Alguna vez vi una reflexión que decía algo así como que las madrugadas nos acercan un poco más a la verdad. Y es verdad, vaya uno a saber por qué.
Esperaba esta vuelta. Porque cuando te enterrás tanto en tu propia aflicción y en ese sentimiento absurdo de soledad, te olvidás que hay una vuelta. O en el fondo lo sabés, pero ya llegaste al punto de quedarte en la nada, casi en la resignación, esperando que las cosas pasen solas mientras te quedás en el molde esperando. Y no es así. En ese momento, solamente necesitás aferrarte a algo que te haga creer en que vale la pena volver. Y yo, por suerte, logré encontrarlo, y por eso, extraño ser, te digo gracias por encenderme, aunque sea por un rato, y te lo digo así en singular y en primera persona, para volver un poco al eje y para dejar de estar ausente. Era todo lo que necesitaba: volver a creer.
No sé cuál será el misterio (o magia) de las madrugadas, pero cada vez lo afirmo más.
@Incredulas - 28/11/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario