jueves, 21 de agosto de 2014

Mi visión de la felicidad

Cuando una mujer se casa con un futbolista o con un empresario de mucha plata y se van a vivir al exterior, las personas (más que nada las demás mujeres) tienden a sentir lo que se dice una "envidia sana" a esa persona y le dicen que es una genia. Vamos a un ejemplo más claro: Wanda Nara y Mauro Icardi. Él era el amigo del ex marido de ella. Dejando de lado las cuestiones de su relación que nunca vamos a tener la completa verdad, y más allá de que su ex marido la haya engañado centenares de veces, ella agarró a sus hijos y se "escapó" para casarse con su nuevo novio. Obviamente este nuevo novio no es un carpintero que vive en Villa Fiorito, sino que es un futbolista reconocido, con miles de euros en el banco, y demás está aclarar que es un bombón y tiene diez años menos que Maxi López. Ella se casó con el muchacho y está de vacaciones en no sé qué hermoso lugar de Europa paseando con su familia, sin trabajar, sin hacer nada, sólo viviendo de las ganancias millonarias del marido nuevo.
Con todo este contexto, lo que mis amigas y también mujeres de mi familia opinan es: "qué genia, la verdad que es una viva bárbara. Es re inteligente, se metió con un pibe mucho más joven, más fachero y con más guita", y mi pregunta es: ¿y? ¿Cuál hay? Me dan tristezas los comentarios así, tan superficiales y materialistas. Dejando de lado la historia de Wanda Nara que es tan sólo un ejemplo y así sucede con mil mujeres más que se meten con tipos exitosos llenos de guita, lo que cuestiono es la envidia de la gente ante la plata del otro. ¿Tanto les importa la guita? Obvio que a mí también me gustaría estar de vacaciones en Cancún tomando un daikiri en este momento, a todos nos gustaría viajar y conocer cosas...Mi tema es: ¿eso es todo lo que importa? No entiendo cómo una mujer puede creer que lo que hacen esas minas está bien y es lo mejor. Yo no podría estar sin laburar, sin tener mis propios proyectos, mis ambiciones. No podría depender de mi marido para todo. Tener más carteras Louis Vuitton no me van a hacer mejor o peor persona que el otro, pero sí me hace un poco más decente sabiendo que me la compré por laburar un montón de tiempo y haciendo lo que me gusta.
Me da tristeza que ya queden de lado estas cuestiones que a mí me atrapan tanto. Yo quiero disfrutar la vida a mi manera, sin vivir a costas de nadie. Quiero compartir mis ganancias con mi marido, mi actual novio, el hombre que amo, y así generar proyectos juntos y no vivir uno a costas del otro. Me encanta estudiar lo que estudio y me apasiona, porque el día de mañana quiero tener un nombre por mi cuenta, no quiero ser "la esposa de..." y ser una mantenida que no hace nada en todo el año y sólo se la pasa en el shopping. 
Algunas pueden estar de acuerdo en esto o no, pero es mi manera de vivir y pensar.
Las personas siempre optan por el camino fácil o el camino correcto. Y yo no quiero ir por ninguno de esos dos caminos. El fácil no me atrae porque, como les dije, me gusta pelear yo misma por mis propios sueños y perseguirlos hasta conseguir que se hagan realidad. El correcto no me parece que sea posible porque, ¿quién impone lo que está bien y lo que está mal? Una ley no te asegura que lo que hacés está bien o mal. Ponele, si yo me quiero fumar un cigarrillo de marihuana, para mí está perfecto, pero para la ley eso es inaudito. Entonces por eso, y otras cuestiones, no creo en el camino correcto ni en lo que me imponga la sociedad, aunque muchas veces lo respete porque también estoy de acuerdo. Yo opto por el camino que me hace bien, ese camino donde me voy cruzando a las personas que quiero, donde voy dejando a las malas atrás, donde voy de la mano de mi amor escribiendo nuestra historia, donde las conductas que te imponen la cultura y la sociedad las creo yo misma, donde los valores como el amor, la amistad y los códigos nunca quedan de lado, donde todos somos uno y no existe más la discriminación ni el racismo, donde nadie te dice lo que tenés o no que hacer: simplemente lo hacés.
Amaría que todos piensen así, que todos empiecen a disfrutar más su vida, que dejemos de pensar en las cosas materiales y en los lujos porque lo único que queda siempre en esta vida no es un celular último modelo que saca fotos abajo del agua, sino que es el amor de la gente que te quiere. Amaría que las minas que viven de sus maridos dejen de ser unas genias y ejemplos a seguir de lo que "todas queremos ser" y empecemos a elogiar a las verdaderas figuras que lucharon por los derechos que tenemos las mujeres hoy y pelearon día a día por llegar a tener un nombre. Amaría que el comentario de todas deje de ser: "hay que casarse con un tipo con guita" o "a mí me gusta que los pibes tengan auto, sino no me va" y empecemos a pensar más en los pensamientos del otro, en cómo es con nosotras, en cómo vamos a disfrutar las cosas que el amor tiene preparado para nosotros.
Es sólo un pensamiento, mi visión de la felicidad, sólo quería explayarlo. Escucho sus comentarios.


@Incredulas - 21/08/14

5 comentarios:

  1. piensooo exactamente lo mismo!! nada mas lindo que ganar la plata por algo que ames hacer!

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  2. Felicito a la que escribió este post, vos si que sos un ejemplo!

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  3. Me encantó el post, tal cual a lo que pienso... Genia cooo!! (Estoy casi segura que lo escribiste vos)

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  4. Muy buen post, coincido con todo lo que decis! Mi novio es jugador de futbol, y odio que la gente que no sabe me diga que estoy por el por la plata, porque la verdad es que no es asi, por suerte mi familia esta en una excelente situacion y no necesito de la plata de nadie.. Es muy dificil hacerle entender a la gente que estamos juntos porque nos amamos, y no por otra cosa, pero lamentablemente la doviedad esta asi, y relacionan a toda novia de un futbolista con la plata aunque en mi caso y el de muchas otras mas no sea cierto. Felicitaciones chicas, son unas geniass!

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  5. Te dijeron que sos una genia? Pienso lo mismo, sabes? GRANDE, SEGUI ASÍ.

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