Hay tanto para ver, tanto para conocer, tanto para asustarse, para dársela en la pera, para auto destruirse, para desear y tantas otras cosas interesantísimas que veinticuatro horas es poco. Es muy poco.
Podemos confundirnos de mil maneras. Podemos chocarnos el dedo chiquito del pie con todas aquellas cosas que no queremos escuchar, o atar más fuerte el nudo que tenemos en la garganta pero no nos olvidemos de lo esencial. El mundo se puede ir al re carajo pero quizá tengas la (¿mala?) leche de sobrevivir a la catástrofe y una ciudad entera no se puede reconstruir si te quedás con los brazos cruzados.
No auto boicotearse. No tiene sentido hacerlo. Podrán bailarme una chacarera demencial en la nuca, podrán tirotearme el autoestima hasta convertirlo en un colador, podrán insultarme con empeño y decisión...Podrán hacer conmigo lo que quieran, lo que quieran. Pero de algo estoy segura: siempre voy a sonreír. Porque la luz natural no la maneja Edesur y las ganas de vivir afortunadamente son recargables. Y acá el signo más (+) es diez veces mayor que el signo menos (-). "Y no te asustes si me río como un loco...¡Es necesario que a veces sea así!"
@Incredulas - 21/08/13
Lindas y genias!
ResponderEliminarSon mis idolas,me identifico mucho con las cosas que escriben:)
ResponderEliminarGeniasssss
ResponderEliminarAMO con mi vida este blog!
ResponderEliminarSiempre encuentro la palabra justa en ustedes, genias !
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