jueves, 27 de noviembre de 2014

Micromundo para dos

Sí. Entiendo perfectamente que, hoy por hoy, el One Million sea una de mis grandes debilidades, que unos ojos azules le ganan a los marrones, pero que también una piel más oscura me agrada más que la blancura, que encontrar la fragilidad, la inocencia y el abrazo de algún muchacho sensible sea mi meta. Entiendo todo perfectamente.
Sin embargo, te quiero, y sos vos mi prioridad y el único que me interesa.
Te quiero vestido en una bata blanca, recién salido de ducharte, y mirarte mientras te vestís. Te quiero con el sol del atardecer alumbrándote el rostro. Te quiero jugando con nuestros hijos. Te quiero bicicleteando por las calles de Buenos Aires, encontrando a algún samaritano que se anime a probar tu alternativa vegana. Te quiero bailando desenfrenadamente, consciente de que lo hacés muy mal. Te quiero con tus ojos verdes que me acarician el alma. 
Te quiero, te quiero infinitamente.
Tu voz va a ser por siempre mi melodía favorita, la canción que nunca quiero dejar de escuchar, la alarma del despertador que nunca voy a odiar. 
Cada vez que reciba tu abrazo flaco y hermosísimo, voy a reconfirmar que estos brazos cobardes están aprendiendo por quincuagésima vez el arte de amar. Pero tengo fe que esta vez es en serio.
Voy a mirarte y todo va a estar bien. Nada podrá salir mal al lado tuyo. Nadie me va a hacer mal, nadie nos va a hacer mal, nadie podrá contra nosotros.
Te pienso, te leo, me redescubrís y me sonrojo. Qué bella sensación la de no sentirse una extraña para quien no conoce qué son los arquetipos. Cuán cómodo es construir un micromundo para dos, sin escalas, sin interrupciones y con buenas intenciones. 
Creo en tu sonrisa. Creo en tu respiración acompasada y en tu boca semiabierta al compás del tamboril mientrás dormís plácidamente y yo te observo. Creo en tu voz y en tu andar desinteresado. Creo en vos. Y quiero creer que creés en tus creaciones. 
Bajo tu influencia, por encima de todo, dejando atrás el sabor a ciudad y a fantasías animadas de ayer y hoy quiero decirte, con todas las letras, con todo lo que soy...Que te quiero, pibe. Y que me marcaste para siempre, porque así fue, así es y así será, hasta el día en que me destrocen el corazón por completo y no quiera creer más en esa pelotudes traicionera, caprichosa y paradójicamente abundante que todos llaman "amor".
Gracias por tanto y perdón por haber sido yo sin querer haberlo sido del todo.


@Incredulas - 27/11/14

3 comentarios:

  1. Una de las mejores entradas, me fascina la facilidad de poner en palabras todo lo que muchas sienten y pocas dicen. Ídolas totales, sin dudas

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  2. Reflejan con las palabras esas cosas que me pasan , pero no se me ocurren expresarlas. Les agradezco su compañía !! Son unas grosas totalmente. Gracias Gracias !

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  3. Nada mas lindo que lo que escriben dios que sensaciones se me vinieron encima, no dejen nunca de hacer esto chicas

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