechas en el club mientras las dos jóvenes arreglaban juntas para ir a verlo en algún partido. Después conversaron de Ale y Malena. Ninguno podía creer realmente que se hayan dado así las cosas. La realidad era que a Bauti un poco lo ofendía que Alejandro no le cuente nada, pero 
por otro lado lo entendía. Todos tenían miedo de que el gordo salga lastimado, porque si había una persona que no se lo merecía, era él.
Casi terminando la noche y cuando el restaurante estaba por cerrar, las parejas se despidieron hasta el próximo encuentro. Pache acompañó a Maca a su casa, hicieron el amor y después siguió su rumbo ya que al otro día debía trabajar y ella ir a la facultad. La salud de esta última estaba mejorando notoriamente. Si bien aún seguía flaca y con las inseguridades de siempre, se encontraba un poco mejor y Pache la reconfortaba a cada segundo con palabras hermosas, y no le importaba en lo más mínimo que estén sus amigos adelante.
- ¿No tengo la novia más hermosa del mundo?.- solía decirle a todos mientras Maca lo miraba con un brillo en sus ojos imposible de disimular.
Por su parte, Celeste y Bauti no tenían nada de sueño, y si bien tenían que madrugar, optaron por caminar por el parque. Hace un par de días que no lo hacía, pero a él le agarraron terribles ganas de fumar. A Celeste esto no le agradaba en absoluto, pero por una vez decidió ceder ya que la situación se prestaba para fumar un cigarrillo mirando las estrellas. Caminaron por todo el parque en busca de algún árbol que sea cómodo para recostarse. En medio de su búsqueda, encontraron a un grupo de jóvenes riéndose muy fuerte, y en un costado un poco más alejada, una rubia que gritaba con dolor y angustia, agarrándose la cabeza, mientras otro chico la abrazaba fuerte e intentaba consolarla.

Después de estar varias horas hablando con Macarena, con otras amigas y también con Bauti, Vera llegó a la conclusión que no debía llorar más. Se bañó nuevamente por más que ya lo haya hecho ese día, se puso su pijama más lindo y bien cómoda se recostó en su cama. No quería llorar más y se daba cuenta que Nicolás no valía la pena. "Yo no soy juguete de nadie", pensaba Vera, pero muy en el fondo sabía que seguía sintiendo lo mismo por Nico, pero no era más que un amor idealizado, como si fuera un platónico. Le dolía mucho el pecho de tanto llorar, y en un momento se dio cuenta que ni siquiera era por Nicolás, sino porque le dolía haber sido rechazada así. La realidad era que Vera era realmente hermosa, y no había chico que la rechace, nunca le había sucedido...Y tampoco le había gustado mucho alguien. Pero con Nicolás sintió un flechazo instantáneo. No quería que Santino le tire onda como había querido hacer, o que cualquier otro la mire con ojos que no sean de amistad, simplemente Nicolás...Y justo él era el que no le daba bola. Lo sentía como un fracaso, como una derrota.
En medio de un estado de ensueño donde se encontraba casi dormida pero a la vez alerta a cualquier ruido que pueda ocurrir a su alrededor, Vera sintió la vibración de su celular sobre la mesita de luz. Encendió un velador y agarró su teléfono. Allí vio un mensaje de Nicolás larguísimo que decía:
- Perdoname por lo de hoy. Quise hacerme el vivo y creer que podía usarte para olvidarme de la otra, pero la realidad es que no te quiero lastimar. No quiero estar con nadie del entorno, no es que sos vos el problema. Sos hermosa y espero no haberte lastimado porque no fue mi intención. ¿Me perdonás?.
A Vera le comenzó a latir el corazón muy fuerte. Se encontraba nerviosa y temblaba. No sabía qué contestarle. Llamó emocionadísima a Macarena por teléfono contándole lo que pasó, y ella la aconsejó de la manera más común posible.
- No le contestes, boluda, es un gil. No te merece.
Pero Vera sabía que tenía que contestarle algo. Quizá ahora lo mejor era irse a dormir para dejarle la intriga a él, y recién al otro día pensar bien qué ponerle.
Obviamente que esto no lo pudo cumplir porque moría de ganas de que él lea lo que ella le iba a escribir, así que en menos de un minuto le respondió lo siguiente:
- Todo bien.
Del otro lado, Nicolás se mordía los labios casi haciéndolos sangrar por haberse arrancado las cascaritas. Pensó que Vera le pondría algo más interesante, le sacaría más charla, pero no lo hizo. No podía aguantar las ganas que tenía de sacarle más conversación y ver si realmente lo había disculpado por la situación incómoda que generó hoy, y por hacerla venir desde Pilar simplemente para desilusionarla por completo. Pensó largos minutos, mientras Vera sufría porque le había clavado el famoso "visto".

- ¡No lo puedo creer, Pedro! ¡Sos un forro de mierda!.- gritaba Bautista sin parar. Repetía una y otra vez lo mismo, pero no podía sacarse de su cabeza la imagen de ver a él aspirando cocaína mientras Rocío estaba casi tendida en el pasto con los ojos dilatados sin entender nada.
Como Santino tenía auto, Celeste lo llamó urgentemente para que los vaya a buscar al parque y así poder trasladar a Pedro y Rocío que estaban, sobre todo ella, casi inconscientes, perdidos en una nube.
Cuando llegaron a la casa de los Mayer, Bautista se puso como loco y no frenaba su catarata de insultos hacia Pedro. Estaba completamente desilusionado y triste. No entendía cómo su hermano podía mentir así y fallarles a todo.
- ¿Sabés lo que sos? ¡Un drogadicto del orto! ¡Y eso no lo vas a cambiar nunca! ¡¡¿Encima metés a una amiga en todo esto?!!.- gritaba más y más.
Pedro lo observaba y sonreía de costado. Ya harto de su irrespetuosidad y por fastidiarlo todo el tiempo sin hacer caso a todo lo que Bautista decía, éste lo tomó del pelo y lo tiró para atrás, sacado completamente de quicio.
- Escuchame una cosita, Pedro. Yo no te voy a bancar más con nada. No quiero que vivas más acá si vas a ser un drogadicto de mierda, ¿me escuchaste? No me merezco eso, y me mentiste un montón.
Entrando en razón, Pedro lo escuchaba un poco más atento pero también furioso porque le estaba jalando muy fuerte del pelo. Cuando por fin Bautista notó que su hermano lo escuchaba con atención, recién ahí lo soltó y pudieron hablar de igual a igual.
Rocío se sentía aturdida y la cabeza le daba vueltas, así que se levantó de la silla como pudo y, acompañada por Celeste y Santino, fue al comedor. Automáticamente se puso a llorar. Celeste se puso de cuclillas a su lado y le acariciaba el pelo mientras Santino usaba el celular mientras escuchaban lo que la muchacha tenía para contar.

Confuso pero a la vez excedido por un impulso fugaz, Nicolás llamó por teléfono a Vera. Notó del otro lado que tardaba en responder, seguramente haciéndolo a propósito para no parecer desesperada.
- ¿Nicolás?.- preguntó ella al atender.
Él sonrió, y del otro lado del celular se notó esa simpatía.
- Sí, hola...- dijo, y no se atrevió a acotar más. Vera del otro lado también quedó en silencio sin saber cómo seguir, hasta que Nico se atrevió a romper esa incomodidad.- Me sentí mal todo el día por lo que pasó. La verdad es que...
- Ya fue, Nicolás, te dije que estaba todo bien.- dijo ella marcando cierta distancia. Quería demostrar ser fuerte y que él no le interesaba, pero le costaba muchísimo y por dentro moría de amor.
- Es que...Me di cuenta de muchas cosas.- retrucó él.
- ¿De qué?.- preguntó Vera con curiosidad.
Se sintió del otro lado cómo Nicolás respiraba hondo y pensaba mucho en lo que iba a decir. Eligió sus palabras con sumo cuidado, pero al momento de decirlo y explayar sus sentimientos, esto cambió por completo.
- Quiero estar bien. No quiero sufrir más por amor...O al menos lo que yo creo amor.- dijo él.
