viernes, 13 de marzo de 2015

República

"La tolerancia no significa de ninguna manera renunciar a lo que nos parece justo, bueno y seguro. No, el tolerante no renuncia a su sueño, por el cual lucha de modo intransigente; en cambio, respeta a quien tiene un sueño distinto. En el plano político, la tolerancia es la sabiduría o la virtud de convivir con el diferente para poder luchar contra el antagónico. En este sentido, es una virtud revolucionaria y no liberal-conservadora" - Paulo Freire.
Por eso hoy, ahora, más que nunca, hay que ser pacientes. No hay mal que dure cien años. 
La unión seria, con objetivos concretos, proyectos de país, nuevas perspectivas y nuevas voces, es posible. Pero el cambio es de abajo para arriba. También depende de nosotros. Seguiremos divididos si continuamos acentuando la división. ¡Hay que ser prudentes! Pensar con conciencia y sin apresurarse, mucho menos violentarse. Debatir, no discutir. Respetar, no ningunear. Quizá a veces (sólo a veces) sea preferible el silencio antes que la generalización, salvo que el opinólogo no resista archivo...Ahí sí. Ahí habrá que cantar las cuarenta. Como me considero lo suficientemente joven como para andar opinando sobre política con argumentos coherentes que no me dejen mal parada, sólo voy a decir lo siguiente: yo asistí a la marcha del 18 de febrero, el famoso "#18F"‬. Y no vestí ropa de marca ni fui "con temor a que se me arruinara el peinado de la peluquería", como graciosamente leí por ahí. Tampoco fui con odio, ni repudio, ni rencor. No fui con ningún sentimiento negativo. Fui porque soy libre y quiero seguir defendiendo mi libertad. Si hay alguna determinación digámosle "contraproducente", levemente iracunda que me acompañó durante toda la marcha fue la de manifestarme en contra de la constante subestimación de la que yo como tantos otros sufrimos por no comulgar con las ideas del oficialismo. ¿Acaso creen ustedes que todo mi pensamiento crítico está auspiciado por el Grupo Clarín? ¿Tan en serio se toman el hecho de conceptualizar a los opositores como "gorilas" que solamente persiguen bananas y no se detienen a pensar nunca? ¿Sólo ustedes son dueños de la verdad? ¿La única verdad solamente la tiene una sola persona? ¿Y si hay más de una verdad? ¿Qué pasa con las otras? ¿Deben ser silenciadas no importa a qué costo? Señores oficialistas, la Argentina sigue teniendo ciudadanos pensantes. Y más de uno sabe que, lamentablemente, el fiscal Alberto Nisman fue asesinado (sí, dije asesinado) para, en burdas palabras, ponerle un muerto a Cristina a pocos meses de las elecciones presidenciales en un ajuste de cuentas praxeológicas cargando el siguiente mensaje: "Señora Presidente: nosotros, los agentes secretos, los que jugamos sucio y no aparecemos en ningún lado, los que sabemos de pé a pá el arte de negociar, los que nos manchamos las manos de sangre para que algunos se salven el culo y sigan saltando de un lado al otro como panqueques, queremos informarle que su poder político tiene límites, y los límites somos nosotros. Llegarás hasta aquí y de aquí no pasarás, salvo que realmente quiera sincerarse aún más con el pueblo y, como hizo un compañero suyo en los años noventa, ponga de manifiesto todas y cada una de sus intenciones y sus maniobras ideológicas, sin justificarse tras el supuesto socialismo que usted proclama mientras los verdaderos pormenores se sienten ofendidos. Todo depende de usted y de los muchachitos que trabajan con usted. Hasta luego". En fin, con un sincero sentimiento de impotencia en el pecho no puedo dejar de pensar que los que elegimos para que nos representen también son marionetas, también responden a un guión preestablecido que viene siendo ensayado hace más de sesenta años y a unas manos viles, invisibles y sumamente poderosas. Si ellos están desprotegidos, imagínense nosotros...Por eso digo basta a la polaridad ideológica en nuestro territorio nacional, basta a los boluditos sin sentido del humor que comparten cosas de "El Cipayo" y "Los gorilas andan diciendo..." tomándose lo que dicen como cierto y como fuentes para sus argumentos. Basta de escuchar opiniones que difieren a lo que nosotros pensamos activando el chip mediático que falta el respeto del otro y aumenta la ignorancia de ambos ("Sabio es el que cambia de idea y acepta la visión del contrincante en la pelea..."). Basta. Basta. Basta. Tomémoslo con calma, respiremos hondo, y sigamos...Un país dividido es un país malogrado. La República está al alcance de la mano.


@Incredulas - 13/03/15

No hay comentarios:

Publicar un comentario