lunes, 21 de diciembre de 2015

Pensamientos bajo la lluvia

Nunca entendí por qué a tanta gente no le gusta la lluvia, por qué les gusta tanto asociarlo con la depresión, la tristeza, la melancolía...No sé si será que me gusta o me atrapa bastante el drama y, a veces, la nostalgia quiere perseguirme en cada paso, pero no podría cansarme nunca de la lluvia, y no saben qué equivocados están esos que no la saben admirar. La lluvia te puede matar pero también puede limpiar, ayudar a renacer. Los que sufren por la lluvia es porque necesitan una excusa, porque no se pueden hacer cargo de otra forma.
Sin embargo, hoy me siento un poco así...Y no llueve, pero el cielo amenaza, cubierto totalmente por nubes. Quizás es eso lo que me está matando un poco: la incertidumbre, el no entender, el no saber, ver cómo se me va derrumbando una parte del alma hace tanto, y ya a esta altura ni siquiera querer detenerla, sentir cómo todo se va volviendo un círculo vicioso del que cada vez se me hace más difícil salir, ver cómo, tarde o temprano, vuelvo a caer en él y no sé por qué, y eso es lo que de a poco va transformando todo en cenizas. No lo dejo, lo evito, lo esquivo, me planto frente a frente, lo careteo, pero de alguna forma siempre me quiere noquear. Y le doy pelea, no me rindo tan fácil, pero a veces llega un momento que cansa pelear, que de tanto ir para adelante te terminás chocando contra una pared.
Duele más la incertidumbre que el dolor mismo, porque a esa incertidumbre no le puedo poner nombre, me deja en la nada, vacía, no tengo a qué aferrarme para seguir o, al menos, estallar. Me molesta este clima porque se acopla perfectamente a lo que me pasa, porque está nublado y no sé si se va a largar una tormenta o en un rato va a salir el sol, o peor, va a ser una llovizna que ni siquiera sirva de excusa. 
No sé si quiero que llueva para tener una excusa para estar triste, o estar triste y tener la lluvia como excusa.
Exteriormente todo parece estar bien: disfruto, me río, soy feliz y me siento así, no es una careta. No importa si llueve o si hay sol, porque siempre parece estar brillando, pero en el interior la sensación es totalmente contraria, siempre hay alguna amenaza de tormenta.
No sé si afuera llueve o va a llover, pero adentro la tormenta es cada vez más fuerte. 
De a poco me va queriendo matar. Igual, siempre me ayuda a revivir.


@Incredulas - 21/12/15

No hay comentarios:

Publicar un comentario