jueves, 24 de marzo de 2016

El mejor lugar del mundo

Geográficamente, lejos de todo, pero yo siento todo tan cerca, tan mío.
Una plaza repleta un 17 de octubre, muchos años atrás.
Un asesino al que le decían "conchita".
Un nieto más recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo.
Una bomba que hizo explotar la AMIA.
Un preso político con causas en su contra por lavado de dinero.
Una familia de alta alcurnia que secuestraba y mataba gente.
Un gol que no fue y nos arruinó, seguido de un "¡Era por abajo!".
Una grieta abierta entre dos partidos políticos diferentes.
Una señora que cuelga la ropa y suspira agotada por haber trabajado todo el día para llegar a fin de mes.
Un adolescente confundido en una esquina, y no se decide si estudiar administración de empresas o directamente ponerse a trabajar.
Una maestra haciendo paro en el principio de las clases para reclamar por un sueldo mejor.
Un colectivo 36 que, o no viene nunca, o vienen dos juntos.
Un travesti, con documento de mujer, pidiendo que la traten como tal en la televisión abierta.
Un fiscal asesinado horas antes de declarar.
Una chica del interior que no sabe qué combinación de subte tiene que hacer para llegar a su facultad. 
Un hombre de traje que sale de laburar y engaña a su mujer con la secretaria. 
Un abuelo haciendo la cola en el banco para cobrar su jubilación y quejándose de "lo distinto que está todo".
Un joven sacando entradas para el Lollapalooza porque viene Eminem y le encanta.
Un público increíble en cada recital que existe.
Una madre yendo a buscar a sus hijos al colegio. 
Una familia que ahorró durante años para poder ir a Miami en el verano.
Un tipo se pelea con el colectivero porque le quiso cobrar 3,50 en vez de 3,25.
Un ex presidente que dice que vamos a volar a la estratósfera en cuestión de minutos, y otro que dijo que quien depositó dólares, recibirá dólares.
Un tiro en el corazón de Favaloro. 
Fernet para los pibes.
Marihuana para los que quieren volar un rato.
Mate para los que les gusta charlar y compartir.
Ese tal "vamos a volver" y el "si quieren venir, que vengan".
Una guerra que nos hizo perderlo todo.
Un corralito que nos hizo perderlo todo.
Un tal "pelusa" de Villa Fiorito al cual apodamos El Diego.
Una pulga que con la pelota en sus pies te hace poner la piel de gallina.
Una película que ganó el Oscar.
Una pregunta como "¿Qué te pasa, Clarín? ¿Estás nervioso?".
Un ex presidente que decía que era aburrido.
Un fin de semana lleno de fútbol, donde se juntan varias personas a mirar el partido y alentar al club de sus amores.
Una lágrima cuando el Papa elegido fue argentino.
Unos treinta mil desaparecidos que todavía seguimos buscando.
Así somos vos, yo y tantos otros, que no nos hace falta una casaca, porque la llevamos tatuada en el pecho, que se nos infla el corazón de orgullo cuando un turista nos sonríe. Y no me digas que no temblás cuando te nombran aquellas botas o un tabique. No me digas que no te se te congelan los huesos con ciertos nombres, porque ya tenés pegado en el bolsillo del pantalón tu documento, o un verso prohibido.
Te subís a un avión y sentís ese "qué se yo" que te angustia, y ahí es cuando no entendés por qué, pero, de alguna manera, querés bajarte corriendo e ir al Obelisco, a la Patagonia, o a las tierras jujeñas. No podría haber nacido en otro lugar. Soy tan argentina que asusta. 
Que me inviten a un asado, que me conviden un mate, que me toquen un tango. Cataratas, montañas, el Glaciar, el avistaje de ballenas, el fin del mundo, cerros, desiertos, salinas, la avenida más larga, la calle más ancha, las mujeres más lindas.
Lloramos todos por lo mismo. Nos golpean, nos matan y seguimos riendo. Y que nadie nunca se anime a decirme que no vivo en el mejor lugar del mundo.


@Incredulas - 24/03/16

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