Todas las personas deseamos, todos tenemos algún deseo loco o medio imposible que en realidad no es tan imposible, porque creo que la palabra imposible no tiene mucho sentido. Para mí, nada es imposible.
Los deseos, por más locos que sean, tenemos que animarnos a intentar hacerlos realidad, arriesgarnos y dar ese gran paso. Después de dar ese paso, y por más de que la lucha sea compleja, cueste o tengamos ganas de abandonar todo, no hay que rendirse.
Muchas veces nuestros deseos son buenos guías, nos muestran el lugar donde tenemos que ir, o desde dónde partir, como así también nos pueden mostrar el lugar al que hay que volver...Pero ojo, eh, con esto no quiero decir que tenemos que vivir deseando...A veces hay que valorar y querer lo que tenemos, sea mucho o poco.
Otra cosa que tenemos que saber sobre los deseos es que no siempre se van a cumplir ya, ahora. Debemos ser paciente, darles tiempo. Hay que luchar constantemente, pero como todo, es tiempo, y cuanto más tiempo nos lleve, más lo vamos a disfrutar al final.
Por lo general, metafóricamente decimos que los deseos se los tenemos que pedir a los genios de las lámparas, pero nuestros deseos no siempre son órdenes para un genio y es parte de la vida aceptar esto. Lo que sí hay que saber es que el genio que puede escucharnos siempre y cumplirnos nuestros deseos no es el que está adentro de una lámpara, sino el que tenemos todos adentro. Dentro de cada uno de nosotros hay un genio poderoso que puede cumplir nuestros sueños, ese genio está esperando nuestras órdenes y tiene muchas ganas de cumplir deseos.
Animémonos a soñar, estemos abiertos siempre a nuevas cosas y nuevos caminos.
@Incredulas - 22/05/15
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