Un amor así nunca se olvida

El crecimiento me ayudó a asumir que las pérdidas son dolorosas pero forman parte del ciclo de la vida. Entiendo que todo pasa por algo y, a mi entender, nuestras vidas ya están escritas. El destino ya está escrito y no se puede cambiar (tal vez podamos esquivar fortuitamente algún contratiempo provisto por alguien más, pero por más golpe de suerte que haya, lo escrito previamente se tiene que vivenciar).
Siempre te recuerdo, siempre te tengo en mi memoria. A veces pienso y me replanteo por qué carajo no te aproveché lo más que pude mientras estuviste a mi lado. Nunca se me ocurrió detenerme a pensar que el cabello blanco es signo de haber sido partícipe de montones de experiencias. Que tus piernas que retenían líquido, ya cansadas de haber caminado tantos kilómetros y soportar tantos pesares significaban algo más que tus ochenta y tantos años. Tus ojos que te lloraban constantemente por el "edema demácula" que el doctor te diagnosticó vieron tantas cosas importantes; vieron la Segunda Guerra Mundial, vieron el "flower power", vieron cómo se formaba una familia y como se construía una casa bien desde abajo, vieron a mi vieja crecer, vieron la Revolución Libertadora, vieron aquel macabro Proceso de Reorganización Nacional, vieron el cáncer en tu marido que era mi abuelo, vieron a sus nietos. Vieron, vieron y no dejaron de ver hasta el día en que dijiste: "hasta acá llegué".
Los valores que hoy forman parte de mí surgen gracias a alguna semilla tuya plantada posiblemente sin tener en cuenta la importancia que tendría después, y las flores que iban a dar, tan llenas de sabiduría y del significado, por ejemplo, de lo que significa ser una buena persona y no engañarse a uno mismo.
Lo inevitable ya pasó. Hubieras podido enseñarme tantas cosas que hoy aprendí solo porque así debió ser... 
Entendí que los valores que se enseñan bien y son bien transmitidos, siendo conscientes de la importancia de lo que se transmite, no se pierden nunca...
Gracias por todo. Tu paso por este mundo no fue para nada en vano, y la inscripición de ese cartel que apareció así de manera casi mágica, por obra y gracia de algo trascendente borró cualquier duda que podía llegar a tener. Gracias, gracias y más gracias por tu amor gigante, por tu abrazo fraterno y lleno de calidez, refugio y antídoto contra cualquier mal existente. "Un amor así nunca se olvida...".

@Incredulas - 05/02/15