domingo, 28 de junio de 2015

Entrelazados - El final del casamiento

Viernes a la medianoche. Luego de una cena en la casa de Vera y Nicolás, los amigos se pusieron a recordar la noche del casamiento de Macarena y Pache. Ya no se lamentaban por lo que había sucedido, sino que ahora se reían y lo tenían como una anécdota más.
Para que sepan lo que sucedió, volvamos un poquito atrás, precisamente dos años...

Todos se sentían totalmente culpables, incluso el pequeño Thiago lloraba sin parar y ni Celeste ni Bauti podían calmarlo.
Los amigos se juntaron en la puerta del salón, con Malena sobre la vereda llorando tapándose la cara, y Alejandro con la nariz sangrando y un moretón en el cachete izquierdo.
Lautaro prefirió ni presenciar la escena, así que se quedó adentro bailando con la familia de Pache y Maca.
Celeste miró a Bauti, agarró a Thiago a upa e ingresó al salón de nuevo ya que hacía bastante frío y además el nene ponía más histéricos a los demás.
Macarena y Pache estaban ahí, presentes, habían ocultado sus caras de felicidad ya que este momento no había sido para nada agradable, y de hecho los angustió bastante y los enojó un poco por el egoísmo de Malena y Ale, pero por otro lado sabían que nada había sido intencional o con el objetivo de herir o arruinar la noche.
- No peleen más, che. Vinimos todos a pasarla bien.- dijo Santi con un poco de temor a ser insultado por el positivismo constante.
- No jodas.- contestó Ale mientras se secaba la nariz con el pañuelo que Vera le había prestado.
- Bueno, me callo.- Santino se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared. Nico se acercó a él y lo tomó del hombro.
- ¿Vamos adentro?.
Santi se encogió de hombros, llamó a Rocío con un gesto y entraron los tres al salón de nuevo, seguidos por Vera que se acomodaba el peinado y quería ir al baño urgentemente.
El silencio se apoderó de la situación. Quedaron solamente Pache, Maca, Ale, Malena y Bauti. Las caras de los cinco decían todo, y nadie quería aportar una sola palabra por temor a que se desate un problema mayor.
- Yo lo único que quiero decir es que...- comenzó a decir Ale.
- Ya está.- interrumpió Macarena.- No me interesa que digas nada. La noche ya quedó totalmente arruinada.- las lágrimas comenzaron a brotarle de los ojos.- Nunca pensamos que uno de nuestros mejores amigos iba a saltar así.
- Yo nunca pensé en hacer algo así, chicos, yo...
Pero ni Pache ni Maca dejaban hablar a Ale.
- Creo que la culpa no es del gordo, che.- agregó Bauti.- Me parece que estuvo mal toda la situación desde el principio.
- Ya no necesitamos hablar de nada más.- agregó Pache tomando a Maca de la mano. Luego se acercó a Ale y le palmeó la espalda.- Amigo, lo único que me interesa es que no sigas cagando la noche, y tampoco que te cagues la vida a vos mismo. Pensá en cómo estás actuando.
Los novios y Bauti entraron a la fiesta nuevamente, dejando a la pareja en soledad, mientras la bocacalle se llevaba las lágrimas de Malena.

Vera no lo superaba. No podía más contra ella misma y sus pensamientos horribles. Apenas entró el baño, se miró al espejo y lo escupió. Notó que había alguien dando vueltas por allí, así que rápidamente limpió el espejo con su brazo para que no vea nadie lo que había hecho. De uno de los cubículos del baño, salió una niña de seis o siete años, que era la prima más pequeña de Macarena. Vera le arrojó una sonrisa falsa, pero la niña la ignoró por completo.
La rubia se miró una vez más, y mientras observaba fijamente sus ojos ya despintados y algo cansados, por su mente comenzaron a atravesarse imágenes horribles que nunca iba a olvidar. La más fuerte de todas, no era el beso entre Nicolás y Rocío en la terraza de Bautista, sino cómo la había mirado él a su enemiga esta noche del casamiento. Vera se dio cuenta que la mirada de Nico había sido profunda, de una alegría inmensa por haber visto de nuevo a Rocío, y le dio la pauta de que nunca en la vida la había superado ni se perdonaría a sí mismo no haber intentado algo más en serio con ella.
Sin darse cuenta, las lágrimas rompieron en sus ojos sin parar un segundo. Intentó respirar hondo y calmarse, no sólo por si alguien entraba, sino también para que su maquillaje no siga corriéndose. Ingresó en un cubículo, trabó la puerta y se sentó en el inodoro porque escuchó que alguien estaba entrando.

- No soporto más nuestras peleas. No soporto más que me basurees, que me trates como una mierda. Yo sé que parezco una pelotuda todo el tiempo diciéndote que sí, pero me da miedo cómo vas a reaccionar porque todo el tiempo pienso que me vas a dejar, y que si no estoy con vos no voy a conseguir otro pibe, ¿entendés? Todo mi orgullo y dignidad te lo llevaste vos, ni hablar cómo sellaste esta noche diciéndome que soy una puta de mierda adelante de cien personas. Ésta vez no te lo voy a perdonar.
Ale se había prometido a sí mismo no llorar, pero se sentía realmente triste. Se sentó al lado de Malena en el umbral de una casa y la miró.
- No sé qué me pasa.- le dijo. Ni las palabra le salían.
- No eras así.
- No soy así, Male.- intentó acercarse a acariciarla, pero ella se corrió.
- O sí eras así, solamente que no lo sabías.
- ¡No!.- exclamó Ale.- Te juro que yo te amo.
Malena negó con la cabeza.
- Eso no es amor. Maltratar todo el tiempo no es amor. Los celos obsesivos de no dejarme poner una pollera no es amor. Que me persigas hasta Bariloche en mi viaje de egresados no es amor.
- Sí que es amor...
- No, es miedo a que te cague, es miedo a que otro hombre me pueda desear, es desconfianza en mí.
- Yo confío en vos, no confió en el resto.- le dijo Ale.
- ¡Esa frase hecha! ¿Quién te la enseñó? ¿Celeste cuando se fue Felipe a Estados Unidos?.- Malena se puso de pie.- Dejémonos de joder, Alejo. Ya no quiero pasarla mal. Ya no quiero que me trates así...Yo me lo tomo como que es algo normal y tranquilo, pero no. Ya me da miedo. Si no la corto ahora, va a terminar mal esto.
Alejandro se quedó callado y miró sus manos. Estaban secas y cortadas por la cantidad de veces que le pegaba a la pared luego de varias discusiones con Malena. Acto seguido, se miró en el reflejo de la puerta donde estaban sentados. Tenía los ojos cansados, ojeras, los cachetes ya no eran rosados como antes sino que tenía un color triste. La sonrisa se le había invertido y ya no era alegre sino deprimida. ¿Dónde había quedado lo que él realmente era? ¿Dónde está el romántico de las cartas secretas? ¿Dónde quedó el chico que amaba a Malena en silencio?.
- ¿Dónde quedaste, Alejo? ¿Qué pasó? ¿Qué nos pasó?.
- Soy un idiota.- dijo el gordo en voz baja, casi de manera inaudible.- Soy un idiota.- repitió para Malena pueda escuchar.
- Sí, sos un idiota.- afirmó ella.
- No sé qué me pasa, gorda.- mencionó él poniéndose de pie y acercándose a ella.- No soporto pensar en perderte.
- ¿Por qué pensás eso? No entiendo. Yo nunca te engañé, nunca me porté mal con vos. No sé qué motivos tenés para dudar de mí, Alejo.
- Estoy tan enamorado que hago todo mal.
- No es amor.
- ¡Sí es amor!.- exclamó él acercándose un poco más.- Y me condena el pasado que tenés, no me deja ser feliz ni pensar que sos solamente mía. Yo me hubiera muerto de ganas que tu primera vez sea conmigo, así como hice yo con vos.
- Ale, yo era distinta antes...
- Y yo soy distinto ahora. Sigo igual de enamorado que el primer día, pero no puedo evitar pensar en el tiempo que perdimos antes.
- ¡El pasado ya fue!.- gritó Malena.- ¿Por qué no enterrás todo eso y vivís el hoy? ¿Por qué no podés entender que te amo a vos, boludo?.
Alejandro se sentó de nuevo en el umbral y se agarró la cabeza con las manos, mirando al suelo.
- Le tengo miedo al abandono. Ya me abandonó mi viejo cuando era pibe, después Felipe que era re amigo mío cuando se fue a vivir allá y nos peleamos, ¿y ahora vos?.
- No te voy a abandonar, Alejo.
- Me dijiste que sí.
Malena se sentó al lado de él y le acarició la pierna mientras le hablaba cerca del rostro.
- Si seguimos así no vamos a poder ser felices, y yo quiero que la pasemos bien, que disfrutemos el amor que tenemos, y no maltratarnos y pelear todo el tiempo.- aclaró ella.- Pero también es fundamental la confianza. En toda relación pasa que si no hay confianza en el otro, nada vale y nada puede seguir bien. Quiero que vos entiendas que si yo quisiera estar con otra persona, o con muchos, te dejaría. No perdería tiempo en vos si yo quisiera hacer la mía. Y si te elijo todos los días, es porque sigo pensando que podemos volver a ser lo del principio, pero solamente si prometés confiar en mí y en darte cuenta que tengo ojos sólo para vos, mi amor.
- Perdoname, Male. Te amo. Te amo, reina. Te juro que te amo.- Ale repetía sus palabras una y otra vez, hasta que finalmente se besaron y sellaron una nueva etapa en su relación.
Nuevamente quedó confirmado que uno no sabe lo que tiene hasta que está a punto de perderlo. A Alejandro le pasó justamente eso, y a partir de ahora la relación cambiaría una vez más para ser la que fue en un principio hace varios años. 
Luego de hablar y quedarse un rato ahí sentados mirando el cielo y las estrellas, Ale y Malena no volvieron a entrar al salón. Prefirieron ir a caminar y después dormir juntos, abrazados, como hace tanto no hacían...

Maca y Pache se prometieron ambos mirándose a los ojos que continuarían la fiesta con total tranquilidad y la disfrutarían, ya que es una sola vez en la vida y vale la pena aprovecharla. Maca estaba bastante enojada con Alejandro, pero Pache intentó calmarla hasta que a los dos se les pasó el enojo, ya que a cualquiera le puede pasar un arranque de furia donde no piensa en las circunstancias, y como Ale fue tan buen amigo siempre con ambos, no querían echar todo a perder esa noche porque además no era una persona de mandarse esas cosas.

Finalmente y luego de reiterados intentos, Thiago se durmió. Bauti y Lautaro juntaron tres sillas, las pusieron pegadas una al lado de la otra y allí pudo recostar Celeste a su hijo. A partir de allí, ella pudo comenzar a disfrutar de la fiesta también.
Ver a Bauti y Celeste bailando apasionadamente, dándose besos tiernos y divirtiéndose era todo un espectáculo digno de ver.
"Ojalá algún día yo pueda conseguir una mujer tan buena como Celeste y ser un marido tan groso como Bauti", pensaba Lautaro desde la mesa mientras cuidaba del pequeño Thiago y observaba en otros sectores a posibles futuras novias de él.

Mientras se arreglaba el peinado mirándose al espejo, escuchó que alguien sollozaba en uno de los rincones del baño. "Ay, ¿quién será?", pensó ella. No sabía si acercarse a preguntar o no, pero prefirió arriesgarse.
- Hola, ¿hay alguien? ¿Estás bien?.- preguntó.
Vera reconoció esa voz en un segundo. Intentó cambiar la suya para que no la reconozca.
- Sí, sí.- contestó.
- ¿Segura?.- volvió a insistir la chica del otro lado de la puerta. Ya habían reconocido ambas la voz de la otra.- Dale, Vera, abrime.
Rocío la había encontrado. ¿Justo ella tenía que ser? ¿No podía aparecer Celeste con Thiaguito al menos? No, Rocío, la persona culpable de sus lárgimas, era quien estaba ahí, del otro lado de la puerta, esperando una respuesta.
- No, Rocío, dejame. Estoy bien.
- No, no estás bien. Te escuché llorar.- insistió la rubia.- ¿Querés que llame a Nico?.
- ¡No!.- gritó Vera.- No le digas nada a Nico.
- Entonces abrime a mí, sino lo voy a buscar.
- Boluda, no te metas. Te lo pido bien. De verdad. No te metas. Dejame tranquila.
Entre la puerta y el suelo había un espacio bastante considerable, suficiente para que por allí pueda pasar el cuerpo de Rocío. La rubia hizo eso. Se agachó y comenzó a arrastrarse para pasar y ver a Vera. Esta última no podía creer lo que estaba viendo...¡Ya no tenía escapatoria! Tenía que mentirle e inventar una excusa rápida.
Rocío se ubicó de cuclillas al lado de Vera, mientras la joven se sonaba la nariz y limpiaba las lágrimas de los ojos sentada en el inodoro.
- Bueno, mirá, me ensucié las rodillas por vos.- dijo Rochi señalándolas.- Sé que no somos amigas ni nada, pero da la casualidad que te encontré yo. Podés confiar en mí.
- No creo.- reprochó Vera.
- ¿Alguna vez conté algún secreto tuyo?.
Vera negó con la cabeza.
- Nunca te conté ninguno.
Ambas rieron.
- Es verdad.- reconoció Rocío.- Pero bueno, poneme a prueba ahora.
- No me siento cómoda hablando de esto con vos, Rocío.- Vera optó por sincerarse, al menos en ese punto.
- ¿Por qué no?.
- Porque te involucra.
Rocío abrió los ojos, sorprendida. No tenía idea de todo lo que Vera pensaba y cómo la atormentaba el hecho de la historia de ella con Nicolás en un pasado.
