jueves, 7 de agosto de 2014

Despertémonos

Es buenísimo. Somos tan dependientes de la tecnología absurda, que todos los días, en ciento cuarenta caracteres, soltamos sin miedo a nada una catarata de huevadas que nunca parece conformarnos del todo. Y encima es una pavada atrás de la otra, muchas veces sin sentido. Otras veces, copias de otro.
Ahora, frente a un pizarrón verde, con la posibilidad de que nuestra voz se haga escuchar, en un espacio que nos permite hablar todo lo que queramos y que acepta sin prejuicios el hecho de equivocarnos, cuando se hace una pregunta con el fin de aprender y entender más, lo único que se escucha son respiraciones, una paloma inquieta, una alarma de auto que no para de sonar afuera y el sonido de un celular vibrando en el bolsillo. Después, sólo silencio. ¡¡Despertémonos!!
Y la falta de respuesta no es la presencia de la ignorancia, creo yo. Tampoco hay que culpar a los aparatitos de todo. Son la típica arma asesina que nos obliga a ser disparada. 
Creo que estamos tan metidos en un mundo que existe simplemente en nuestra cabeza y nuestros celulares o computadoras, que nos olvidamos los ojos que tenemos en frente dispuestos a mirarnos y abrirnos un mundo diferente. Simplemente hace falta eso, levantar la vista y compartir una charla para que no tengamos necesidad siquiera de mirar la hora en el teléfono. 
Ojalá termine el "un gusto conocerte" por WhatsApp y pase a ser un interesante "un gusto mirarte a los ojos" personalmente.


@Incredulas - 07/08/14

2 comentarios: