Contradicciones

Haciendo una encuesta a nivel mundial, se comprobó que el sueño de la mayoría de las personas en el planeta Tierra es encontrar su verdadero amor. ¿Por qué pasa entonces que si lo que más deseamos nosotras es que nos amen, a veces logramos todo lo contrario? Nosotras mismas actuamos de manera contraria a lo que realmente queremos que ocurra. 
Por ejemplo, queremos llamar su atención y lograr que nos registre, y para poder alcanzar esto, en vez de hablarle, saludarlo y ser copadas con él, optamos por ignorarlo para que se piense que no nos interesa y así él nos busque. ¿No es ridículo? ¿Qué gracia tiene?.
Nos quejamos todo el tiempo de estar gordas, de que no llegamos bien al verano, de ese rollo de porquería que no nos deja ponernos una bikini en paz, pero...¿cuánto duramos en el gimnasio? ¿Y haciendo dieta? ¿Tres días? Al toque vemos un cuarto de libra con queso y lo queremos devorar...y después nos quejamos de nuestra gordura.
Sos consciente de que te boludea, que te dice que va a cortar todo con esa piba porque te quiere a vos, sabés que no es así y sin embargo seguís cayendo a él como una tarada...porque vos decís amarlo y no poder desligarte de él. ¡Por favor, querida! ¿No te das cuenta lo patética que sos? Avivate.
Pasamos toda la secundaria quejándonos del estudio, de las mil materias que tenemos y nos dan un montón de tarea, nos peleamos con el curso todos los santos días sin cesar, queremos irnos de ese colegio de una vez y cuando llega quinto año, el último día...lloramos desconsoladamente y no nos queremos ir.
¡Cuántas contradicciones que enfrentamos día a día!.
Está en la naturaleza del ser humano: contradecirse constantemente. Pensamos una cosa y hacemos otra. Hacemos una cosa mientras deseamos estar haciendo otra y así sucesivamente hasta el fin de nuestros días.
Es algo que no vamos a poder cambiar, son cosas inconscientes que nuestra mente y corazón no controlan. Nacimos contradiciéndonos. Sino piensen: empujamos desde adentro de la panza para poder salir a la luz y cuando nacemos...¡pum! Lloramos porque queremos volver adentro. ¿Quién nos entiende? ¡Y no es sólo cosa de minita, eh! Juro que los hombre son igual de contradictorios. ¿O no pasa en un partido de fútbol que putean al arquero y a toda su familia porque se comió un gol pero si cinco minutos después ataja un penal es el mejor arquero que tuvo el equipo desde sus comienzos? 
Somos ridículos, eh, pero ridículos bien, porque es parte de nuestra naturaleza, como dije antes.
Tratemos de no contradecirnos tanto, o al menos auto convencernos de las cosas que decimos para así no quedar tan patéticos.
Aunque, mejor dicho, no quedamos tan patéticos...qué se yo, me gusta contradecirme. Bah, en realidad no, ay...no sé...

@Incredulas - 01/12/13