- Yo tampoco quiero sufrir, pero todos los pibes con los que me engancho resulta que ya tienen historias pasadas que no pueden soltar, y eso no me hace bien. Ya sé cómo va a terminar esto, y no quiero que pase lo mismo porque yo sufro mucho.- comentó Vera sin dudarlo.
Nicolás la escuchó atentamente, y cuando terminó, optó por lo que consideraba lo mejor para él.
- Mirá, Vera, me voy a tirar a la pileta de cabeza y no me importa si me choco contra el piso.
- ¿De qué hablás?.- dijo ella.
- Si salís a tu balcón te vas a dar cuenta de lo que hablo.
Vera no comprendía nada. Ya le estaba pareciendo que todo esto era una broma maligna de Nicolás, y que la estaba delirando desde el otro lado del teléfono. La joven de todas formas quiso sacarse sus dudas, abrió las puertas que dirigían al balcón de su habitación y allí lo vio a Nicolás, parado delante de ella, con una caja de chocolates Ferrero Rocher que tenían un sobre pegado. Vera quedó boquiabierta, muda por completo, sin poder creer lo que estaba viendo. Cortó el celular, y lo tiró hacia la cama, sin quitar un segundo la mirada de los ojos de Nicolás.
- ¿Qué hacés acá?.
Realmente no lo podía creer. Se había recorrido en colectivo unos cincuenta kilómetros para ir hasta la casa de ella, sorprenderla con una caja de chocolates, y encima trepar a su balcón para darle una sorpresa...¡Esto era realmente increíble!.
Sin decir una palabra, Nico se acercó a ella y le dio la caja de chocolates. Ella abrió el sobre y adentro decía, con una letra de hombre horrenda y difícil de entender: "¿Me das una oportunidad?". Los ojos de Vera se empañaron. Sentía que estaba en un sueño del que jamás quería despertar. Pero no. Ésta era la realidad, y Nicolás se había dado cuenta de la chica que se estaba perdiendo por otra que no lo valoraba en absoluto.
El joven se acercó a ella, le dedicó una de esas sonrisas llenas de cariño y promesas amorosas que pocas veces son reales, pero ésta parecía pura y sincera en absoluto. Nico puso sus manos en la cintura de Vera, mientras le corría un mechón de pelo de la cara y la miraba.
- ¿Podemos intentarlo yendo despacio y de a poquito?.- le preguntó.
Ella sonrió como hace mucho tiempo no le sucedía, y sellaron ese hermoso momento en un cálido beso que terminó en una tarde donde miraron películas, merendaron juntos, hablaron de todo, subieron fotos juntos a las redes sociales sorprendiendo a todos y, por supuesto, comieron los Ferrero Rocher.

Malena, Alejandro y Lautaro se encontraban tomando una gaseosa en el buffet del club, como solían hacer. La jovencita y el gordo se la pasaban acaramelados, a los besos limpios sin importarles que Lautaro esté en medio de una anécdota. La verdad era que resultaban ser bastante molestos y pesados, pero a Ale nadie se atrevía a decirle nada por todo lo que le costó estar bien con Malena.
- Y no sé, ¿vieron? Yo quiero hablar con ella, verla. Me muero de ganas de hacerlo, pero quedo como un tarado y todos me van a tratar de cornudo de nuevo.- decía Lauti en referencia a Rocío.
- Pero si ella no te cagó nunca, amigo.- acotó Ale.
- Sí, ya sé, pero todo lo que pasó...¿Quién me asegura que no se va a enganchar con otro de nuevo?.- dudaba continuamente.
- Mirá, Lautaro.- dijo Malena.- Las mujeres somos de por sí histéricas, y Rocío y yo somos más que el resto me parece.- agregó entre risas mirando a Ale y acariciándole la mano.- Pero lo que pasa acá es que llega un momento que te das cuenta que estás perdiendo a una gran persona, a la que creés el amor de tu vida, y todo lo malo que hiciste en un pasado ya queda de lado, ¿entendés?.
