viernes, 15 de mayo de 2015

Te persiguen

"Te persiguen si sos puto. Te persiguen si sos pobre. Te persiguen si fumás, si tomás, si vendés...", cantaba la Bersuit en los años noventa quejándose de la sociedad actual. Pasaron algo más de veinte años y aún sigue pasando lo mismo, así que no cambiaron nada las cosas.
¿Qué pasa con los prejuicios de la gente? ¿Por qué estamos todos tan divididos? Lo peor no es los que piensan distinto, sino los que dicen soportar la opinión diferente, pero después, ante la primera de cambio, se enojan y faltan el respeto queriendo mantener la opinión propia. Nada es absoluto, todo es relativo. No hay una verdad pura, cada uno va formando sus propias ideologías y pensamientos a lo largo de su vida, ya sea mamando contenidos desde cada, en el colegio o por la junta de amigos que vamos generando con el paso del tiempo.
Por ejemplo, vamos a un tema que hoy en día nos atraviesa a todos: la transexualidad. Los travestis, dicho de manera más burda para que comprenda mejor un gran porcentaje de la población.
¿En qué cabeza cabe ver a una persona transexual, supongamos que nació hombre pero se viste y se auto proclama como mujer, llamarlo "él"? ¿Qué te hace más vivo tratar de hombre a una persona que se siente como mujer? La ley dice que debemos tratar a una persona por cómo se siente y no por el contenido, por lo tanto, si es o no mujer, si es hombre, si le gustan las chicas, los chicos o las dos cosas, ¿con qué derecho viene otro a levantarte el dedo y querer lastimarte con comentarios cavernícolas? Da vergüenza de sólo pensar cómo hay gente que sigue actuando de esta manera. Creen que si sos homosexual, tenés un problema mental...¿Acaso no hay heterosexuales también con problemas psicológicos? ¿Qué tiene que ver el gusto y la condición sexual de cada uno? Lo que nos tiene que importar es cómo es cada persona con nosotros y que sean buena gente, de gran corazón, después lo que suceda de las puertas para adentro de su casa o de la ropa interior para adentro, no nos tiene que importar en lo más mínimo.
Si vos tenés una condición sexual que hace que te gusten las personas de tu mismo sexo, o no te sentís identificada/o con el cuerpo que te tocó, ¡tranqui! No tengas miedo a demostrarte tal cual sos, porque no importa el envase o el contenido, sino lo que sos por dentro, y nadie es perfecto en este mundo para poder juzgarte.


@Incredulas - 15/05/15

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