sábado, 22 de diciembre de 2012

Estamos bien

Hace un día y medio no hablamos. La última vez fue el jueves 20 y lo hicimos cuatro horas seguidas sin parar un sólo minuto. Hablamos de él, de cómo estaba, de cómo se sentía ahora que ya terminó de trabajar y estudiar, de cómo anda su familia. Hablamos de mí, de cómo estoy, de cómo me siento ahora que no lo veo tan seguido (sí, me preguntó qué hice de interesante esos tres días que no hablamos...)
Estuvo bueno, él es el mismo de siempre. Yo creía que iba a estar más cambiado, que capaz se hace el grande pero nada que ver, está igual y más tierno que de costumbre. Ahora digo esto porque me habla casi todos los días, capaz si no lo haría yo en este momento lo estaría re puteando, obvio. 
Es mi mismo "bebé" de siempre, el que me contesta rápido, el que se aburre y me saca charla hasta por los codos, el que me comenta cada estado que pongo, el que se hace el enojado por cualquier cosa pero después se le pasa, el que me dice: "no salí esta noche porque tenía ganas de hablar con vos". Sí, es un chamuyero...pero es tan lindo y tan bueno cuando es así. 
Hablamos mucho. Palo va, palo viene. Me dijo que me extrañaba. Cuando leí eso mi corazón dio un vuelco: hace mucho no me lo decía. Muchísimo.
Creí que ya ni se acordaba de mi existencia y yo pensé que para él yo estaba viva nada más cuando necesitaba un favor, pero me di cuenta que no.
Por más que tenga a la otra y yo tengo otros, lo que sentimos el uno por el otro no lo va a cambiar nadie. Cada saludo, cada gesto, cada abrazo, cada sonrisa, cada pelea: nunca nadie va a igualarme en su vida y nadie nunca en la mía va a llegar a ser lo que él significa para mí hoy en día.
A los que me preguntan si estoy enamorada: no, no lo estoy. Esto va más allá del amor y es esa pasión y esa lujuria que sentimos cada vez que nos sentimos cerca, porque cuando lo tengo a dos metros ya siento que mi alma se cae, que mi cerebro se acelera y mis latidos cada vez son más fuertes, porque cuando me salta su ventanita en el chat enseguida mi cabeza no para de dar vueltas y mis dedos empiezan a moverse frenéticos para contestarle lo más rápido posible con tal de no aburrirlo, porque cuando me llega un mensajito empiezan a bailar todas las mariposas de mi estómago y no me puedo quedar quieta y callada de la emoción, porque lo quiero, lo quiero muchísimo y es la persona que me hace feliz día a día aunque nadie lo sepa.
“Vos sos tan así...y me encanta", esas palabra pasan por mi mente y mis recuerdos una y otra vez hasta que puedo escuchar su voz diciéndomelo.
No puedo creer lo bien que me hacés y me alegra saber que yo a vos también te hago bien. Hacemos la nuestra, cada uno por su lado, pero pase lo que pase nos tenemos el uno al otro como si fuéramos amigos de toda la vida.
Aprovecho cada instante que tengo con vos, desde ponernos apodos hasta hablar en serio sobre nosotros. Esto es tan "liberal", que no me sofoca, que no me asfixia y no me fastidia, pero sobre todas las cosas, me fascina.
¡Gracias! Sos el único que tu chiquita quiere y necesita para estar completa y sentirse bien.
¡Gracias! Nadie mejor que vos para hacerle sacar una sonrisa a esta pendeja en menos de un segundo o para saber ponerla de mal humor tan rápido.
¡Gracias! Tu gorda te quiere con todo su corazón.
¡Gracias! Sos lo más importante que tengo hoy en día y no quiero que nuestra luz se apague nunca.

5 comentarios:

  1. SON LO MAS, SIGAN ASI CHICAS! IDENTIFICADA MAL!

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  2. Lo amas de una manera increible y seguramente si te pide que seas la novia, moris a sus pies. Me pasaria lo mismo.

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  3. lo lei y llore posta es tan cierto

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  4. No hay chance, son idolasss

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  5. �������� me encanta!!!

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