Un ángel nos acompaña

¿Quién no miró el cielo alguna vez y le habló a un familiar que se fue? La mayoría de las personas nos sentimos acompañadas por ese ángel. Aunque sabemos que no vamos a escuchar una respuesta, nos dejamos llevar por nuestras emociones y lo hacemos, y de alguna u otra manera nos sentimos comunicadas. Cada uno en sus corazones cree, cree que esa persona que nos mira desde el cielo, nos escucha y nos acompaña desde su lugar.
Dejar ir es el sentimiento más difícil que los seres humanos debemos lograr. Es difícil desprenderse de una persona que estuvo toda la vida con nosotros, y que hoy se fue al cielo y nos dejó millones de recuerdos. Ya sea cualquier familiar, es difícil entender que hoy no está y que tenemos que seguir aterrizando sin su compañía; sabemos que ahora nos va a mirar desde el cielo, y va a estar en nuestros corazones por siempre...
Cuando pasamos por situaciones como operaciones de un ser querido, a los resultados es a lo que más le tememos; hacemos toda la fuerza para que salga perfecto pero nuestros corazones están llenos de miedo, de angustia, de intranquilidad. Nos sentimos acompañados por aquellas personas que están en estos momentos, que nos aconsejan cosas buenas, pero el miedo sigue presente en nosotros. Lo único que deseamos es que todo salga como lo esperamos. Cuando las cosas salen bien es todo perfecto, no hay momento más feliz que ese y nadie puede detener nuestra alegría, pero cuando sale mal nos lamentamos, y no entendemos por qué la vida nos sacó a esa persona tan indispensable para nosotros. Nos enojamos, lloramos y pataleamos porque sabemos que ya no va a estar. El sentimiento que más predomina es la culpa, nos culpamos por cosas que deberíamos no haber hecho, por cosas que tendríamos que haber dicho y que no hicimos: "¿por qué no le dije...?".
Las semanas pasan, y aunque el dolor sigue, nuestra vida tiene que continuar.
Brindamos en las fiestas por ellos, quizás para adentro o para afuera, pero lo hacemos porque para nosotros ellos están ahí, nuestros ángeles que no están con nosotros un año nuevo, una navidad, en los cumpleaños, pero así se lo deseamos: "Feliz Navidad...Aunque ya no estés, brindo por vos".
Esa persona que hoy ya no está con ustedes físicamente, los acompaña desde aquel lugar que nuestras mentes vayan a soñar.
Sigan volando, dejen volar, vivan, que lo que más quieren ellos es que sigamos viviendo, soñando, riendo, alcanzando nuestra felicidad. Les aseguro que desde el lugar donde están, van a estar muy contentos. "No habrá un buen final...sólo sabemos comenzar".

@Incredulas - 19/10/13