Claramente es un día comercial, pero sea como sea, es tu día. No nos basemos en las ofertas, ni en los posteos, ni en los estados ni en los mensajitos...Dediquemos el día a ellas, a mimarlas...Y si no están, a recordarlas mucho más.
Capaz se nos pasan los pequeños detalles que ellas hacen por nosotros, capaz pasamos por alto darle un buen saludo cuando nos vamos de casa, o un simple abrazo, capaz nos molestamos cuando nos mandan mensajes todo el tiempo, pero seamos realistas: ¿qué haríamos sin ellas? A veces son tanto madre como padre, y hay que amarlas el doble por el esfuerzo gigante que hacen.
Se bancan absolutamente todo, y aunque tengamos roces, aunque nos agarremos de los pelos, aunque los vecinos escuchen nuestros gritos, aunque nos ignoremos luego de pelearnos con uñas y dientes, siempre se va a volver al amor materno, ese amor que no te brinda nadie más, ese amor tan real, esas madres que cumplen su rol y te aman de principio a fin. Seas quien seas, elijas lo que elijas, ames lo que ames, ellas siempre están.
Porque sé que además de ser madres son doctoras, son psicólogas, son amigas, son policías, son maestras, y hasta algunas son las mejores cocineras del planeta.
Madres, sean felices.
Empecemos a disfrutar cada segundo con ellas, cada instante que se nos presente, y aunque nos cueste horrores enseñarles a usar la computadora o el celular, tengamos paciencia, ellas la tuvieron con nosotros desde que fuimos concebidos a este mundo y lo seguirán haciendo.
Tenemos que mimarlas desde el minuto cero, ayudarlas, darles el valor que se merecen porque no cualquiera es madre, porque no cualquiera puede llevar ese título, porque muy pocas cumplen lo que deben cumplir como madres, pocas educan y pocas brindan el amor que se merece un hijo.
Valoremos a la que tenemos, sea buena, sea callada, sea un poco quedada, sea mal humorada, sea gritona...Es la madre que tenemos, y valoremos eso porque es única en el mundo, es con la que convivimos, y es la que el día de mañana vamos a extrañar...Porque si estamos tristes, el abrazo de ellas nos hace explotar. Porque si estamos felices, ellas son más felices por nosotros. Porque si nos pasara algo, ellas darían hasta lo que no tienen por vernos bien. Porque lo que una madre puede llegar a hacer por un hijo es algo que no se puede explicar. Porque a pesar de ser orgullosas, siempre están esperando a que levantemos la cabeza y las miremos a los ojos para pedir perdón. Ellas sienten, ellas lloran, y cuando lo hacen, tenemos ganas de matar al motivo que las hace llorar. Porque cuando una madre se emociona por algo que hiciste vos, no hay orgullo más grande. Porque ver a tu mamá feliz no tiene precio alguno. Porque son ellas la reinas del equilibrio. Porque nos enseñan todo. Porque son el sostén más grande que puede existir. Porque son guerreras y se aguantan cualquier dolor, cualquier puñetazo. Porque son ideales y multifunción.
Feliz día, madres. Más que nunca sean felices, y gracias por tanto amor.
"Por la sonrisa de mi madre que vale un millón"
@Incredulas - 18/10/15
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