viernes, 25 de septiembre de 2015

Extañar, amar, soñar

Un día alguien me dijo que ser demasiado sensible nos vuelve vulnerables, que extrañar nos vuelve frágiles, que amar en vano, nos debilita por demás, que soñar alto hace que la caída sea más dolorosa. Sin embargo entendí con experiencias, que los sentimientos más bellos y con mejores enseñanzas son aquellos que nos provocan sensibilidadExtrañar es uno de ellos...
Muchas veces, algún recuerdo con alguien que ya no forma parte de mi vida, produce en mí ese sentimiento, me hace pensar en lo vivido, lo que aprendí de aquella persona. No importa cuál sea la vivencia a recordar, lo importante es lo que aprendí. 
Noches como las de hoy son las indicadas para perderme en mis recuerdos y extrañar. Extrañar ese amor que ya no está. Extrañar a esa persona que se fue...
Esos recuerdos llegan cargados de emociones. Algunas veces son acompañadas de alguna lágrima, otras veces los acompaña una sonrisa. Pero en ambos casos, la experiencia fue increíble.
Amar nos vuelve humanos, nos hace fuertes. Cuando amamos de verdad, tenemos todo para ganar lo que queremos. No importa cuántas personas habitan en el mundo, porque la única persona importante es la que está en nuestro corazón.
Tenemos una capacidad infinita para amar, sólo hay que permitirse hacerlo.
Yo, por ejemplo, si bien ahora no amo a una persona en sí, amo soñar. Los sueños más increíbles que tuve, fueron aquellos en los que desperté de golpe, los inconclusos, los que quería volver a dormirme para seguir soñándolos. Todo sueño es posible mientras tengas un mañanaLos sueños nunca se pierden, algunas veces sólo se posponen. Lo importante de los mismos es el impulso que se nos genera para cumplirlos.
La vulnerabilidad para con uno mismo aparece cuando ocultamos los verdaderos sentimientos. La fragilidad más absurda aparece cuando se finge extrañar.  Todo ser humano, en algún momento de su vida, extraña. Puede ser a esa persona, o simplemente a sí mismo en determinado momento.
Amar, sea o no en vano, jamás puede volverte débil
Cuando se ama, se supone que estamos dejando de pensar en nosotros, para pensar en el otro. Sería absurdo pensar que corrernos de nuestro egoísmo puede ser en vano, aunque termines con el corazón destrozado. 
Amar siempre va a ser lo más maravilloso del mundo.
Puede que no tenga razón, puede que sea demasiado sensible, pero no tengo dudas que cuando más sensible estoy, más humana me vuelvo.


@Incredulas - 25/09/15

No hay comentarios:

Publicar un comentario