martes, 28 de abril de 2015

Lloré

Lloré hasta sentir las lágrimas secarse en mis mejillas. 
Lloré hasta quedarme completamente dormida.
Lloré hasta manchar mi almohada con el maquillaje corrido.
Lloré hasta respirar profundo y darme cuenta de que ya nadie me hacía bien. 
Lloré hasta entender que estaba sola en este mundo.
Lloré cuando me di cuenta que nadie podía entenderme. 
Lloré hasta perder la conciencia y sentirme completamente inútil.
Lloré, porque comprendí que nada era capaz de hacerme sentir viva y, hasta a veces, poder arrancarme una sonrisa.
Lloré porque supe que nada podía ser tan sorprendente y real al mismo tiempo, y nunca volverá a ser.
Lloré porque sentí tu ausencia, esa que hasta hoy nunca había estado, y por fin logré darme cuenta de que, en realidad, aunque me cueste aceptarlo, no es culpa de nadie ni de nada lo que me sucede.
Lloré porque, por primera vez en mi vida me sentí realmente sin apoyo, sin amigos, ni nadie a quien recurrir cuando la soledad corta mis palabras y ahoga mi respiración. 
Lloré porque sólo tenía viejos recuerdos, algunas imágenes borrosas de las que casi no distinguía tu mirada. 
Lloré hasta creerme feliz por un instante, hasta que sin motivos empecé a reír sin parar, sin llegar a entender completamente que estaba haciendo. 
Lloré hasta verte al lado mío, siendo felices.
Lloré porque de alguna manera me estaba resignando a seguir cada minuto y cada segundo sin tu compañía. 
Lloré porque creía sentirme fuerte y comprendí que vos me dabas esa fuerza.
Lloré porque nunca te diste cuenta de que todo lo que hacía era solamente por vos, porque nunca sentí que mi esfuerzo era suficiente para que te sintieras orgulloso de mí. 
Lloré porque vivía cada día sin vivirlo, creyéndome feliz, convenciéndome de que todo lo que hacía estaba bien. 
Lloré porque me di cuenta que vivía sólo para entregarte mi vida en un segundo y poder sonreír al saber que te quedarías sólo por mí. Y después de eso, volví a entender que cada cosa que hacía era inútil, que a nadie le importaba verdaderamente lo que hacía o dejaba de hacer. 
Y lloré, para descargar de una vez por todas todo el dolor que me ocasionaba sentirme tan poca cosa, tanto que de pronto me había olvidado de cómo era sentirse orgullosa de una misma.
Lloré porque te extrañaba por primera vez y no podía hacer nada para recuperarte. A pesar de mis intentos siempre hay algo que supera mis fuerzas y me derriba haciendo caer una y otra vez de la misma forma, en el mismo lugar, lastimando mi dignidad. Fue así, que al saber que te habías ido perdí todas las ganas de seguir; tal vez me acostumbre demasiado a tenerte cerca. Antes de que llegaras no confiaba en nadie, ni siquiera en mí, y la verdad es que siempre supe que algún día te iba a perder, porque lo bueno nunca dura mucho y lloré como tantas otras veces, a escondidas. 
Lloré, porque te necesitaba más que nunca, más que siempre.


@Incredulas - 28/04/15

3 comentarios:

  1. Y llore leyendo este post! Buenísimo chicas son las mejores

    ResponderEliminar
  2. Me lloré la vida, escribieron todo mi día de hoy.. Cuando lo miré y me di cuenta que lo estoy perdiendo. Gracias, escribieron con mis manos!

    ResponderEliminar
  3. Ay lo que llore��

    ResponderEliminar