domingo, 26 de julio de 2015

Apostar a más

Cruzo la puerta de salida y resulta que otra vez me equivoqué. 
Guerra contra mi sombra, contra un destino que no es.
No puedo contra mí.
Volví a caer.
Destilo bronca, y la oscuridad se enciende. Otra vez apunto la culpa a un blanco fácil: los demás, que ni siquiera se percatan de esta tempestad. No me salen las palabras y todo lo aprendido pasó a un segundo plano (no siempre es tan fácil aplicarlo).
Sigo naufragando la alegría, pero ya me estoy cansando. No quiero recorrer días anteriores ni volar sobre la nostalgia. ¿Y qué, si esta vez, quiero tirarme un rato a abrazar la soledad? Sonreír a veces duele, y no siempre la buena cara le gana al mal tiempo. Ya no tengo ganas de disfrazar el dolor de chiste para que duela menos.
El vaso no está lleno ni vacío, simplemente por la mitad, pero no sé si rellenarlo o vaciarlo porque ya me cansé de apostarle a una suerte en la que no creo, pero que siempre da vuelta la partida y me gana antes de que cante las treinta y tres. Falta envido, pero todavía no salimos de las malas.
Pedí inmensidad, pero a veces tanta abundancia no es tan fácil de agarrar. El "todo" asusta tanto como el vacío. Pedí un sentimiento profundo, imposible de explicar, pero se acercó y corrí de espanto. Es como pedir la lluvia, y asustarte apenas escuchás un trueno.
Lo bueno de haber perdido tanto es que al miedo lo conocemos y ya lo pasamos caminando. Me acostumbré a apostarle al perdedor, porque con huevos da vuelta el partido, y creo que al que vive de victorias, lo termina durmiendo la costumbre. Me gusta creer que las cartas no están marcadas y que mientras camino me marco el destino.
Al final soy yo la que decide si tirarme al suelo, despertar, llorar o salir a ganar. No puedo depender de que a las penas siempre las cure el tiempo, porque a veces lastima más. Quiero abrir la puerta de mi infierno más oscuro para poder destapar una risa sincera. Quizás sean las consecuencias de no vivir anestesiada.
Las pesadillas son necesarias para fortalecer la realidad, y volver a soñar. Hoy estreno esta tristeza, pero sé que mañana va a pasar de moda.


@Incredulas - 26/07/15

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