Intervenir

Si tu amiga, esa que tanto querés, que tanto te ayudó cuando lo necesitaste, que está en las buenas y en las malas, y siempre te acompañó...Si esa amiga está hecha una tarada, es cuando tenés que intervenir. 

Intervenir para ayudarla, para abrirle los ojos y hacerle dar cuenta que las cosas no son como cree y que si sigue así va a terminar mal. 
Pero, pensándolo bien, ¿tenemos el derecho o la obligación de intervenir si consideramos que algo está mal? Capaz ella así está bien, y se intenta auto convencer de que las cosas que hace no están erróneas, pero vos sabés muy bien que está mandándose una cagada atrás de la otra. Si intervenís, puede pasar que todo salga a flote como querías, o no. Y si no te metés, tenés que aceptar que todo va a seguir igual aunque, si decidís intervenir, tenés que aceptar las consecuencias. 

"Tendría que decírselo, sí...pero no me animo".

"Tengo que ayudarla a cambiar eso que tanto mal le hace, pero no puedo, no me escucha".

"Ya lo intenté pero está enceguecida".

No te rindas tan fácil. Es tu amiga y te está necesitando mucho. Tenés que intervenir en su vida, para cortar con esa necedad en la que está encerrada, intervenir para que algo cambie en su vida y en la tuya también para reconfortarte por haberla ayudado y sacado del pozo ciego en el que estaba metida. Tenés que intervenir para quedar conforme con tus actos y con tu consciencia de que estuviste ahí en el momento que más necesitó una buena dosis de piñas verbales que la levanten del piso.

Intervenir en la vida de una amiga marca un antes y un después. Una vez que lo hiciste, no todo es como antes, casi siempre mejora porque ella reconoce la ayuda que le diste.

No es lo mismo callarte que levantar la cabeza y hacerte cargo de lo que pensás.

No es lo mismo jugarte por tu amiga que vivir con miedo a que se enoje por tu opinión.

No es lo mismo unirse las dos que estar aisladas.

No es lo mismo meterse que no meterse.

No es lo mismo hablar que callar lo que pensás.

No es lo mismo luchar que dejarse vencer.

No es lo mismo intervenir que dejar hacer.

Pensá cómo serían las cosas al revés, ¿no te gustaría que te abran los ojos y que estén ahí para que te frenen antes de darte la cabeza contra la pared?.
Tu rol ahora es cambiar la posición de tu amiga y ayudarla a seguir adelante desde tu humilde lugar.

Intervení, te juro que no te vas a arrepentir.

@Incredulas - 07/05/13