sábado, 10 de octubre de 2015

Derecho a la vida

Hoy no es una noche como todas las demás. No me voy a dormir con el grado de intranquilidad que estoy acostumbrada a manejar. 
El hartazgo cotidiano, los gestos apesadumbrados, el hecho de que colectiva y subconscientemente caemos en la cuenta de que estamos llegando a un punto de inflexión frente a tanta violencia, desigualdad y libertad cercenada, que hoy por hoy tiene su cara visible y es la de los millares de refugiados que en este momento no saben si existirá un mañana en el que puedan proyectarse a futuro.
Creo firmemente que el mundo nos está pidiendo a gritos que nos formemos intelectual, espiritual y emocionalmente para empezar a pensar un cambio estructural en la manera en que concebimos el mundo, los intereses individuales que perseguimos y el esquema que nos planteamos como sociedad. 
Esta olla está en ebullición hace no mucho tiempo y no podrá aguantar por mucho tiempo más. Se siente en el ambiente.
Debemos despertarnos y tirar a la basura todos los somníferos que están tan al alcance de la mano, aquellos que no nos permiten abrir los ojos y darnos cuenta de la realidad. 
Por ellos, por vos, por nosotros...Por el derecho a la vida.


@Incredulas - 10/10/15

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