jueves, 19 de noviembre de 2015

En busca de más

Los días van pasando y la experiencia deja huellas en la piel, marcas de guerra y hasta algún recuerdo de una bandera blanca suplicando algo de paz. Veo la gente pasar y me pregunto qué hacemos, dónde estamos parados, qué estamos esperando para dejar de esperar ese día que la espera implora a gritos, para mandar al carajo las normas, las reglas y las formas y hacer todo eso que queremos hacer pero posponemos siempre un poco más, por miedo, por "falta de tiempo", por comodidad, por paja o por lo que sea. Corre el reloj y hoy todo tiempo es carnaval, donde exhibimos las máscaras y nos vanagloriamos de ellas cuando en realidad todo lo que querés es que te quieran por lo que sos, porque ya te cansaste de maquillar los sentimientos, las alegrías, de sonreír con lágrimas y de llorar con sonrisas de papel
¿Qué estamos esperando? ¿Que un día nos avisen que el tiempo está contado y la cuenta regresiva empiece a correr hasta el día exacto? ¿Que el reloj nos muestre el tiempo que nos queda? Y ahí vas a estar, queriendo robar tiempo, llorando los segundos, o tal vez algo adentro tuyo explote y, al fin, te dignes de una vez a vivir lo que esperaste, a robarle el tiempo a las agujas y a regocijarte en cada segundo.
Yo ya me cansé, hace rato me cansé de mirar por pantallas la realidad y de una luz artificial, de caminar todo el tiempo mirando, con miedo, al precipicio; de las miradas expectantes a las caídas ajenas. ¿Cuánto más? ¿Para qué? Me harté de las voces que sólo quieren hundirte, tirarte, y alardean del saber sólo por un par de años más de vivencia, de vivencia sin vivir, que es rutina, monotonía, vacío, aburrimiento. Y yo no quiero eso.
Yo quiero correr con el viento en contra dándome en la cara, sintiendo la adrenalina y esquivando las patadas de mezquinos que disfrutan de lastimar y del dolor ajeno. Yo quiero correr toda la cancha hasta el último minuto, ahí cuando dicen que ya no sirve de nada, a ver si en una de esas, cuando la cabeza ya no funciona y el cuerpo se contradice y tambalea, el corazón me da la razón y después de la gambeta y desde el piso, con los ojos cerrados, el grito de la pelota besando la red abajo de los tres palos, me reaviva y me lleva a encontrar el sentido. 
Yo no quiero conformarme con encontrarle el sabor a la derrota, quiero festejar la victoria con esos que se quedaron alentando hasta el final, cuando hasta el pronóstico jugaba en contra y el resultado ya era irreversible. Yo quiero que aunque el gol en el último minuto sea sólo una fantasía sea el sueño que me impulse a despertar, yo quiero saber que me la jugué y di todo hasta el final. Quiero mirar al cielo y sorprenderme con sus matices infinitos cuando cambia de color en un segundo. Resurgir, dejar de errar por el temor de ganar, cruzar ese umbral a lo desconocido y lo inexplicable.
En medio de tantas desolaciones, todavía a lo lejos hay una luz, que aunque se aleja cuando me acerco, augura esperanza. Esa luz es mi estrella. Y ella me despierta en pesadillas o me lleva al sueño dulce. Y me enseña a admirar lo cotidiano cuando se vuelve costumbre. Y a esquivar los palos de la rutina, a burlar los libros del destino. Y aunque a veces no brille, yo la encuentro, y remuevo los escombros de la memoria y los recuerdos y me encuentro con cientos de estrellas más. Algunas brillan con más luz que otras. Algunas duran más, otras menos. Otras resultan ser artificiales. Y en momentos de soledad, desesperanza y desconsuelo, me reencuentro con consejos, con palabras eternas. Y mientras termino de escribir esto, la memoria, curiosa, me recuerda que alguna vez, un alma sabia me dijo una frase que nunca olvidé, que llevé como estandarte y se volvió leyenda, y en pocas palabras resume toda una filosofía de vida: "una vida que nosotros no creamos es una vida que otros crean por nosotros".


@Incredulas - 19/11/15

1 comentario:

  1. Son excelentes chicas! Me llenan el alma y me incentivan y animan a que escriba yo también. No hay mejor forma de expresarse.
    http://eluniversodeisabella.blogspot.com.ar/ Pasen! Las admiro mucho.

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