jueves, 12 de noviembre de 2015

Quedate

Cuando pensé que no me importaba y cuando pensé que ya no te pensaba...Mentí. Sí, mentí. A vos y a mí.
Nunca quise ir más allá de mis sentimientos, en ese momento por pensar que no tenía importancia y porque me gustaba flashear con amores de una noche que al otro día se olvidan; ahora me doy cuenta de que fue porque era una boluda llena de miedos. Pero, ¿con qué derecho voy a ir a buscarte, después de tanto tiempo, cuando ya dejaste al manifiesto que es tarde y seguiste con tu vida? Así, como si nada, como si de un día para el otro se te borrara la memoria. No sé si resignarme a pensar que todo era chamuyo y caer en la banalidad típica de minita de resentida de decir que son todos iguales (por favor, no me dejen caer ahí) o aceptar que fui mucho más boluda de lo que ya acepté ser, o creer que resultaste ser más cagón que yo...Pero eso último sería ponerme a mí en un pedestal, y no creo que me corresponda ese lugar.
Quise creerme diferente y terminé hablándote a la madrugada, sabiendo que dormías, para que al otro día me contestes y fingiera no acordarme la razón de mi mensaje, pero teniendo la excusa para seguir hablando, aunque a las cinco líneas de conversación me quedara (o me dejaras) sin palabras. Te subestimé, o fui muy ingenua. Creo que un poco de las dos. Aunque por un lado no me importaba si te dabas cuenta de que era una excusa; de hecho, era lo que quería. Quería mostrarte mi interés, pero de una manera sutil. Sí, justo yo, que siempre hablo de más por pasarme de sincera. Pero con vos siempre me salió al revés, siempre fui una boluda, entonces creo que me merezco esto que (no) me hiciste. Porque es así, no me hiciste nada. Y para mí eso es peor que un puñal. Porque la nada está llena de dudas, de incertidumbre. Es tan puta que hasta me llena de esperanzas de algo más, aunque en un mundo paralelo ya me hayas plantado veinte veces y estés casado y con dos hijos.
Lo que más me pesa es que el recuerdo que tengo de vos es tu olvido, que te perdí sin buscarte y sin encontrarte. Di por hecho que ibas a seguir estando ahí y te descuidé por seguir en un juego. Te pedí que no me tomes en serio, y me olvidé yo de seguir esa regla. Con vos no me duele el corazón, me duele el ego, el orgullo. Y en un punto es peor, porque mal que mal, el corazón se arregla, pero la cabeza está siempre reprochando algo y queriendo repetir errores.
Lo nuestro no sé qué fue, pero sé que no fue nuestro, fue mío. Y murió sin haber nacido.
Igual, dejame así. Quedate siendo especial y eterno en palabras, así no te arruino. Quedate siendo esa letra a la que siento que le queda chica cualquier melodía. Quedate siendo un recuerdo borracho y una resaca. Quedate inconcluso, así te invento los finales o comienzos que yo quiero.
Quedate, no vuelvas (pero volvé, y acordate que sé mentir muy bien).


@Incredulas - 12/11/15

1 comentario:

  1. No puede ser tan igual a mi este post. Chicas, logran que me salgan lágrimas cuando las leo...

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