lunes, 12 de enero de 2015

La difícil tarea de no idealizar

Según el diccionario, idealizar es imaginar la realidad más bella de lo que en verdad es, pero, ¿quién no idealizó alguna vez? A mí me pasó. Y no una, ni dos veces, sino muchas.
Cuando se me pone algo en la cabeza, no me lo saca nadie y siempre termino mal, triste o llorando porque tengo una idea errónea de algo o alguien, y eso, a la larga o a la corta, me termina lastimando.
Por ejemplo: conozco a alguien, empezamos a hablar y me cae bien. Hasta ahí todo bien, el tema es que me pongo a analizar cómo lo veo yo a simple vista y quizás con dos palabras que me dijo ya lo creo perfecto o la mejor persona del mundo, y no siempre es así.
O sino también pasa esto: me hablo desde hace un tiempo con una persona, tenemos onda y todo va bien. Después de unos meses, tenemos algo, y yo ya lo creo el mejor pibe del mundo, el que no me va a cagar y siempre se la va a jugar por mí. Pero cuando me hace algo, me deja, me mete los cuernos, o lo que fuera, estoy realmente destrozada y todo por no darme cuenta antes. Pero esto pasa porque veo lo de afuera y me quedo con lo que aparenta ser, no me doy cuenta de lo que es, siempre me quedo con lo que yo quiero que sea. Como dicen: "No hay peor ciego que el que no quiere ver".
Por estas razones me parece que idealizar es una de las peores cosas que hay, por más de que lo he hecho varias veces, me desagrada totalmente. 
Si idealizamos, nunca vamos a ver la realidad y lo bueno es real. Nunca algo idealizado va a ser bueno. Siempre a menor o mayor medida o tiempo termina siendo malo, porque después de todo, es algo que vos querés que sea y no lo que realmente es.
Idealicemos menos y veamos más la realidad, pongamos los pies sobre la tierra sin temor, hay muchas cosas lindas y verdaderas para ver y disfrutar. "No hay peor error que idealizar...".


@Incredulas - 12/01/15

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