martes, 10 de diciembre de 2013

Secretos

Cómo cuesta guardar un secreto a veces, ¿no? Es inevitable saber algo de otra persona y no querer contárselo a otro, pero no es por maldad, es porque la naturaleza humana indica que los secretos son muy difíciles de mantener. 
Si una amiga tuya te cuenta un secreto, vos se lo vas a querer contar a tu mejor amiga porque creés que ella no va a decir nada, pero posiblemente esa persona también se lo cuente a otra porque cree que no va a decir nada y así se va armando una cadena donde el secreto es un rumor, del rumor cambian las cosas y de cambiar las cosas surge un problema.
Los verdaderos secretos son los que no sabe nadie, solamente vos misma y, en todo caso, la otra persona que estaba presente, que saben que no les conviene hablar ni con su sombra de lo que pasó. Esos son los secretos que jamás salen a la luz, siempre y cuando se puedan mantener.
A veces no nos damos cuenta que si abrimos la boca, podemos estar arruinando la existencia de alguien que no quería que su secreto surja de las cenizas. Por algo confiaron en vos, por algo te enteraste, por algo ahora vos también estás envuelta en el secreto. 
Lo mejor siempre es callarse. En el momento que tengas en la punta de la lengua algo por decir, te tenés que callar y guardar el secreto para vos. Pensá en la otra persona a la que estás mandando al frente y también pensá en que a vos no te gustaría que te hagan eso, y que no es un gesto de buena persona andar contando los secretos del otro.
El "se me escapó" es la típica excusa que usamos cuando revelamos el secreto de otra persona. No se te escapa nada, la lengua no habla sola, las palabras no salen porque sí, vos elegiste que así sea. Ahora bancátela.


@Incredulas - 10/12/13

No hay comentarios:

Publicar un comentario