sábado, 6 de junio de 2015

Currículum vitae

Un metro setenta. Excluyente.
Cutis no graso, contornos marcados. Sin granos, mejor.
Piernas estilizadas. No celulitis.
Busto predominante. Necesito ver la línea entre medio. Excluyente.
Busto inexistente. No nos interesa la mujer gorda. Excluyente.
Culo parado. Caído sólo se acepta a mujeres de más de cincuenta años, y ya no se mira.
Manos finas. Dedos redondos, abstenerse.
Sin aros. Sin tatuajes. Sin marcas. Sin cicatrices.
¡¡Si sos flaca, alta y tenés cara de Barbie, ésta es tu oportunidad!!.
¡¡Si sos flaca, no tenés aros ni tatuajes, y se te notan las costillas frontales, ésta es tu oportunidad!!.
Si tu cara de sufrimiento está dispuesta a caminar sin ganas de vivir por una pasarela, ésta...¿es tu oportunidad?.
Qué mirada tajante. Qué comentario inoportuno. Qué risas molestas. Qué criticas inaguantables. 
¿Qué buscás cuando me mirás? ¿Qué querés cuando me observás? ¿Por qué escaneás mi forma? Y tenemos el público expectante, que podemos encontrarlo en un jurado de agencia, en una parada de bondi, en un grupo de amigas, en el asiento de atrás del aula, en un restaurant, en...Es en vano nombrar uno por uno, simplemente, tu público, tus críticos, están en cada lugar que vos estás.
Empezaste a ver lo que "no querías ver", lo que ojos inexpertos te presionaron a ver. Empezaste a creer que lo que decían valía mucho más que lo que tu cuerpo transmitía y era. Empezaste a sentir que algo malo había. Te levantaste, te miraste (¿Segura? ¿Miraste o sólo viste?) y tus ojos atacaron cada centímetro de tu contorno. Elegiste tomar cartas en el asunto, lo elegiste. No fuiste a un gimnasio. No fuiste a un doctor. No te miraste bien.
Un día bien, un día mal, un día triste, un día feliz, un día las lágrimas recorrían tus mejillas porque la grasa se notaba, otro día sonreías porque la clavícula iba tomando forma. Ahora bien. Tu alrededor seguía igual, nadie notaba nada, y eso creías que estaba bien. En serio, lo creías.
Están quienes terminan por enfermar, caer, y "tocar fondo".
Están quienes piden ayuda, son escuchados y auxiliados.
Están quienes no pueden entender que están enfermando.
Están quienes tapan toda esta función con bajar el telón.
Están quienes deciden enfrentar lo que pasa, recapacitar, no llegar lejos, agarrar el problema cuando recién se está gestando, y revertirlo.
Tu mirada ínfima, acusadora, cargada de crítica que nace desde las entrañas de un entorno vacío e incapaz de sentarse a pensar, lastimó, lastima, y va a seguir lastimando. 
La exclusión continúa por quien no "cumple" con lo estúpidamente pautado, con lo vanamente establecido, angustió, angustia, y va a seguir angustiando.
Tus inexorables risas, ruidosas, avasalladoras, denominante puro de la poca realidad establecida en tu vida, enfermó, enferma, y va a seguir enfermando.
Una agencia no te acepta porque sos baja, porque tenés caderas anchas, porque no cumplís con las medidas...¿Entendés eso? ¡Porque no cumplís con medidas!. Te transforman en un títere más del consumismo. Te "modelan" para caminar por un escenario frío, lleno de dolor. Te preparan para que tu alimentación sea cada vez menor, para que tu ejercicio sea vomitar en un baño y tu felicidad sean tus costillas por marcar o ya marcadas. Te agarran, se apropian de tu cuerpo, te exigen ser de tal forma, te maltratan, te matan. Te van matando de a poco, te exigen perfección, que seas la mejor en esto. Te lo exigen. Te enseñan que engordar está mal, y que no pensar es el buen camino, que el medio es dejar de comer o vomitar, que todo lo malo lo tapa el maquillaje y que una prenda tamaño muñeca es tu solución.
Si hablamos de nuestro alrededor, se lleva el papel protagónico, el aplauso del imbécil y la risa del mal aprendido. Tus amistades no amistosas te agarran el "rollito" que tenés de costado. Tus amigas no amigas te señalan la celulitis. El grupito de amigos para nada amigos te miran y se les nota en los ojos las palabras que se guardaron. Si habláramos de cada comentario que se escucha, de cada gesto que se esconde, de cada risa que se aguanta, de cada actitud propia del inoportunismo o, mejor dicho, de la incapacidad de desarrollo de la inteligencia.
Una vez más repito lo enojada que estoy con esta cultura que hace varios años se está estableciendo. Una vez más meto trompadas con la mirada a quienes no entienden que un comentario, una mirada o una risa, enferma.
Una vez más grito y voy contra el muy pelotudo que no toma consciencia que los trastornos alimenticios existen y seguirán existiendo hasta que no se reviertan estas pautas inútiles que se establecen, estos patrones de belleza impresos en la sociedad.
Una vez más me remito a la experiencia personal, una vez más te escribo, a vos, quien sea que seas, quien sea que estés leyendo esto, hombre, mujer, para sacudirte la cabeza, para ponerte a leer por, no sé, ocho minutos, pero para transmitirte lo que se siente desde lo que se vive, pero no de tu lado, sino desde éste.
Si bien las vivencias personales apenas se asoman a lo anteriormente mencionado, no hablo de mí. Hablo desde lo que se siente el peso de la palabra, desde haber estado en una situación de dualidad constante, de pelea constante con uno mismo. Hoy no hablo de mi yo personal. Hoy hablo por cada alma perdida por estos trastornos. Hoy hablo porque no hay que llegar a la desnutrición, al desmayo en una pasarela, al dolor de corazón por "no poder más". Hoy hablo porque se me ocurre decirte que hasta la persona más alejada al mundo de la belleza, la persona más rodeada y llena de afecto, puede caerse.
Si tomaras consciencia que tu palabra produce mucho dolor...Si tomaras consciencia que tus pautas producen muertes...Si por fin pensaras en quienes no pueden sostener tanta angustia y terminan con su vida...Si podrías sentarte al menos diez minutos a leer y te pusieras a pensar, quizás vos empezarías a ser eso que alguna vez habrás dicho que querías, porque yo creo que muchos pensantes son capaces de revertir situaciones inimaginables, porque quienes quedan de pie son los guerreros de la vida, los luchadores de pensamientos.
Si ayudaras a dejar de enfermar la sociedad con asuntos vacíos, y comenzaras a gestar un pensamiento firme, quizás puedas cambiar parte de tu mundo.
Yo decido luchar por dejar tus estereotipos estúpidos de lado, y porque "la moda" que tanto llama la atención e interesa, empiece a ser la de un cuerpo real, con una cara real sana, con talles reales.
De un tiempo a esta parte lo único que hicimos es retroceder creyendo que el progreso era esto.


@Incredulas - 06/06/15

1 comentario:

  1. SON UNAS GENIAS CHICAS!!!!! INCREIBLE LO QUE TRASMITE ESTE POST, SIGAN ASI!!!

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