sábado, 13 de septiembre de 2014

Consejos materiales

Un champagne en la mano, ropa cara y una careta que mostrar. Sonrisa de mentira, bromas y comentarios denigrantes saliendo de mi boca como un torrente casi tóxico de una sustancia desconocida pero perjudicial.
Algunos se me acercan buscando diversión efímera, otros por conveniencia, otros porque me tienen una especie de miedo y otros porque no tienen nada mejor que hacer. Escuchan todo lo que digo, se ríen porque así debe ser y continúo con mi perorata.
De vez en cuando me pica el bicho de la sencillez y escucho verdaderamente lo que el otro tiene para decir, aunque por mi escasa experiencia y por la poca calle que tengo (aunque para mis adentros me convenzo de lo contrario), digo consejos que no van a ser utilizados...¿Y por qué es así? Porque el que los usó se quedó más solo que yo.
Cuando estoy sola me doy cuenta que no tengo a nadie. Lo único que me rodea y me pertenece realmente son cosas materiales, superficiales e inanimadas que no sirven de mucha ayuda a la hora de escucharme y levantarme del bajón. 
Gracias a esto, mis estados de ánimo son cambiantes y no me mantengo estable del todo. Pero aún así trato de vivir lo mejor que puedo (no vaya a ser que mi reputación se vea vulnerable y todos piensen que soy igual a los demás).
No puedo amar a nadie porque nadie me quiere. Ya me cavé la fosa yo sola y mis intentos de reivindicarme no funcionaron en lo más mínimo.
No logro reconocer mis errores y prefiero la burbuja hermética antes del aire puro que a veces es cálido y a veces no, que a veces te trae el perfume de las flores más hermosas y a veces el olor de la basura y de la contaminación ambiental. 
Lo que nadie sabe es que prefiero la esférica porque el "aire puro" del que todos hablan me hizo mal un par de veces, pero trato de esconderlo porque los demás me ven fuerte, valiente y avasalladora.
Intento cambiar mis actitudes detestables, ¡pero no puedo! Y todo porque ya me creí demasiado la mentira en la que estoy viviendo como para querer despertar a la realidad, mi realidad virtual...
No, la puta madre. Por un momento, mientras escribía lo de arriba me imaginé así y dije con bastante orgullo: "Prefiero ser clase media, más o menos baja, antes de querer cagar más alto que el culo todo el tiempo".


@Incredulas - 13/09/14

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