Prohibido

Pocas cosas son tan divertidas como tener un amor privado, secreto, oculto. No lo sabe nadie más que él y vos...
Son tan atrayentes ese tipo de relaciones, sobre todo si son prohibidas por algún motivo en particular.
Cuando te llenás de adrenalina y tensión es cuando mejor la pasás porque cuanto más difícil y raro sea verse, más ganas van a tener de hacerlo.
Todos en algún momento tuvimos algo privado, aunque sea mínimo, con alguien. A todos nos gusta más lo prohibido.
Qué divertido es hacerte cómplice de él, pautando situaciones claves para verse sin que nadie sospeche y mucho menos que se enteren. Es una aventura de querer verse y mandar a todos a la concha de su madre, ¡pensando que se pudra todo!.
La complicidad, como bien dije, es una aventura, y al amor le encanta la aventura aunque, claramente, muchas veces en estos amores clandestinos no hay amor. Y "si no hay amor, que no haya nada entonces", ¿no? No, porque en el medio hay sexo. Y si hay sexo, sí hay aventura. Y si hay aventura, hay cariño. Y si hay cariño, hay confianza. ¿Se entiende?.
Lo bueno de los amores prohibidos y secretos es que hay mucha libertad, estamos escapando de la opinión de los demás sin que se metan en tu vida ni opinen al respecto. Estás siendo rebelde vos sola, nadie podrá decir nada de vos porque no lo van a saber...¿no es genial?.
Los amores prohibidos son secretos; si dejan de ser secretos, se vuelven reales y ahí es cuando todo se complica.
Los amores prohibido son romances que no pueden ser, que están mal, y por eso nos atrae tanto.

@Incredulas - 02/11/13