Las palabras de Malena sonaron sinceras y eran totalmente ciertas. Rocío misma el otro día había notado las famosas mariposas en la panza que le hizo sentir haberse cruzado con Lautaro, y fue por el único que sintió eso, porque ver a Nicolás no le generó nada, y Santino mucho menos ya que era un amigo. Por supuesto, Lautaro todo esto ni se lo imaginaba, pero igual había cedido a juntarse con ella para hablar. Malena y Alejandro lo impulsaban a que lo haga, sin dudarlo. 
En medio de la conversación, sonó el celular de Lauti, y cuando lo respondió, la pareja vio cómo se levantaba del asiento y la cara se le transformaba. Se había puesto completamente pálido. Les comentó rápidamente a los dos lo que pasó, y se fueron los tres corriendo a la casa de Bautista.

No lo dudó un segundo más. Bautista llamó al centro de rehabilitación de Pedro, mientras éste se bañaba, pensando que ya había finalizado todo. No era así: estaba comunicándose para que se lo lleven de nuevo, y prometieron ir a buscarlo en menos de veinte minutos para que no se escape ni nada.
Celeste abrazó a su novio que todavía estaba muy tenso y nervioso. Luego le dio un beso reparador y le hizo una caricia en el brazo.
- Todo va a estar bien, amor.
- Siento que le estoy fallando. Me va a odiar cuando vea que llamé a la clínica.- decía Bauti apesadumbradamente.
- Es lo mejor que pudiste hacer. Sos un hombre con todas las letras.- le decía Celeste para reconfortarlo.- Estoy orgullosa de vos, y esto es lo mejor para tu hermano, para salvarle su propia vida y que no siga empeorándose, y mucho menos a los demás.- acotó mientras ambos miraban a Rocío que seguía balanceándose y agarrándose la cabeza con desesperación. Santino le había colocado paños fríos en la frente para que se vaya relajando, y de a poco la rubia lo estaba consiguiendo, pero todo se desmoronó cuando vio a Lautaro ingresar por la puerta.
El joven automáticamente saltó sobre ella, la arropó y la abrazó fuerte.
- ¡Mi amor! ¡Rocío! ¿Estás bien? ¡¿Qué mierda pasó?!.- gritaba Lauti sin parar.
De repente, la casa de Bautista se había convertido en un desastre de gente: él, Pedro, Celeste, el gordo Ale, Malena, Santino, Rocío y Lautaro. Con lo tensa que estaba la situación, que haya tantas personas en la casa no ayudaba demasiado.
Poco a poco, Rocío fue entrando en consciencia. Se dio cuenta del terrible error que había cometido, de lo mucho que había arruinado su vida en este último año, y todo eso lo notó cuando miró a Lautaro a los ojos y comprobó que no debía perderlo más, pero que a la vez algo en su interior le decía que debía continuar sola en busca del verdadero amor.
Malena no quería más conflictos con nadie, así que mientras todos consolaban a Rocío y la calmaban para que vuelva a entrar plenamente en sí, fue a la cocina y le preparó un café con leche. Cuando se lo trajo, extendió la mano para ofrecérselo. La rubia levantó la vista y la miró a los ojos fijamente.
Momento de tensión.
Rocío le dedicó una sonrisa un tanto forzada, porque si bien le creía que ahora estaba cambiando gracias a Alejandro y después de los duros golpes amorosos que recibió en su vida, aún la joven pensaba que podía haber llegado a ponerle veneno al café, o algún laxante. Sin embargo, prefirió confiar en ella y le dio un largo sorbo que la reconfortó.
- Gracias.- le dijo sinceramente, y Malena le devolvió el gesto con una sonrisa.
Luego de varias charlas serias donde todos exponían sus sentimientos con lo sucedido aquella tarde, las parejas comenzaron a separarse. Celeste y Bautista se dirigieron al patio para conversar en privado, y así también él se fumaba un cigarrillo mientras le daba a su novia largos besos llenos de nicotina. Por su parte, Alejandro y Malena fueron a la cocina a hablar entre ellos y chusmear, también el gordo tenía muchas ganas de merendar así que se preparó un sándwich de jamón y queso. 
