sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Cómo te lo digo?

Mucho tiempo juntos. Miles de anécdotas graciosas que el día de mañana seguramente le cuente a mis hijos. Varias risas compartidas entre ambos, también con amigos. Linda relación con la familia de los dos, al punto de que tu casa sea mi segundo hogar...Y ahora lo único que quedó de nuestra relación son peleas y llantos míos que se prolongan al pasar las noches, donde me siento víctima de una relación costumbrista, la que me resulta difícil dejar de lado como si nada hubiera pasado. 
Hablar ya no sirve, lo intentamos tantas veces...Nos prometemos mutuamente cambiar la postura impuesta por la rutina y también, por qué no, por nuestra personalidad propia. Pero ya no sirve. Ya no lo prometemos más, sabemos que es en vano. Yo voy a seguir siendo la caprichosa de siempre, con mambos inentendibles, y vos vas a ser siempre amigo de tus amigos. Sé que me adorás, sé todo lo que sentís por mí, pero ahora estás cada vez más aliado a "los pibes" y me siento desplazada...¡Exacto! Encontré la excusa ideal para dejarte, para no sentirme una mierda y para culparte a vos de darle fin a nuestra relación que creímos eterna. Qué pendejada, ¿no?
No puedo evitar sentirme mal por no estar considerando el mismo grado de afecto hacia vos, es como que no te amo como antes, que las cosas no son como en los primeros meses, ya no es la relación perfecta que yo creía...Y todo esto me duele en el alma, porque recorrí cielo y tierra para encontrarte, y ahora que te tengo ya me cansé. Me cansé de las peleas constantes, me cansé de no poder hacer mi vida cinco minutos sin que me estés llamando y preguntando dónde estoy, me cansé de haber dejado de lado a mis amigas en un montón de oportunidades. Me cansé de estar de novia, simplemente eso.
Todas estas cuestiones no quitan que te ame y que seas lo mejor que me pasó, pero ahora necesito tiempo para mí, para disfrutar de mi adolescencia y para que vos puedas gozar de la tuya.
El problema de todo esto no es lo que siento ni lo que va a pasar. Ni siquiera es un problema el hecho de pensar si me voy a arrepentir. Lo único que me tiene preocupada es pensar...¿cómo te lo digo? Tengo un montón de opciones, yo voy a ver cuál optar.
Primero, puedo elegir por decirte de hablar personalmente un día, y cara a cara expresarte todos mis sentimientos, sin temor a llorar y a quebrarme delante tuyo. Lo difícil de esta cuestión es tu reacción: ver tu enojo, tu furia, tu tristeza o tu melancolía...Y yo no soportaría verte mal, pero tampoco soporto estar muy cerca tuyo por mucho tiempo, porque así terminamos, como siempre...
Por otro lado, puedo cortarte sin explicación alguna, sin darte el beneficio de la duda ni del tiempo que necesito para pensar. Puedo terminar todo y que cada uno arranque la suya, pero si hago eso demostraría que no te amo, y la realidad es que me importás mucho, sólo que necesito soledad...Pero mentiría si dijera que nada tuyo existe en mí, que no siento nada en el roce de tu piel con la mía.
Por eso lo mejor es hablar cara a cara, con sinceridad, y que ambas partes podamos poner nuestra opinión, dejando lo mejor de nosotros para solucionar eso, ya sea de forma positiva o negativa.


@Incredulas - 01/11/14

3 comentarios:

  1. lo que necesitaba, las amo!!

    ResponderEliminar
  2. Es exactamente lo que me pasa!! Son lo mas, excepto que yo no necesito soledad, sino que vuelva a ser como los primeros meses :(

    ResponderEliminar