Por ahí, en la vida parece que vamos caminando por un campo lleno de ortigas, y parece que no vamos a salir adelante sin dolor, sin sufrimiento, pero se puede.
La vida no es fácil para nadie y escaparnos de situaciones no sirve porque, vayas a donde vayas, los problemas los llevamos con nosotros siempre, a donde sea.
Por más que la vida no sea fácil, a veces nos da grandes chances. Por cada problema o situación que vivimos, es como si estuviéramos en el medio de un río, donde tenemos dos orillas. En el medio de ese río está la parte más profunda y tenemos que elegir para dónde nadar. Podemos nadar para el lado más fácil, para donde nos lleva la corriente, o nadar contra corriente, luchar con todas las fuerzas hasta llegar a la orilla que deseamos alcanzar. Lo bueno de estar en el medio del río es que tenemos la misma distancia a una orilla como a la otra. Está en nosotros decidir hacia dónde nadamos.
Yo sé que no es fácil, sé que cuesta y se complica, pero hay que animarse, animarse a nadar contra corriente.
Cuesta, pero si luchamos y le ponemos voluntad, lo vamos a lograr y vamos a llegar al otro lado del río, donde se encuentran todos los sueños que siempre quisimos alcanzar.
@Incredulas - 23/05/15
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