viernes, 29 de mayo de 2015

Madurar hoy

Quiero encontrar trabajo preferentemente "part-time" que me permita, en lo posible, poder estudiar y viajar. Obviamente, también para darme los gustos y no titubear si veo un buzo en una vidriera de un local y sale por arriba de los seiscientos mangos.
A los veinte años, es infinitivo. El tiempo es infinitivo. Lo que hoy es, mañana fue. "Hoy es hoy, ayer fue hoy ayer", cantaba Calamaro. Lo que vendrá, ¿quién lo dirá?.
Hoy es un: "Lo amo, boluda, es el amor de mi vida", y mañana, de golpe y sin explicación, caés en la cuenta de que es un hijo de puta, si es que la hija de puta no fuiste vos por haberle atribuido lo que nunca sucedió porque no tiene idea el pibe de que te está haciendo un daño.
De veinte a cincuenta pesos es lo que valgo por día, y en criollo eso significa: cargar la Sube, poder comerme un turrón y comprarme alguna pavadita en Todo Moda. Cuatro lustros me conmueven
y me hacen suspirar.
¿Quién pudiera imaginar la locura de estar viva? Gozar instantes divinos de perpetuo bienestar, despreocuparme si no me encuentran, si no te encuentran, si no me encuentro, si no te encuentro, si al fin y al cabo no sabemos qué estamos buscando...¿O sí?.
Lustro y lustro y lustro y lustro.
Ilusa, confusa, obtusa, oportuna...esperando el momento para atacar
(o construyéndoloy ahí no habrá peros ni amores, ni lustros, ni pesos ni nada que me detenga, porque estaré ahí donde el destino pasó de moda y más adelante la luz será absorbida, entonces que no me vengan con cuentos de hadas porque la magia no existe y Dumbledore sabía de antemano todo lo que iba a pasar. Váyanse a cagar.


@Incredulas - 29/05/15

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