De todas maneras, tarde pero seguro. Cuánta razón tenías. Qué impotencia se siente cuando la idea a la que debías encomendarte en ese momento, ese único y ferroviario momento, tarda casi dos años en llegar a la estación que se llama como tu apellido. Y por supuesto que, ¡cómo no me dí cuenta antes! Quizá ahora estaría en otra posición, con otros objetivos, en sus brazos. Qué pena, che. No abrí los ojos a tiempo. Pero lo importante es haber reconocido la cobardía y haber resignificado sus palabras. Cuán fácil resulta escapar de los hombres que intentan conducirnos en el camino hacia nosotros mismos; desacertada e inmadura decisión.
Una vez más, el tiempo lo dice todo...Pero también lo destruye. Hoy finalmente entendí, otra vez.
Tenías razón. Requiere valentía mirarse en los espejos comunes y con córneas y no flaquear cuando tiemblan las rodillas. Y la nobleza...Uf, cuesta a veces saber lo que uno quiere, y cuando se actúa en base a lo que nos conviene (estado líquido) y no a lo que nos engrandece (estado sólido), intentando resolver nuestro conflicto caricaturesco terminamos estrellándonos contra el margen izquierdo de la viñeta de la propia pelotudez. Entonces, ajo y agua, hermana.
Te tendieron la mano, te abrieron el corazón, te ofrecieron abrazos paternalistas y a la vez caricias lujuriosas de tus amantes y lo único que supiste hacer fue refugiarte en tu pasado que te llenó de telarañas. Jodete. Ahora es celeste y te va a costar. Bien bien celeste, hasta que aprendas la lección y vuelva a ser violeta.
Basta de pensar que todo tiempo pasado fue mejor...Mañana es mejor.
@Incredulas - 28/02/15
Mañana es mejor! Basta de fijarnos en el pasado y sus errores ya que todo tiene un por qué. Las banco a morirr
ResponderEliminarMe encanto!
ResponderEliminar