jueves, 2 de octubre de 2014

Vanguardistas de la desesperación

Y una vez más, los infinitivos que nos persiguen: Amar. Temer. Partir. Permanecer. Entender. Admirar. Respirar. Querer. Poder. Abrazar. Llorar. 
Todo eso. Somos todo eso: una continua catarata de verbos experimentados.
Creer. Creer en el infinito. Creer que esa respiración de tu abdomen va a durar una eternidad, y no se va a acabar nunca. Creer que mi cabeza apoyada en tu pecho, esa ruta que puede despertar placeres inacabados, permanecerá en un continuo sube y baja que terminará en un orgasmo, en un abrazo, o en un jaque mate.
Mi maquillaje descorrido que predestina muerte, que denuncia falta de compañía, abogado de la desidia y de la soledad latente. 
Vos, un señorito grácil, con pantalones bordó, que aprovecha la graduación alcohólica para irse a la mierda, para horrorizar a sus compañeros con sus tentativas de suicidio. Con qué derecho, ¿no? Pero la mierda tiene que salir por algún lado, sino no sería mierda, sino no seríamos nada.
En este stand up del desconsuelo nos consolamos y nos regocijamos, y auguramos esperanza, pretendemos poder, creemos poder. 
Tu voz se alza entre los mortales como si estuviera hecha de roble reforzado. Y te escucho gritar. Te escucho decir que no querés más, que te hubiera encantado que todo fuera más normal. Ojalá tus preocupaciones estuvieran basadas en la Revista TKM, y en las canciones que no pasan "los 40 principales", pero cuando tu naturaleza se hace sangre hay que saber hacerle frente, y no es fácil decirle que no a esa carita hermosa llena de pecas y lunares.
Quizá hubieras preferido otra cosa, tal vez hubieras querido que ese balcón sólo albergara tardes tranquilas y amigos sin derecho a roce, sin derecho a nada, sólo a quererte y hacerte bien. ¡Pero hoy sucedió! ¿Viste qué puta es la fragilidad? Sabe encontrar un escondrijo en cada rincón de tus días...¿Cómo hace? ¿Dónde se escondió todo este tiempo? Y nosotros que tratamos de ser más frágiles pero no nos sale...Somos unos adelantados, unos vanguardistas de la desesperación.
Simplemente espero que hoy hayas hecho catarsis otra vez, que te hayas alejado de tu grupo de pertenencia y que el discurso barato que ya conocés de pé a pá te haya salvado de las cosas que callás, una vez más. Ojalá tus amigos te hayan hecho reflexionar sobre lo que no estás haciendo, o sobre lo que podrías haber hecho y no hiciste. Es muy fácil despojarse de las responsabilidades...La única cagada es que van a seguir ahí hasta que decidas resolverlas. Y la resolución puede ser facilísima, o puede ser lo más enrevesado que hayas tenido que enfrentar en mucho tiempo. De eso se trata vivir...¿O qué te creés? ¿Que todo se hace humo? ¿Que la subjetividad se puede rebobinar, pausar, adelantar a gusto y placer? ¡Já! Qué tierno e ingenuo punto de vista.
Nosotros estamos acá. Vamos a estar acá, por siempre y para siempre. Y te vamos a aplaudir o te vamos a cachetear. Todo depende de cuán cerca estés de la verdad. Mientras tanto, las caricias en tu cuero cabelludo seguirán diciendo: "presente". A veces con delay, pero llegarán. Y vas a sonreír una vez más. Y vas a respirar profundo. Y te vas confundir. Y te vas a sentir vivo, porque de eso se trata.
- Disculpame, flaca, ¿vos sos de esta galaxia?.- me preguntó. 
- No sé. ¿Vos sos de esta galaxia?.- respondí. 
- Ni idea.- me dijo. 
- Si no sabés vos, menos voy a saber yo. Mientras tanto, vivamos. Que tengan buenas noches, muchachos.- repliqué. Y a continuación, manos desconocidas pero cercanas... ¡Puta que vale la pena estar vivo! Así sí quiero que sigamos siendo unos vanguardistas de la desesperación.


@Incredulas - 02/10/14

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