jueves, 18 de febrero de 2016

Extrañar con dolor

Un mes desde que decidimos alejarnos. Un mes desde que decidí mandar todo a la mierda por un capricho. Hace exactamente un mes a esta hora era feliz, sin saber que dentro de sólo un momento todo mi mundo se iba a derrumbar. 
No está bien que te escriba esto, pero siento una necesidad enorme de hacerlo.
Creo estar casi segura de que ya formo parte de un lindo recuerdo para vos, pero no por eso voy a dejar de decirte cuánto te extraño...¿Y sabés qué es lo más irónico? No extraño los grandes momentos de romanticismo. Extraño algo tan simple como la alegría que tenía los viernes a las siete de la tarde porque sabía que ya en un rato llegabas de una semana agotadora. Extraño quedarme embobada viéndote dormir. Extraño tu olor, tu piel, tus ojos. Extraño nuestras risas, nuestras tonterías. ¿Incluso sabés qué extraño? Las peleas, porque después de ellas bajábamos la guardia y nos dejábamos priorizar por el amor.
Extraño dormir a tu lado. Qué vacía se siente la cama sin vos.
Te extraño, extraño todo tu ser. 
Soy consciente de que estar conmigo no es fácil, soy una nena terca, caprichosa, impulsiva y posesiva. Sé que si volviéramos no sería fácil, no te puedo mentir. Pelearíamos, obvio, no sería una relación perfecta, porque pese a que cada día me convenzo más de mi cambio, somos muy diferentes y creo que es esa diferencia la que me atrae tanto.
Pero eso no va a pasar, no puedo vivir de falsas esperanzas. Así que espero que estés siendo muy feliz en tu vida. 
Te amo, nene, y temo nunca dejar de hacerlo.


@Incredulas - 18/02/16

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