Luego, los cuatro se encontraron en la cocina cuando Celes y Bauti ingresaron, y como Malena estaba chusmeando el twitter, vio la foto que subió Vera con Nico seguido de la frase: "Si todo es una foto, yo quiero estar al lado tuyo ♥". Automáticamente Bautista sintió en su interior una punzada de angustia. No quería que Vera esté con Nicolás, sabía que él iba a dañarla y la realidad era que ella no merecía algo así. Era una persona muy buena y con muchos principios y valores que debían ser respetados, pero Nicolás no era más que un calentón que sólo quería usarla para olvidarse de Rocío. No iba a permitir eso en absoluto, pero sin embargo no demostró nada en su rostro, aunque Celeste percibía y ya sentía celos anticipados, sobre todo cuando vio que le estaba mandando un mensaje a Vera poniéndole: "¿Así que estás con Nicolás? Te felicito. Sean felices. Chau".

Y por último, Rocío abrazó fuerte a Lautaro, y le pidieron permiso al dueño de la casa para ir a hablar a la habitación de arriba. Una vez que subieron, ambos se abrazaron fuertemente una vez más, completamente en silencio, sólo escuchando sus respiraciones: ambos estaban agitados y tensos, pero ese simple abrazo había calmado muchas angustias.
Cuando se separaron, se agarraron de las manos y se sentaron juntos en la cama, mirándose. Rocío se puso en posición de indio y comenzó a llorar, mirando para abajo. Lautaro sacó de su bolsillo un pañuelito descartable y se lo ofreció. Ella le sonrió tiernamente.
- Siempre listo para todo, no me sorprende.- le dijo.
- ¿Estás mejor?.- preguntó Lautaro cambiando rotundamente de tema, casi haciendo caso omiso al comentario de Rocío.
Ella asintió y se secó las lágrimas con el pañuelo.
- Quizá hoy no sea el día. Mañana capaz tampoco...Pero espero que en algún momento podamos solucionarnos.- le dijo Lauti con suma ternura. 
Rocío, a decir verdad, no sabía qué responderle. Moría de ganas de volver el tiempo atrás y haber evitado conocer a Nicolás, su exceso de alcohol una noche en el Álamo que generó que termine acostándose con Santino, y también haber conocido a Pedro que la llevó por un mal camino del cual a veces se cree que no hay retorno. Pero simplemente todo había pasado, y no hay relojes que indiquen el tiempo y den la vuelta hacia atrás. El presente era hoy, y con todo lo que sabía Lautaro de ella, ya era bastante admirable que aún le siga hablando. Si lo hacía, era evidente que era porque aún la apreciaba mucho. Y eso era correcto. Y Rocío lo sabía. Y Lautaro sabía que ella lo sabía.
- Yo...- comenzó a decir ella de manera dubitativa. No tenía bien en claro sus palabras, así que optó por dejarse llevar por sus impulsos y decirle lo que sentía.- Me arrepiento un montón de todo lo que hice este tiempo.
- ¿Qué hiciste en este tiempo?.- cuestionó Lautaro haciéndose el desentendido.
Rocío revoleó los ojos.
- No me hagas decirlo, ya sabés a qué me refiero.
Lauti le sonrió de costado, y como ella amagó a mirar para abajo, él la tomó de la pera subiéndola a la altura de su rostro, y la miró fijo.
- A veces estos deslices en las relaciones pasan...No te odies por eso.
- ¿Cómo no me voy a odiar con todo lo que hice?.- retrucó Rocío.- Me porté como una tarada. Flasheé banda de amor con Nicolás, que nada que ver. Estuve con Santino que ni me acuerdo y encima no lo conocía en su momento, y para colmo ahora es mi amigo...Y encima...Encima ahora esto de Pedro...- la joven estaba realmente avergonzada, así que tomó su rostro con ambas manos y continuó sollozando. 
Lautaro sentía estacas clavadas en su corazón cada vez que Rocío repetía los errores que había cometido. Nunca superaría el dolor que eso le causó, las noches enteras que miraba el techo en busca de conciliar el sueño pero sin alcanzarlo por pensar continuamente qué pasó con su relación que se disolvió tan fácil y tan rápido.