- Te la hago corta. Me duele compartir lugares o eventos con vos. Me molesta. Me hace mal, pero no porque me caigas mal o algo, sino porque me duele tu historia con Nico. Me lastima pensar lo enamorado que estuvo alguna vez.
Vera se sorprendió de la actitud de Rocío quien, después de sus palabras, comenzó a reír desaforadamente.
- ¡No podés ser tan tonta, eh! Dale, Veri, entre Nico y yo fue re mínimo lo que pasó. De verdad yo no siento nada por él, y él ya no siente nada por mí. Fue un capricho de pendejos, nada más. Yo estoy re mil enamorada de Santi, él de mí, y vos hacés una pareja hermosa con Nico que también se los ve que se aman un montón. A mí vos me caés re bien, no me gusta uqe me tengas bronca o algo así.
A Vera realmente la reconfortaron estas palabras y la hicieron sentir mucho mejor. Se dieron un abrazo corto, se acomodaron la ropa mutuamente, se maquillaron juntas y se dispusieron a ir a bailar las dos para limar asperezas.
Cuando salieron del baño, Vera iba caminando y Rocío se encontraba unos pasos más adelante que ella. En un momento, se volteó para ver a Vera y preguntarle si se había arreglado bien el rouge. En su caminada para atrás, chocó con Nicolás que iba llevando una botella de vino a la mesa, que cayó en mil pedazos y salpicó a ambos, como aquella primera vez en el Álamo.
Los dos se miraron, como hacía mucho tiempo no se miraban. Ambos recordaron lo pendiente que había quedado de su amor, lo mucho que se habían querido en poco tiempo y las aventuras que vivieron juntos. Cada uno eligió un rumbo distinto y una pareja diferente. Pero los dos se engañaban a sí mismos, sabían que no eran felices del todo y que no estaban perdidamente enamorados de Vera y Santino, aunque los apreciaban mucho. Rocío comprendió que todo lo que le dijo a Vera en el baño era mentira, y que nunca se extinguiría la conexión entre Nicolás y ella. Él, por su parte, se apenó por no haber reaccionado antes, pero luego vio detrás a Vera, quien lo soportó en los buenos y malos momentos, quien lo impulsa a concretar sus sueños, quien lo ama con locura y como ninguna otra mujer lo va a querer. Luego Rocío prestó atención a Santino, que venía caminando a buscarla para bailar. Se dio cuenta que lo conoció de la manera más inesperada, pero se convirtió en una persona que la hizo cambiar, madurar y recapacitar muchísimas cosas, sumado a que tenía una vida hermosa junto a él y la hacía crecer mucho como persona y también laboralmente.
Nicolás y Rocío volvieron a mirarse. Se sonrieron mutuamente, y sin decirse nada, se dieron un abrazo. Vera quedó inmute, sin poder moverse, y Santino continuaba dirigiéndose hacia ellos.
El abrazo entre Nicolás y Rocío significaba un agradecimiento de parte de los dos.
- Gracias por no haberme dado bola cuando tendría que haber sido.- dijo él.
- Gracias por haberme hecho conocer a Santi.- duplicó ella.
Santino interrumpió la escena sonriéndole a Nico y tomándola de la mano a Rocío.
- ¿Vamos a bailar, amor?.
- Sí.
- La próxima vez que bailemos esta canción seguramente estemos en París.
Y se alejaron...
Nicolás fue corriendo a donde estaba Vera, la levantó a upa y la besó fuertemente.
- Gracias, mi amor, gracias.- repetía Nico una y otra vez.
Vera no entendía nada.
- ¿Gracias por qué?.
- Gracias por ser quien sos.
Ella lo abrazó y lo miró fijo.
- Siempre voy a tener miedo a que me dejes por Rocío.
- ¿Sabés qué, Verola?.- le dijo Nico.- Con Rocío puede ser que haya conocido el amor, pero con vos lo empecé a entender.

