¿Cómo es posible, entonces, que hoy se hable de reguladoras ferroviarias privadas, cuando el Estado se dedicó exclusivamente a desacatar el reglamento existente sobre las condiciones en que debían encontrarse las unidades férreas? Sí, a primera vista, se hace dificultoso entender. Pero para pasarlo en limpio, sería así: el Estado se molestó en comprar infraestructura más "económica" en vez de seguir las pautas establecidas en dicho reglamento, que indican que las unidades de trenes deben estar hechas de un material resistente a cualquier tipo de coalición en caso de accidente. ¿Qué prefirieron hacer? Ahorrarse ese dinero, o quién sabe, suscribir como que fue invertido, cuando en realidad fue a parar a sus bolsillos de manera ilegal. ¿O nadie se acuerda de la masacre que sucedió hace unos años en la estación de Flores? En ese entonces, la cifra arrojó una cantidad de veinte fallecidos. Finalmente nos tocó hablar de cuarenta y nueve (sin aclarar las personas heridas que superaron los quinientos)
¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando para remendar las cosas de una vez? Es imposible hablar de seguridad, cuando los mismos sujetos que deben hacerse cargo de la misma, la violan indiscriminadamente.
¿Es aceptable que un padre desesperado tenga que recorrer al menos veinticinco hospitales en toda la Capital para poder encontrar a su hija después de 14 horas del hecho?. Pareciera que no aprendemos más, que las desgracias que sucedieron en el pasado, no nos sirven para escarmentar y hacer que esto no pase de nuevo. Los ciento noventa y cuatro pibes no nos sirvieron. La tragedia de Flores, al parecer, tampoco. ¿Y la de Once? Ojalá que esto ya no siga pasando...
@Incredulas - 24/01/15
Me encanto, estoy totalmente de acuerdo
ResponderEliminares verdad todo lo que decis (y)
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