miércoles, 29 de enero de 2014

Se acabó

Fue rarísima la despedida. 
No sé, es el día de hoy que todavía me resisto a creer que el beso que te di era el último que te iba a dar hasta vaya uno a saber cuándo... 
El sentimiento de amor que me generaste fue tan inmediato, tan efectivo, que te saludé por última vez aquella tarde tan triste pensando lo mismo que pienso siempre cada vez que te saludo: "bueno, si no lo veo mañana, lo veo el finde que viene", pero después comprendí que no, que esta vez no. 
Fuiste uno de los grandes descubrimientos del año pasado.
Me hiciste caer en la cuenta de que soy sólo un punto, un minúsculo puntito en este enorme Universo, y que no estoy sola, que yo vivo con otros y gracias a los otros también vivo yo. 
Creo que muy pocas veces escuché la expresión "¿me entendés?" de una manera tan tierna, cosa de querer darle replay para sentir ese mini escalofrío de ternura y las consecuentes ganas de querer abrazarte. 
Sos el ejemplo de la fortaleza propiamente dicha, esa que ahora debe estar latiendo en tu antebrazo más que nunca y que ahora tiene que ser tu compañera más fiel. 
Dejame decirte que estoy un poquito enojada con vos...Me hubiese gustado que lloraras antes para haberte abrazado un par de veces más, pero las cosas se dieron así e igualmente las sonrisas y las carcajadas que me sacaste valen mucho más que cualquier cosa. 


@Incredulas - 29/01/14

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