La conciencia muy pocas veces está justo en el momento indicado para decirte: "no, esto está mal. No lo hagas". Casi siempre la escuchamos tarde, con efecto tardío, y quizá si la escuchamos a tiempo, la ignoramos y seguimos adelante sin importarnos lo que va a pasar.
Siempre vemos venir los problemas, no llegan solos. Sabés que lo que está por pasar o lo que estás por hacer va a cambiar un montón de cosas, y así y todo, lo hacés igual.
Ya lo hiciste. Ya te confundiste. Ya fallaste. Ya le pifiaste. Ahora solamente te queda volver a encontrarte a vos mismo.
Un error lleva a otro error. Es tan fácil equivocar el camino y tan difícil volver de eso. Suele pasar por impulsos, momentos de enojo que te dejás llevar, pero por ese pequeño momento de inconsciencia, no hay vuelta atrás y podés dañar a más de una persona, incluso vos misma.
Hasta teniendo buenas intenciones podemos tener errores que rompen todos los esquemas.
Equivocarse es hacer algo pensando en nosotros y no en los demás, aunque muchas veces ese mismo error también nos afecte.
No se puede volver atrás y evitar cometer ese error. Lo hecho, hecho está.
Los errores del presente son las tragedias del futuro.
Pensemos dos veces antes de actuar, que no nos cuesta nada.
@Incredulas - 15/08/13
Es la nota justa para leer y saber y sentir lo que paso después y durante ese error. Son unas genias nunca cierren este blog. Las amamos!!!!
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