- Yo te perdono por todo.- le dijo Lauti muy seguro de sí.
- ¿Por qué me perdonás?.
- Por venir y haberte ido. Por enamorarme. Por hacerme sentir las cosas más lindas y feas que conocí. Porque lo que lloré este tiempo por vos, boluda, no lo voy a llorar por nadie más. Y si no es con vos, no es con nadie.- la miró fijamente a los ojos.- Sos el amor de mi vida, Rochi. Y siempre va a ser así, hagas lo que hagas, pase lo que pase y sea lo que sea.
- Sigo sin entender por qué me das una oportunidad. Me parece raro que vos no te comportes igual que los demás, o al menos igual que Nico.
- La diferencia es que yo te amo todo el día, no sólo de a ratos o porque sos una rubia linda. Te amo de verdad por lo que sos como mujer.
Rocío no pudo soportar sus ganas locas de abalanzarse sobre él, así que lo hizo. Lo abrazó muy fuerte y le dio un beso lleno de pasión, lujuria y extrañeza, que dejó constatado cuánto se necesitaban el uno al otro.
- Siempre fuiste vos el correcto. En el fondo lo supe. Siempre lo supe.- mencionó Rocío sonriéndole.- Cada vez que me pasó algo malo, estabas vos ahí para protegerme, aunque en ese momento me estabas odiando en tu interior. Siempre fuiste vos la respuesta.
- La respuesta es el amor.

Esa noche, luego de que se llevaran a Pedro por la fuerza, lo cual fue una escena bastante triste y desagradable, los demás decidieron juntarse todos a comer. Bautista se encontraba un poco preocupado, pero por otro lado, sus amigos se esforzaron notoriamente en lograr que esté un poco mejor.
Malena y Rocío se llevaron muy bien en la mesa: conversaban mucho sobre ropa, viajes, y cosas que les gustan a las mujeres. Celeste no se sentía tan parte de eso porque era un poco distinta al resto con sus gustos, pero al menos había llegado Maca junto con Pache que contaban anécdotas de su relación que eran muy graciosas, entonces mantenían distraída a toda la mesa.
Todos estaban pasando una noche realmente linda, excepto Bautista. Casi ni formaba parte de las charlas, contestaba de manera distante y seco. Celeste en varias oportunidades intentó darle un beso o preguntarle qué le sucedía, pero sólo recibía de parte de Bautista malas contestaciones e incluso comentarios como: "no me jodas ahora, boluda". Cansada de insistirle, la morocha optó por serle indiferente el resto de la noche para evitar una pelea.
En medio de la cena, a Bauti comenzó a sonarle el celular, y lo tomó en sus manos. Cuando vio quién era, se levantó corriendo de la mesa y subió a su habitación para contestar.

Cuando Nico se fue de su casa, Vera se tiró en la cama y el corazón seguía latiendo muy fuerte. No podía creer nada de lo que le había sucedido, incluso se había pellizcado creyendo que todo era un maldito sueño. Pero no. Era la realidad, y ahora lo que pasaba era que estaba conociéndose un poco más con Nicolás.
El mensaje de Bauti la había tomado por sorpresa, y le resultó bastante mala onda, así que cuando lo leyó después de dos horas, lo llamó.
- ¿Qué?.- respondió su mejor amigo apenas atendió.
- Ay, boludo, ¿qué te pasa?.
- A mí nada, ¿a vos te pasa algo?.- le preguntó él con mala gana.
- Dios, Bauti, qué ortiva. Estoy re contenta por todo lo que pasó, ves la foto de Twitter y me contestás así re mala onda, mandándome encima un mensaje horrible.- dijo Vera.- ¿No te alegrás por mí? ¿De que por fin puedo estar con el pibe que me gusta?.
- No.- dijo Bautista muy enojado.
- ¿Por qué, a ver? ¿Qué problema tenés?.
- Porque te quiero sólo para mí.- respondió Bautista...


@Incredulas - 11/01/15