lunes, 27 de julio de 2015

Repartir los tiempos

Hay gente que se queja todo el tiempo. Sin parar. No frenan un segundo. Son intolerantes con todo, y cualquier cosa que les sucede es motivo suficiente para ponerse en negativos y tirar basura para todos lados. Ojo, no todos los quejosos son iguales.
Hoy en día, me toca vivir con alguna de mis amigas estos hechos de quejas constantes. Les voy a contar cómo es mi situación, después dirán qué opinan.
Siempre fui una chica que vive a mil por hora, que no para un segundo, ya sea con estudio, trabajo, obligaciones en mi casa y demás...Y siendo así, hay días que termino cansadísima y no veo la hora de tirarme en la cama y dormir hasta el otro día. Cuando ya me liberé de todo y siento cómo me bajan las revoluciones y empieza mi cuerpo a relajarse luego de un estresante día, me doy cuenta que no quiero desperdiciar mi tiempo durmiendo más de las horas indicadas cuando puedo aprovechar y ver a una amiga, a mi novio o algún familiar que quedó pendiente del fin de semana. Siempre reparto mis tiempos para todos, e intento hacerlo de la mejor manera posible porque, si bien no soy una persona muy allegada al sentimiento de extrañar, me gusta estar al día con la gente importante para mí. Por ejemplo, en vez de dormir una siesta, prefiero ir media hora a lo de mi mejor amiga a tomar unos mates, o ir a tomar un helado con mi novio para después seguir cada uno con sus responsabilidades.
Lo que me da bronca es cuando los demás no aplican el mismo método. Entiendo que no todos somos iguales, pero me es inevitable no pensar en las quejas ajenas por el cansancio.
En mi entorno, todos estudian, y sólo una amiga trabaja, pero pocas horas y no todos los días. Todos admiten que la más ocupada soy yo por los horarios que tengo entre trabajo y estudio, y sin embargo soy la que más presente está.
Me molesta ver que cada vez que se organiza una salida, alguien conteste que prefiere no salir porque son las once de la noche y llegó a las seis de la tarde a su casa y quiere descansar, y mañana es sábado encima, no trabaja ni hace nada, puede vaguear todo el día. Pero no. Ahí aparece la queja innecesaria. No te pido que vengas a bailar o que vayamos a un bar re lejos de casa. Si querés voy a la tuya, cenamos algo y me vuelvo. O vamos a tomar algo tranqui un rato. Pero no. Que estoy cansada, que no tengo ganas, que me quiero quedar durmiendo. Ok, genial, un fin de semana te lo entiendo, ¿pero siempre? ¿Siempre estás cansada y no podés salir? Aflojá, tengo una vida más agitada que la tuya y sin embargo me hago tiempo para vos siempre, entonces me jode cuando no me dedican el mismo tiempo para mí.
Qué se yo, tendría que entender un poco más al resto y que no todos tienen la misma energía que yo, pero no quita que me moleste mucho. De hecho no lo quiero plantear, ¿saben por qué? Porque no me van a entender y lo van a tomar como un reproche que no comprende al otro, cuando es todo lo contrario porque yo vivo lo mismo...
Agradezco mucho que me puedan decir cómo enfrentarlo, y si realmente soy yo la equivocada o no.
Buenas tardes.


@Incredulas - 27/07/15

4 comentarios:

  1. Me pasa lo mismooo!! Es increíble cómo pareciera que la gente se caga en tu tiempo, perdón por la expresión, pero es así.
    Con mis quince años, llevo un montón de responsabilidades encima, y todas son porque yo lo quiero así y porque me gusta tener cosas para hacer constantemente, como vos dijiste en el post. Que el colegio, que danzas, que la banda, que el pequeño trabajo que conseguí para poder tener mis ahorros, y sin dudas sigo armando planes con mis amigas, por ejemplo, y que no lo valoren me da bronca y tristeza. Puedo terminar súper cansada en un día, y sin embargo las extraño y les digo de vernos. Mi problema es que cuando organizan ellas (una vez cada diez) no puedo decirles que no por más que haya estado cinco horas ensayando y dos horas trabajando, y que ellas teniendo tanto tiempo al pedo no pongan mucha voluntad, me saca. Te juro que sí.
    Así que creo que el problema no somos nosotras sino la gente que no ve todo lo que podemos llegar a hacer por, mínimo, treinta minutos juntos. Gracias por darnos este espacio, Incres ♥

    ResponderEliminar
  2. Uyy... siento que fue escrito para mí. En mi caso personal, yo siempre intento ir a todos lados cuando me invitan, pero en mis cosas soy malísima organizándome! O capaz que estoy todo el día tirada en mi cama y cuando me decido a ver a mi papá que no lo veo hace días, alguna amiga me llama y AHÍ QUE HAGO??? Me agarra desesperación les juro. Pero soy consciente de que debería ser más libre en ese sentido y no estar pendiente de que voy a hacer mañana, pasado y traspasado. Me gustó el post, re diferente! Y no estás equivocada con tu pensamiento, ojalá me saliera ser así de natural

    ResponderEliminar
  3. Meee encantoooo el post!!!! , me sentí re identificada , para mi estas en lo correcto , auqnue tal vez no tienen todos tu energia , cosa que esta genial ! :D

    ResponderEliminar
  4. Entendí el post a la perfección porque mi personalidad es total y completamente igual a la tuya. No entiendo como pueden ciertas personas, quejarse de la vida que llevan y de las responsabilidades que tienen. Que no tengo ganas de salir, que prefiero quedarme leyendo un libro antes que ir a tomar algo... Media pila, loco. Es muy difícil prestarme la cuarta parte de la atención que yo te doy a vos? Me molesta, me irrita, me saca de quicio. Tengo dieciséis años; estudio, entreno, voy a inglés particular... Es más que obvio que muchas veces no llego con los tiempos, y es entendible que no pueda hacer ciertas cosas... Pero muchos de mis amigos solo estudian, ni siquiera se toman la molestia de ocupar su tiempo en algo productivo como un deporte. Lo único que hacen es quedarse encerrados en sus casas todo el santo día, viciando en la computadora, play o tele... Lo único que pido, es que empecemos todos a prestarle más atención a nuestros allegados. A ver si así cambiamos un poco la vida que llevamos. Por qué? Porque es cualquiera ser tan reservado y quejarse siempre de todo.

    ResponderEliminar