martes, 29 de enero de 2013

No hay dos sin tres

Es ese vínculo amoroso en donde no participa una pareja, donde la palabra "par" no existe, donde hay alguien intermedio a esto que se denomina "amor". Es en donde, lo que una pareja formó por tanto tiempo, donde se logró construir algo verdaderamente hermoso, viene un tercero y, por algún motivo, una de esas personas se termina vinculando y ese tercero se convierte en un amante, la otra persona, el que cumple lo que el primero no, el que sólo brinda pasión, el que puede llegar a ser pasajero, pero como todos sabemos: es divertido en el momento. 
Amor entre tres. Suena raro, pero uno siempre es el que sufre, uno siempre es el que gana y el otro el que complace. Cada uno cumple un rol distinto. Cada uno tiene sentimientos distintos. Cada uno actúa distinto. 
El problema es cuando todo se revela: cuando la persona engañada se siente lo peor del mundo, siente que no es querido, siente que todo fue una farsa. Donde la persona que engañó está en estado de shock, y se da cuenta de que lo que hizo no está nada bien e intenta arreglarlo, pero ya es tarde. Perdiste lo que formaste en tantos años por una calentura del momento. La tercera persona es un ente aparte: no sufre, no lastima, es la persona que creó el conflicto y la que sale con menos consecuencias. Por eso es bueno que sigamos con las cosas como son. 
Si se dice "pareja", procurá de que sea un par. 
Valorá a tu pareja, no arruines las cosas, pensá con la cabeza (en el caso de un hombre, con la de arriba) antes de cometer un gran error. La vida es hermosa si tenés con quien compartirla. Si querés vivir aventuras, no te cases, no lastimes a alguien que no lo merece.

@Incredulas - 29/01/13

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