FIN

16 comentarios:

  1. Exijo una historia entre Nicolas y Rocio .

    ResponderEliminar
  2. es que te amo Co sos increíble

    ResponderEliminar
  3. ayyy tuve tipo intuición de que subían cap������

    ResponderEliminar
  4. Todo muy lindo pero Rocio y Nuvilas tenían que terminar juntos loco. Encima me hicieron ilucionar al ultimo!

    ResponderEliminar
  5. Que hermosoooooooooooooooooooo. Hermosas todas las parejas, que locura que haya terminado cuando hace 1 año y medio yo estaba leyendo el primer capítulo!

    ResponderEliminar
  6. LOCO, MI EX Y YO TENIAMOS LOS MISMOS PROBLEMAS QUE MALE Y ALE!!! siempre me decía que desconfiaba de los otros, no de mi. Y yo le dije lo mismo que le dijo male!!! Describieron mi historia totalmente!!! Igual terminamos cortando pq la relación nunca cambio

    ResponderEliminar
  7. No puede terminar pls! No me importa que suban un capitulo cada mil años! Pero no lo corten por favorrrrrrrrr

    ResponderEliminar
  8. Dios que hermosooo, no se pero siempre lloro. No lo corten por favor!! suban de vez en cuando, pero que no se termine. Quede enamorada de esta novela

    ResponderEliminar
  9. Increible como te llegan todas las historuas!! 3 vez que leo toda la novela completa y siempre lloro en la mismas partes. Son unas grosas y siganla por favor!!!

    ResponderEliminar
  10. Siganla!!! Por favor o hagan otra novela que este así de linda como esta!! Son unas genias

    ResponderEliminar
  11. No la terminen!!!! O hagan otra !!

    ResponderEliminar