miércoles, 16 de noviembre de 2016

Una herida profunda

Durante mucho tiempo estuvimos unidos por un dolor y un sentimiento. El sentimiento se puso viejo y dejó de ser lo que era. Ese sentimiento se hacía llamar "amor" y ese dolor se hacía llamar "necesidad". 
Teníamos un amor que todo el tiempo decías que lo sentías en cada parte de tu ser, un amor que no cualquiera encontraría como lo hiciste vos, un amor que según vos por mucho tiempo no habías sentido antes de conocerme. Pero de a poco fuiste creando dolor dentro de mí, un dolor que hasta el momento sigue torturando mi alma por las noches y sigue recordando todo el daño que dejaste por acá, tan adentro mío.
Intenté olvidar cada momento en el que tu boca dijo un "te amo", cada momento en el que tus brazos rodearon mi cintura diciéndome cuánto me habían extrañado. No pude todavía borrar de mi piel cada una de tus caricias ni cada beso que tocaba mi boca de esa manera tan tierna. Quise olvidar cada uno de mis pensamientos que me llevan a vos, que me hacen extrañarte sabiendo todo el daño que dejaste. No quiero recordar todas esas veces que con una mirada podías hechizarme y derretir mi corazón de una manera que jamás nadie pudo lograr.
Nunca dudé de tus palabras, no dudé jamás de tu amor porque valoré cada palabra que fue dicha por los labios que amé desde la primera vez que toqué...Pero no fue todo esto suficiente porque pude darme cuanta de las heridas que fueron hechas por esos mismos labios, esas heridas que con cautela y cuidado fueron perfectamente hechas. Heridas fueron todas esas veces que tus manos me rechazaron todo ese amor que en un principio tal vez fue, pero que al final sólo se congeló dentro de ese corazón frío que llevabas adentro y jamás quisiste recuperar. 
Mi tortura fueron esos días de olvido, esos días de pretextos para ya no verme ni estar cerca de mí y esos días en los que me preguntaba: "si tanto me ama, ¿por qué me hace tanto daño?".
Los daños y el dolor fueron a causa de todos esos momentos en los que te necesité y jamás estuviste allí, todas esas noches sin dormir intentando entender por qué me estabas dejando, intentando entender qué era lo que yo había hecho para merecer tanto mal trato, tanta ofensa que no pensé que algún día vendría de vos.
Me costó entender que una persona que ama no lastima y si lastima hace lo posible por recuperar lo perdido, por sanar las heridas y volver de nuevo al camino tratando de no herir de nuevo. Me rompió el corazón darme cuenta que eso jamás pasó entre nosotros y que vos nunca luchaste por no lastimar a la persona que decías tanto amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario