Tu amor insulso, frío, cruel pero perfecto, me transformó. Hoy soy esto: una necesidad. Una necesidad de vos que quiere ser saciada. No hay más. No encuentro otro propósito...Y aunque sé que lo nuestro no fue, no es y no puede ser, yo sigo empeñada en que algo habremos sido. En alguna vida, tal vez. O en esta. Quizá nos conocimos y, sin saberlo, nuestros corazones se quisieron, aunque no lo suficiente como para mantenerse unidos.
Te prometo que no voy a demostrar mi dolor. No voy a exponer al mundo lo que siento porque tengo que seguir, y no por mí, tengo que seguir por esas personas que me quieren, y me quieren bien, aunque ellos no estén enterados de que mi felicidad se limita a mirarte a los ojos y sentir que lo nuestro es correspondido. Sí. El amor que no muere, mata. Y yo antes de matar este amor siempre elegí que me mate él a mí...Aunque ya no me quede nada.
¿Quién podría? ¿Quién podría elegir nunca haber sentido la eternidad en un simple beso? Yo no puedo ni quiero.
Te deseo que vos sí puedas matar esta espina que tanto mal nos causó. Te deseo que sigas así como estás, viviendo feliz sin mí y sin mis abrazos, sin mi apoyo incondicional.
Jamás te detengas. Jamás mires atrás a buscarme en algún recuerdo, aunque eso es lo que más estoy deseando...Prefiero morirme de pena a saber que estás sufriendo. Sólo quiero que vos puedas lograr lo que yo nunca me atrevería a hacer: olvidarte y ser feliz en un mundo en el que no estás incluido.
@Incredulas - 19/02/16
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