martes, 29 de noviembre de 2016

Te quiero conmigo

Te veo en las noches, buscás mi cuerpo que se arquea apenas rozás tus dedos sobre él. Todavía estoy ebria. Me abrazás con tu fuerza y vuelvo a la realidad
Tus besos, mis jadeos y una felicidad inmensa.
Me desvestís lentamente mientras te miro asombrada, no hablamos, sabés que tus caricias me llevan a otro mundo.
Me besás y seguís acariciando mi cuerpo, aquel que yo odio y vos tanto amás. 
Tenés ese extraño y maldito poder de hacerme sentir en el cielo o en el infierno más absoluto, en el placer culminante o en un total vacío de sentimientos; es que me generás tantas cosas que no diferencio tu amor de mi locura.
Tus "te amo" sorpresivos me sacuden el alma de manera descomunal. Y en medio de todo eso, te amo hasta el cansancio.
Quiero verte día a día, besar tus labios y acomodarte el cuello de la camisa que llevás esa mañana a trabajar. Quisiera recibir cada día al hombre deshecho que vuelve del laburo fatigado, y verlo renacer en otro hombre al besarme. 
Somos dos seres tan diferentes que encajamos. Somos la claridad y las tinieblas. La armonía y la discordia. Y aun así, te quiero conmigo.

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