lunes, 29 de febrero de 2016

Para los que ya no están

Muchas veces miré hacia dentro mío y me auto pregunté por qué me rehusaba tanto a querer. Me miré al espejo. Sonreí. Volví a pensar, y me dije que de esta manera dolía mucho menos cuando la gente se iba de mi vida. Ahora me cuestiono la fobia personal a ser dejada, cosa que en varias ocasiones la gente no entiende.
Si estoy completamente sola nadie me puede dejar, ¿no? Además ni siquiera me dejan porque ni siquiera saben que les pertenezco secretamente. Ese tipo de amores sólo se van, me dejan, me matan sin saberlo y sin siquiera imaginárselo.
Para los que se van el mundo sigue girando igual, incluso más rápido que antes, pero en mi mente todavía están parados en el último lugar donde los vi, con el último recuerdo que tuve de ellos...Y todas las palabras que dijeron vuelven hacia mí, todo el tiempo, convirtiéndose en mi déjà vu favorito.
De esta manera me quedo mirando a la oscuridad bailando con su capa bordada de estrellas. No le tengo al miedo al mar pero sí a los tiburones, o sea, es como decir que no le tengo miedo al tiempo pero sí al futuro. 
Las personas se van de nuestras vidas todo el tiempo, si hacés silencio todavía escuchas sus zapatos dibujando una ruta de adiós con trazos invisibles que sólo ellos pueden ver, por la que sólo ellos pueden volver y por el mismo sendero que vos te vas a ir de la vida de alguien sin siquiera saberlo.


@Incredulas - 29/02/16

No hay comentarios:

Publicar un comentario